manicomio


También se encuentra en: Sinónimos.

manicomio

(Del gr. mania, locura + komeo, cuidar.)
s. m. SIQUIATRÍA Hospital o establecimiento dedicado al cuidado de enfermos mentales tuvo que ser ingresada en un manicomio.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

manicomio

 
m. Hospital para enfermos mentales.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

manicomio

(mani'komjo)
sustantivo masculino
1. hospital para enfermos mentales Trabajo como enfermera en un manicomio.
2. lugar en que hay bullicio y falta de orden Aquella casa es un manicomio.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

manicomio

nombre masculino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

manicomio

asylum, bedlam

manicomio

Madhouse

manicomio

SMlunatic asylum, insane asylum (EEUU), mental hospital
no quiero ir a parar a un manicomioI don't want to end up in the loony bin
ese día la ciudad es un manicomioon that day the city goes mad o is like a madhouse
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005

manicomio

m. insane asylum, madhouse.
Spanish-English Medical Dictionary © Farlex 2012

manicomio

m (ant) psychiatric hospital, insane asylum (ant)
English-Spanish/Spanish-English Medical Dictionary Copyright © 2006 by The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved.
Ejemplos ?
Nahum no la envió al manicomio del condado, sino que dejó que vagabundeara por la casa mientras fuera inofensiva para sí misma y para los demás.
Todos pensaban ver entrar a caninos amaestrados, pero lo que entró, los dejó mudos de terror. Nadie quedó a salvo en aquel poblado. Sólo yo, que desde este manicomio se los cuento. Aunque nadie me cree.
No hubo más remedio que someterla a un tratamiento para curarle de esas fantasías psicópatas. En el manicomio donde está recluida desde entonces, suele oírsele repetir en silencio: -Sí, todavía me ama.
- Las asignaciones para todas las instituciones, tales como el presidio, manicomio, escuela industrial, y otras semejantes en que los asilados son recluidos involuntariamente, serán pagadas después por completo.
La metáfora es un vehículo burgués, cómodo, confortable, va a muchos lados; pero antes tenemos que decirle al conductor dónde vamos y concretar el sitio: si le digo que quiero ir a lo incognoscible sabe dónde llevarme: al manicomio.
Se abrieron 2 nuevas escuelas; 3 comedores públicos; se instalaron 10 Estaciones de Servicio Social; se constituyó la liga Femenina de Asistencia Social; se continuaron las obras del Hospital del Niño y del Consultorio Tipo; se terminó la Casa Hogar así como también algunos nuevos pabellones en los Hospitales General Juárez y en el Manicomio; tomó a su cargo el Hospital para Tuberculosos en Huipulco; instaló servicios médicos nocturnos y amplió los servicios sociales, escolares y médicos.
Los berridos de los parientes, más o menos próximos, del ricachón, llegaron al cielo: hablóse de tribunales, de locura senil, de encierro en el manicomio.
Los otros hicieron lo mismo y los mantuvieron en la pared por dos o tres siglos. Al fin los sentí pesadamente fijos en mí. —¿Usted nunca ha estado en el manicomio? —me dijo uno.
Afuera se veía un letrero que decía: JEFE DE PSIQUIATRAS DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN MANICOMIO CENTRAL Y yo me quedé extrañado, como niño al que no le dan su prometida golosina de costumbre, sin consulta; quien sabe por qué, hondamente triste, como despojado.
esde 1905 hasta 1925 han ingresado en el Hospicio de las Mercedes 108 maquinistas atacados de alienación mental. Cierta mañana llegó al manicomio un hombre escuálido, de rostro macilento, que se tenía malamente en pie.
Yo no conozco las estadísticas de alienación en el personal de los hospicios; pero no cambio los posibles trastornos que mi locomotora con un loco a horcajadas pudiera discurrir por los caminos, con los de cualquier deprimido psiquiatra al frente de un manicomio.
Pero lo que descendió luego del tren, cuyos frenos al rojo habíanlo detenido junto a los paragolpes del desvío; lo que fue arrancado a la fuerza de la locomotora, entre horribles maullidos y debatiéndose como una bestia, eso no fue por el resto de sus días sino un pingajo de manicomio.