La Inteligencia Artificial (IA) ha sido objeto de varios artículos en estas páginas1, porque además de situarse en el debate a nivel nacional e internacional, refleja el interés de Ciudad Nueva por aportar, hasta donde le sea posible, algo de claridad y reflexión. Esta vez ponemos a la IA en relación con la Democracia por los procesos políticos que a menudo zarandean la sociedad. Lo hacemos de la mano experta de Daniel Innerarity, que la revista francesa Le Nouvel Observateur2 incluye en la lista de los 25 grandes pensadores contemporáneos. Ha sido un privilegio recoger sus reflexiones sobre este tema y constatar la pasión con que logra explicar cosas complejas, pero que todos tenemos derecho de entender.
¿Cómo ve la política hoy, y en particular la democracia? ¿Quién tiene las llaves?
La política la veo muy despistada, porque es uno de los espacios institucionales y subsistemas sociales que menos ha evolucionado en los últimos años. Han cambiado el mundo, las empresas, la ciencia, el arte, todos hemos tenido que espabilar, pero parece que la política dispone de un privilegio que le permite ser repetitiva. Y esto contrasta con los desafíos que tenemos como sociedad.
Usted señala la pérdida de confianza como punto crucial de la democracia en el siglo XXI. ¿Cómo salir del túnel?
La confianza quebrada, o débil, actúa en todas las direcciones: en la ciudadanía, que no confiamos en quienes nos representan, y en nuestros representantes, que tampoco confían en nosotros. Por eso escamotean ciertas decisiones y no terminan de creerse que los ciudadanos y ciudadanas tenemos la última palabra y la soberanía sobre las cuestiones, que con nuestro voto decidimos o ratificamos. No saben cómo articular ese principio. Por