Desde este punto irá en línea recta a la cumbre que aparece en el centro en el grupo de cerros del Inca o Barrancane (18), y tomando nuevamente la divisoria de las aguas seguirá hacia el Norte por el cordón del cerro de Ascotán o del Jardín (19); desde la cumbre de este cerro irá en línea recta a la cumbre del cerro Araral (20), y por otra recta, a la cumbre del volcán Ollagüe (21).
Su hermano, Hernando de Toro, fué, justo después de la muerte del Inca, asesinado por los indios de Tumbes, y es fama que con su cadáver celebraron un festín de antropófagos.
en 18 274 RICARDO PALMA SU carácter de embajador, mandado por don Francisco al cam- pamento de Inca, y logró de éste que aceptase la invitación de pasar á Cajamarca.
El discípulo llegó á aventajar al maestro. Cuando regresó de una exploración, á que lo había enviado PizarrOj se encontró con que el Inca acababa de ser decapitado.
Gran enojo manifestó Soto por el crimen de sus compañe- ros, y disgustándose cada día más con la conducta de los Pi- zarro, se regresó á España en 1536, llevándose diecisiete mil setecientas onzas de oro que le correspondieron en el rescate del Inca.
Del rescate del inca le tocaron á Pedro de Candía cuatrocientos siete marcos de plata y nueve mil novecientas onzas de oro. Ya que incidentalmente hemos hablado del rescate de Atahualpa, es oportuno consignar que lo repartido entre los ciento setenta audaces aventureros que apresaron al Inca, subió a treinta y cinco mil cuatrocientos ochenta y seis marcos de plata y novecientas cincuenta y un mil novecientas treinta y dos onzas de oro.
Por otra parte, la crueldad y persecución inexorable que ejercitó Atahualpa contra los Cañaris, castigando su traición al haber servido a los Incas para la conquista de los Puruháes y a Benalcázar, para la de Quito, obligó a un doloroso éxodo a grandes masas de Cañaris a diseminarse por todas los lugares de la Hoya de Zaruma y otros, en busca de refugio y protección a sus vidas, irrupcionando las cordilleras de Dumarí, Chilla y las Nororientales de la Hoya, al mismo tiempo que lo hacían par las costas de Machala, huyendo de la venganza del Inca...
La tradición popular asegura que el
Inca no habría sido condenado a muerte si hubiera permanecido ignorante en el ajedrez. Dice el pueblo que Atahualpa pago con su vida el mate que por su consejo de veinticuatro jueces, consejo convocado por Pizarro, se impuso a Atahualpa la pena de muerte por trece cotos contra once.
Ricardo Palma
II Manco
Inca A Jesus Elías y Salas Despues del injustificable sacrificio de Atahualpa, se encamino Don Francisco Pizarro al Cuzco, en 1534, y para propiciarse el afecto de los cuzqueños, declaro no venir a quitar a sus caciques sus señorios y propiedades, ni a deconocer sus preeminencias, y que castigado ya e Cajamarca, con la muerte, el usurpador asesino del legitimo inca Huascar, se proponía entregar la insignia imperial al
Inca Manco, mancebo de dieciocho años ,legitimo heredero de su hermano Huascar.
Ricardo Palma
Proles múltiples, muchedumbres, tupidas colmenas de hombres, transformadoras de costumbres, con nuevos valores y nombres en vosotras está la suma de fuerza en que América finca; fuisteis presentida del
inca; os adivinó Moctezuma.
Rubén Darío
Así, a fuerza de sagacidad y moderación, pudo el de Villagarcía impedir que tomasen incremento las turbulencias de Oruro y mantener a raya al cuzqueño Juan Santos, que se había proclamado
inca.
Ricardo Palma
Apu
Inca, al frente de algunas tribus rebeldes y ensoberbecidas por pequeños triunfos alcanzados sobre las fuerzas españolas, amenazaba desde Huarochirí un repentino ataque sobre la capital.
Ricardo Palma