er Teclado, y Segunda Voz) Rodolfo Luviano (2.º Teclado) Victor Aguilar (Percusiones, y Segunda Voz) Pedro Sánchez (Batería) Jugando con las estrellas (1973) (No Comercializada) Jugando con las estrellas Ay amor Voy a rifar mi corazón Chiquilla bonita Pintando corazones Mi promesa Amigo eterno Mira chavita Necesito rosas Beso chiquito Falso Amor (1975) Casas de cartón ¿Quieres Ser Mi Amante?
Todos los años la cofradía tenía por costumbre rifar, con el fin de obtener fondos para la fiesta, dos magníficos aparejos obra artesanal de los albardoneros locales, que tanta fama tuvieron en toda la comarca.
Era costumbre de los hombres rifar para bailar o ver bailar a una mujer determinada, llevarse la panda a otro caserío vecino o a la venta próxima y otras muchas ocurrencias de los asistentes.
Para solucionar la crisis a los directivos se les ocurrió rifar un carro inglés marca Vanguardia, el cual tenía un valor comercial de $5.000.
No tuvo ninguna ayuda financiera de sus padres, por lo que se vio obligada a rifar su victrola (tocadiscos) para pagar las clases.
Porque las canas y mis salidos huesos en toda la noche dejaron de rifar y encenderse, que con mis trabajos, males y hambre, pienso que en mi cuerpo no había libra de carne; y también, como aquel día no había comido casi nada, rabiaba de hambre, la cual con el sueño no tenía amistad.
Trata durante mucho tiempo de encontrar el tesoro que Úrsula escondió hasta que apareciera su dueño, sin conseguirlo, por lo que dedica sus últimos años de vida a rifar los pocos animales que vivieron después del diluvio, con el objetivo de que su hija Amaranta Úrsula pueda ir a estudiar a Bruselas.
En 1916 se produce un importante acontecimiento artístico en Toledo, se celebra una gran “Exposición de Bellas Artes en Toledo” en el Ayuntamiento de Toledo, con un total de noventa y cinco obras de los más importantes artistas plásticos regionales y nacionales, esta exposición tiene como fin rifar las obras expuestas y con el dinero recaudado obtener los fondos necesarios para la restauración arquitectónica de la Iglesia de San Sebastián de Toledo.
Para sobrevivir y contar con algo de dinero siguieron la costumbre de los frailes de San Antonio Abad, de rifar un cerdo cada año, pero no tuvieron demasiado éxito.
Por último,tras disfrutar del primer y más corto pasacalles del Carnaval, se procede a rifar de manera gratuita como muestra de agradecimiento entre los asistentes de la Cesta del Carnaval, que incluye un kit de supervivencia para que al premiado/da no le falte de nada para poder pasar estas fechas.
El padre de Rutilio, al morir les dejó de herencia a todos los hermanos unos terrenos de cafetales en su pueblo natal. Los hermanos decidieron unánimemente rifar los terrenos partidos para no enemistarse por la repartición.