EL DORADO
CON LA LLEGADA A AMÉRICA DE LOS ESPAÑOLES, Y SU POSTERIOR CONQUISTA, NO SOLO SE ABRIÓ ANTE ELLOS LA POSIBILIDAD DE AMPLIAR FRONTERAS, SINO QUE LAS LEYENDAS INDÍGENAS LES BRINDARON UN NUEVO OBJETIVO: UN MUNDO LLENO DE RIQUEZAS. Este es el caso de una de las leyendas más conocidas en todo el mundo, El Dorado. Si tenemos en cuenta que muchos de los que españoles que pusieron rumbo a los nuevos territorios de América iban buscando riquezas y oportunidades, entenderemos mejor que la posibilidad de que existiera una ciudad, o mejor dicho un lago lleno a rebosar de oro y demás piedras preciosas, atraería a cientos de aventureros con afán de prosperar. Y fue precisamente esa búsqueda incansable del hombre por encontrar riqueza, la que convirtió la leyenda en algo factible, o al menos, en algo merecedor de tiempo y recursos.
LA VERDADERA LEYENDA
De cualquier forma, la leyenda del Dorado nos cuenta de la existencia de un lugar en Sudamérica que poseía enormes riquezas. Incluso la existencia de una ciudad construida en oro, engalanadas con calles doradas y espléndidas. Pero, tenemos que tener en cuenta que esta leyenda no habla de una ciudad construida en oro, sino, más bien de un ritual por el que el nuevo cacique del lugar era ungido con resina y embadurnado con polvo de oro, mientras se harían ofrendas a los dioses con gemas, oro y diversas joyas. Esta última versión, la de “El indio dorado”, es la que posiblemente tenga más credibilidad en nuestros días. Nace de la crónica de , la cual recoge en su obra “” (1636-1638). Concretamente, en el capítulo II de su crónica, cuenta una costumbre de los indios chibchas, que le habría sido revelada a él gracias al testimonio de un heredero al trono que llegó a conocer. Del autor, Juan Rodríguez, no se conoce gran cosa. A grandes rasgos podríamos decir que nació hacia el 1566 en Bogotá. Algunos historiadores apuntan a que no llegó nunca a recibir una educación completa, ya que abandonó el seminario donde había sidopagar con la venta de todos sus bienes y que, tras su muerte, a su esposa y a sus descendientes se les seguiría acosando con dicha deuda, aparentemente injusta. Según algunos expertos, fue la influencia del capitán la que habría puesto en un aprieto a Juan Rodríguez.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos