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La familia Asano siempre había sido peculiar y peligrosa desde sus inicios, desde el antiguo Japón su apellido era de temer con esa habilidad tan extraña de ser unos prodigios en lo que se dedicaban, con el tiempo su apellido se fue escondiendo trabajando desde las sombras.
Asano Gakuho había aprendió eso desde que solo era un niño, sus padres se dedicaron al asesinato disfrazando su profesión con algún trabajo digno de un Asano.
Gakuho también se unió al negocio familiar cuando creció comenzando desde su niñez, a diferencia de sus padres el fue más discreto, quería dedicarse a la educación y ser un asesino no sonaba muy favorable para su currículo.
Convivir con asesinos sea peleando o comiendo con ellos se volvió una rutina, era muy obvio que sus novias no duraban muchos por las mentiras que tenia que decir para no revelar nada.
Cuando Gakuho termino la escuela básica, logro aprobar el examen para entrar a la escuela de Harvard mudandose de Japón a Estados Unidos, los asesinos jamás lo dejaron.
Ser un asesino era un trabajo de medio tiempo, había oído que el Shinagami estaba haciendo de las suyas, había conocido a ese engreído, era como una garrapata si le caias bien, se tuvo que cambiar 10 veces de número pero él parecía seguir divirtiéndose al enviarle esos mensajes llenos de emojis de distintos números.
Gakuho bufo abriendo su libro, camino por su habitación esquivando unos cuchillos, di unos movientos más meditados esquivando apuñaladas de la fémina.
Su nueva rutina era esquivar a la asesina qué quería matarlo, ya llevan dos meses en esa rutina donde Gakuho se divertía de ver fracasar a la pobre asesina de cabellos rubios y ojos rojizos.
"Por favor ya dejate matar"
"Señorita Rosa negra ya van dos meses donde no haz logrado matarme, ni siquiera haz logrado un avance" El Asano se burlo siguiendo leyendo su libro.
Al parecer uno de sus enemigos había enviado a una asesina para que acaben con el, Rosa Negra había oído de ella antes, cuando sus padres cotillaban entre ellos, la famosa hija de Lovro.
Ella es talentosa, una persona de admirar pero Gakuho es Gakuho, alguien demasiado misterioso y talentoso.
La joven se presento como una trabajadora de un café que frecuentaba, se acercó discretamente a él hasta entrar en su vida.
"Estoy empezando a pensar de que a ti te gustan los chicos, te intente sudicir! Incluso me viste desnuda pero no caes!!"
"Umh?" Las mejillas de Gakuho se sonrojaron levemente negándolo.
"Eres hermosa Rosa negra, tan hermosa como peligrosa pero yo se controlarme para no caer en esos juegos, no te voy subestimar"
Gakuho no mentía, las habilidades de seducción de Rosa negra eran de clase mundial pero el había sido entrenado por su padre y madre para no caer en esos engaños, llevándolo a sus límites hasta que sus manos sangraron y sus ojos no podían más.
El corazón de la mujer empezó a latir rápido, dos asesinos que luchaban entre ellos de diferentes maneras, tarde o temprano los dos se terminaron y enredando en ese juego llamado amor.
Pasaron 4 meses hasta que Gakuho beso su mano entregandole un ramo de rosas negras junto a un peluche de la más alta calidad pidiéndole formalmente que se convirtiera en su pareja, la mujer se lanzó a besarlo, la misión de ir por su cabeza ya la habían dejado en el olvido.
Gakuho descubrio quien fue la persona que ordenó esa misión, la cabeza del hombro termino en el congelador como el resto del cuerpo antes de ser dado de comer a los cocodrilos.
Un trabajo limpio e impecable, como a Gakuho le gustaba, retomaria sus deberes como asesino en sus vacaciones.
La siguiente semana Gakuho estaba leyendo algo de poesía cuando tuvo que esquivar un cuchillo qué le corto unos cabellos.
"Buenas noches, debo de suponer que usted debe ser el padre de Ichika, Lovro"
El hombre tenía una mirada algo molesta, Gakuho sonreía con amabilidad sin nada de temor.
"Y tu eres el mocoso de la familia de los Asano"
"No soy un mocoso, solo me retire parcialmente del negocio familiar para centrarme en mi carrera, solo he tomado pocos trabajos" El respondió sacando el cuchillo qué se había clavado en su pared mirándolo a detalle.
"Solo vine aclarar algunas cosas sobre tu relación con mi hija"
"Yo respeto a Ichika como mujer y asesina, escuchare todo lo que tenga que decirme" Dejo de lado su libro de poesía viendo a su suegro.
Si las miradas mataran el estaría muerto, pero es un Asano, puede devolver esa mirada tan aterradora.
"Que intenciones tienes con ella"
"Quiero casarme con su hija"
Unos disparos se oyeron de la habitación de Asano, mientras tanto en otro lugar Ichika estaba quitándole los pétalos de una rosa negra tarareando una bonita melodía.
Gakuho era el primer hombre en su vida que la veía como una mujer, no como una muñeca, como su igual.
"Mamá crees que papá logre aterrar a mi novio?" La muchacha preguntó a su madre que se encontraba revisando un libro de como preparar venenos.
"No lo creo, estas saliendo con alguien de la familia Asano, esa familia es aterradora, no olvides de invitarlo a cenar mañana, voy preparar la cena" Olga le dijo con una sonrisa.
Cuando Gakuho fue a cenar evitó con éxito los venenos qué puso su suegra en su comida.
Cuando termino su maestría regreso a Japón donde le pidió matrimonio a su novia, Lovro y Olga no se sorprendieron cuando ambos anunciaron su compriso, fue una boda privada por el peligro que corrían los dos que algún enemigo suyo arruinara la boda.
Pobre del alma que irrumpira la boda de la preciada hija de Lovro, nadie arruinó el día más feliz de su hija, donde por unas horas todos los invitados dejaron de ser asesinos convirtiéndose en personas normales que celebraban una boda.
La radiante sonrisa que adornaba el rostro de Ichika, tan radiante que podía hacer sonreír a su esposo y aliviar las ganas asesinas de su padre.
Ichika se convirtio en Asano Ichika un 10 de marzo, luciendo un hermoso vestido de color negro y lanzando su ramo de rosas negras que cayeron en las manos de unos invitados.
Ichika siguió trabajando como asesina mientras su esposo se dedicaba a su trabajo para abrir su propia escuela, la asesina disfrutaba de su vida matrimonial, esta casada con el hombre que ama, aunque su pequeña familia muy pronto iba crecer.
"Se van retirar?" Lovro pregunto dejando su té de lado, Ichika le sonrió mientras Gakuho limpiaba una daga ensangrentada.
"Gakuho pronto abrirá su propia escuela y en mi caso no sería seguro que acepte misiones ahora que voy ser mamá"
"Que?"
"Vas ser abuelo papá"
Ichika se rio frotando su vientre aún plano con una sonrisa, Gakuho le extendió una ecografia donde se veía un puntito.
"A finales de diciembre estará naciendo según el doctor" El Asano comentó acariciando con sutileza la cabeza de su esposa.
Otra característica de la familia Asano eran lo cerrado que son a la hora de mostrar sus sentimientos, Gakuho quiere a sus padres pero no los quiere cerca de su familia y le hagan a su futuro hijo o hija lo que le hicieron a él.
El día 1 de enero Ichika y Gakuho se convirtieron en padres de un niño muy saludable, Asano Gakushuu nació en la mañana del primer día del año, el bebé era una copia del padre no habiendo heredado nada de la genética de su madre.
"Eres tan lindo pequeño Shuu, tu papá y yo te vamos a proteger con nuestras vidas" La mujer le susurro a su bebé que dormia a su lado.
No solo Gakushuu sería protegido por sus padres, tenía toda una familia de asesinos y amigos asesino de respaldo.
Ese mismo año Lovro y Olga adaptaron aunque lo niguen a una niña, cabellos rubios con hermosos ojos azules.
Una pequeña niña qué vio lo cruel puede llegar a ser la vida, Irina Jelavić es su nombre.