Bruselas

Búsquedas relacionadas con Bruselas: Belgica

bruselas

s. f. pl. METALURGIA Pinzas anchas usadas por los plateros para arrancar los pallones de metal que quedan en las copelas o vasos en que se ensayan y purifican los minerales de oro y plata.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Bruselas (flamenco Brussel, fr. Bruxelles)

 
C. cap. de Bélgica y de la provincia de Brabante, en el centro del reino, a orillas del Senne; 179 200 h. La Gran Bruselas tiene 2 120 000 h. Entre sus edificios destacan la notable colegiata de Santa Gúdula (s. XIII), las casas consistoriales y las de los gremios. Activa y diversa industria (construcciones mecánicas y eléctricas, sederías, industrias textiles, etc.); centro comercial y de comunicaciones. Universidades, Biblioteca Real, museos, etc. Es sede de numerosas organizaciones y organismos internacionales (OTAN, UE, etc.). Fundada por los francos en el s. VII, su desarrollo se debió a su actividad comercial.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

Bruselas

بُروكْسِل

Bruselas

Брюксел

Bruselas

Brussel·les

Bruselas

Bruxelles

Bruselas

Brüssel

Bruselas

Bruselo

Bruselas

Brüssel

Bruselas

Bryssel

Bruselas

Bruxelles

Bruselas

בריקסל

Bruselas

ब्रसल्स

Bruselas

ブリュッセル

Bruselas

Bruxellensis

Bruselas

Brussel

Bruselas

Bryssel

Bruselas

Bruksela

Bruselas

Bruxelas

Bruselas

Bryssel

Bruselas

Brüksel

Bruselas

布鲁塞尔

Bruselas

布魯塞爾

Bruselas

Brusel

Bruselas

SFBrussels

bruselas

SFPLtweezers
unas bruselasa pair of tweezers
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
El segundo cuaderno se hizo para criticar el monstruo dramático El jugador; la burla que se hizo de él a las cosas de París no se refirió a que el teatro francés fuese malo, sino al lenguaje exigente que tenían entonces y tienen aún los señores que anuncian esas piezas que vienen como un torrente a inundar nuestra escena; el público estaba engañado, porque a cada paso se veía en los anuncios: «El jugador, Los dos sargentos franceses, Los ladrones de Marsella, La huérfana de Bruselas, El testigo en el bosque, etc., pieza que se representó últimamente en los primeros teatros de París y que tanto mereció la aceptación del ilustrado público de aquella capital».
Hay quien dice que jamás ha sido tan refinada y tan adorable la parisiense como en tiempos de «la santa muselina»; es decir, desde 1830 á 1838, en que el velo simpatizó de lo lindo con el sombrero, y éste hizo también grandes migas con las gasas de Menfis, las batistas del Mogol, las muselinas de Colconda, los encajes de Malta, la batista «Manfrignense»—¡oh, Balzac!—, el tul, los encajes Chantilly, Inglaterra y Bruselas, á más de los festones de puntilla y los primorosos bordados que hacían del velillo un verdadero primor.
A partir de la Declaración de Bruselas de 27 de noviembre de 1984, y desde que los Gobiernos del Reino Unido y de España decidieron, en febrero de 1985 en Ginebra, resolver el problema en todos sus aspectos, incluida la soberanía a través de la negociación, se ha abierto un capítulo nuevo dominado por la esperanza de terminar con una situación injusta, sin que se menoscaben los intereses de la población.
Tuvo tres hijas, que fuéron Margarita de Austria, Religiosa en las Descalzas Reales de Madrid; Ana María, que profesó en las Agustinas de Madrigal; y Catalina, Religiosa en Bruselas.
Vuelto á Bruselas, en tiempo que estaban todas las Plazas del Rhin ocupadas por las armas Francesas y Suecas, tuvo que defender la de Franckendal, y sostener un sitio de diez y ocho meses, obligando finalmente al enemigo á levantarle.
Consagróse en Bruselas en 1558, y partió para España, donde entró acompañado de los aplausos y respeto debidos á sus merecimientos y á su elevación.
Pero en esto ya era muerto Requesens: el sentimiento de ver nuevamente alborotado el exército sin tener medios para apaciguarlo, le había acabado arrebatadamente en Bruselas el año de 1576.
Según la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, con sede en Bruselas, los trabajadores informaron de que estaban organizando sindicatos en lugares de trabajo, donde estaban prohibidos con arreglo a la legislación del régimen anterior, y revitalizando estructuras sindicales anteriormente controladas por el partido Ba'ath.
Le sirvieron de base las conferencias dadas por Marx, en 1847, en la Asociación Obrera Alemana de Bruselas La Asociación Obrera Alemana de Bruselas fue fundada por Marx y Engels a fines de agosto de 1847 con el fin de dar instrucción política a los obreros alemanes residentes en Bélgica y propagar entre ellos las ideas del comunismo científico.
Bajo la dirección de Marx y Engels y sus compañeros de lucha, la Asociación se convirtió en un centro legal de agrupación de los proletarios revolucionarios alemanes en Bélgica. Los mejores elementos de la Asociación integraban la Organización de Bruselas de la Liga de los Comunistas.
Venimos juntos a Bruselas el mes de julio del año pasado y nos quedamos aquí por alrededor de dos meses; viendo que no había nada que pudiéramos hacer en esta ciudad, fuimos a Londres.
Luego de una discusión que tuvimos al comienzo de la semana pasada, discusión nacida de los reproches que yo le hacía por su indolencia y su manera de actuar respecto a personas conocidas, Verlaine me dejó casi de improviso, sin decirme el lugar al que se dirigía; yo supuse empero que él iba a Bruselas, o que al menos por allí pasaría, ya que tomó el barco de Anvers...