Cosmos – Andrzej Zulawski – 2015
Mommy – Xavier Dolan – 2014
Faces – John Cassavetes – 1968
Stalker – Andrei Tarkovsky – 1979
Shirley: Visions of Reality – Gustav Deutsch – 2013
Julieta – Pedro Almodóvar – 2016
Güeros – Alonso Ruizpalacios – 2014
Francesco, giullare di Dio – Roberto Rossellini – 1950
Azar, azar Asis.
Den vueltas, giren pensando en el azar.
El destino del azar.
Por irónico, paradójico que suene o que sea el acto mismo.
Pensar en destino cuando hablamos de azar.
Asis, azar.
Comprometidos con la fe.
Del azar, tal vez.
Pero no, nunca será casualidad.
Si acaso causalidad.
Compenetrando nuestra fe.
Pero sin cuestionar su aproximación.
A nosotros.
Por nosotros.
Y de nosotros.
Azar.
Azar.
Asis.
India Song – Marguerite Duras – 1975
Que algo ocurra
estamos a la espera
siempre a la espera
nada ocurre
nada pasa
sólo el agua
que resbala
por el cristal
de la ventana
y
de tus ojos
por el bostezo
de tu boca
que abre
pero no emite
sonidos
y tampoco
ves
por el agua
que empapan
las cortinas
de la ventana
de tus ojos
que se llaman
pestañas.
Sult – Henning Carlsen – 1966
El hambre no necesariamente remite al alimento (aunque sí).
Todos sufrimos hambre aunque tengamos una mesa donde sentarnos a saciarla, sufrimos la hambruna ajena que nunca podremos sentir, sólo ver por medio de la convencionalidad de su expresión: niños flacos, desnutridos, lentos, cabezones.
“Termina tu comida, hay niños que se mueren de hambre”; famoso chantaje de las madres a sus hijos, pero nunca caíamos, no. Pero no crecíamos, nos quedamos chaparros.
La necedad del conocimiento es insaciable, hambruna de conocimiento es de lo que sufrimos, pero es por necios, por no saber, ¿pero cómo saber si no tenemos conocimiento? Incongruencias de la vida, que te las grita en la cara sin pensar antes de hablar.
Moriremos de hambre con el estómago lleno.
Drive – Nicolas Winding Refn – 2011
Sanshô dayû – Kenji Mizoguchi – 1954
La quietud del agua es perturbada (total) por una simple gota que cae dentro de ella y la mueve hasta sus orillas y es inevitable este movimiento, nunca podrá no ser perturbada porque en completa quietud no será agua, será hielo, frío, inamovible.
Creemos ser como el agua, calmos y flexibles a la vez, pero nunca podremos ser como el agua a excepción de la gota que nos moverá hasta nuestras orillas, hasta nuestros límites.
No podemos escapar de estas ausencias de nosotros mismos, y digo ausencias porque quien queremos ser es alguien más, alguien que se parezca más al agua y a su movimiento o la misma ausencia de éste.
Esclavos de nosotros mismos, creemos que no hay escapatoria y de hecho parecería que no la hay y es imposible, así como para el agua es imposible no moverse al caer aquella gota.
Pensar, pensar, pensar… nos hemos vuelto esclavos de este acto, estamos a su disposición cuando debería ser al revés; cuando llega a serlo es cuando podemos crear, de ahí viene la creatividad la cual la usamos como esclavo, está a nuestro servicio y siempre intentará escapar de la jaula que le hemos creado, nunca podrá abrir las rejas y sólo se fugará a través de ella para servirnos.
The Ladykillers – Alexander Mackendrick – 1955
Robar es un arte y como todo arte no hay manera de descifrarlo mas que haciéndolo.
Hay quienes creen poder teorizar sobre el arte pero no se atreven a abordar el robo; ensimismados no logran ver lo artístico de ello y creerían que no existe nada profundo al respecto de éste.
Me pregunto si pudieran legalizar los derechos de autor del conocimiento, ¿aprenderíamos?, porque al aprender lo único que hacemos es robar, y no necesariamente de alguien más, de la vida misma.
Estos robos que cometemos nos convierten en ladrones, todos lo somos y aunque quisiéramos quitarnos la culpa justificando hasta el último instante de nuestros conocimientos seríamos, aún así, cómplices. Delincuentes.
Huiríamos del conocimiento y del saber impulsados por el miedo de la cárcel moral en la que se nos situarían por nuestros absurdos crímenes.
¿Quién es quién para decidir lo que es robable y lo que no?
Suna no onna – Hiroshi Teshigahara – 1964
Los pensamientos en la arena
incontrolables
como el agua
del mar
de tu ser y tu mente
descontrolada
por la sal
y la arena
se juntan
te usan
te salan
te arenan
Resbala
la arena
y tus manos
se mojan
de arena
y de agua
que sale
de la arena
Nare
muchas veces
Nare
exponente
nare
nare
nare
naren
narena
arena
aren
ren
en
arena
Incontrolable
los pensamientos
que como la arena
son letras
d e
u
n
p o e
m
a
i n
c
o n
t r
o l
a
b l
e