Diferencia entre revisiones de «Magisterio en España»

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{{VT|Depuración franquista del magisterio español}}
 
Los [[bando sublevado|militares sublevados]] pusieron en su punto de mira muy rápidamente al magisterio. Los maestros habían sido durante la [[Segunda República Española|Segunda República]] los encargados de poner en marcha algunas de las medidas más polémicas relativas a la separación Iglesia-Estado, como eran la retirada de los crucifijos de las aulas o la coeducación entre niños y niñas. Además se aumentó el número de escuelas y por tanto de plazas de maestro y se subieron los sueldos de los docentes. De este modo las órdenes religiosas vinculadas a la Iglesia católica perdieron su hegemonía en el terreno educativo
 
El proceso de depuración de los maestros supuestamente afectos a la [[Segunda República Española|República]] se inició nada más comenzar la [[Guerra Civil Española]] con la publicación del decreto del 8 de noviembre de 1936. Partía de la idea de que era necesaria una revisión de la Instrucción Pública, para poder extirpar las «falsas doctrinas» arraigadas durante aquel periodo. Afectó a todos los maestros y maestras, desde la enseñanza pública a la privada, incluyendo también a la religiosa, desde primaria a universidad, y también afectó a las [[Escuela Normal|Escuelas Normales]].
Por todo ello, al considerar a la educación como un instrumento de socialización política, a ambos bandos les interesaba dominarla.
 
Los alumnos del magisterio, que en el momento de la guerra estaban cursando sus estudios, también fueron sometidos a la depuración, para evitar que siguieran o pudieran estar impregnados de ideas «liberales y antipatrióticas,» ideales característicoscaracterísticas de la educación republicana. Su finalidad era la imposición de la ideología del Nuevo Estado. A los maestros y maestras se les hacía responsables de la situación por la que pasaba [[España]].
Una de las preocupaciones del franquismo de primera hora fue la "depuración" de maestros, pues de ellos dependía la instrucción de las futuras generaciones en las ideas del nuevo acontecer, como ha quedado demostrado en los recientes estudios sobre la represión en Sevilla y Huelva, las primeras provincias en caer bajo las armas de los sublevados.
 
MedianteEn elaplicación del decreto mencionadode anteriormente8 de noviembre se crearon con carácter temporal unas Comisiones, que soneran las encargadas de realizar la depuración en los distintos sectores de todo el personal docente:
El proceso de depuración de maestros supuestamente afectos a la [[Segunda República Española|República]] se inició prácticamente el [[17 de julio|18 de julio]] de [[1936]], al inicio de la [[Guerra Civil Española]], pero no fue legalmente establecido hasta la publicación del decreto del [[8 de noviembre]] de [[1936]]. Este decreto requiere especial atención ya que a partir del mismo, el proceso de depuración toma cuerpo legal, en el cual se sientan las bases y principios de la depuración.
“La«La comisión A), referente al personal de las [[Universidad]]es, la Comisión B), se ocupará del profesorado de las Escuelas de Arquitectura e Ingeniería, la Comisión C), encargada del personal de los Institutos de Segunda Enseñanza, Escuelas Normales de Magisterio, Escuelas de Comercio, Escuelas de Artes y Oficios, Escuelas de Trabajo, Inspecciones de Primera Enseñanza y de todo aquel personal del Ministerio de Instrucción Pública no incluido en cualquiera de las demás Comisiones Depuradoras. Y la Comisión D), la cual se encargaría de todo el personal del Magisterio”Magisterio».
 
La incoación de los expedientes por las comisiones depuradoras seguía las siguientes fases:
A través de este decreto se inicia el proceso depurador, donde la depuración viene justificada desde la concepción de que el magisterio durante la [[Segunda República Española|República]] había estado en manos de quienes no debían, por lo que era necesaria una revisión de la Instrucción Pública, para poder extirpar las falsas doctrinas arraigadas durante este periodo.
* Apertura dedel expedientesexpediente
La depuración afectó a todos los maestros y maestras, desde la enseñanza pública a la privada, incluyendo también a la religiosa, desde primaria a universidad, y también afectó a las [[Escuela Normal|Escuelas Normales]] (así era como se denominaba entonces a las facultades de formación de profesorado. Además de los libros y bibliotecas y todo lo que tuviera que ver con la educación.
* EmisiónRecepción de informes
 
Los alumnos del magisterio, que en el momento de la guerra estaban cursando sus estudios, también fueron sometidos a la depuración, para evitar que siguieran o pudieran estar impregnados de ideas liberales y antipatrióticas, ideales característicos de la educación republicana.
 
La depuración según mi criterio, fue un proceso y un filtro, a través de los cuales se pretendía desmantelar todo la obra republicana, todo lo que tuviera que ver con la República y con sus ideales, además de la imposición de la ideología predominante del llamado Nuevo Estado.
 
La depuración tuvo lugar tanto en el bando nacional como el bando republicano aunque se hizo de manera similar, ya que en ambas se tenían en cuenta la ideología de los maestros, actuaciones políticas, actitudes religiosas, entre otros factores.
 
Aunque sí hubo diferencias significativas con respecto a las comisiones, ya que las comisiones republicanas no eran derogadas a una comisión específica, ni el proceso se hizo de manera tan centralizada como en el caso de las comisiones [[Francisco Franco|franquistas]]. Además en el caso de las depuraciones franquistas los maestros y maestras eran los absolutos responsables de la precaria situación por la que pasaba [[España]], por ello la depuración se centró en este sector.
 
Decir que la depuración no se llevó a cabo sólo en la guerra sino también después de la misma, por ello cronológicamente debemos situar este proceso desde [[1936]] a [[1945]]. La Guerra Civil trajo consigo muertes, destrucción, miedo, represión, represión que sufrieron todos y cada uno de los españoles.
 
Durante el primer [[Franquismo]] se crea el Ministerio de Educación Nacional de España, cuyo primer ministro fue [[Pedro Sainz Rodríguez]], el cual llevó a cabo el desmantelamiento de la obra republicana, ya que consideraba que los principales culpables del estado en que se encontraba España, era debido a la educación impartida durante la II República. Por lo tanto, las pretensiones eran eliminar cualquier vestigio que pudiera quedar de la República, para ello hicieron una depuración de toda la educación.
 
El objetivo final era que nadie pudiese ejercer la docencia sin haber sido sometido previamente a un expediente de depuración, en el cual se tuvieran en cuenta actuaciones políticas, actitudes religiosas, entre otras cosas. Todo ello se consiguió a través del establecimiento de unas Comisiones Depuradoras.
 
Mediante el decreto mencionado anteriormente se crearon con carácter temporal unas Comisiones, que son las encargadas de realizar la depuración en los distintos sectores de todo el personal docente:
“La comisión A), referente al personal de las [[Universidad]]es, la Comisión B), se ocupará del profesorado de las Escuelas de Arquitectura e Ingeniería, la Comisión C), encargada del personal de los Institutos de Segunda Enseñanza, Escuelas Normales de Magisterio, Escuelas de Comercio, Escuelas de Artes y Oficios, Escuelas de Trabajo, Inspecciones de Primera Enseñanza y de todo aquel personal del Ministerio de Instrucción Pública no incluido en cualquiera de las demás Comisiones Depuradoras. Y la Comisión D), la cual se encargaría de todo el personal del Magisterio”
 
Comisiones cambiaría para dar paso a representantes de la [[Falange Española|Falange]] y las [[Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista]] (J.O.N.S).
 
Además de los miembros fijos, la Comisión podía contar con otras personas, pero como colaboradores.
 
El trabajo que desempeñaba las Comisiones, podría clasificarlo, de manera esquemática de la siguiente manera:
* Apertura de expedientes
* Emisión de informes
* Pliegos de cargo
* Escritos de descargo
* Propuestas de resolución.
 
A las Comisiones se les otorgaba el derecho de reclamar a las distintas autoridades, además de a los centros y a las personas necesarias, informes sobre la conducta profesional, particular, social y actuaciones políticas de la persona objeto de depuración. Según la normativa depuradora, las Comisiones debían pedir al menos cuatro informes diferentes: al Alcalde, Cura o Párroco, Jefe de la Guardia Civil y de un padre de familia bien considerado, que vivieran donde estuviera ubicada la escuela e individuo objeto de investigación. Estos informes fueron la base fundamental sobre la que asentó las bases la depuración. En el caso de que los miembros de la comisión obtuvieran suficientes pruebas contra el acusado, se procedía a formular un pliego de cargo, donde se recogían todas las acusaciones recibidas.
Lo primero que se hacía era la apertura del expediente de depuración. En cual se realizaba un primer estudio sobre el expediente.
 
A las Comisiones se le otorgaba el derecho de reclamar a las distintas autoridades, además de los centros y las personas necesarias, les podía pedir informes sobre la conducta profesional, particular, social y actuaciones políticas de cualquier individuo objeto de depuración. Es decir, que se le había otorgado el pleno derecho a investigar sobre las conductas, la ideología, los pensamientos y creencias de cualquier individuo que les interesara
 
Por otro lado, mencionar la importancia de los informes, donde se incluía toda la información recogida sobre los maestros y maestras objetos de investigación.
 
Según la normativa depuradora, las Comisiones debían pedir al menos cuatro informes diferentes: al Alcalde, Cura o Párroco, Jefe de la Guardia Civil y de un padre de familia bien considerado, que vivieran donde estuviera ubicada la escuela e individuo objeto de investigación. Estos informes fueron la base fundamental sobre la que asentó las bases la depuración.
 
En el caso de que los miembros de la comisión obtuvieran suficientes pruebas contra el acusado, se procedía a formular un pliego de cargo, donde se recogían todas las acusaciones recibidas.
 
Les pedían información sobre la pertenencia o no a la [[masonería]], si se había hecho responsable de altos cargos durante la República.
 
Por otro lado, a los propios acusados se les pedía información respecto a otros compañeros, lo que me parece una manera muy cruel de aumentar el mal estado en el que se encontraban los docentes, e incrementar las inquietudes y desconfianzas entre el colectivo.