En una de las escenas más recordadas de (Danny Boyle, 1996), los personajes están sentados en la parte alta de un pub. Liquidan sus pintas de lager y escuchan a Begbie –integrante de ese grupo de outsiders de Edimburgo– contar la anécdota que protagonizó días antes. Al finalizar el relato, arroja el vaso hacia atrás, a la zona principal del bar. El artefacto impacta de lleno en la cabeza de
EL FILO del pasado
Feb 23, 2022
2 minutos
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