Definitivamente, no obstante la belleza que re-flejaba todo ese roquerío, a despecho de la ter-
sura de sus superficies, del resplandor temblo-roso de sus irradiaciones, de sus formas exqui-sitas, nada podía hacer para conmoverlos y agotado, un tanto triste, se enclaustraba en su cámara de silencio a continuar meditando en la probabilidad de nunca poner en práctica lo que se había propuesto.
Antonio Domínguez Hidalgo
allá el muezzín que murmura una sura del Korán: allá lejana campana de cristiana catedral: allí la audaz gritería de insurrección popular; allá arrullo de palomas; allí el fragor de un volcán; allí la trompa de guerra, un mandolín más allá: aquí el brindis de la boda, allí un salmo funeral… todo el rumor de la tierra; más lejos… el de la mar…; más lejos… los ruidos vagos del aire en la inmensidad: una aura que en él suspira… un eco que en él expira… un átomo que en él gira… un vagido…, un son fugaz que en él vaga, que vacila, que se apaga, que titila, que se queja, que se aleja, que se va; que perdido ya no da son ni ruido… ¡Se fué ya!
Remitirte un buen prólogo quisiera para tu libro: mas mi pluma ahora alguna sura del Korán te diera tal vez, pues Boabdil la ha vuelto mora; mas en este papel mi fe sincera te muestra bien lo que tu fe no ignora: que te amó en la niñez, que aún te ama y aún mi corazón te llama.
Derribar árboles, sin sembrar muchos más; arrasar los pastos para aplastarlos con asfalto y no dejarles rincones por donde broten; dejar ba-
sura por donde quiera sin importar el vivero que ensucie, el agua que manche, el río que contamine, es odio a la Naturaleza.
Antonio Domínguez Hidalgo
Y así vivieron muy felices hasta fines de 1821 en que el diablo, que es muy diablo, metió la cola en la limpia casita de l»f calle del Arco. María había culnplido quince años, y la fama de su hermo- sura y discreción estaba generalizada en la parroquia.
Julia Antonia Mencionada así en las fuentes por su nombre de casada, para distinguirla de otras tocayas de la familia. se casó después con Publio Cornelio Léntulo Sura, un político acusado de estar involucrado en la conjura de Catilina (63 a.
Tras recuperar relativamente fácil a Siria los romanos atacaron Mesopotamia en el 165, tomaron Dausara, Edessa, Carrahe y Nisibis, y venciendo en las batallas de Sura, Nichephorium y Doura Europos.
Por otro lado, Ali ibn Abi Talib asegura que la basmala es una garantía de seguridad, mientras que esta sura descendió con la espada, es decir, con las aleyas concernientes a la lucha, y por ello no comienza con la basmala.
Con estas pruebas tan evidentes el cónsul denunció públicamente a los cinco conspiradores, entre los que se encontraba el ex-cónsul y pretor Léntulo Sura.
Cristo ha prometido la vida eterna a quienes lo reciben en este Sacramento: En el Corán, la figura del ungido se aborda como «el hijo de Maryam, no es sino un mensajero (profeta), antes del cual han pasado otros enviados» (sura 5:75).
Todas las suras excepto una están precedidas por la basmala, una fórmula ritual que dice: "En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo" (bismi l-lāhi r-rahmāni r-rahīm). La novena sura, At-Tawba ("La Retractación"), es la única del Corán que no está encabezada por la basmala.
Affan, piensan que ello es así porque su contenido está conectado a la sura anterior, "Los Botines de Guerra" y en tiempos de Mahoma eran llamadas "Las Dos que Van Juntas" (Al-Qāribatān), hasta el punto de que había discrepancia sobre si eran dos suras o una; y por ello se dejó de incluir la basmala al principio de la misma.