La desaparición de los dinosaurios habría alterado la composición de los bosques, desarrollándose plantas como la uvas.
(SHUTTERSTOCK)¿BEBEMOS VINO GRACIAS A LA EXTINCIÓN DE LOS DINOSAURIOS?
Los primeros fósiles de semillas de uva conocidos se encontraron en la India y tienen 66 millones de años. No es una coincidencia. Coincide con el momento en el que un enorme asteroide impactó la Tierra, lo que desencadenó una extinción masiva que alteró el curso de la vida en el planeta. «Siempre pensamos en los dinosaurios, porque fueron los más afectados, pero el evento de extinción también tuvo un gran impacto en las plantas», dice Fabiany Herrera, paleobotánica en el Centro de Investigación Integral Negaunee del Museo Field de Chicago. «El bosque se restableció de una manera que cambió la composición de las plantas». Así pues, Herrera y sus colegas plantean la hipótesis de que la desaparición de los dinosaurios podría haber contribuido a alterar los bosques. Por ejemplo, en el registro fósil, se desarrollaron plantas enredaderas que podían trepar a los árboles, como las uvas, en esta época.
Ahora, un grupo de investigadores acaba de encontrar en Colombia, Panamá y Perú semillas de uva fósiles que tienen entre 60 y 19 millones de años (nunca se habían encontrado uvas fósiles en América, ayuda a explicar cómo se extendió la familia de las uvas en los años posteriores a la muerte de los dinosaurios. «Son las uvas más antiguas que se han encontrado en esta parte del mundo, y son unos millones de años más jóvenes que las más antiguas, que se han encontrado en el otro lado del planeta», apunta Herrera, autora principal del artículo. «El descubrimiento es importante porque demuestra que hasta después de la extinción de los dinosaurios las uvas no comenzaron a extenderse por el mundo». Así pues, el vino y las uvas existen gracias al asteroide que extinguió a los dinosaurios.