29 min de escucha
Una Y Otra Vez, Te Encontrarás.
Una Y Otra Vez, Te Encontrarás.
valoraciones:
Longitud:
35 minutos
Publicado:
5 may 2022
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
Respira serena y profundamente,
aliviando tensiones, ganando quietud, respirando conscientemente.
Que tu coordinación de todo esto sea sutil, amable,
estableciendo toda consideración con tu Ser.
Alentando ese respiro, que te da luz, confianza y coraje,
para presentarte ante ti en tu silencio,
en tu comunión, en tu conexión.
Serénate y no sientas, percíbete
y, valientemente anúnciate:
Mi Ser está aquí, abierto a mí
y a todo a la vez,
en disposición a lo que Es, dentro y fuera.
Sé y quiero, conducirme en luz,
con atención y con ánimo manifiesto.
Respira tan profundo, tan calmadamente,
que no haya espacio en tu vacío, ni vacíos en tu espacio.
Busca relucir, resplandecer,
ante esta, tu condición de Ser.
Respira invocando a las fuerzas que te acompañan,
las conozcas o no.
Si supieras cuán pleno está el sistema de luz dispuesto,
ni dudarías, ni temerías, ni te inhibirías de manifestarte.
Respira, sosteniendo y soltando
y, percibe todo lo que te produces,
hasta que, con cierta gradualidad,
se produzca tu encuentro.
Dirás, ¿qué debo encontrar? ¿A quién?
¿Qué existe en mí, que debo hallar?
Y el primer encuentro sería,
esa quietud, ese silencio ganado,
con el que tu mente se aquieta, se entrega,
se rinde y se expande, ante ti.
Y es cuando resuelves.
Sin presionarte, te observas.
Y traduces tu silencio,
y te afianzas en tu quietud
y, se da ese encuentro, tan íntimo y profundo,
tan cercano y sereno, tan tú.
Eres tú, ese tú, que se reconoce.
Respira, porque podría haber otros encuentros,
dilataciones, pálpitos.
Entonces respiras.
No hay ansiedad, no hay expectativa,
no hay confrontación, ni tensión, ni negación.
Hay encuentro.
Encuentras tu Ser.
Y te preguntarás,
¿qué sería, en definitiva, mi Ser?
El que no se asusta,
el que no se exige, el que no se acobarda,
el que no maltrata, el que no se resigna,
el que no se enoja ni el que se juzga.
Respira porque pesa la inconformidad y la incomprensión,
a la que te abandonas, sin darte encuentro.
Y sigues encontrando.
Encuentras sorpresas y, te sorprendes gratamente.
Encuentras que aceptas.
Encuentras tu profunda comprensión.
Encuentras riqueza.
Encuentras belleza.
Encuentras a los demás en ti y tu propuesta ante el otro
de compadecerte, de amar.
Encuentras verdad, tan sublime y propia.
Encuentras la verdad del otro, tan sublime y tan propia.
Respira, porque encuentros, siempre hay,
aunque te disguste.
Respira, dándote por encontrado.
Mantente en atención, sostén eso.
No hay respiro, hay contención,
vital contención, alimento interno,
amrita propio, lucidez, resplandecencia,
Samadhi.
Una y otra vez brotarás.
Una y otra vez, te encontrarás, siempre.
Confía.
Divino, divino es tu Ser.
Respira más, respira fuerte, respira aquí, respira ahora.
En donde y cada encuentro, vale.
Respira profundo y agradece el estar,
el presenciarte, el habitar, el momento, la fuerza,
el entendimiento y la verdad.
Te agradezco.
Om Namaha Shivaya
aliviando tensiones, ganando quietud, respirando conscientemente.
Que tu coordinación de todo esto sea sutil, amable,
estableciendo toda consideración con tu Ser.
Alentando ese respiro, que te da luz, confianza y coraje,
para presentarte ante ti en tu silencio,
en tu comunión, en tu conexión.
Serénate y no sientas, percíbete
y, valientemente anúnciate:
Mi Ser está aquí, abierto a mí
y a todo a la vez,
en disposición a lo que Es, dentro y fuera.
Sé y quiero, conducirme en luz,
con atención y con ánimo manifiesto.
Respira tan profundo, tan calmadamente,
que no haya espacio en tu vacío, ni vacíos en tu espacio.
Busca relucir, resplandecer,
ante esta, tu condición de Ser.
Respira invocando a las fuerzas que te acompañan,
las conozcas o no.
Si supieras cuán pleno está el sistema de luz dispuesto,
ni dudarías, ni temerías, ni te inhibirías de manifestarte.
Respira, sosteniendo y soltando
y, percibe todo lo que te produces,
hasta que, con cierta gradualidad,
se produzca tu encuentro.
Dirás, ¿qué debo encontrar? ¿A quién?
¿Qué existe en mí, que debo hallar?
Y el primer encuentro sería,
esa quietud, ese silencio ganado,
con el que tu mente se aquieta, se entrega,
se rinde y se expande, ante ti.
Y es cuando resuelves.
Sin presionarte, te observas.
Y traduces tu silencio,
y te afianzas en tu quietud
y, se da ese encuentro, tan íntimo y profundo,
tan cercano y sereno, tan tú.
Eres tú, ese tú, que se reconoce.
Respira, porque podría haber otros encuentros,
dilataciones, pálpitos.
Entonces respiras.
No hay ansiedad, no hay expectativa,
no hay confrontación, ni tensión, ni negación.
Hay encuentro.
Encuentras tu Ser.
Y te preguntarás,
¿qué sería, en definitiva, mi Ser?
El que no se asusta,
el que no se exige, el que no se acobarda,
el que no maltrata, el que no se resigna,
el que no se enoja ni el que se juzga.
Respira porque pesa la inconformidad y la incomprensión,
a la que te abandonas, sin darte encuentro.
Y sigues encontrando.
Encuentras sorpresas y, te sorprendes gratamente.
Encuentras que aceptas.
Encuentras tu profunda comprensión.
Encuentras riqueza.
Encuentras belleza.
Encuentras a los demás en ti y tu propuesta ante el otro
de compadecerte, de amar.
Encuentras verdad, tan sublime y propia.
Encuentras la verdad del otro, tan sublime y tan propia.
Respira, porque encuentros, siempre hay,
aunque te disguste.
Respira, dándote por encontrado.
Mantente en atención, sostén eso.
No hay respiro, hay contención,
vital contención, alimento interno,
amrita propio, lucidez, resplandecencia,
Samadhi.
Una y otra vez brotarás.
Una y otra vez, te encontrarás, siempre.
Confía.
Divino, divino es tu Ser.
Respira más, respira fuerte, respira aquí, respira ahora.
En donde y cada encuentro, vale.
Respira profundo y agradece el estar,
el presenciarte, el habitar, el momento, la fuerza,
el entendimiento y la verdad.
Te agradezco.
Om Namaha Shivaya
Publicado:
5 may 2022
Formato:
Episodio de podcast
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Entiende Las Claves, No Temas Más de Meditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda