Un poco más allá(cap.18) don Quijote tiene una pendencia con el guarda de una recua de mulas en que se traslada a la Corte el oro de las Indias.
El conflicto se hizo físico cuando Basilio y su amigo Gregorio Nacianceno marcharon con una recua de mulas a recoger provisiones del monasterio de San Orestes, que estaba bajo la autoridad de Basilio.
El 4 de marzo de 1920, los presidentes Marco Fidel Suárez de Colombia y Alfredo Baquerizo Moreno del Ecuador, se dan un abrazo fraternal en el Puente de Rumichaca, las Casas de Aduana, eran vetustas y con techo pajizo; la vía carreteable apenas se iniciaba el proyecto de construcción, hasta entonces aún estaba en boga la recua.
El fondo de oro, el rosario y la flama representan la leyenda de la fundación de Rosario. Según esta narración, un arriero iba en el camino cuando perdió una de las mulas de su recua.
Se le atribuyó una Apologia de los asnos, compuesta en renglones así como versos (1829) a la que pertenecía una fábula que encontró en su mesa Fernando VII, por la cual se habría desterrado a su monasterio a Lino Picado, presunto autor de la misma:: De Jaén a Ximena / iba un arriero / con su recua de burros / de diferentes pelos.
En este caso los órganos articulatorios pasan de una posición cerrada a otra abierta.: como en tierra → t ie -rra: como en sucia → su-c ia: como en piojo → p io -jo: como en puerta → p ue r-ta: como en recua → re-c ua: como en residuo → re-si-d uo En español pueden ocurrir diptongos con dos vocales abiertas o medias.
El 18 se apostaron en el campo de los Saravia, ubicado en esa zona, mientras el capitán, disfrazado de indígena arriero llevaba una recua de mulas cargadas de leña hasta la ciudad, con la intención de informarse de las posiciones tomadas por la tropa de Tristán.
Después se ven unos viejos beatos, brujos y quebrados y algunos frailes cargados con sus barbas y agarejos; luego se sigue a lo lejos una recua de Cofrades, después las Comunidades y otras bestias con pendones, porque aquí las procesiones todas son bestialidades.
Fue un entierro en esta forma: venían envainados en unos sayos grandes de diferentes colores unos pícaros, haciendo una taracea de mullidores; pasó esta
recua incensando con las campanillas; seguían los muchachos de la dotrina, meninos de la muerte y lacayuelos del ataúd chirriando la calavera.
Francisco de Quevedo
No compres casa en esquina, ni cases con mujer que no entre en la cocina. En muriendo el arriero se sabrá de quién es la recua. Para destetar al potro, matar la yegua.
Después se sacudió el polvo con su pañuelo finísimo, guardó el caballo entre mantas, («porque era una fiera el bicho, y, tragándose el espacio al andar, sudaba el quilo,») anunció, como de paso, para muy luego el arribo de la consabida recua; y entre familia y amigos que a saludarle acudieron, circuló el jarro de vino, se cenó de lo mejor, y hasta que ya era por filo pasada la media noche, en loor al recién venido duró la marimorena que, aunque inútil es decirlo, costó al jándalo los cuartos y a más de tres...
Todo aquello, por supuesto, eran obsequios levísimos, pues las galas que traía hasta para los amigos, las conducía «la recua que quedaba en el camino.» Pasó el día de San Juan gastando largo y tendido y luciendo, aunque el calor hacía trinar los grillos, capa de largos fiadores sobre zamarra de rizos.