nao


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Sinónimos para nao

nave

Sinónimos

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Llegamos en siete días a Arequipa; allí supe cómo mi galera estaba en el puerto de aquella ciudad; fuímonos a embarcar por ir más, presto en ella que por tierra, y el galeón había pasado adelante la vuelta de Arica, e la otra nao que compré había arribado a la ciudad de los Reyes en diez días.
Que se dé Cédula Real para que el Virrey del Pirú para que le ampare en el gobierno que tiene; y en lo que pide cerca de que se le aumente y en lo demás le favorezca y honre y acomode conforme a la calidad y talento de su persona, y se le dé cédula Real para que en la nao Almirante o Capitana le lleven y acomoden sin llevarle flete, y se le dé cada día, por el tiempo durante la navegación, una ración como se da a un soldado de los que fuesen en la flota; y sobre lo que tiene que tratar, acuda al Fiscal, que él atenderá.
Y assi llegamos a la donde estuvimos reposando quinze dias tomando refresco y esperando otra nao que venia cargada de la india que era de la conserva de las tres naos que traya el armada : y passados los quinze dias nos partimos de alli con el armada y llegamos al puerto de Lisbona a nueve de Agosto bispera de señor sant Laurencio.
Y porque no recibáis en esto engaño, habéis de saber que las naos o nao, que para llevar al Gran Capitán habían de venir, no venían con gente de guerra, sino con mercadería muy disimuladas; y por esto recelo yo que la dicha nao nizarda, o alguna de las otras que están en el dicho puerto, deben esperar al dicho Gran Capitán; y por eso es muy necesario y conveniente que vos hagáis toda diligencia, con gran disimulación, para saber si la dicha nao nizarda es la que viene para esto, o alguna de las otras que en el dicho puerto están.
Nada sabemos de sus primeros años hasta que, preparando Hernando de Magallanes la expedición que había propuesto para ir á la India por otro camino del que hallaron los Portugueses, se nombró á Elcano por Maestre de la nao Concepción, una de las cinco de que se componía la armada.
Visto el Aldana que le podían surtir bien los que tenían ambos en mi daño con la vitoria habida de su parte, mandó de nuevo al dicho capitán Juan Bautista, so pena de muerte y perdimiento de bienes, que no saliese de la ciudad sin su expreso mandado, y tomóle la nao.
Cielito, cielo que sí, Portugueses no arriesguéis, mirad que habéis de jugar, y todo lo perderéis, Vosso Principe Regente nao é para conquistar, nasceu só para falar, mais aqui ya he differente.
a las provincias del Perú a ser contra Gonzalo Pizarro, e cómo pedí al escribano mayor del Juzgado destas provincias, en presencia de muchos caballeros que estaban allí conmigo en la nao, que habían de venir en mi compañía, y vecinos que habían entrado a se despedir de mí, que me diese, por fe e testimonio cómo yo dejaba estas provincias del Nuevo Extremo con el mejor recaudo que podía para que las sustentasen en servicio de S.
Juan Cristóbal Calvete lo describe así: «El viento era tan recio y la mar tan brava que el riesgo de zozobrar se hizo inminente; y eran las olas tan furiosas y continuas, que no había marinero que parase, por el agua que de la mar entraba y por la que del cielo caía; y eran tantos los truenos, relámpagos y rayos, que la nao parecía arder en vivas llamas».
Vossa señora Carlota, dando pábulo a su furia, quiere fazeros injuria de pensar que sois pelota. Cielito, cielo que sí, ¿nao coñocéis majadeiros que em as infelicidades vosotros soios os primeiros?
si a los breves débiles navíos, cuya atrevida gente con diestra, tan feliz y osados bríos hoy segundó al terreno combatiente, juntaran su valor el Huáscar fiero y compañera nao a quien dio nombre nuestro bien primero (en futuros combates vencedores) ¡y esas que vio la nebulosa Abtao a fuerzas resistir tan superiores; en pos, España, de tu huyente flota volarán ya nuestros guerreros prestos, y consumada tu espantable rota, el mar sembrarán sus aciagos restos!
Antes de llegar al puerto, supe cómo el Presidente iba camino del Cuzco con la gente que le quiso seguir, contra Gonzalo Pizarro. Surgí en el puerto, e salí en tierra, dejando la nao con el armada de S.