Cuentos exactamente asi
Por Rudyard Kipling
()
Información de este libro electrónico
Rudyard Kipling
Rudyard Kipling was born in India in 1865. After intermittently moving between India and England during his early life, he settled in the latter in 1889, published his novel The Light That Failed in 1891 and married Caroline (Carrie) Balestier the following year. They returned to her home in Brattleboro, Vermont, where Kipling wrote both The Jungle Book and its sequel, as well as Captains Courageous. He continued to write prolifically and was the first Englishman to receive the Nobel Prize for Literature in 1907 but his later years were darkened by the death of his son John at the Battle of Loos in 1915. He died in 1936.
Relacionado con Cuentos exactamente asi
Libros electrónicos relacionados
La isla del tesoro (illustrated) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHombre anfibio (Traducido) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras de Robert Louis Stevenson Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa isla del tesoro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMis mejores cuentos para dormir: 13 cuentos maravillosos para soñar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tras el cofre del muerto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Encanto De Nicasia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Jumbalees en Los piratas malolientes: Una historia sobre piratas para niños, con dibujos animados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de la mitologìa lovecraftiana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesXIBALBA- Una Aventura de Dane Maddock Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe las Alas Caracolí Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Jolly Roger - La tierra de nadie - Volumen I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas de la Antártida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn La Habana no son tan elegantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCada cosa a su tiempo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Soy Jemmy Button el salvaje Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Extraño viaje hacia Frontera La Vieja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Isla del Tesoro: Edición Juvenil Ilustrada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa posada de las dos brujas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLA ISLA DEL TESORO - Acción y aventura en alta mar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos completos Vol 5 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos completos Vol 5 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJunto Al Pasig Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran mago Sirasfi Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Victoria Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Dios que yo amo: Memorias Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Retrato del artista adolescente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl tesoro de Barracuda Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Nadando a casa Calificación: 2 de 5 estrellas2/5El tesoro de Barracuda. Edición Especial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Animales para usted
Relatos infantiles y juveniles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos desterrados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Mago de Oz Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras de Jack London Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFlush: Una biografía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesColmillo Blanco Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos Amistosos Con Insectos: Children World, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFábulas Cortas Con Moraleja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos Mágicos para Bebés: 50 Relatos para los Primeros Años: libros de cuentos para bebes 0 a 5 años Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCinco destinos oscuros: Unir a las reinas. Destruir la corona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones25 Cuentos populares de Perú para crecer juntos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos Clásicos Como Nunca II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos infantiles sobre animales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Psicología del Perro : Amor, Fidelidad y Lealtad en el Adiestramiento de Perros Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Cuentos Para Niños y Niñas: Cuentos Para Niños de 4 a 8 Años Parte 2: 100 Historias 100 Valores Morales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Planeta Rojo (B1-B2 Intermediate Level) -- Spanish Graded Readers with Explanations of the Language: Practice Spanish with a Fantasy Book - El Universo de los Hanún-Ais, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna granja que vale oro: Vida y obra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La culpa la tiene el gato Calificación: 2 de 5 estrellas2/5El animal intacto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Cuentos exactamente asi
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Cuentos exactamente asi - Rudyard Kipling
Cuentos exactamente así
Rudyard Kiplin
Cuentos exactamente así
Incluye reproducciones de los grabados en madera originales de Kipling
Índice de contenido
Portadilla
Legales
Kipling
La garganta de la Ballena
La joroba del Camello
La piel del Rinoceronte
Las manchas del Leopardo
El cachorro de Elefante
La canción del Viejo Canguro
El origen de los Armadillos
Cómo fue escrita la primera carta
Cómo fue creado el Alfabeto
El Cangrejo que jugaba con el mar
El Gato que viajaba solo
La Mariposa que dio un pisotón
© Díada de Editorial Del Nuevo Extremo S.A., 2014
A. J. Carranza 1852 (C1414 COV) Buenos Aires Argentina
Tel / Fax (54 11) 4773-3228
e-mail: editorial@delnuevoextremo.com
www.delnuevoextremo.com
Imagen editorial: Marta Cánovas
Versión y traducción: Esther Gloria
Correcciones: Mónica Piacentini
Diseño de tapa: Sergio Manela
Digitalización: Proyecto451
ISBN edición digital (ePub): 978-987-1427-48-2
"Existen cuentos para leer en silencio, y otros para leer en voz alta. Cuentos para mañanas lluviosas, para tardes largas y calurosas, o para ir a dormir.
Existen cuentos que pueden modificarse a voluntad, pero existen cuentos nocturnos que fueron hechos para que Effie se duerma, y no se permite cambiarlos, ni siquiera una palabra. Tienen que ser contados exactamente así, o Effie podría despertarse para recuperar lo transformado".
Rudyard Kipling
Exactamente así
Estos relatos fueron dedicados por Rudyard Kipling a su hija Josephine, que murió de gripe a los siete años. Muchos de ellos nacieron primero en forma oral, contados a Josephine, y luego fueron escritos. El autor aclara en la introducción original al libro, que deben ser contados exactamente así
, para que la niña enferma no despierte. Deja un mandato preciso que nosotros, al traducir su obra, estamos desobedeciendo. Quizá el íntimo deseo de Kipling era que desconsiderásemos su consigna, y que con esta nueva versión de sus cuentos logremos despertar definitivamente a Effie. Despertar niños, en definitiva, es la función de la literatura.
Hay otro niño de siete años involucrado en esta historia, es Nelson Doubleday, el hijo de un editor norteamericano amigo de Kipling, quien fue el que propuso la lista de títulos y se la envió por carta al escritor, prometiéndole que su padre publicaría el libro si él escribía los cuentos. Mientras que a su padre, el editor, le pidió una regalía de un centavo por cada libro vendido. El libro fue un éxito, y Nelson recibió varios miles de dólares.
En definitiva, estos cuentos son exactamente así
porque dos niños los pidieron. La grandeza creativa de Kipling reside en haber podido escuchar lo que Effie y Nelson necesitaban.
Kipling
El cuentista, novelista y poeta Joseph Rudyard Kipling nació en Bombay, la India, el 30 de diciembre de 1865.
Algunas de sus obras más populares son: El libro de la selva; Kim; El hombre que pudo ser Rey, y los poemas Gunga Din e If.
Fue el primer escritor británico en recibir el Premio Nobel de Literatura, en 1907.
En una visita a Estados Unidos, en 1899, Kipling y su primogénita Josephine enfermaron de gripe. Josephine nunca se repuso. Sus pulmones empeoraron y la niña murió un tiempo después.
Un par de años más tarde Kipling comenzó a recoger en un volumen las historias que le había contado a Josephine en su convalecencia, éste se llamó Cuentos exactamente así.
En los inicios de la primera década del siglo XX, Kipling alertó sobre una gran guerra que se acercaba y afectaría a todo el mundo. Su vaticinio no fue entendido, y fue tomado como una sobreactuación de patriotismo. Pero la Primera Guerra Mundial estalló, y su único hijo varón, John Kipling, tuvo que alistarse en el ejército. John murió a los 18 años, en la primera batalla en la que tomó parte, la Batalla de Loos, en el frente Occidental. La familia estaba consternada, no podían creer que ya habían sepultado a dos de sus tres hijos. Desde la muerte de John, y hasta su propia muerte, Rudyard comienza a desarrollar una úlcera gástrica. Publica dos textos que son censurados por su filosa ironía antibélica: El nuevo ejército en formación y Francia en guerra.
Joseph Rudyard Kipling muere el 18 de enero de 1936, dejando un enorme legado de cinco novelas, más de 250 historias cortas y 800 páginas de versos. Sus restos descansan en la Abadía de Westminster, lugar reservado para reyes y reinas.
La garganta de la Ballena
Había una vez una Ballena que vivía comiendo peces, caballitos de mar, cangrejos, anguilas. Todo lo que podía encontrar en el mar se lo comía con su enorme boca… ¡así!
Hasta que finalmente solo quedó un pececito en todo el mar. Era el pequeño Pez Pícaro, que nadaba detrás de la oreja derecha de la Ballena, para ponerse fuera de peligro. Entonces la Ballena se paró sobre su cola y gritó:
—¡Tengo hambre!
Y el pequeño Pez Pícaro le dijo con su vocecita de pícaro:
—Distinguida y bondadosa Ballena, ¿has comido alguna vez un Hombre?
—No —dijo la Ballena—. ¿Es rico?
—Sí, muy sabroso —dijo el pequeño Pez Pícaro—. Exquisito, pero un poco duro.
—¡Entonces quiero algunos! —exigió la Ballena, y salpicó espuma marina con su cola.
—Con uno solo es suficiente —dijo el Pez Pícaro—. Si nadas hacia el norte y luego doblas hacia el oeste, vas a encontrar en el medio del mar a un hombre sentado en una balsa. Tiene puesto un pantalón azul con tiradores, (¡ten cuidado con esos tiradores!) y lleva una navaja. Es un náufrago; un marinero inteligente y sagaz.
Entonces la Ballena nadó y nadó muy rápido hacia el norte y luego dobló hacia el oeste, y en el medio del mar, sobre una balsa, vestido solamente con un pantalón azul con tiradores (¡no te olvides de esos tiradores!) y con una navaja, encontró al solitario Marinero que había naufragado, chapoteando con los pies en el agua.
La Ballena abrió su boca más y más y más hacia atrás hasta que casi se tocó la cola, y se tragó la balsa con el Marinero y sus pantalones azules y sus tiradores (¿te acuerdas de los tiradores?) y su navaja. Se tragó todo y después hizo sonar los labios (¡así!), y dio tres vueltas sobre su cola.
Pero tan pronto como el Marinero, que era un hombre inteligente y sagaz, se encontró dentro de la Ballena, pataleó, gritó, pegó trompadas y zapateó, dio rodillazos, mordió, insultó y saltó, sacudió y transpiró, y cantó y bailó canciones marineras, hasta que la Ballena se sintió mal y se enojó. (No te habrás olvidado de los tiradores, ¿no?)
La Ballena dijo:
—Este hombre es muy duro, y además me da hipo. ¿Qué tengo que hacer?
—Ordénale que se vaya —dijo el Pez Pícaro que seguía nadando cerca de su oreja.
Entonces la Ballena le habló al Marinero:
—Tengo hipo. ¡Te quiero fuera de mi panza!
1.TIFESTE es el dibujo de la Ballena tragándose al Marinero inteligente y sagaz, y la balsa, y la navaja y sus tiradores (que no tienes que olvidar). El nombre de la Ballena era Sonrisa y el Marinero se llamaba Enrique Alberto Bivvens. El pequeño Pez Pícaro estaba escondido bajo la panza de la Ballena, ¡por esa razón no lo dibujé! El mar está así de revuelto porque la Ballena está tragándolo todo con su boca, al señor Bivvens, a la balsa, a la navaja y a los tiradores (¡nunca te olvides de los tiradores!).
—¡No, no! —dijo el Marinero—. Mejor llévame a la costa donde nací, los barrancos de Albión, y allí lo pienso. —Y empezó a zapatear dentro de la panza más que nunca.
—Será mejor que lo llevas a su casa —dijo el Pez Pícaro a la Ballena—. Creo haberte avisado que este Marinero es un hombre inteligente y sagaz.
La Ballena nadó y nadó, con sus dos aletas y su cola, lo más rápido que pudo pese a su hipo; y al final vio la costa natal del Marinero y los barrancos de Albión, y ya casi llegando a la playa, abrió la boca bien pero bien grande, y dijo:
—Aquí llegamos —y el Marinero salió corriendo del interior.
Pero mientras la Ballena nadaba, el Marinero, que era una persona inteligente y sagaz, había sacado su navaja y cortado la balsa en tiras para construir una reja, y las ató firmemente con sus tiradores (¡ahora sabes por qué no te tenías que olvidar de los tiradores!), y arrastró esa reja hasta que quedó bien incrustada en la garganta de la Ballena, ¡y ahí la dejó! Entonces se puso a cantar este estribillo:
Con esta reja
no