Aquella noche aritmética
Llovieron infinitos números.
A la mañana siguiente,
Tras pasar los barrenderos,
Sólo quedaron sobre el asfalto
El uno y Pi.
Oh gran Ente de los números,
Permíteme multiplicar con éxito
Un googol por PI,
Y así poder determinar
Cual es el dígito
Que me indica la unidad
Y su cerebro estalló
En ondas y partículas
Que aún siguen en expansión,
Pero justo antes
Llegó a entenderlo todo:
El Universo estaba en Pi
Y Pi era el Universo