Una nación de mocetones del Norte, hechos de siglos atrás al mar y a la nieve, y a la hombría favorecida por la perenne defensa de las libertades locales...
Lucha perenne en el descanso de sus días perpetúe su luz sobre los turbios pasajeros del escarnio y me ilumine para honrar la vida.
No sé por qué (son cosas que bien jamás se explica por más que las aplica la ciencia una razón), de aquella luz perenne el resplandor hacía soñar mi fantasía, latir mi corazón.
La Revolución tiene obstáculos delante, no puede hacer las cosas a la perfección, tiene sus errores; pero la Revolución tiene un perenne propósito de superarse, de rectificar en aquellas cosas en que no haya estado acertada.
Vida pulcra y laboriosa que sigue significando para Pinas un perenne superarse, la realización de sus proyectos, el ideal y la luz de sus más caras aspiraciones.
Nuestra Constitución contempla en su articulado un capítulo referido a los derechos individuales como conquista de una lucha constante y perenne del pueblo mexicano.
-Porque si no has venido a hablar de casamiento, y amor no existe, ¿de qué tratamos sino de asuntos? Y yo conozco el estado de los tuyos y cómo te trae la juerga
perenne en que vives.
Emilia Pardo Bazán
A las 12 y 47, la "Villa de Madrid" salió de la línea de combate, hizo rumbo hacia la isla, siguiéndolo a poco la "Berenguela"; pero la "Blanca" en su perenne sitio, se batía sin cesar.
y la muerte. Todo) Cuando era niño... (Pero por qué esta
perenne preocupación de ser inmortal. Sin duda se debe a la ambición, al deseo...
Antonio Domínguez Hidalgo
En el espacio tranquilo de aquel éxtasis solemne, inexplicable, perenne, prueba celestial placer; e identifica su alma con el ser de Valentina, en cuya esencia divina nada hay ya de la mujer.
Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección. ¡Por quien trasmitió a nuestro entendimiento la Tetratkis la fuente de la perenne naturaleza.
Para juzgar de la justicia que envuelve esta reforma basada en el conocido axioma jurídico non bis in idem, básteme recordar con el ilustrado ministro que en España presentó a la sanción real el proyecto de ley de enjuiciamiento criminal, que semejante sistema deja al procesado por todo el resto de su vida en situación incómoda y deshonrosa bajo la amenaza perenne de abrir de nuevo el procedimiento el día que por malquerencia se preste a declarar contra él cualquier vecino rencoroso y vengativo.