Patriotismo constitucional
Por Dolf Sternberger
5/5
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Patriotismo constitucional
Libros electrónicos relacionados
Confines del constitucionalismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRadicalizar la democracia: propuestas para una refundación Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La constitucionalización simbólica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPosontológico, posfundacional, posjurídico: Más allá de la filosofía y la teoría del derecho colonial en la sociedad GloCal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRazones públicas: Seis conceptos básicos sobre la república Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La construcción de la democracia: Teoría del garantismo constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl asalto a las fronteras del Derecho: Revolución y Poder constituyente en la era de la ciudad global Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDemocracia, organizaciones políticas y control parlamentario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl estado de derecho Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos fundamentales: Apuntes de historia de las constituciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl derecho dúctil: Ley, derechos, justicia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNorberto Bobbio: El filósofo y la política. Antología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa experiencia de la democracia: Cambio político y contemporáneo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl legado vigente de los viejos liberales políticos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Constitución que queremos: Propuestas para un momento de crisis constituyente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos sociales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Política y perspectiva Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCambio constitucional informal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa constitución de la democracia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitucionalismo en crisis Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstituciones aparentes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La democracia deliberativa. Perspectiva crítica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos sociales entre estado y doctrina jurídica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Otras distinciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerecho y justicia internacional: Antes y después de Núremberg Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Por qué la Constitución importa? Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La zona de penumbra entre Cortes Supremas y Cortes Constitucionales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitucionalismo y Judicial Review Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTiempo y Constitución: Ámbito público y jurisdicción constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl modelo de los principios del derecho Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Derecho constitucional para usted
La sociedad unipersonal: La importancia de su regulación en el derecho societario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Constitución española en 100 preguntas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAspectos básicos para entender el derecho del Estado constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa gobernanza internacional de las migraciones:: de la gestión migratoria a la protección de los migrantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManifiesto por un derecho de izquierda Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Constitución de México de 1917 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitución Política del Perú 1993: Comentarios, reformas, índice analítico Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Derecho constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Constitución española de 1978 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Constitución de la Nación Argentina de 1994 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Derecho constitucional chileno. Tomo IV Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReforma en materia de justicia penal: El Código Nacional de Procedimientos Penales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa seguridad jurídica. el caso de la responsabilidad fiscal en colombia vol.I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBrevísimo curso de derecho para no abogados: La Constitución aplicada para entender nuestra vida en común Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El sentido del "precedente judicial obligatorio" Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitución española sistematizada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerecho procesal constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los derechos fundamentales: Apuntes de historia de las constituciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitución de Chile de 1980 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aspectos actuales de la teoría general del acto administrativo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitución del Ecuador de 2008 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa palabra de la Corte Suprema: Cómo funciona, piensa y habla (y algunas ideas para debatir su futuro) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCurso de Derecho Constitucional. Tomo I: Bases conceptuales y doctrinas del derecho constitucional Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un debate sobre principios constitucionales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProtección multinivel de los derechos humanos: Sistemas europeo e interamericano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa libertad de los modernos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl juez constitucional: un actor regulador de las políticas publicas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTeoría general del Estado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesÉrase un país verde olivo: Militarización y legalidad en México Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerecho constitucional del Ecuador (versión alfabética) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Patriotismo constitucional
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Patriotismo constitucional - Dolf Sternberger
Begriff des Vaterlands (1947), in: Schriften, vol. IV, Staatsfreundschaft, 1980, pp. 9-38.
Staatsfreundschaft. Rede zur Hundertjahrfeier der Sozialdemokratischen Partei Deutschlands (1963), in: Schriften, vol. IV, Staatsfreundschaft, 1980, pp. 209-245.
Verfassungspatriotismus (1979), in: Schriften, vol. X, Verfassungspatriotismus, 1990, pp. 13-16.
Verfassungspatriotismus. Rede bei der 25-Jahr-Feier der Akademie für Politische Bildung
(1982), in: Schriften, vol. X, Verfassungspatriotismus, 1990, pp. 17-38.
I S B N 958-616-516-7
I S B N EPUB 978-958-772-004-4
© DOLF STERNBERGER, 2001
© JOSÉ MARíA ROSALES (estudio preliminar), 2001
© LUIS VILLAR BORDA (traducción), 2001
© INSEL VERLAG FRANKFURT AM MAIN, 1980, 1990
© UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA, 2001
Derechos exclusivos de publicación y distribución
Calle 12 N° 1-17 Este, Bogotá - Colombia, Fax 2843769
Primera edición: abril de 2001
Diseño de portada, composición y encuadernación:
Departamento de Publicaciones, Universidad Externado de Colombia .
ePub x Hipertexto Ltda. / www.hipertexto.com.co
img3.pngESTUDIO PRELIMINAR
EXPERIENCIA CONSTITUCIONAL E IDENTIDAD CIVICA
Se le presenta en esta edición, por primera vez, al lector de habla hispana una serie de trabajos sobre la experiencia republicana de la política y su sentido de la identidad cívica. Su autor, Dolf Sternberger (19071989), ha sido, sin duda, uno de los más lúcidos historiadores del pensamiento político en el siglo XX. Sus trabajos historiográficos, en la línea de las investigaciones reconstructivas de Hannah Arendt o Michael Oakeshott, han mostrado la profunda continuidad argumental que existe desde la experiencia y la reflexión políticas en el mundo clásico hasta la modernidad.
Este profesor de Heidelberg, versado en el derecho, la política, la filosofía, la historia, la antropología y el arte, ha cumplido así mismo un papel decisivo en los debates intelectuales de su tiempo{1}. Notablemente, en la disputa de los historiadores alemanes, que en los años ochenta puso en juego la oportunidad de un acercamiento autocrítico a la historia de Alemania desde el holocausto. El debate, que puede entenderse como un proceso no sólo de reescritura de la historia sino también de educación política de la ciudadanía, ha contribuido a ampliar el sentido público de la investigación científica, en este caso de la historiografía política. A Sternberger se deben algunos de sus más inteligentes planteamientos.
La reconciliación civil no puede proceder de una iniciativa intelectual para reconstruir el pasado. Es necesario, como defiende Sternberger, integrar ese esfuerzo de reflexión colectiva en la vida política misma, en la experiencia de participación cívica en la Constitución viva
. Más que ninguna otra referencia, la Constitución de 1949 ha logrado cohesionar a la ciudadanía en torno del proyecto de construcción de una cultura política integradora. Sobre el trasfondo de esa experiencia Sternberger contrasta la relevancia de las tradiciones nacionalista y republicana como alternativas, no excluyentes, en la educación de la identidad ciudadana.
El objetivo de este ensayo introductorio es defender la validez de este planteamiento, cuyas consecuencias trascienden el ámbito de la experiencia constitucional alemana. Ha sido redactado en continuidad con la argumentación de Sternberger y, en este sentido, trata de plantear la vigencia de su interpretación del republicanismo cívico en términos cosmopolitas.
1. Los significados de la Constitución y la experiencia cívica
En un admirable trabajo sobre el significado de la Constitución, plantea Hanna Pitkin los términos precisos del debate sobre la lealtad cívica. Distingue Pitkin dos sentidos en la idea de Constitución. Según el primero, la Constitución es el marco normativo básico de la vida civil. Es lo que constituye a los ciudadanos como una comunidad política. Pero esta Constitución no es definitiva, de acuerdo con el segundo de los sentidos. Las constituciones, señala Pitkin, se hacen
. La Constitución de una comunidad política es un proceso permanente de experiencia civil, de participación ciudadana en la vida comunitaria, es decir, en la vida de la Constitución{2}. La Constitución como estructura fundamental
y como realización cívica reflejan, pues, la génesis y la dinámica de la experiencia de autogobierno o de autoconstitución política de la ciudadanía. Son dos momentos indisolubles en los que se manifiesta la lealtad cívica: la construcción de un consenso originario en torno al proyecto de comunidad política y la adhesión a los resultados de su institucionalización.
Esta distinción de significados tiene, sin embargo, relevancia normativa y práctica. Si en el segundo momento hablamos de la realización cívica de la Constitución, lo que se pone en juego durante la fase anterior es justamente la condición de posibilidad del orden constitucional. Para ello será preciso aglutinar en torno al proyecto de Constitución el más amplio e integrador consenso posible entre sus diferentes interpretaciones. Históricamente, la teoría del contrato ha llegado incluso a contemplar la unanimidad en este acuerdo básico. Rousseau, por ejemplo, sólo la atribuía al pacto fundacional, si se entiende la unanimidad como un supuesto normativo, no fáctico, del orden político. En cambio, la Constitución política de la sociedad civil no podía efectuarse bajo idéntica condición. Sobre ella se expresaba ya de una manera contingente el consentimiento directo de los ciudadanos{3}. Esta segunda forma de lealtad cívica es la que legitima en la práctica el modelo de asociación civil perfilado en el pacto originario.
La unanimidad en torno al pacto fundacional no lo convierte, sin embargo, en una referencia inmutable. Su sentido normativo es el de un marco de reglas que orientan la construcción del sistema de instituciones. Pero no cabe solución de continuidad entre el acuerdo originario y la materializaciónde ese acuerdo en la vida política. Es más, la virtualidad constitucional del acuerdo sólo puede medirse por su capacidad para encauzar políticamente la vida de la comunidad. Es entonces cuando se manifiesta la adhesión real de los ciudadanos al proyecto en curso. Las modulaciones de esa adhesión nos permiten reconstruir la cultura cívica
que la experiencia de la vida constitucional genera en una determinada comunidad política.
Pero no sólo eso. La investigación sobre la cultura cívica permite correlacionar los efectos que la participación de los ciudadanos en la vida pública, ya sea en las instituciones del Estado o en la sociedad civil, ejercen sobre el funcionamiento de un sistema político y, en última instancia, sobre su supervivencia{4}. La participación civil es, por esta razón, índice de las preferencias valorativas y de los intereses de los individuos. Aun sin ser el único factor que explica la legitimación social de un régimen, la cultura cívica refleja el potencial legitimador de la experiencia de participación política, sin duda por la dinámica de responsabilización que genera en los ciudadanos. En las democracias ésta es una de sus condiciones vitales. Si la confrontamos con la idea de Constitución como proceso de autogobierno civil, puede entonces inferirse que el constitucionalismo democrático, en su sentido pleno, ha de ser garante de un modelo participativo de ciudadanía{5}.
Esta profunda continuidad entre la experiencia política y la vida de la Constitución no es otra que la transmitida por el republicanismo desde sus orígenes en Roma: la experiencia de autogobierno ciudadano. Desde los siglos XI y XII se recuperó en las repúblicas independientes italianas, y desde el siglo XIII en los gobiernos cantonales de la Confederación Helvética. Estos primeros antecedentes confirman la viabilidad del ideal clásico de la comunidad democrática. Pero el republicanismo moderno habría de hacer frente a una nueva condición de la política: la idea misma de comunidad había perdido su anclaje local y participaba ya, en cambio, del sistema de instituciones de una sociedad compleja. La nueva condición civil tenía ahora como referente al modelo universalista y múltiple de la ciudadanía romana.
Sobre estos presupuestos fragua el republicanismo moderno, desde la tradición del republicanismo cívico renacentista, notablemente con Maquiavelo, hasta la obra de Montesquieu, Rousseau y Kant. Ya Montesquieu, por ejemplo, había defendido la idoneidad del modelo republicano para el gobierno de una federación de estados (una republica federativa
), pues se podría así, en su opinión, garantizar la eficacia administrativa de las pequeñas repúblicas y la seguridad política de las grandes monarquías{6}. Pero no sería hasta el siglo XVIII, con las revoluciones Americana y Francesa, cuando esta síntesis fraguara en el constitucionalismo liberal y, de ahí, en la construcción institucional de las nuevas repúblicas. Si la Revolución Americana demuestra que es posible conjugar en la práctica el gobierno de una sociedad compleja con el desarrollo de fórmulas de participación ciudadana, tras una revolucionaria transformación del principio de representación, la Revolución Francesa profundiza en esta línea de cambios ya abierta. Su experimento constitucional sintetiza los principios de tres tradiciones: el equilibrio de poderes del republicanismo, la separación entre Estado y sociedad civil, así como la defensa de las libertades civiles del liberalismo, y, por último, el universalismo cívico del primer nacionalismo.
Los resultados de esta síntesis habrían de inspirar el diseño del constitucionalismo liberal hasta la primera mitad del siglo XIX, aunque no sólo en Europa. La virtualidad del constitucionalismo liberal, más de carácter reformista que revolucionario, se vería plasmada en su traslación al continente americano: un viaje de vuelta que representaba la gran oportunidad de universalización del liberalismo. En esta prueba fundamental los estados independientes de América Latina reprodujeron en sus textos constitucionales la más avanzada articulación del liberalismo con los principios republicanos de la política. Integraron así mismo los principios universalistas del primer nacionalismo revolucionario: la nación de ciudadanos que acogía en su seno a los patriotas de la Constitución.
Sería, sin embargo, la evolución de la tradición nacionalista la que pondría en evidencia, desde la segunda mitad del siglo XIX, su creciente incompatibilidad con el constitucionalismo liberal. Conviene matizar este punto, pues aunque la impronta del universalismo cívico no ha desaparecido de las constituciones democráticas del siglo XX, no ha ocurrido lo mismo, en cambio, con la huella nacionalista. Sucede, además, que la tradición nacionalista ha experimentado una diferente evolución a ambos lados del Atlántico, y si todavía en América Latina el nacionalismo no se ha desprendido del todo de su raíz universalista, en Europa el nacionalismo ha perdido su primera identidad