Yo vi cómo Bokapi, con su único brazo libre, intentó tomar la garganta de la boa; vi cómo los anillos de la terrible serpiente prensaban sus piernas y su pecho; vi cómo Bokapi clavó los dientes en el lomo de la boa con tan furiosa
mordedura, que súbitamente la boa duplicó su presión.
Roberto Arlt
toda la verdad... El cuerpo del moribundo se desplomó sobre los cojines, y Rahutia retiró su mano ensangrentada por la cruel
mordedura.
Roberto Arlt
Ninguna mordedura de un animal salvaje podía haber inoculado el virus, ya que no hay ningún animal terrestre que pueda pasar a través de unos obstáculos sólidos.
Quizá no estaríamos ahora desembarazados de la mordedura de los pumas, jaguares, víboras, cantíes, blancos entrechocadores, quizá ahora sin nuestra gloria, si los primeros animales no hubieran sido petrificados por el sol.
Sanan algunos siendo socorridos, luego al punto, sajando la mordedura y poniéndole encima tabaco majado y dando/ a beber al paciente el zumo de la misma yerba.
Para las calenturas/ se sangran y se purgan o con mechoacán, o con la que llaman contrayerba, de que usan solo para esto porque no conocen yerbas venenosas. Contra la mordedura de víbora usan zumo de tabaco.
No pudo soportar, no pudo sufrir, la mordedura de animales: entonces la boca del jefe gritó a causa de los animales de los cuales sólo la imagen estaba pintada en el vestido: la pintura de Guarda-Botín, la tercera pintura.
Por el que en mirar se goza su puñal de sangre rojo, buscando el rico despojo, o la venganza crüel; y por el que en vil libelo destroza una fama pura, y en la aleve mordedura escupe asquerosa hiel.
Y los rizos no cayeron bajo la fría
mordedura de la tijera, y envuelta en su regia aureola de sombra, la colocaron en la exigua caja blanca con filetes rosados, que los compañeros del padre -marmolistas, gente muy familiarizada con el cementerio y sus esplendores- conducían a hombros cuando acertamos a verla...
Emilia Pardo Bazán
No resisten, sin embargo, a la creolina o droga similar; y como en el obraje abunda aquélla, antes de una hora el chalet quedó libre de la corrección. Benincasa se observaba muy de cerca, en los pies, la placa lívida de una
mordedura.
Horacio Quiroga
Ninguna mordedura de un animal salvaje podía haber inoculado el virus, ya que no hay ningún animal terrestre que pueda pasar a través de obstáculos sólidos.
En la puerta de la escalera, cerrada con dobles cerrojos, había sonado un ruidito singular, análogo al de los dientes de un roedor, un riqui-riqui cauteloso y porfiado,
mordedura de acero en la madera resistente...
Emilia Pardo Bazán