UN NUEVO CANSANCIO ‘FATIGA ZOOM’
El confinamiento nos ha traído a nuestra vida una nueva y paradójica modalidad de cansancio: se trata de la fatiga de las videollamadas. Paradójica porque, a pesar de que ahora los cuerpos no se desplazan por pasillos de metro, por calles abarrotadas o atascos interminables, terminan el día, sin embargo, más agotados que antes.
Cuerpos atrapados en pantallas digitales
La primera razón parece obvia: si no circulan libremente es porque están atrapados entre la incertidumbre y el miedo, la angustia y la pesadumbre. El cansancio es uno de los signos clásicos del afecto depresivo, junto a otros por videollamada con colegas, pacientes, amigos o familiares dislocan la imagen y el cuerpo. En las pantallas aparece a la vista de todos nuestra imagen, sí, pero más fija y rígida que de costumbre, a veces incluso temporalmente congelada. Mientras que en la intimidad (familiar) tenemos el cuerpo. Ese simple hecho tiene sus consecuencias porque, en lo presencial, cuerpo e imagen se acompañan y se sostienen juntos, con el añadido de la palabra. Los tres se anudan según el estilo de cada persona (introvertido, extrovertido, extravagante, discreto…).
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