Castellanos (eds.) (2004). Ecology of predator-prey interactions. Nueva York: Oxford University Press. Curio, E. (1976). The ethology of predation.
Pero erró los cálculos en tiempo y distancia: las antorchas se consumieron, los incursores equivocaron su camino y el sol ya asomaba en el horizonte cuando alcanzaron las colinas sobre el campamento romano. No obstante, su llegada cogió a los romanos por sorpresa, pero como la batalla parecía inevitable, Curio formó a sus tropas.
Las exhaustas fuerzas de Pirro fueron fácilmente rechazadas, dos elefantes murieron y ocho más fueron capturados. Alentado por sus progresos, Curio no dudó en enfrentarse al rey en campo abierto.
Cornelia se desmaya. El asistente de César, Curio, se ofrece para vengar a Cornelia, esperando que de esa manera ella se enamore y se case con él.
Otto Hohmann U-2527 2 mayo de 1945 Oblt. Hans Götze U-2528 2 mayo de 1945 Kptlt. Oscar Curio U-2531 2 mayo de 1945 Kptlt. Hellmut Niss U-2533 3 mayo de 1945 Oblt.
Pirro avanzó contra Curio, acampado a las afueras de Benevento, y resolvió atacarle antes de que llegara Cornelio. Como Curio no deseaba arriesgarse a entablar batalla únicamente con su ejército, el rey planeó atacar el campamento romano a la caída de la noche.
Según la tradición romana, Rómulo dividió al pueblo (constituido éste únicamente por los patricios) en tres tribus, que denominó ramnnes, tites y luceres; cada una de las cuales subdividió, a su vez, en 10 curias (curiae, posiblemente del indoeuropeo kowiriya reunión de hombres). Cada curia era dirigida por un curio maximus o curión, quien tenía atribuciones militares y religiosas en Roma.
La dura pobreza, la hacienda corta y el humilde techo lanzaron a conquistar los lauros de la guerra a Fabricio, a Camilo y a Curio, el de los encrespados cabellos.
Antes aquel se podrá llamar varón fuerte, que amenazado por todas partes de los peligros, y oyendo cerca el ruido de las armas y el estruendo de las cadenas, no atropellare ni escondiere la virtud, no siendo justo hacer ofensa a la que le conserva. Entiendo que fue Curio Dentado el que decía, que quisiera más ser muerto que dejar de vivir.
Estos días oí a un hombre sabio, que refería que Druilo fue el primero que venció en batalla naval, que Curio Dentado el primero que metió elefantes en el triunfo; aunque la noticia de estas cosas no mira a la gloria verdadera, tocan sus ejemplos en materias civiles; no siendo útil su conocimiento nos deleita con tira gustosa vanidad.
Cuando alababa Marco Catón a Curio y a Corruncano, y el siglo en que se juzgaba por crimen concerniente al Censor el tener algunas pocas medallas de plata, poseía él cuatrocientos sextercios: menos era sin duda de los que tenía Creso; pero mucho más de los que tuvo Catón Censor.
Por eso multitud de documentos curio- sos se han destruido, y otros existen arrinconados en los archi- vos, entre espesa capa de polvo, dando sabroso alimento á ra- tones y polilla.