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El Séptimo Elemento
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Libro electrónico68 páginas52 minutos

El Séptimo Elemento

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En un mundo donde los secretos son moneda de cambio y la traición acecha en cada sombra, «El Séptimo Elemento» lleva a los lectores a un viaje trepidante por los oscuros entresijos del poder y la corrupción. Sumérgete en un mundo donde el pasado y el presente chocan, donde el conocimiento es poder y donde la línea que separa al amigo del enemigo es peligrosamente delgada. ¿Descubrirán el Dr. Trent y Jack Morley la verdad antes de que sea demasiado tarde, o iniciará el séptimo elemento una era de caos sin precedentes?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 jul 2024
ISBN9798227715616
El Séptimo Elemento

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    El Séptimo Elemento - Samantha P. Sins

    Samantha P. Sins

    Copyright ©2024 - Samantha P. Sins

    ––––––––

    Todos los derechos reservados por el autor. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro sin el consentimiento del autor.

    Más allá de la oscuridad

    ––––––––

    Irreal. Lo entiendo, es una pesadilla. Tengo sed de todos modos.

    Salgo de la cama, aquí están las zapatillas, las toco con el pie, están como siempre fuera de lugar, siempre las dejo aquí y allá por la noche, el orden es mi enemigo. Hurra, le doy a una, aprieto un poco con el pie.... ahí está la otra. Intento ir al baño, quiero beber. Uno, dos, tres pasos... acc... eso duele me golpeo la rodilla en el borde de la cómoda, no, es demasiado real para ser una pesadilla. Me orillo, palpo la pared, cojeo hasta el cuarto de baño, ahí está el borde de la pared, avanzo la mano... un poco más arriba, el interruptor, la frialdad de la tapa del enchufe, el contorno inconfundible de la palanca bajo mis dedos, me siento reconfortado, enciendo.

    Nada, no pasa nada. Joder, no hay luz, oscuridad. Un miedo repentino me asalta, ¿y si me hubiera quedado ciego? Vuelvo en silencio, no quiero despertar a los niños, ayer fue el cumpleaños de Federica y volvieron tarde. Sacudo a mi mujer en la cama, no se despierta, -pero por qué las esposas cuando se las necesita nunca están- la sacudo aún más fuerte, ninguna reacción. Detente, Michele Maria, tranquilízate, no debes entrar en pánico. Acerco la oreja a la boca de Luisa, respira, menos mal. Entonces, joder, ¿por qué no se despierta? Hay demasiadas cosas que no cuadran. Permanezco sentado en la cama. Reflexiono. Vale, ¡es una pesadilla! Pero me sigue doliendo la rodilla: tengo que despertarme. Reflexiono un poco más. Se me ocurre una idea. Me vuelvo a levantar y, de memoria, intento ir a la cocina. Es extraño, si cierro los ojos es mejor; aquí está la puerta, eso es, otro paso a la derecha aquí está la mesita, un poco de concentración y listo. El secreto son los ojos cerrados. Lo tengo jodidamente claro, no puede ser un sueño. Ahora enciendo la televisión; puede que me haya quedado ciego, pero sordo es imposible, oigo el sonido de mi respiración, mis pasos arrastrándose.

    Busco a tientas el mando a distancia en el borde del mueble del televisor. Si de repente te quedas ciego, es una verdadera suerte tener una mujer tan ordenada como la mía. Perfecto, el mando a distancia está en su sitio. Prueba del nueve: el cinescopio se ha encendido, atrae los pelos del brazo, hay corriente pero, por desgracia, todo sigue a oscuras y en silencio. Hay dos cosas, en realidad tres cosas: Estoy realmente ciego, es una puta pesadilla terrorífica, o me estoy volviendo loco.

    El corazón me late con fuerza, el susto me quita toda facultad por un momento, respiro hondo, busco a tientas la silla de la mesa y me siento. Recupero el control y exclamo en voz alta para darme confianza: Que os jodan a vosotros y a los putos programas de la noche. Pulso el mando a distancia y cambio de canal.

    "A lo mejor no lo has entendido,‖ continúa el televisor, -Esta es tu emisión, el canal 666 para ciegos, es decir: ¡tú, Morty Gon!". Apago la horrenda caja pero ella, impertérrita, sigue hablando:

    "Pero entonces usted es crock, ¿puedo permitir? Permítame presentarme: Gorki, ayudante de campo del Sr. Woland, el Mago, para sus amigos: Satanás".

    Perfecto, pienso para mis adentros, es una pesadilla, sin duda, justo la otra noche estaba releyendo alegremente El maestro y Margarita de Bulgakov... "No te atrevas", me dijo insistentemente la voz del televisor con el apóstrofe Gorki.

    "No estás en 'Bromas pesadas'. Me gusta ese programa, a veces son más cabrones que yo, pero volvamos a lo nuestro. Como bien sabes..."

    ...Ha habido una mortandad de vacas.

    Esta vez le interrumpo, siguiéndole el juego, pesadilla a pesadilla tomémoslo con filosofía. Siento un tremendo puñetazo en el estómago, me doblo en dos del dolor.

    "A ver si te aclaras, hombrecito, ¡aquí mando yo! Es decir: Gorki ayudante de campo del gran y todopoderoso Woland. Crees que estás en un sueño, pero escúchame, estás bien despierto. Simplemente ha llegado tu hora. Has sido elegido. Te has despertado en un universo paralelo, en otra dimensión, si quieres. Ya sabes, el Maestro no quiere

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