Este minúsculo filme holandés es una oda al silencio que siempre viene acompañado de la soledad, este silencio no siempre es apaciguante, por el contrario puede devenir en un angustiante ruido. Bajo esta tesis dual, la talentosa actriz Nellie Benner es paseada literalmente por las calles de Amsterdam de la mano artística de una pareja de directores holandeses Maartje Seyferth y Victor Nieuwenhuijs, que la escogieron como musa. Benner encarna una mujer solitaria, sin historia, ni origen aparente y sin luces para el espectador. Ella vive angustiada por la persecución de un hombre misterioso y con el fin de mitigarlo usará todo el poder de su mente. Por la parte estética, existen dos connotaciones importantes, la primera de ella es lo fácil que se hace pensar en el noir cinema de los 50's al apreciar sus formas, sucede porque está perfectamente degradada en blancos y negros, dándole una gran fuerza emotiva a las imágenes (incluso fuerza atractiva), así ...
Aunque esta película se estrenó en 2005, está prolijamente ambientada entre los años 1968 y 1969 en París, particularmente en mayo del 68 cuando se iniciaron las protestas perpetuadas por un grupo de estudiantes de izquierda, contrarios a la sociedad de consumo instaurada en el gobierno de Gaulle, a la cual posteriormente se le unieron grupos de obreros industriales, los sindicatos y el partido comunista francés, resultando en la mayor huelga general de la historia de Francia y posiblemente de Europa Occidental. Planteado este escenario, el director, escritor y diseñador de escenografía Philippe Garrel, nos presenta un grupo de estudiantes hippies, en su mayoría artistas, que se conjugan entre opio, pintura y discursiva política. De este grupo nacerá la historia de la pareja François y Lilie, una historia pura, fuerte y sincera. Los personajes principales son protagonizados cuidadosamente por el consagrado a temprana edad Louis Garrel (hijo del director) y la...