Se alborotan los aceites De los cazos Y la loca coladera rockea ya. -¡Silencio!- dice una moza que encendida de ira va. - Aquí soy la cocinera y todos a cocinar.
Ni siquiera tenía los instintos de Cortés y Pizarro, en lo de dedicarse á la conquista de indias, pues su señoría hacía ascos á todo faldellín en cuerpo de buena moza.
¿No cae usted todavía en la cuenta de lo que el Libertador, que es muy devoto de Venus, necesita para su gasto diario? — No diga usted más, compañero— interrumpió don Felipe Gastelumendi.— A moza por etcétera, si mi cuenta no marra.
Forjó un enredo chistoso con el rector y una moza que vino de Zaragoza con oficio no piadoso y contó tan peregrinos lances de entrambos, que el viejo tuvo por mejor consejo reírle sus desatinos.
Menos tolerancia había con los cómicos, pues original existe en la Biblioteca de Lima la causa seguida en 1810 contra Luisa Valverdc (alias la Ytica) natural de Piura, y de veinte años de edad, moza de mucho trueno que desempeñaba papeles s,je- cundarios.
Para no parecerme a la
moza regocijada, convoqué en consejo á tres de mis amigos (viejos muy discretos)y ellos, después de alambicar la consulta, opinaron que el libro se bautizase con el nombre de Cachivachería, ó sea: conjunto, almáciga ó reunión de cachivaches.
Ricardo Palma
Sin darse cuenta de ello, instintivamente, conoce la dueña de una casa que esa prenda ha estado fuera de su sitio destino. Prendas hay que no se hicieron para lucidas como cara de buena moza pegada á cuerpo de sílfide.
Hoy, en su edad senil cuando ya el pedernal no da chispa, se alegra y siente como rejuvenecida cuando alguno de sus paisanos la saluda, diciéndola: —¿Cómo está la vieja de- Bolívar 1 Pregunta á la que ella responde, sonriendo con picardía : — Como cuando era la moza.
La alcoholizada le contestó pintoresca reata de injurias sobre el tema de la profesión. La
moza tuerta solo refunfuñó: -¡Nos deje en paz!
Emilia Pardo Bazán
De pronto, un escarabajeo, un pataleo, un trajín de fiera soterrada y que violenta las paredes de su entierro. Era la
moza rubia, que vigorosamente perneaba, cabeceaba para salir de entre la masa de tierra de la impensada sepultura.
Emilia Pardo Bazán
Inmediatamente... El timbre sonaba efusivo y una dama ataviada con lujo ordenó a la
moza que le servía el té. Aquel sitio intentaba ser admirable; semejante a los antiguos palacetes romanos: pisos y columnas de mármol, portentosas estatuas, directamente reproducidas de los originales de la antigüedad griega; de las paredes colgaban cuadros como neoclásicos elaborados al óleo; de los techos pendían varias lámparas resplandecientes de cristales.
Antonio Domínguez Hidalgo
Empiezo por Ricarda y sus cuidados, ejemplo de entereza y buena maña: moza viuda será, por los dictados de Fortuna, que así a los buenos daña.