Daniel/Obregón/Calvelo


Francesco, giullare di DioRoberto Rossellini – 1950

Azar, azar Asis.
Den vueltas, giren pensando en el azar.
El destino del azar.
Por irónico, paradójico que suene o que sea el acto mismo.
Pensar en destino cuando hablamos de azar.
Asis, azar.
Comprometidos con la fe.
Del azar, tal vez.
Pero no, nunca será casualidad.
Si acaso causalidad.
Compenetrando nuestra fe.
Pero sin cuestionar su aproximación.
A nosotros.
Por nosotros.
Y de nosotros.
Azar.
Azar.

Asis.


India Song – Marguerite Duras – 1975

Que algo ocurra
estamos a la espera
siempre a la espera
nada ocurre
nada pasa
sólo el agua
que resbala
por el cristal
de la ventana
y
de tus ojos
por el bostezo
de tu boca
que abre
pero no emite
sonidos
y tampoco
ves
por el agua
que empapan
las cortinas
de la ventana
de tus ojos
que se llaman
pestañas.


Sult – Henning Carlsen – 1966

El hambre no necesariamente remite al alimento (aunque sí).
Todos sufrimos hambre aunque tengamos una mesa donde sentarnos a saciarla, sufrimos la hambruna ajena que nunca podremos sentir, sólo ver por medio de la convencionalidad de su expresión: niños flacos, desnutridos, lentos, cabezones.

Termina tu comida, hay niños que se mueren de hambre”; famoso chantaje de las madres a sus hijos, pero nunca caíamos, no. Pero no crecíamos, nos quedamos chaparros.

La necedad del conocimiento es insaciable, hambruna de conocimiento es de lo que sufrimos, pero es por necios, por no saber, ¿pero cómo saber si no tenemos conocimiento? Incongruencias de la vida, que te las grita en la cara sin pensar antes de hablar.

Moriremos de hambre con el estómago lleno.


Sanshô dayû – Kenji Mizoguchi – 1954

La quietud del agua es perturbada (total) por una simple gota que cae dentro de ella y la mueve hasta sus orillas y es inevitable este movimiento, nunca podrá no ser perturbada porque en completa quietud no será agua, será hielo, frío, inamovible.

Creemos ser como el agua, calmos y flexibles a la vez, pero nunca podremos ser como el agua a excepción de la gota que nos moverá hasta nuestras orillas, hasta nuestros límites.

No podemos escapar de estas ausencias de nosotros mismos, y digo ausencias porque quien queremos ser es alguien más, alguien que se parezca más al agua y a su movimiento o la misma ausencia de éste.

Esclavos de nosotros mismos, creemos que no hay escapatoria y de hecho parecería que no la hay y es imposible, así como para el agua es imposible no moverse al caer aquella gota.

Pensar, pensar, pensar… nos hemos vuelto esclavos de este acto, estamos a su disposición cuando debería ser al revés; cuando llega a serlo es cuando podemos crear, de ahí viene la creatividad la cual la usamos como esclavo, está a nuestro servicio y siempre intentará escapar de la jaula que le hemos creado, nunca podrá abrir las rejas y sólo se fugará a través de ella para servirnos.


The LadykillersAlexander Mackendrick – 1955

Robar es un arte y como todo arte no hay manera de descifrarlo mas que haciéndolo.

Hay quienes creen poder teorizar sobre el arte pero no se atreven a abordar el robo; ensimismados no logran ver lo artístico de ello y creerían que no existe nada profundo al respecto de éste.

Me pregunto si pudieran legalizar los derechos de autor del conocimiento, ¿aprenderíamos?, porque al aprender lo único que hacemos es robar, y no necesariamente de alguien más, de la vida misma.

Estos robos que cometemos nos convierten en ladrones, todos lo somos y aunque quisiéramos quitarnos la culpa justificando hasta el último instante de nuestros conocimientos seríamos, aún así, cómplices. Delincuentes.

Huiríamos del conocimiento y del saber impulsados por el miedo de la cárcel moral en la que se nos situarían por nuestros absurdos crímenes.

¿Quién es quién para decidir lo que es robable y lo que no?


Suna no onnaHiroshi Teshigahara – 1964

Los pensamientos en la arena
incontrolables
como el agua
del mar

de tu ser y tu mente
descontrolada 
por la sal
y la arena

se juntan
te usan
te salan
te arenan

Resbala
la arena
y tus manos
se mojan

de arena
y de agua
que sale
de la arena

Nare
muchas veces
Nare
exponente

nare
nare
nare
naren
narena
arena
aren
ren
en
arena

Incontrolable
los pensamientos
que como la arena
son letras
d    e
         u
n
       p                               o      e
                                                                               m
                      a
     i                                   n
                                                                          c
             o                 n       
                                                t               r 
   o                             l
                   a
b                                               l       
                               e

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