Nunca me decidí a considerar como enemigo a ningún hijo de la tierra española; pero es cierto que entre ellos muchos me combatieron como adversarios. Sepan que a ninguno odié, y que para mí no fueron otra cosa que hijos extraviados, los unos por errores de la educación; los otros, por invencible ignorancia; los más, por la fuerza de irresistibles tentaciones o por deletéreas influencias del ambiente en que nacieron.
Quedando ellos domiciliados en esta provincia, los reinos de Nápoles, Cerdeña, Mallorca, que tantas veces han sido socorridos de las en sus contratiempos, y que después ha unido a este y, cuando sepan la empresa en que entramos por, no dejarán de mostrarse agradecidos, favoreciéndonos con todo aquello a que se extienden sus medios y socorros.
Cuando contuvo su llanto dijo: -Bienvenidos, hijitos míos. Sepan que desde que HUITZILOPOCHTLI se fue de estos lugares estoy en llanto y tristeza esperando su regreso.
Pero ahora creo que la paz de Alá estará en mí. Que jamás mi madre, ni mi hermana; ni mi hermano
sepan del benévolo castigo que has tenido a bien suministrarme.
Roberto Arlt
Quiero que sepan que más allá de que esté sentada formalmente la República Argentina, en ese lugar tienen que sentirse representados todos y cada uno de los países que aspiran a la paz en serio como un valor universal, pero con la convicción de que esa paz no es una enunciación formal e ingenua de deseos, en la comprensión de que la paz es un valor que se construye a través de la verdad, de la justicia y de la igualdad.
Yo quiero agradecerles a todos la inmensa solidaridad con Malvinas, pero sepan que cuando están firmando algo por Malvinas apoyando a la Argentina, lo están haciendo también en defensa propia.
A través de todo los grados de enseñanza, prepararemos mejor a la niñez y a la juventud, para que sepan lo que deben hacer en su propio beneficio y en el de la colectividad, y para que puedan hacerlo bien.
Quienes son deliberada perversidad reclamen sus derechos para violar los derechos de los demás, invoquen la Constitución para pisotear la Constitución, pretendan ampararse en la libertad para acabar con todas las libertades, sepan que conocemos muy bien estas dos insoslayables e indivisibles obligaciones del gobernar, que se apoyan y complementan entre sí; impedir que, a nombre de la libertad trate de acabarse con el orden y evitar que, en nombre del orden, trate de acabarse con la libertad o menoscabar los derechos de los ciudadanos.
Yo quiero que ustedes sepan que en Cuba, de acuerdo con un estudio que se ha hecho, el Estado debía poseer 270 000 caballerías de tierra y lo que el Estado posee son 40 000 caballerías de tierra.
Yo les quiero decir a ustedes que nosotros, por ejemplo, Raúl y yo, hemos seguido una línea inflexible. No hay un solo familiar de nosotros que tenga un puesto, quiero que lo sepan (EXCLAMACIONES DE: “¡Es verdad!”).
Yo quiero que sepan que incluso una hermana mía, que fue revolucionaria y que nos ayudó muchísimo, tenía un modesto empleo en donde trabajaba antes del 10 de marzo, en un departamento del Estado, y ella siempre decía: “Yo lo único que quiero es que cuando la Revolución triunfe a mí me devuelvan mi modesto empleo.” Bueno, pues ni eso le hemos dado nosotros, porque si no se les puede devolver el empleo a todos los que lo tenían antes no se le debe devolver a nadie porque sea hermana (APLAUSOS).
¿y no sería una vergüenza, que mujeres, y mujeres de nuestros enemigos, sepan mejor que nosotros mismos las cualidades que deberíamos tener para hacerles la guerra?