El desorden… ¡también tiene magia!
Calzones doblados y guardados con la precisión de archivos de estado, zapatos acomodados de grande a pequeño según el tamaño del tacón, pilas de ropa que abrazamos y ‘dejamos ir’ con sentimientos de agradecimiento y amor… absurdos de prodigar a un pantalón que odiamos porque nos costó un ojo de la cara y al final resultó que su tiro mal cortado nos hizo pasar un par de bochornos.
“¿Qué sigue?”, dice con sorna mi abuela. “¿Acomodar alfabéticamente los cubos del aseo?”. Tal vez exagera un poco, pero es innegable que el revival del libro de la japonesa Marie Kondo y su en Netflix, nos tienen atrapadas y aceptémoslo, quizá un poco enloquecidas.