Hoy aprovecho la partida de mi cuñado don Juan J. Soto, para enviar a usted un paquete de diarios conteniendo todas las publicaciones hechas últimamente con motivo de los funerales del general Artigas.
Juan Ramón Soberanes Martínez; Rúbrica.- C. Dip. José del Carmen Solís de la Luz.- -C. Dip. Janitzio Soto Elguera; Rúbrica.- C. Dip. Gonzalo Ugalde Gámez; Rúbrica.- C. Dip.
Mahoma.—JF/ Koran, I Hernando de Soto Animoso, prudente y liberal, es Hernando de Soto la figu- ra más simpática entre los hombres que acompañaron á Pi- zarro para la captura de Atahualpa.
, Hernando de Soto, que había sido uno de los conquistadores de Nicaragua y que disfrutaba de fortuna y honores, como primer regidor de la ciudad de León, acogió á Nicolás de Rivera el Viejo, que fué á proponerle, en nombre de don Francisco Pizarro, que tomase parte en la conquista del Perú.
Soto se unió á Pizarro, en Panamá, con dos buques, en los que traía sesenta hombres aguerridos y diez caballos. El jefe de la con- quista, reconociendo la importancia de Hernando, lo nombró por su segundo, no sin oposición de los hermanos Pizarro.
Soto fué el primer español que habló con Atahualpa. en 18 274 RICARDO PALMA SU carácter de embajador, mandado por don Francisco al cam- pamento de Inca, y logró de éste que aceptase la invitación de pasar á Cajamarca.
Atahualpa, en su prisión, tomó gran cariño por Hernando de Soto, en el cual vio siempre un defensor. Hernando de Soto era verdaderamente caballero, y tal vez el único corazón noble entre los ciento setenta españoles que apresaron al hijo del Sol.
El día siguiente fué de gran alboroto para el vecindario del Cuzco, porque en la puerta de la Catedral apareció fijado este cartelón:— «Téngase por pública excomulgada a Antonia Peñaranda, mujer de don Pedro Echevarría, por inobediente a los preceptos de Nuestra Santa Madre Iglesia, y por el desacato de haber tratado mal de palabras al señor doctor »don Juan José de la Concepción de Rivadeneira, y porque con sus gritos desacató también al doctor don José
Soto, presbítero, que estaba actualmente celebrando el Santo Sacrificio.— Nadie sea osado á quitar este papel, bajo pena de excomunión».
Ricardo Palma
Honda preocupacion abrumaría el espíritu del Inca en los dos o tres primeros meses de su cautiverio, pues aunque todas las tardes tomaba asiento junto a Hernando de Soto...
114 Por su firmano soto no en falso a Méntula por rico se tiene, que tantas cosas en sí tiene egregias: coto de aves de todo género, peces, prados, labrantíos y fieras.
Por lo cual, concedo que sea rico, mientras todo le falte. Su soto alabemos, sólo mientras él sea pobre. 115 Méntula tiene casi treinta yugadas de prado, cuarenta de labrantío: lo demás son mares.
¿Por qué no las riquezas de Creso de superar capaz sea, quien en un solo soto tantos bienes posea, prados, labrantíos, ingentes espesuras y vastas lagunas sin fin hasta los hiperbóreos y hasta el mar Océano?