El segador lo abrazó repetidas veces y se alejó lleno de júbilo. Pero no habría andado cincuenta pasos, cuando su
bienhechor lo llamó de nuevo.
Pedro Antonio de Alarcón
Rodean al bienhechor del cojo, hombre de edad madura, una simpática dama de cabellos canosos, su esposa a no dudarlo, una señora joven, hija de los dos, y un caballero de veintiocho a treinta años, marido de la señora joven.
¡Qué inmenso talento el del primer
bienhechor de la Humanidad que discurrió limpiar el suelo de plantas inútiles y nocivas; que desmenuzó la tierra y la peinó con sus rudos instrumentos, dejándola fina y jugosa, con las entrañas abiertas a la fecundación atmosférica; que abrió en ella surcos y depositó las semillas para la reproducción de la vida, sirviéndole tal vez de inspiración en esta obra el recuerdo del choque sexual, del encontronazo grosero, del arar en carne viva, que perpetúa la existencia de las especies animales!...
Vicente Blasco Ibáñez
¿Quién puede resistir al imperio de un gobierno bienhechor que con una mano hábil, activa y poderosa dirige siempre, y en todas partes, todos sus resortes hacia la perfección social, que es el fin único de las instituciones humanas?
Su instinto, en este particular muchas veces acertado, le dicta que es rarísimo el desinterés, y que la beneficencia se ejerce, por lo general, con algún fin útil al mismo
bienhechor.
Emilia Pardo Bazán
Lo estaba leyendo en voz baja alzándola solo cuando algún párrafo llamaba su atención y comprendía que era de interés para su mujer y sus hijos. Ya había leído muchos indiferentes para María, cuando el bienhechor de aquella aldea, exclamó: -¡Pobre joven!
Mi afecto por Agnes no se resentía; pensaba siempre en ella como en el ángel bienhechor de mi vida; mis reproches sólo se dirigían a mí mismo; me turbaba la idea de que había sido injusto con él, y habría querido expiarlo, si hubiera sabido cómo hacerlo.
Hipólito no volvía de su asombro; se inclinaba sobre las manos de Bovary para cubrirlas de besos. ¡Vamos, cálmate decía el boticario, ya demostrarás después tu reconocimiento a tu bienhechor!
Completamente convencida de que todos los bienes deben ser iguales en la Tierra y que sólo la fuerza y la violencia se oponen a esa igualdad, primera ley de la naturaleza, he tratado de corregir la suerte y de restablecer el equilibrio lo mejor que me ha sido posible. Y sin esta maldita manía tal vez me encontraría aún con el bienhechor mortal del cual os hablaré.
Si no encierran unas gotas de resignación, mezcladas con otras de olvido, no los cataré. ¿De modo que no quieres nada de mí? -exclamó el
bienhechor-. Sabe que soy el Año nuevo...
Emilia Pardo Bazán
Y con el ansia de refugiarse en la inconsciencia, se cubrió los ojos con un pañuelo, se buscó postura cómoda y desplegó la firme voluntad de dormir, de sepultarse en esa soñolencia pesada que a veces producen las sacudidas del tren. Tardaba, sin embargo, en venir la transitoria muerte, el letargo
bienhechor.
Emilia Pardo Bazán
Pasé esta noche en el antiguo lecho, y, cuando el sueño bienhechor mis párpados cerró tras largo insomnio, las visiones de los lejanos tiempos me asaltaron: os vi...