¿No, crees?. - Doña Pura y Don
Casto, profesan una intensa devoción por nuestra Santa Madre Iglesia. No hay un día sin que vayan al rosario ni domingo en el cual no escuchen de dos a tres misas seguidas, y mucho menos, viernes primeros de cada mes en los que no comulguen.
Antonio Domínguez Hidalgo
16 Os encularé y me la mamaréis bardaje de Aurelio y marica de Furio, que a mí por los versículos míos me creísteis, porque son blanditos, poco púdico, pues casto ser honra al piadoso poeta mismo: sus versículos nada necesario es, que entonces al fin tienen sal y encanto si son blanditos y poco púdicos, y que lo que escueza incitar puedan no digo a los chicos, sino a estos vellosos que sus duros lomos no pueden mover.
¡Bástele a usted saber que las gentes disipadas y poco asustadizas con quienes se reúne en el Casino y en los cafés, le han puesto por mote el Capitán Veneno, al ver que siempre está hecho un basilisco y dispuesto a romperse la crisma con todo bicho viviente por un quítame allá esas pajas!, Urgeme, sin embargo, advertir a usted, para su tranquilidad personal y la de su familia, que es
casto y hombre de honor y vergenza, no sólo incapaz de ofender el pudor de ninguna señora, sino excesivamente huraño y esquivo con el bello sexo.
Pedro Antonio de Alarcón
¡Oh, cuántas veces una flor graciosa que al primer rayo matinal se abría, y gloria del vergel la proclamaba la turba de los hijos de la Aurora, y algún tierno amador la destinaba a morir perfumando el casto seno de la más bella y más feliz pastora!, ¡oh, cuántas veces mustia y desmayada no llega a ver el sol, que de improviso la abrasa el hielo, el viento la deshoja, o quizá hollada por la planta impura de una bestia feroz ve su hermosura!
¿El terror de las sombras no lo sienten las piedras y las plantas? ¿Es sonido tan sólo esta voz mía? ¿Y el casto manantial no dice nada? Mas yo siento en el agua algo que me estremece...
85 A él, una vez que con deseosa luz lo contempló la virgen regia –a la cual, espirando suaves olores, un casto lecho en el blando abrazo de su madre alimentaba, cuales los mirtos ciñen del Eurotas las corrientes, o el aura primaveral cría distintos colores–, 90 no antes de él sus flagrantes luces declinó, que en todo su cuerpo concibió una llama, profundamente, y ardió toda en sus más hondas medulas.
Todo en tropel presentóse a sus ojos tan risueño, tan sabroso y halagüeño, tan casto y tan seductor, que en llanto de fe bañada dijo: «¡Ay de mí!
- A Don
Casto, por su omnipotente voluntad, le atribuimos el más alto concepto de la moralidad las damas caritativas de la urbe, de las cuales soy representante.
Antonio Domínguez Hidalgo
La venia púdica te pido de que, si algo en el ánimo tuyo has deseado que casto ansiaras y enterillo, me conserves el chico a mí púdicamente, no digo de la gente: nada tememos a éstos que en la plaza ora acá ora allá de largo pasan en la cosa suya ocupados.
¡Y mira qué elegantes son!. Don
Casto es miembro honorario de la Unión Mundial de Banqueros y éstos lo estiman inmensamente, pues saben lo que vale.
Antonio Domínguez Hidalgo
Lo bueno es que nadie, ¡nadie hace caso a sus vituperios! ¡Cómo es posible pensar siquiera que Doña Pura y Don
Casto sean capaces de hacer lo afirmado por esos canallas exsirvientes.
Antonio Domínguez Hidalgo
Yo cumplía con todo. Lo que pasó es que pos ... Ya no quería hacer lo que me mandaba don
Casto. Hartas veces lo hice y me dio mi buena lana, pero...
Antonio Domínguez Hidalgo