Chapter Text
La Protagonista, es una mangaka que en un descanso de dibujar, recuerda el inexplicable cariño y afecto que le tenía a personajes trágicos, todo el cast de SNK, medio cast de One Piece, Anthy Himemiya... Ferdinand y Georgine. Personajes de su última obsesión, por los cuales sentía unos deseos inhumanos de protegerlos, quizás por el hecho de que desde siempre tuvo ganas de proteger a todo el mundo, lo malo es que hubo veces en las que no pudo salvarlos... o en las que no querían ser salvadas... Decide ir a por botana para un maratón de Utena, pero en el camino se encuentra con la versión niña de la protagonista de su manga, con la mirada perdida caminando sin rumbo hasta el paso de cebra, no se había dado cuenta de que un camión que parecía haber perdido el control e iba directo a la niña. Lo último que recordaba, era su cuerpo abalanzándose enfrente de la niña, el golpe del parachoques contra su espalda y el ardor de su garganta al gritar su nombre.
Despertó en un lo que parecía ser un jardín, con césped completamente blanco y cielo azul grisáceo... había leído suficientes historias Isekai para saber que ahora estaba en ese proceso de que le digan que va a reencarnar o en el que le dirán que irá al infierno por todos los pecados que a cometido, después de caminar un rato se encontró con un templo pulcramente blanco, le pareció conocido, pero no podía recordar de donde... hasta que entro y ella vio una hermosa biblioteca... biblioteca que vio en las ilustraciones de Ratón de Biblioteca.
"Mierda"
Paseo por la biblioteca para ver los diferentes libros y los Artefactos que había, teniendo especial interés en el Shumil Dorado y el Grutrissheit, pero aparte de eso estaba en guardia ante la idea de estar en el territorio de una Diosa que sabía no era la mejor opción de manejar tu reencarnación. Mestionora apareció ante ella la habían traído tras su muerte tal y como a Myne, pero a ella la trajeron para un motivo específico, que salvara su Jardín y a Erwaermen. Su lógica era que, con su amor por Quinta y Georgine, su conocimiento de la mitología y sus habilidades de manipulación negociación podrían hacer que el Jardín vuelva a tener el la vida de antes, a lo cual la Prota se negó diciendo que por mucho que tuviera ese Complejo de Salvador, no valía la pena tener que vivir la vida de un noble en Yurgenschmidt, teniendo que mantener una máscara incluso en su casa, solo siendo libre de presión en una habitación oculta, su amor por por la libertad era más grande que su amor a esas personas, no importaba cuanto Mestionora intentó convencerla, la Protagonista no dio su brazo a torcer y simplemente abandonó el Templo.
Camino por el pasto grisáceo hasta que se encontró nuevamente en el Templo, pero lo ignoro siguiendo su camino, hasta volver a encontrarse un templo, curiosamente esta vez era un templo un poco más pequeño y aunque también era de mármol blanco, tenía marcas que parecía ser de rojo tierra, como gato curioso decidió entrar al edificio y... no era para nada lo que se esperaba, la única manera en la que puede describir el lugar era "La habitación de Howl en el Castillo Ambulante cuando se transforma en monstruo" no entendía muy bien lo que pasaba, pero decidió seguir, ya sea que se encontrara con otro dios o que muriera, no tenía nada que perder. Al final del pasillo no se encontró con un cuervo gigante, sino con lo que parecía una sala de pociones, pero todo estaba patas arriba como el País de las Maravillas y aun así podía jurar que estaba perfectamente organizado, como si en al buscar algo, mientras supiera dónde buscar, podría encontrarlo... como en dentro de la habitación de alguien con Déficit de Atención. Entonces la vio, una mujer sentada en una silla colgante en la pared, tarareaba dejando balanceando su pierna derecha mientras que apoyaba un libro con la izquierda, cuando volteo a verla, pudo ver que pelo era del mismo color rojo tierra que las manchas del edificio, mientras sus ojos eran blancos como el marfil. La mujer sonrió como gato de Cheshire mientras se inclinaba y apoyaba su barbilla en su rodilla diciendo:
"Parece que mi invitada pudo llegar a mi, tenía miedo de que Mestionora te convenciera antes de que pudiera hablar contigo, puede ser igual de convincente que su madre cuando se lo propone, aunque a veces me recuerda a lo ingenuo que era su padre."
Tras decir esto, supo enseguida quien era la Diosa que tenía enfrente.
"¿Caocipher?"
Al oír eso, La diosa del Caos soltó una risa que le hizo pensar que se pondría a cantar "Wouldn’t You Like" de EPIC, pero en vez de eso simplemente invoco otra silla colgante para ella, y una mesa flotante en la que puso tés y dulces, le preguntó de su muerte como si fueran amigas echando chisme, lo cual le molesto un poco, pero le molestó más el hecho de que se estaba divirtiendo burlándose de sí misma por la típica muerte de Isekai, lamentándose de que el final de su cómic no vería la luz, burlándose juntas de los nobles que se auto destruyen por sus mentes cerradas, además, el té era su favorito, Matcha con chocolate blanco y el dulce era Pan de Muerto... irónico, pero le encantaba.
Después de un rato la Prota decidió ponerse seria y preguntar sobre lo que dijo de que ella era "su invitada" y para su sorpresa, Caocipher no dio rodeos y dijo que ella la trajo para que fuera su Avatar, al igual que Rozemyne fue el Avatar Mestionora. Explicó que se había aburrido de ver como el Jardín se moría por la estupidez de los nobles y no por una revuelta al estilo Francés... decía que ella era la diosa del caos, pero el único caos que en realidad le gustaba era el Caos causado por la búsqueda de libertad de romper normas y protocolos, comparándolo con el Caos causado por... ¿Monkey D. Luffy? Intentó descubrir cómo lo conocía, pero Caocipher le restó importancia y contó con desagrado sobre la persona con la que más la comparaban, Verónica de Ehrenfest. El caos de Verónica era patético, impulsada a buscar el poder solo por la paranoia heredada de Gabriele, una narcisista delirante que único poder era la fuerza bruta y ser melodramática, obsesionada con una tierra que ni siquiera llegó a ver por sí misma, en palabras de la diosa:
“Esa mujer es como un Ewigeliebe fuera de temporada, obsesionado con y anhelando una Geduldh que nunca la verá al ser un ser insignificante para ella”
Siguió quedándose de ella por un rato, hasta que por fin dijo cual era su objetivo principal, vengarse de Veronica, usando a la Protagonista y de paso, causar el mayor estrago posible en el Jardín de los Dioses. La chica pregunto el porque pensaba que haría lo que ella quería, la Diosa simplemente dijo que no lo esperaba, pero estaba segura de que le encantaría tener la oportunidad de ver a Georgine siendo Aub, a Ferdinand sonreír sinceramente y Veronica rogando por su vida… y en eso tenía razón, pero le repitió lo mismo que le dijo a Mestionora, ni siquiera con la idea de poder estar con sus personajes favoritos, valía la pena tener que llevar una máscara todo el tiempo. Y con una sonrisa de gato Cheshire, simplemente dijo:
“Tu siempre llevas máscaras”
El mundo es un escenario, y las personas los actores, nunca se era realmente uno mismo frente a otras personas y la Prota lo sabía perfectamente, pero incluso con eso, la Diosa le dio otra oferta, usar esa mascara solo para ganarse la confianza de todos y luego soltarse demostrarles a esos nobles que es ser humano, después de todo, los hombres de Dunkelfelger eran muy conocidos por sus arrebatos, seguramente estarán encantados de respaldar a una Dama con la pasión de Leidenschaft. Extendió su mano como demonio de caricatura y preguntó si aceptaba el trato.
Ella no estaba muy segura, por una parte, le gustaba la idea de causar caos, por otra, seguía sin querer jugar el juego de los nobles… pero la idea de causar caos con Georgine y Ferdinand era sin duda tentadora… además, de que ya estaba muerta, y probablemente no tendrá manera de irse de ahí… meh, ¿por qué no?
“¿Me ayudará a esparcir Caos en el Jardín de los Dioses, y a vengarme de aquella que manchó mi nombre?”
“Y yo misma vengar a los que ella daño… aceptó la propuesta”
Aunque antes de tomar su mano, pidió el pequeñísimo favor de recibir sueños con los nuevos capítulos de One Piece, ese era su único arrepentimiento, el no haber podido acabar la serie. Y como si hubiera hubiera esperado esa respuesta, Caocipher simplemente rió y estrecho su mano, para luego jalar a la chica y tirarla a por la ventana, gritando:
“¡BUENA SUERTE, PEQUEÑA GELASS!”
Espera, ¿Qué?