EN LA TERCERA PLANTA DEL EDIFICIO QUE ALBERGA LA BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD AMERICANA DE EL CAIRO, EN MITAD DEL DESIERTO, ALEJADA DEL BULLICIO DE LA METRÓPOLI DEL MUNDO ÁRABE, SE ALOJA "LA RARE BOOKS AND SPECIAL COLLECTIONS LIBRARY" (BIBLIOTECA DE LIBROS RAROS Y COLECCIONES ESPECIALES). La mayor parte de sus fondos lo forman colecciones donadas por antiguos eruditos de la historia del Antiguo Egipto. Pero cuando se cruzan sus puertas, a la izquierda, queda una habitación permanente cerrada, permanente climatizada, permanentemente atesorada. En su interior se guardan, bajo llave que cierra vetustos muebles y estanterías decimonónicos, manuscritos e incunables de incalculable valor. Desde ediciones de la "Description de l’Egypte de la expedición de Napoleón", a primeras ediciones de las impresiones de las acuarelas del viajero y pintor David Roberts.
Bajo el epígrafe de “Estantería H” hay tres volúmenes de cuero suave, amarillento, y con lomo grabado en colores dorados sobre fondo oscuro. A simple vista, pasan completamente desapercibidos entre los numerosos libros y archivos de la colección del Cercano Oriente. Un observador casual puede que no repare en los tesoros que esos volúmenes representan. El primero reza "Travels in Nubia". El último, "Travels in Arabia". Encajonada entre ambos, la obra que queda en medio es en la que narraba la forma en la que, disfrazado de beduino y haciéndose pasar por musulmán, pudo convertirse en el primer europeo en atravesar las ruinas de Wadi Mousa y redescubrir así una de las maravillas perdidas del mundo, la legendaria ciudad rosada de Petra, alegando que pretendía llegar hasta Djebel Haroun, la tumba de , para rezar y sacrificar un carnero. Jugándose la vida, consiguió su cometido. Todo estaba allí