Ejemplos ?
Yo sentí la afrenta, pero todavía supe dominarme, y le dije: -Princesa, esperad que os cuente cómo esta noche me han herido... Y mi voz, helada por un temblor nervioso, tenía cierta amabilidad felina que puso miedo en el corazón de la Princesa.
Vértigo de ensambladura y amapola de sadismo: ¡yo sumaré a tu guarismo unitario de Gusana la equis de mi Nirvana y el cero de mi ostracismo! Carie sórdida y uremia, felina de blando arrimo, intoxícame en tu mimo entre dulzuras de uremia...
¡Ay de cuanto la estéril onda marina lame con su traidora lengua felina!- Mejor es que en el campo busquemos flores: deja, deja la playa, niña Dolores, y oye una barcarola que, en su cariño, me cantaba mi madre, siendo yo niño.- Pero ¡no!
Pero Gorostiaga necesitaba disculpar ante el mundo su ferocidad felina, su insaciable sed de sangre; vengarse del terror que tuvo al ver sus batallones casi en derrota, y estampa la palabra montoneros, sin tener en cuenta que, al estamparla, empequeñece la valentía de los suyos y su propio merecimiento.
Pero mientras el ogro tomaba fuerzas para dar su terrible patada y la anunciaba a gritos cien veces al día, la pobre felina seguía tranquilamente en un rincón, formando un revoltijo de pelos rojos y negros, en el que brillaban los ojos con lívida fosforescencia, y coreando irónicamente las amenazas del carretero: «¡Miau!
Había envejecido más que sus hermanas; envejecer no es la palabra: se había marchitado sin cambiar, no había engordado, era esbelta como antes, ligera, felina, ondulante; bailaba, si había con quien, frenética, cada día más apasionada del vals, más correcta en sus pasos, más vaporosa, pero arrugada, seca, pálida; los años para ella habían sido como tempestades que dejaran huella en su rostro, en todo su cuerpo; se parecía a sí misma...
Sin embargo, a pesar de todo esto, o ig-norándolo, importándole un bledo, un hombre de delgadez felina, no muy alto y con traje a la moda, camina somnámbulo sobre el puente.
Y como el heroísmo en la paz es más escaso, porque es menos glorioso, que el de la guerra; como al hombre le es más fácil morir con honra que pensar con orden; como gobernar con los sentimientos exaltados y unánimes es más hacedero que dirigir, después de la pelea, los pensamientos diversos, arrogantes, exóticos o ambiciosos; como los poderes arrollados en la arremetida épica zapaban, con la cautela felina de la especie y el peso de lo real...
Que dentro del área propuesta se encuentra la colonia de anidación más austral conocida de gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea) cerca de Punta Tiburón, además de otras especies protegidas por convenios internacionales como el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) y mamíferos tales como: chungungo (Lontra felina), delfín austral (Lagenorhynchus australis) y lobo marino (Otaria flavescens).
No obstante amigo de felina raza- siguió Pulgarcito ideando la trama- aunque chiquito nada se me pasa; me monto en tu lomo y vamos al drama.
A veces el contingente respetable de su fauna, entre ellos los de la familia felina, ursina, con sus tipos representativos del tigre y del oso, respectivamente, forman una barrera infranqueable para los hombres y el ganado vacuno y caballar.
«Discurrir como el hombre, con agravio de nuestra majestad (¡injuria atro!), es por más parecérsele en lo sabio, «así como en la cara tan feroz, y merecer con él alto renombre...» El señor presidente alzó la voz, diciendo así: «Nadie se asombre, si como un animal el hombre opina, que haya bruto que piense como el hombre». Aquí, amigo, la fábula termina porque quiso un ridículo fracaso interrumpirnos la sesión felina.