La lucha intelectual contra la Unión Soviética durante lo que se ha llamado la guerra fría cultural contó con tres figuras europeas cuyas experiencias de la Guerra Civil española fueron cruciales en su evolución política hacia el antitotalitarismo: Franz Borkenau, George Orwell y Arthur Koestler. El primero era un sociólogo austríaco que llegó a España en agosto de 1936 para estudiar el desarrollo de la revolución en la República sitiada. Era un excomunista, pero aún no un anticomunista, que había sido miembro de una institución marxista, la Escuela de Frankfurt, y tuvo que huir del nazismo a Inglaterra en 1934 como refugiado académico.
Habiendo trabajado como analista político para el Komintern, Borkenau tenía un profundo conocimiento de la fragmentación de la izquierda, y no le costó identificar la realidad política de la España republicana. Entendió que, particularmente en Barcelona, los anarquistas eran la mayor fuerza política: contaban con el sindicato más poderoso, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y con el control mayoritario de las calles y fábricas.