Vol. CXX - Raices de Una Hermandad PDF
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Archivo General de la Nacin, volumen CXX Ttulo: Races de una hermandad Autores: Rafael Cucullo Bez Prez e Ysabel A. Paulino Cotes
Cuidado de edicin: Juan F. Domnguez Novas Diagramacin: Juan F. Domnguez Novas Diseo de portada: Lenn Paulino Ilustracin de cubierta: Fotografa de Mximo Gmez y Jos Mart. (rea de Fotografa Miguel Holgun-Veras Roulet del AGN).
De esta edicin Archivo General de la Nacin, 2010 Departamento de Investigacin y Divulgacin rea de Publicaciones Calle Modesto Daz, Nm. 2, Zona Universitaria, Santo Domingo, Repblica Dominicana Tel. 809-362-1111, Fax. 809-362-1110 www.agn.gov.do
Contenido
PResentaCin................................................................................... 9 intRoduCCin.................................................................................. 15 CaPtulo 1 Antecedentes migratorios de luchas e identidad....................... CaPtulo 2 Movimientos migratorios entre Cuba y Santo Domingo. La colonizacin agrcola en el siglo xix ..................................... CaPtulo 3 Cuba y la Anexin dominicana .................................................. CaPtulo 4 Mximo Gmez y la sensibilidad de un bravo general.............. CaPtulo 5 Matas Ramn Mella y Julio Antonio Mella .............................. CaPtulo 6 Horacio Vsquez exiliado en Cuba ............................................ CaPtulo 7 Intelectuales dominicanos en Cuba ........................................... CaPtulo 8 Bolero y son: una identidad cultural compartida ...................... CaPtulo 9 Diversidad de la emigracin dominicana a Cuba ...................... CaPtulo 10 El exilio poltico durante la dictadura trujillista ........................
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CaPtulo 11 Organizaciones y medios creados en Cuba para luchar contra Trujillo........................................................................................ Fundacin del Partido Revolucionario Dominicano.................. CaPtulo 12 Expediciones armadas contra Trujillo ....................................... Los ltimos das del dictador Fulgencio Batista ........................ CaPtulo 13 La Revolucin cubana y su solidaridad con Repblica Dominicana: expediciones de junio de 1959 ............................ CaPtulo 14 Cada de la tirana (1961) y desaparicin del Coronel de Abril (1973) ........................................................................... CaPtulo 15 Relaciones diplomticas domnico-cubanas .............................. Los dominicanos en Cuba ayer y hoy ........................................ a modo de sntesis .......................................................................... fuentes Y BiBliogRafa Fuentes ....................................................................................... Bibliografa ................................................................................ anexos ............................................................................................ ndiCe onomstiCo ..........................................................................
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Presentacin
Despus de una atinada reflexin en territorio cubano realizada durante nuestra gestin como embajador y consejera cultural en ese pas, al calor de las vivencias en nuestros recorridos por esa hermana repblica, pudimos constatar que la presencia dominicana en aquella isla no se limit a los hroes ms conocidos que participaron en la Guerra de Independencia de Cuba. Nos ayud a formar esta visin el contacto directo con la poblacin y sus relatos, as como las lecturas de autores cubanos sobre los dominicanos en su pas. Con esta percepcin, emprendimos una investigacin focalizada en Oriente, la parte de la isla donde era inocultable la presencia dominicana, en especial Santiago de Cuba, Guantnamo, Baracoa, Holgun; tambin Camagey, Matanzas y La Habana fueron ciudades escogidas. En todos estos lugares nos abrieron sus archivos centenarios para ofrecernos diversas informaciones de nuestros vnculos histricos. Como era lgico, la consejera cultural tom la mochila para el trabajo de campo, abord el tren para iniciar el peregrinaje por los distintos pueblos y parajes en busca de historias orales y escritas de la presencia dominicana en la tierra de Jos Mart. Debemos resaltar el apoyo recibido en Santiago de Cuba de la historiadora de esa ciudad, compaera y amiga, doctora Olga Portuondo y del doctor Rafael Duharte.
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Tambin el cura de la iglesia Santsima Trinidad, una de las parroquias antiguas de la ciudad de Santiago de Cuba, Carlomn Echavarra, y el sacerdote dominicano Fausto Cruz, adems de sus conocimientos sobre el tema, nos abrieron los archivos bajo su tutela y nos dieron su apoyo. Esto fue de gran importancia, dado que, en la poca de mayor auge migratorio entre ambos pases, Santiago, como capital de la provincia oriental de Cuba, fue uno de los principales centros receptores. En dicha iglesia de la Santsima Trinidad reposan centenares de actas de nacimiento y de matrimonio que corresponden a los orgenes de notorias familias dominicanas que, en la brega del tiempo, han aportado su intelecto y su trabajo para que Repblica Dominicana sea un ejemplo de amor a la independencia y al desarrollo. Hay all tambin documentos que acreditan la descendencia procreada por dominicanos y dominicanas en esa ciudad cubana. Los hechos histricos, en relacin con la emigracin dominicana a Cuba, desde el cacique Hatuey y sus acompaantes hasta los combatientes de pocas recientes, como Enrique Jimnez Moya y Andrs Ramos Peguero, han estado matizados por los valores ms sobresalientes de la solidaridad, as como por el aporte de esfuerzos a favor del desarrollo de las dos naciones, lo que ha constituido la base de las relaciones de hermandad entre ambos pueblos. Es as como nos encontramos tambin con hechos dismiles en su forma de expresarse, pero comunes en su esencia, como son, para poner dos ejemplos patentes, la presencia del generalsimo Mximo Gmez, quien alz su machete, elev su pensamiento y expuso su vida en aras de la independencia cubana, de un lado; y, del otro, la obra del pintor Luis Desangles, en Santiago de Cuba, quien, con su pincel creativo, plasm las epopeyas del pueblo cubano en su larga carrera en busca de la libertad. De igual manera que los emigrantes aborgenes llegaron desde La Espaola a suelo cubano y enfrentaron con sus flechas a los conquistadores espaoles. En el siglo xviii dos mulatas de Santiago de los Caballeros, las hermanas Gins, llegaron a Cuba
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y se quedaron all con su bandola y el ritmo afrocaribeo, avivaron el sentimiento musical de los cubanos. Y como si lo anterior fuera poco, cabe destacar que el cubano Julio Antonio Mella McPortland, fundador del Partido Comunista de Cuba (PCC), era nieto de Matas Ramn Mella, uno de los padres de la patria dominicana. Hurgando en los documentos, se resalta con fuerza que la emigracin dominicana de 1865 con una destacada presencia de oficiales dominicanos del ejrcito espaol, tras ser derrotado por las tropas restauradoras en nuestro pas. Al asentarse en Cuba aquellos soldados se identificaron de inmediato con las aspiraciones de libertad de aquel pueblo, despus de codearse con los cubanos y palpar en la cotidianidad las injusticias y la discriminacin impuestas por la esclavitud. Es innegable que la victoria del ejrcito restaurador dominicano en 1865 contra el dominio de Espaa y sus tropas coloniales, influy sobremanera en el pensamiento independentista de los cubanos que iniciaron en el 1868 la Guerra de los Diez Aos. Esta tuvo a su favor las experiencias del machete liberador, adquiridas por los que estuvieron envueltos en la epopeya restauradora dominicana, quienes respaldaron solidariamente la causa cubana. De igual manera, es importante mencionar el papel intelectual jugado en Cuba por Francisco Henrquez y Carvajal y sus hijos (con la poetisa Salom Urea) Max, Pedro y Camila, quienes, adems de trascender en el ejercicio de sus profesiones, se proyectaron en otras reas del saber como el arte, el periodismo y la educacin. En las relaciones domnico-cubanas se suceden hechos tan inslitos como la accin del dictador dominicano Ulises Heureaux (Lils), quien se identific en su momento con la lucha del pueblo cubano y aport ayuda econmica y logstica para combatir la dominacin espaola en ese pas. Junto a esos acontecimientos ocurren otros tan notables como el que protagonizan alumnas cubanas de Camila Henrquez Urea, mujeres destacadas en la vida acadmica de la nacin hermana, quienes
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recrean en sus escritos de hoy las enseanzas de vanguardia recibidas de esa notable filloga, pedagoga y feminista dominicana. Los cuadernos y notas de Camila han permitido la edicin de sus obras en diez sustanciosos volmenes. Es justo destacar tambin que, si bien encontramos en la inmigracin dominicana en Cuba innmeros momentos de incidencia solidaria y constructiva, tambin podemos decir: y viceversa. As lo demuestra la hospitalidad que a travs del tiempo ha sabido ofrecer Cuba a los dominicanos, marcada en las jornadas de luchas organizadas por nuestros compatriotas en aquel territorio. Cayo Confites y Mil Cumbres sintetizan esa solidaridad y sirvieron para sellar de manera definitiva los lazos de amistad entre ambos pueblos. Ahora bien, despus de estudiar y organizar el material obtenido en la investigacin, no es correcto engavetarlo ni dejarlo en el archivo de las experiencias personales. Al regresar a Santo Domingo, nos hemos atrevido a plasmarlo en un libro que, sin tener la aspiracin de ubicarlo en un orden literario determinado, pueda ser compartido y servir de referencia histrica a las nuevas generaciones de cubanos y dominicanos sobre el trajinar de los pobladores de ambas islas. Hemos organizado el conjunto de nuestras reflexiones en breves captulos, en los que damos cuenta de algunas lecturas de documentos y de la bibliografa. Tratan de llamar la atencin sobre la posibilidad de profundizar en la investigacin a partir de fuentes orales y escritas. Sin ser exhaustivos, hemos querido mostrar en esta obra una serie de documentos desconocidos por la mayora de nuestros pueblos, as como otros que tambin llegaron a nosotros, de la autora de prestigiosos estudiosos de la temtica. Estos describen los pasos y la accin de muchos dominicanos y dominicanas que encontraron en la hospitalidad cubana la razn de su despertar y crecieron en aquella sociedad, para procrear all una descendencia fiel a los postulados de Jos Mart y orgullosa de su ascendencia quisqueyana. Esperamos que al leer este texto se nos dispense un juicio
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tolerante, aunque no acrtico, por supuesto, pues en este quehacer somos un poco nefitos y aunque hemos tratado de exponer con un criterio desapasionado y apegado a la verdad es posible que, como seres humanos que somos, se hayan deslizado los afectos propios de la identidad. Como toda obra intelectual esta se nutri de la generosidad de muchas personas que con sus sabias orientaciones nos ayudaron a concebirla. Por eso queremos expresar nuestros agradecimientos a la doctora Olga Portuondo, historiadora de la ciudad de Santiago de Cuba, a Rafael Duharte, intelectual cubano, los sacerdotes Carlomn Echavarra y Fausto Cruz; muy especialmente a Jos Abreu Cardet, amigo y hermano, por sus aportes y hospitalidad; tambin a los dominicanos y dominicanas, cubanos y cubanas que han hecho posible esta hermandad y solidaridad a lo largo de nuestra historia. Justo es dedicar tambin este esfuerzo a los amigos Roberto Cass, Emilio Cordero Michel y Alejandro Paulino Ramos, quienes se sumaron a la realizacin de esta obra. De igual manera, no podemos dejar de mencionar a las personas que compartieron nuestras vivencias en Cuba y entendieron nuestras ausencias en este viaje por la vida: Marianela, Rubn, Rafeln y Amelia; a nuestras madres, nietos y nietas, hermanos y hermanas; a todos, gracias del alma. R afael CuCullo B ez P Rez YsaBel a. P aulino Cotes
Introduccin
La migracin, fenmeno sociopoltico tan antiguo como la humanidad, se ha expresado paralelamente en sus vertientes emigratoria e inmigratoria en toda la geografa del planeta. Sus dimensiones han estado presentes en el tiempo, gravitando no solo alrededor del aspecto demogrfico, sino tambin en los mbitos econmico, social, poltico y cultural de los pueblos. Al referirse a la incidencia econmica, muchos investigadores conciben los movimientos poblacionales como flujos laborales, ms all de las caractersticas demogrficas de los emigrantes. Los movimientos poblacionales, en la perspectiva de Cuba y Repblica Dominicana, han tenido mltiples motivaciones ligadas a los intereses individuales y colectivos de los emigrantes. Sin embargo, la razn poltica ha incidido con mucha fuerza desde la llegada de los espaoles a nuestras islas, dando lugar a flujos de menor tamao pero formados por grupos activos de la poblacin. Modernamente, en la mayora de los casos, se expresa como exilio poltico, muy asociado a la imposicin y persecucin de individuos y/o colectividades por regmenes tirnicos, que son enfrentados por sus opositores. De la misma manera, el concepto de pas vecino ha registrado transformaciones visibles en las ltimas dcadas, por lo que se impone asumir la posicin geopoltica de nuestros pases y las condiciones etnosociales que caracterizan las poblaciones de
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ambos, las cuales impactaron con fuerza el proceso de formacin de una identidad comn. El flujo migratorio entre Cuba y Santo Domingo ha estado normado bsicamente por dos cuestiones fundamentales: la poltica y la economa. Estudiar la presencia de dominicanos y cubanos en ambas islas nos coloca frente a acontecimientos trascendentales en los que es significativo, en un momento histrico de Cuba, la presencia de Mximo Gmez, junto a cientos de dominicanos que se destacaron en la lucha por la Independencia cubana. Sin duda alguna, la segunda mitad del siglo xix es la etapa de participacin ms relevante de los dominicanos en Cuba, explicada en el contenido del accionar poltico-social. Al exponer, sobre este proceso histrico, trataremos de llevar un orden cronolgico en la aparicin de nuestros personajes, sin pretender presentar un estudio estadstico ni de fechas precisas. Al observar retrospectivamente los procesos migratorios, encontramos antecedentes desde pocas tan lejanas como la de nuestros aborgenes. Hait, Boho o Babeque, como le llamaban los antiguos pobladores a la isla, posteriormente bautizada por Coln como La Espaola, estaba poblada en parte por los ciboneyes, grupos indgenas que tambin hall en Cuba. Estos haban sido sustituidos por los tanos, los cuales eran descendientes de los arahuacos que procedan de Amrica del Sur. Ms tarde se repite idntico movimiento en Cuba con el desplazamiento de los ciboneyes por parte de los tanos, asentndose estos bsicamente en la parte oriental de la isla de Cuba. Desde hace algunas dcadas las investigaciones arqueolgicas, realizadas en Cuba y Repblica Dominicana, han encontrado restos de utensilios tales como cuchillos, hachas y piedras talladas sin pulimentar, entre otros. El hecho de que los aborgenes de nuestras islas no fueran todos de una misma etnia da la seguridad de que su presencia tena orgenes ms all del litoral antillano, como Amrica del Sur, y confirma el carcter caribeo de las migraciones de esa poca. Las evidencias encontradas son complementadas con la permanencia en Cuba y Repblica Dominicana de elementos
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culturales de origen tano. En ambos pases encontramos en la produccin agrcola y la alimentacin productos de idntico origen, como la yuca, batata (boniato en Cuba), yauta (malanga), el tabaco, anam, etc. Es importante observar que un derivado de la yuca, el casabe, de uso conocido en Repblica Dominicana, igualmente es elaborado y consumido en la parte oriental de Cuba, donde se inici el asentamiento de los tanos. Existen, adems, en ambas islas vocablos y nombres de origen indgena tales como batey, baitoa, hamaca, boho, canoa, huracn, Bahoruco, Bayaj, Yaguana, Yaguate, Bayamo, Camagey, Baracoa y otros. De igual manera, encontramos frutas y frutos con sus nombres indgenas: guanbana, guayaba, aj, ann, mamn, mamey, jagua.
CaPtulo 1
Resistencia indgena
Ante la manifiesta crueldad de los espaoles contra los habitantes de la isla de Santo Domingo y despus de que el cacique Hatuey presentara resistencia en la parte oriental de La Espaola contra la amenaza del exterminio indgena, decidi refugiarse en Cuba junto a unos cuatrocientos aborgenes, en la creencia de que los colonizadores no haban llegado hasta all. En principio, los pacficos nativos de Cuba no entendan el comportamiento brbaro de los extranjeros que narraba el inmigrante, quien, despus de luchar junto a los aborgenes cubanos, fue quemado en la hoguera por los espaoles el 2 de febrero de 1512. Vencida la resistencia indgena se impuso la esclavitud a travs del repartimiento y la encomienda, as como tambin la esclavitud africana que fue su yunta.
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en la medida que el sistema colonial se fortaleca, los esclavos eran sometidos al trato cruel y sanguinario que caracteriz la esclavitud moderna. Desde el inicio, grupos de esclavos escapaban a las montaas, lo que llev al gobernador Nicols de Ovando a pedir a los Reyes Catlicos que prohibieran la entrada de stos a la isla. Pero la necesidad de mano de obra hizo rectificar aquella solicitud, por lo que en 1516 se reinici esa prctica con esclavos bozales. A los esclavos que escapaban de sus amos, cuando lograban asentarse y formar un hbitat, se les dio el nombre de cimarrones, generando una migracin interna que se mantuvo y fortaleci como forma de evadir los brutales trabajos a que eran sometidos. Al igual que en Cuba, se establecieron en la parte montaosa de la isla, especficamente al sur, en la sierra del Bahoruco. En Santo Domingo se llam cimarrones a los apalencados, tambin manieles a los lugares en que se asentaron estos. No obstante, de su huida y establecimiento en la zona montaosa deriv un estilo de vida que nos acerca a lo ocurrido en la Antilla mayor. En 1537 se registra una elevacin de la lucha de los negros en Santo Domingo, se intensificaron las fugas hacia las montaas. Para 1534 y 1546, los espaoles se vieron obligados a pactar con los sublevados. Destac como lder de la lucha de los esclavos en la isla Sebastin Lemba. La esclavitud en Cuba tena similitud con la que hubo en Santo Domingo donde los esclavos se insertan a la sociedad, integrando aspectos importantes de la cotidianidad criolla y, por otra parte, influenciando y modificando el conglomerado. A finales del siglo xviii la esclavitud en Cuba se manifest con caractersticas de feroz explotacin. En la medida en que se impone el sistema de explotacin colonial, el trato hacia los esclavos se vuelve ms cruel e inhumano. Como respuesta, los negros en Cuba huyen hacia lugares montaosos. Del 18 de junio de 1798 al 31 de diciembre de 1799 existan en el occidente de Cuba 1,045 negros cimarrones, ubicados en
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lugares protegidos, rodeados de cercas de palos largos y finos. De ah el nombre de apalencados. En los primeros tiempos de la poca colonial, la zona de Guantnamo en Cuba fue el lugar de mayor concentracin de palenques, en virtud de que en la misma se concentraba el mayor nmero de esclavos. Fue a partir de 1516-1518, con los padres Jernimos como gobernadores, en el marco de establecimiento de una poltica que frenara la despoblacin, cuando Espaa autoriz que se introdujeran miles de negros bozales a la isla. La inmigracin de esclavos africanos en Cuba, al igual que en las dems islas del Caribe, provena de culturas heterogneas, con religiones, costumbres e idiomas distintos, por lo que haba profundas rivalidades; sin embargo, lograron asumir una expresin colectiva frente a la realidad a que se enfrentaban. Las fugas y alzamientos de esclavos en los ingenios fueron frecuentes. En 1533 sucede uno de los ms sangrientos episodios en la lucha de los esclavos, la sublevacin en las minas de cobre de Santiago del Prado. Para 1792 trabajaban para la oligarqua criolla cubana 60,000 esclavos africanos en las plantaciones y 77,000 campesinos; a mediados del siglo xix ya laboraban 220,000 esclavos y 365,000 agricultores libres. En 1812, en La Habana se organiza una rebelin antiesclavista dirigida por el artesano cubano Jos Antonio Aponte, en la que participaron como idelogos el general Gil Narciso e Hilario Herrera, ambos negros dominicanos. El 15 de marzo de 1812 ocurre un levantamiento de los esclavos del ingenio Peas Altas, en Jaruco, donde encontramos la presencia protagnica de Hilario Herrera (el Ingls), un negro proveniente de Azua, Santo Domingo. En comunicacin del jefe poltico interino de Puerto Prncipe, Camagey, del 23 de febrero de 1812, dirigida al Gobernador de Santiago de Cuba, expresa en su segundo prrafo:
Hilario Herrera, alias El Ingls, cuya filiacin acompao a V. S., es el primer mvil de tan sanguinario levantamiento,
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quien presumo debe estar en esa, y conviniendo tanto como V. S. puede considerar la pronta captura de semejante negro, espero merecer de V. S. se sirva dictar las providencias que tenga a bien, para que consigamos esta principal cabeza y su conduccin a esta villa con la correspondiente seguridad, a reserva de liberar la requisitoria con arreglo al mrito del expediente.1
En otra misiva enviada el 29 de febrero de 1812 por el Gobernador de Santiago de Cuba al Gobernador interino de Santo Domingo, refirindose al levantamiento de Peas Altas y la comunicacin anterior, en uno de sus prrafos deca lo siguiente:
Por la adjunta copia que acabo de recibir y me ha dirigido el seor teniente gobernador de la Villa de Puerto Prncipe, se [instruir] V. S. de lo importante que sera a la tranquilidad de esta Isla y por el bien del Estado la aprehensin y remisin a ella del negro Hilario Herrera, que, segn parece, ha sido el autor de la horrorosa catstrofe que iba a sufrir la isla de Cuba2
Archivo Nacional de Cuba, fondo Asuntos Polticos, legajo 214, expediente Nm. 46. Elas Entralgo, Aponte y Plcido, Gaceta del Caribe, ao I, Nm. 4, La Habana, junio de 1944, p. 32.
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Cuba entre 1510 y 1520 desde Santo Domingo. El desarrollo de la industria azucarera cubana estuvo ligado a medidas adoptadas para detener el xodo poblacional y el decrecimiento econmico. De igual manera, existe una relacin intrnseca con la esclavitud, ya que en el conjunto de medidas, adems del impulso a la produccin de azcar y sus derivados, se decidi la importacin de 200 esclavos, medida asumida por Juanes Dvila al ser nombrado gobernador, en el perodo de 1544 a 1546. Pero esta expansin del azcar y la esclavitud encontr lmites y tuvo que esperar ms de dos siglos para su desarrollo en Cuba.
En 1818 la industria azucarera cubana registra un despunte con la introduccin de la caldera de vapor en sus ingenios, lo que fue precedido de otro fenmeno favorable, desde 1755, el alza de los precios del azcar en el mercado mundial, que alcanzaron su ms alto nivel en 1820. Carlos Loynaz fue el primer empresario cubano en cultivar la caa de azcar en Repblica Dominicana. Se estableci en Puerto Plata con su familia, donde naci su hijo Enrique Loynaz, combatiente en Cuba junto a Maceo y padre de la laureada poetisa cubana Dulce Mara Loynaz. Asimismo, Enrique Lamar y Juan Amechazurra, eminentes empresarios cubanos, hicieron un importante aporte a la industria azucarera dominicana al introducir el uso de la energa de vapor, lo que incidi decisivamente en su modernizacin. Lamar fund el ingenio La Caridad y Amechazurra, el Angelina, ambos de vapor, en la regin Este.3 De igual manera, el cubano Joaqun Delgado estableci la primera fbrica de azcar en San Carlos, ciudad de Santo Domingo, en el ao 1875.
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Roberto Marte, Cuba y Repblica Dominicana: transicin econmica en el Caribe en el siglo xix, Santo Domingo, 1988, p. 160.
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Los acontecimientos polticos acaecidos en Cuba a partir de 1868, con el Grito de Yara y la Guerra de los Diez Aos, unidos a factores econmicos, entre los que cabe citar la disminucin de los precios del dulce y otros relacionados con impuestos y costos, provocaron un descenso en la produccin y exportacin del azcar. En los aos 1877, 1878, 1881 y 1889, las zafras tuvieron una produccin inferior a las 600,000 toneladas. [El cuadro no incluye datos de 1877, 1878, que son los ltimos aos de la guerra. Pero si solo en los aos 9 y 10 de la Guerra de los Diez Aos es cuando se reduce la produccin o las exportaciones de azcar, entonces no es atribuible a la guerra esta disminucin; habra que ponderar otros factores que podran incidir tal vez en las otras coyunturas de 1881].
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Exportaciones comparadas de azcar de Cuba y RD4 Aos 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1888 1889 1890 1891 1892 1893 Cantidad 5,997 5,418 13,178 11,438 20,263 19,375 22,735 21,733 22,243 24,352 18,180 31,641 38,547 Ao base: 1880 (%) 100.0 91.7 188.3 163.5 289.6 276.9 324.9 310.6 317.0 348.0 259.8 452.2 550.9 Aos 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1888 1889 1890 1891 1892 1893
Cantidad (toneladas)
Ao base: 1880 (%) 100.0 93.8 100.2 97.2 101.3 101.7 106.2 107.4 92.0 102.8 130.6 161.8 152.7
618,654 580,894 620,265 601,426 626,477 628,990 657,290 662,758 569,367 636,238 807,742
1,000,797
945,035
CaPtulo 2
Movimientos migratorios entre Cuba y Santo Domingo. la colonizacin agrcola en el siglo xix
Los orgenes y alcances de la migracin entre Cuba y Repblica Dominicana continan su relacin con los factores geogrficos, polticos y econmicos. Por esa razn, las migraciones del siglo xix se inclinaban hacia las naciones de mayor desarrollo y con mnimos riesgos en cuestiones de salud. Otro factor importante a tomar en cuenta radica en los niveles de estabilidad y de expresin poltica a tono con los intereses de esas migraciones y las condiciones demogrficas insulares. Estos elementos marcarn similitudes y diferencias entre ambos en torno a dicho proceso, las cuales fueron recprocamente determinantes en la afluencia de dominicanos y cubanos a una u otra isla. Desde antes del siglo xix la cercana geogrfica entre Cuba y Santo Domingo, aunada al hecho de tener un colonizador comn, motiv que una y otra contaran con la presencia de prestigiosos intelectuales que provenan de ambas islas. Tal es el caso de fray Toms de Linares, fundador y primer rector de la Universidad de La Habana, quien haba sido catedrtico de la Universidad Santo Toms de Aquino en Santo Domingo. Un miembro de la jerarqua eclesistica de La Espaola, el clrigo Pedro Agustn Morel de Santa Cruz, nacido en Santiago de los Caballeros en 1694, realiz sus estudios universitarios en Santo Domingo y se le nombr cannico doctoral de la Catedral Primada de Amrica. Recibi las rdenes de presbiterado en Cuba en 1718. Luego se le nombr den de Santiago de
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Cuba; pas a Nicaragua, donde fue obispo de 1751 hasta 1753. Regresa de nuevo a Cuba, esta vez como obispo de Santiago de 1753 a 1768. Entonces se distingui por su enfrentamiento a la invasin inglesa de 1762 a la capital de la colonia. En su honor una calle de La Habana Vieja lleva el nombre de Obispo.1 Muy temprano los acontecimientos polticos en Santo Domingo inciden con fuerza en el movimiento migratorio hacia Cuba. La firma del Tratado de Basilea el 22 de julio de 1795, mediante el cual Espaa cedi Santo Domingo a Francia, es el punto de partida que culminar con la fundacin de la Repblica Dominicana el 27 de febrero de 1844. Esa emigracin impact fuertemente en Cuba, pues ms de 4,000 dominicanos se asentaron all, en su mayora hacendados y dueos de esclavos; de ese modo contribuy notablemente al desarrollo de todas las reas de la sociedad cubana.2 Se establecieron especialmente en las zonas de Baracoa y Guantnamo, cuyos descendientes forman parte de la sociedad del Oriente de Cuba en la actualidad. Entre los emigrantes de este perodo cabe destacar la presencia de Jos Nez de Cceres, uno de los dominicanos ms
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Huella hispnica, Del Caribe, Nm. 29, Santiago de Cuba, 1998, p. 22. Varios estudiosos cubanos le han dedicado investigaciones en la que resulta siempre bien ponderada su figura diligente y activa. Cabe citar al historiador Csar Garca del Pino, Vida de Pedro Agustn Morel de Santa Cruz, La Habana, 1985. Carlos Esteban Deive, Las emigraciones dominicanas a Cuba (1795-1808), Santo Domingo, 1989, p. 132. Este autor considera que de los 4,000 emigrantes, aproximadamente, fue La Habana la que recibi el mayor nmero, aunque tambin seala que solo Baracoa tena entre 1803 y 1804, nada menos que 1,996 personas (p. 134). Tambin destaca como emigrados civilizadores a Jos Francisco Heredia y Mieses, padre de Jos Mara Heredia, quien vivi en Cuba hasta 1806, cuando se traslad a la Florida occidental como asesor del gobierno y despus fue oidor interino en Caracas, Venezuela. Tambin fray Jos Fliz Ravelo, rector de la Universidad de La Habana en 1817; los jurisconsultos Gaspar de Arredondo y Pichardo, magistrado de la Audiencia de Camagey (); Juan de la Mata Tejada, pintor e introductor de la litografa en Cuba; y el mdico y escritor Jos Antonio Bernal y Muoz, catedrtico de la universidad habanera y uno de los propagadores de la vacuna en compaa de Romay (p. 135).
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brillantes de su poca, quien se estableci en la provincia de Camagey. Nez de Cceres era un exponente de la cspide criolla, quien regres a su pas y asumi una conducta nacionalista, y se convirti en el mentor y ejecutor de la Independencia Efmera de Santo Domingo, en 1821, que busc la integracin en la Gran Colombia. Mucho ms tarde, los acontecimientos polticos invertirn la direccin del flujo migratorio. La Guerra de los Diez Aos en Cuba foment un fuerte movimiento migratorio hacia Repblica Dominicana en la dcada del 70 del siglo xix. En esa etapa llegaron a Santo Domingo, procedentes de aquella isla, unos 6,000 cubanos, entre los que se encontraban pequeos y medianos empresarios agrcolas, profesionales liberales y mano de obra calificada, quienes contribuyeron en gran medida con el desarrollo de la industria azucarera. Algunos inmigrantes cubanos se integraron a la industria manufacturera del cigarro en Santiago y Puerto Plata. Otros se dedicaron a las plantaciones de caf y cacao. En 1882 residan en Puerto Plata 301 cubanos. Aos ms tarde, en 1896, para la segunda Guerra de Independencia en Cuba, ocurre otro fuerte movimiento migratorio desde all y en el mismo ao llegan a Santo Domingo 900 cubanos.
dominicanos y cubanos
en los alboRes del siglo xix
Al inicio del siglo xix se haba desarrollado en Cuba una burguesa esclavista empecinada en sostener el poder espaol. Para entonces se escenificaba en algunos pases del rea un movimiento antiesclavista que contrastaba con la aparente paz que se viva en Cuba, lo cual caus una masiva migracin de esos pases a dicha isla. Los fenmenos polticos sealados inciden
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en la emigracin de individuos de los diferentes grupos involucrados en el proceso, quienes deciden buscar en Cuba un ambiente de convivencia adecuado para sus planes de vida futura, continuando el viaje iniciado por otros desde la poca en que llegaron los espaoles a las dos islas. Entre otros personajes notables pueden mencionarse los siguientes:
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Francisco Morilla
Naci en Santo Domingo en 1803, hijo del poeta espaol Francisco Morilla, estudi filosofa en la Universidad Santo Toms de Aquino en su ciudad natal y a los 20 aos de edad emigra a Cuba, donde termina sus estudios de derecho. En 1830 obtuvo por oposicin una ctedra de derecho en la Universidad de La Habana. En 1847 public un breve Tratado de Derecho Administrativo espaol general del reino y en especial de la isla. En 1861, al producirse la Anexin de Santo Domingo a Espaa, regresa a su pas con el cargo de oidor de la Real Audiencia.
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Espaa, en diligencias propias de la Reconquista; su gestin fracas y volvi a Santiago de Cuba como asesor de la Intendencia de esa ciudad.
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La Anexin de Santo Domingo a Espaa, liderada por Pedro Santana, fue defendida en el marco intelectual y poltico por Francisco Muoz del Monte. Este ltimo deja clara toda su estrategia cuando seala (refirindose a la compra de la baha de Saman por parte de Estados Unidos y la posible invasin de Hait por la frontera dominicana):
Espaa no puede aceptar las dos primeras soluciones: porque la primera es una amenaza a sus posiciones de Cuba y Puerto Rico, cuya organizacin social se funda en la servidumbre personal de la raza africana, y la segunda porque librara aquellas codiciadas Islas, y con especialidad la de Cuba, a merced de la devorante concupiscencia y rabia anexionista de los Estados Unidos.4
En esa misma tnica deja plasmada su teora de otorgar a Espaa la maternidad originaria de Hispanoamrica, conforme a sus artculos publicados en la Revista Espaola de Ambos Mundos en 1853:
La raza ibera no dar por un plato de lentejas a la hermana menor su noble derecho de primogenitura en el nuevo mundo. El Derecho materno daba a Espaa primaca y la defensa natural contra Estados Unidos.5
A pesar de su posicin anexionista en el caso dominicano, en Cuba en 1836 ser portador de ideas liberales. Incluso, fue el compositor de la estrofa con que se inicia y termina el Himno a las milicias nacionales de Santiago de Cuba, la cual encierra un alto sentimiento de libertad. Dice as:
A las armas volad, nacionales a las armas de nuevo volad;
4
Olga Portuondo, Un liberal cubano en la corte de Isabel II, La Habana, 2002, pp. 6, 8-9, 11, 59 y 75. Ibdem, p. 102.
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Grajales y Maceo
En ese contexto, en los albores del siglo xix llega a Santiago de Cuba, procedente de Santo Domingo, el matrimonio formado por Jos Grajales y Teresa Cuello, a quienes el 26 de junio de 1808 les nace una hija que llevara por nombre Mariana Grajales y Cuello. Este acontecimiento vuelve a situar a los dominicanos en el protagonismo histrico de la Independencia cubana, como veremos por los hechos que se refieren. Aunque el destino principal elegido por los emigrantes de la poca era Cuba, muchos no lograron llegar all, y en ocasiones lo hacan despus de estar provisionalmente en otros pases, debido a la existencia de la real cdula de 1817 que prohiba la entrada a Cuba de gente de color. Sin embargo, algunos consiguieron establecerse all, como fue el caso de Marcos Maceo, un soldado que haba peleado contra las fuerzas libertadoras en Venezuela. Maceo lleg con sus hermanos y su madre, Clara Maceo, procedente de Santo Domingo y se radicaron en Santiago de Cuba. Mariana Grajales, quien haba enviudado de su primer matrimonio, se une a Marcos Maceo, quien tena varios hijos de su primera pareja, entre ellos Antonio Maceo Tllez (quien alcanz el rango de teniente coronel del Ejrcito Libertador y muri en la Guerra de los Diez Aos). El 14 de junio de 1845, los Maceo Grajales tuvieron un hijo, a quien llamaron Antonio de la Caridad, nieto de dominicanos, quien se convertira en uno de los ms prominentes libertadores de Cuba. (Ntese la casi similitud de nombres entre los medio hermanos Antonio Maceo Grajales y Antonio Maceo Tllez). El 6 de julio de 1851 Mariana Grajales y Marcos Maceo comparecieron ante el sacerdote catlico don Jos Toms Chamorro
6
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para casarse por la iglesia y legitimar su unin y el nacimiento de sus hijos. El estallido del movimiento por la independencia de Cuba en el 1868 incorpora a los Maceo al Ejrcito Libertador: Antonio Maceo, sus hermanos Justo Rafael, Jos Maceo, su padre Marcos y la insigne Mariana Grajales, quienes abrazaron la causa de la lucha. Al momento en que partan hacia el frente, Mariana exclam frente a un crucifijo:
De rodillas, todos, padres e hijos, delante de Cristo que fue el primer hombre liberal que vino al mundo: juremos liberar a la patria o morir por ella.7
Antonio Maceo Grajales inicia una larga historia en la lucha por la independencia, en la que pas por momentos oprobiosos debido a su condicin de mulato, por la persecucin racista de la poca. Sin embargo, la unin de tres titanes: Calixto Garca, Mximo Gmez y Antonio Maceo Grajales, creaba una muralla de contencin ante la afrenta y la ignominia. En ese trajinar de Maceo, Repblica Dominicana, la patria heredada por la sangre materna, es un destino para la solidaridad con el pueblo cubano. El 12 de octubre de 1879 sale Maceo hacia Hait en procura de ayuda econmica para la Revolucin cubana, donde fue recibido con las ms efusivas y masivas muestras de solidaridad. No obstante, la situacin poltica de Hait era desfavorable para sus amigos liberales y Maceo fue sometido a una frrea persecucin que puso en riesgo su vida, lo que lo oblig a abandonar ese pas. Para esa misma poca, la presencia de Cesreo Guillermo en la presidencia de la Repblica Dominicana, quien se caracterizaba por su posicin conservadora y pro espaola, creaba a Maceo una situacin adversa. No obstante, pronto ocurrieron
7
Jos Luciano Franco, Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, tomo I, La Habana, 1959, pp. 3 y 20.
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en Repblica Dominicana acontecimientos que hicieron variar favorablemente ese panorama. Guillermo fue derrocado y ocup la presidencia el general Gregorio Lupern, ello posibilit que el 11 de febrero de 1880 llegara Maceo a Puerto Plata y se produjera su primer encuentro con el prcer dominicano, en presencia de otros exiliados cubanos. La posicin progresista y revolucionara de Lupern gener una slida amistad entre ellos, en la cual el presidente dominicano dej claro su compromiso de solidaridad con la causa cubana. Conocedores en Espaa de la presencia de Maceo en Santo Domingo, los burcratas peninsulares iniciaron una serie de acciones para exigir su entrega a las autoridades dominicanas; incluso propusieron un intercambio de este por Horacio Bez Gonzlez y Cesreo Guillermo, a lo que Lupern se neg rotundamente. Desde esa poca se desarrolla, adems, una fuerte amistad entre Maceo y el general Ulises Heureaux (Lils), quien, tras la firma del Manifiesto de Montecristi en 1895, y a la sazn presidente de la Repblica, aport 2,000 pesos para el traslado de Jos Mart, Mximo Gmez, el tambin dominicano Marcos del Rosario y otros tres cubanos a Cuba, acontecimiento que acua la famosa frase: Que el Presidente no se entere de lo que est haciendo Lils, pues Espaa es mi esposa y Cuba es mi novia.8 Al poco tiempo del reinicio de la guerra revolucionaria, dirigida por Jos Mart, Mximo Gmez y Antonio Maceo, cae el Apstol cubano en Dos Ros. Al ao siguiente, el 7 de diciembre de 1896, Maceo muri rodeado de dominicanos. A las dos de la tarde de ese da haba mandado a llamar al coronel dominicano Rodolfo Bergs, para coordinar las acciones contra los espaoles y le daba una nueva responsabilidad en Oriente; lo nombr, al mismo tiempo, teniente coronel de regimiento de caballera. Panchito Gmez Toro, hijo de Mximo Gmez y ahijado de Maceo, al enterarse de la muerte, corri al lado de ste y result herido. Antes de suicidarse, escribi a su familia la siguiente nota:
8
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Mam querida Pap, hermanos queridos: Muero en mi puesto, no quiero abandonar el cadver del general Maceo y me quedar con l. Me hirieron en dos partes. Y por no caer en manos del enemigo, me suicido. Lo hago con mucho gusto por la libertad de Cuba. Adis seres queridos, los amar mucho en la otra vida como en esta. En Santo Domingo, srvase, amigo o enemigo, mandar este papel de un muerto.9
9 10
Ral Aparicio, Hombrada de Antonio Maceo, La Habana, 2001, p. 4. Vase para sus actividades en Santo Domingo y Cuba: Manuel de Jess de Pea y Reynoso, Escritos selectos, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, 2006.
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1847 Doa Margarita L. Bruma Antonio Lemestre Jeremas Juan Baut Urea 1865 Ernesto Gir y Thomas Doa Encarnacin Savin Eduardo Petitn Don Jos lvarez Soto Don Francisco Tavrez Don Joaqun lvarez Soto Doa Mara Francisca Menar Doa Antonia Borins de Rive
dem dem dem Libertad esclavos dem dem dem dem dem Venta de esclava dem
392 393 393 547 295 295 115 115 115 115 115
2822286V 128V0 231V 130 86-86-V87 96-97 760 161 760 150 319
Como se observa en la tabla anterior hay en dichos actos notariales, adems de ventas de esclavos, muchos casos de libertad, concedidas a travs del pago de su valor hecho por los esclavos o por pura liberalidad de los dueos; de cualquier modo, esto indica que ya se iban apropiando del nuevo paradigma antiesclavista.
CaPtulo 3
La incorporacin de Santo Domingo a Espaa qued sellada en marzo de 1861, financiada desde el principio por Cuba. Numerosos funcionarios procedentes de Cuba y Puerto Rico llegaron a la antigua Repblica Dominicana estimulados por la promesa de que se implementaran reformas que les daran participacin y animados mayoritariamente por la intencin de apropiarse de las riquezas criollas. La Anexin nunca fue aceptada por los dominicanos y en 1863 ya era evidente la existencia del movimiento restaurador. En febrero de ese mismo ao se hizo un envo de hombres y armas desde Santiago de Cuba a Puerto Plata. Estados Unidos aprovech la situacin y se rumor que envi armas para la insurreccin, apoyo que fue confirmado en comunicacin que remiti desde Washington el representante de Espaa en la capital norteamericana, al Capitn General de la isla de Cuba. La lucha contra la Anexin sigui en ascenso, por lo cual el 13 de mayo de 1863 sale de Santiago de Cuba hacia Montecristi una expedicin de 20,000 hombres, quienes tomaron la ciudad, pero no eliminaron los conatos de insurreccin por todo el pas. En Cuba los hospitales estaban llenos de heridos y enfermos, pertenecientes al ejrcito de ocupacin, pero ste no era el nico precio; desde el principio Cuba financi la empresa
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anexionista y en la medida que se fortaleci la lucha por la nueva independencia quisqueyana, los costos fueron mayores.1 Tras el triunfo del movimiento restaurador, mediante real orden de fecha 15 de abril de 1865, se determin oficialmente el retiro de las tropas anexionistas y se derogaba el decreto-ley de incorporacin de Santo Domingo a Espaa.
migRacin libeRadoRa
El 15 de julio de 1865 sali de Las Calderas, Ban, el vapor Pizarro con miembros de las milicias anexionistas y sus familiares, entre los que se encontraban Mximo Gmez y sus dos hermanas (Dominga Regina y Mara de Jess), el coronel Santiago Prez y su esposa Mara Juliana (hermana de Gmez), el mariscal Eusebio Puello, Jos Valera, los Ypez y los Chalas. Los ltimos se radicaron en la zona de Santiago de Cuba. En La Habana ya haban fijado residencia otros emigrantes dominicanos, como el general Miguel de Lavastida y Epifanio Billini, quienes jugaron un papel protagnico en los aprestos anexionistas, as como el comandante Francisco Vega Varela, natural de
1
El Imperio espaol antillano. Una memoria de 90 aos, revista Del Caribe, Nm. 42 (Santiago de Cuba), 2003, p. 38.
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Puerto Plata e hijo legtimo de los dominicanos Marcelino Vega y Julia Varela (en 1898, en el campamento de Muela Quieta, se le autorizara a publicar el primer peridico de informacin sobre la guerra: El Manat). Adems de los miembros de la reserva, centenares de dominicanos opuestos a la solucin nacionalista, emigraron a Cuba. Sin embargo, al conocer los horrores de la esclavitud que se padeca all, se identificaron con la lucha del pueblo cubano. En breve, encabezados por Mximo Gmez, se incorporaron a la lucha independentista jugando la mayora de ellos un papel protagnico, fruto de la experiencia acumulada en su pas, en especial, de los conocimientos que tenan de los mtodos de lucha de los espaoles. El impacto de la Guerra de la Restauracin dominicana y el aporte de la experiencia de los militares dominicanos incidi positivamente en el fortalecimiento de la conciencia independentista en Cuba. Calixto Garca, destacado dirigente de la lucha por la Independencia cubana, en una de sus proclamas a los cubanos afirm:
Antes de mucho, veris el final de la obra que empez con el cobarde abandono de Santo Domingo, seguir con el de Cuba y concluir con el de Puerto Rico, ltimo baluarte de la tirana goda en Amrica.2
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nace su primera hija, Mara de la Concepcin Luca y, luego, Jos Martn iguez Landn, en 1821. A Mara de la Concepcin Luca iguez Landn se le concert un matrimonio, con solo 16 aos de edad, con don Ramn Garca Gonzlez. De esta unin nacieron ocho hijos, entre los que se encuentra el hroe de la Independencia cubana, Calixto Garca iguez. Unida a una familia ligada al comercio, Luca iguez se vincul estrechamente a dicha actividad, despus de varias separaciones de su esposo, que culminaron con la separacin definitiva. Duea de una fortuna, abandon sus comodidades para acompaar a su hijo Calixto Garca a la Guerra de Independencia de Cuba, a quien dio poder para que reclamara sus bienes a su padre.
Manzanillo Comandante Mximo Gmez Bez General de brigada Dionisio Gil de la Rosa3 Capitn Juan Gmez Capitn Carlos de Soto Subteniente Ignacio Daz Capitn Luis Marcano lvarez Capitn Flix Marcano lvarez Capitn Francisco Marcano Mariscal Modesto Daz lvarez Brigadier Francisco Javier Heredia Coronel Manuel Javier Heredia Coronel Manuel Frmeta
3
Asistente del generalsimo Mximo Gmez. Seguridad de Jos Mart en sus visitas a Santo Domingo. En el Malecn de Cienfuegos existe un monumento a su memoria, erigido por suscripcin popular.
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Teniente coronel Toribio Llpez Teniente coronel Santiago Prez Comandante Rufino Martnez La Habana Teniente coronel Jos Puello y Ezquerra Capitn Rosendo Prebot Capitn Joaqun Puello Mayar Teniente coronel Carlos Destroje Comandante Juan Jos Cruz Capitn Domingo Ramrez Capitn Manuel de Regla Crdenas Subteniente Victoriano Garca Escarfullery En otros lugares de Cuba Mariscal de campo Juan Chery Mariscal Romn Franco Comandante Lorenzo Despradel Surez Comandante Leopoldo Ti Comandante Ignacio Daz lvarez Brigadier Jos Vicente Valera Coronel Hiplito Aguiar Coronel Francisco Javier Aristy Teniente coronel Rodolfo Bergs y Tavares Capitn Francisco de Lara Capitn Manuel Mara Tejera Capitn Manuel Quintero Capitn Juan Jimnez Capitn Jacobo Granda Capitn Jos Soler Subteniente Luis Tejeda Subteniente Elizardo Fras
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Subteniente Manuel Mireles Simoni Subteniente Ramn Gonzlez Sargento Mauricio Castro Sargento Lucas Evangelista Daz Sargento 1ro Toms Ramrez Sargento Juan Nepomuceno Pimentel Cabo Pedro Regalado Gmez Cabo 2do Casimiro Pimentel Coronel Chepn Arzeno Coronel Francisco Abreu Licairac Capitn de caballera Francisco Antonio Delgado
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pude dormir aquella noche y me pareca aquel negro uno de los muchos que aprend a amar al lado de mis padres.4
Portador de una conciencia sin fronteras y en actitud de unificar su rebelin contra la discriminacin y opresin racial con su oposicin a la opresin social y poltica, contando con el acompaamiento de los dems dominicanos que junto a l arribaron a Cuba, Mximo Gmez estaba llamado a jugar un rol protagnico en la guerra por la Independencia cubana, que lo inmortaliz y elev a la cima de los libertadores. La respuesta de la Conferencia de la Junta de Informacin, abierta el 30 de octubre de 1866, mediante la cual Espaa aceptaba discutir la solicitud de reformas planteadas por los terratenientes cubanos, se resume en: 1. La resolucin de que mantendra la esclavitud; 2. El establecimiento de un impuesto de 10% sobre utilidades de toda riqueza en la isla, sin suprimir los derechos de aduanas y sin conceder la libertad de comercio; estas decisiones fueron inadmisibles para los sectores polticamente ms avanzados de los terratenientes cubanos.
4
Dictado por Gmez a Fermn Valdz Domnguez en Minas Camazn,15 de agosto de 1896. Texto fotocopiado en la Biblioteca de la iglesia de la Santsima Trinidad en Santiago de Cuba, fol. 31. Ibdem, fol. 32.
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Carlos Manuel de Cspedes, progresista terrateniente cubano, vigilado muy de cerca por los espaoles y partcipe de la conspiracin por la independencia, liber sus esclavos el 10 de octubre de 1868 e inici la guerra bajo la consigna de Independencia o Muerte, parti luego al condado de Yara, el 11 de octubre, donde se libr un cruento enfrentamiento con las tropas espaolas. Producida la dispersin, en respuesta al desaliento de uno de sus soldados, que sealaba: Todo se ha perdido, Cspedes expres: An quedamos doce hombres, bastan para hacer la independencia de Cuba. No eran doce, all estaban los dominicanos. El 12 de octubre, Luis Marcano, oficial dominicano, asista con decenas de compatriotas a incorporarse a las fuerzas insurrectas.6 Cspedes, reconoci la experiencia de los dominicanos, los design con grados que significaban una alta responsabilidad y confianza. De inmediato nombr teniente general a Luis Marcano; a Modesto Daz, el brillante militar que dirigi el combate en la Plaza de Armas de Bayamo, lo design brigadier grado que tena originalmente en el Ejrcito dominicano y a Mximo Gmez quien el 16 de octubre haba ingresado al Ejrcito Libertador con el grado de sargento lo ascendi a general. Para esos hombres, la patria estaba cobijada bajo el Sol. No importaron las fronteras, los mares, la distancia ni el tiempo que los separaba de la isla que los vio nacer; la Independencia de Cuba era la independencia de la patria. Entre ellos, Mximo Gmez se convirti en el smbolo de la fraternidad de dos pueblos en su lucha por la misma causa: la independencia y la libertad. Es por esto que, al tratar la presencia de los dominicanos en Cuba, sin pretender hacer una reproduccin del diario de combate de Gmez, se necesita ocupar muchas pginas y tratar por lo menos los acontecimientos ms relevantes en el proceso de lucha
6
Direccin Poltica de las FARC (DPFARC), Historia de Cuba, 2 edicin, La Habana, 1968, pp.167 y 170.
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por la independencia, pues en sus primeras guerras encontraremos la participacin de numerosos dominicanos y, de manera protagnica, la del veterano machete del generalsimo. Desde el principio, el entrenamiento y la organizacin de las tropas mambisas contaron con la experiencia de los militares dominicanos Modesto Daz y Luis Marcano, quienes indujeron al uso del machete. Ms adelante, en noviembre de 1868, Mximo Gmez saldra vencedor en el combate de Tienda de Pino, en lo que se bautiz como la carga del machete. Fue el nico militar que ocup la direccin de los cuatro departamentos castrenses, participando al frente de sus tropas. En los acontecimientos ms relevantes de la guerra, como fueron: la toma de Bayamo, la posicin de jefe de divisin de Santiago de Cuba y el incendio de Cienfuegos, ciudad que haba sido ocupada por lo espaoles. Para 1876, la guerra llevaba ocho aos y empezaban acuciantes problemas econmicos y de abastecimiento, a lo que se sum otro que tom fuerza descomunal en las tropas cubanas: se trataba del regionalismo de los departamentos, forma organizacional con que se ejerca el mando militar, la cual se expresaba con mayor vigor en Las Villas. Fue a la luz de esta situacin que el general Mximo Gmez decidi relevar sus jefes militares de Camagey y Oriente por oficiales de Las Villas, con el fin de neutralizar la conducta divisionista que provocaba el regionalismo expresado. Este problema lleg a su clmax cuando Carlos Roloff, quien acababa de asumir el mando de una divisin, en una clara expresin de ambicin y localismo, el 1 de octubre de 1876 le expres a Gmez que algunos jefes villareos crean inconveniente que l continuara al frente de Las Villas y aclamaban a Roloff para sustituirlo en el cargo. Como era de esperarse, dada la dignidad de Gmez sin mediar palabras le hizo entrega del mando. En 1877 la situacin de deterioro creciente, las contradicciones y la falta de apoyo logstico tan elemental como ropas,
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calzados y alimentos para las tropas haban minado considerablemente su capacidad combativa. De otro lado, la guerra haba costado a Espaa 80,000 muertos, por lo que en ambos bandos exista la conviccin de la necesidad que haba de ponerle fin, lo que se obtuvo mediante la firma del documento conocido como Paz del Zanjn, llamado as por llevarse a cabo en el campamento militar espaol del Zanjn.
CaPtulo 4
DPFARC, Historia militar de Cuba hasta el siglo xx, La Habana, 1962, p. 114.
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Un inmenso sentimiento de amor por la patria y por su madre queda plasmado en su Diario de campaa:
Con estas convicciones pens en abrazar, en estos das, a los mos y descansar en el seno de esas purezas A las cuatro de la tarde, hemos dado vista a las dos antillas: Santo Domingo y Cuba, los dos pedazos de tierra de mis sueos. En la primera dej mi cuna y quin sabe si en la segunda tendr mi sepultura. En la primera recib el primer beso del amor ms puro. En la segunda recib el ltimo. All le di el ltimo beso a mi madre.2
Manifiesto de Montecristi
A finales de 1894, el plan inicial de la insurreccin inclua la expedicin Fernandina, la cual contaba con tres embarcaciones que iban cargadas de pertrechos militares y tena la misin de recoger los jefes militares en diferentes lugares, entre los que se encontraban Antonio Maceo y Mximo Gmez. La expedicin no se realiz porque fue delatada a las autoridades de Estados Unidos, interesadas en que Cuba pasara de manos de Espaa a la dominacin estadounidense. Cuando Mart inform del fracaso de la expedicin a Gmez, quien se encontraba en Montecristi, este le contest:
No se preocupe usted, por cualquier medio estoy dispuesto a que llevemos la libertad a Cuba, sin otras armas que las que podamos arrebatar a los mismos soldados espaoles.3
El 24 de febrero de 1895 se produjo el alzamiento contra el poder colonial espaol. El 25 de marzo de 1895 Jos Mart y Mximo Gmez firmaron en Repblica Dominicana el Manifiesto
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de Montecristi, dirigido al pueblo cubano, el que contena el programa y las tareas centrales de la Revolucin en Cuba. El 11 de abril ambos desembarcaron en Playitas de Cajobabo, al suroeste cubano; llegaron a Baracoa y all Gmez (electo general en jefe del Ejrcito Libertador por los otros altos oficiales) present a Mart como mayor general, adems de lder poltico de la revolucin. Juntos continuaron hasta el 19 de mayo cuando el Apstol cay abatido por una bala espaola en la localidad de Dos Ros. Mximo Gmez sigui con su indomable espritu de combate. Su llegada a Camagey, donde haba oposicin a la revolucin, convenci a la juventud para integrarse; en Las Tunas form, en unin del general Jos Mara Capote, una columna de unos doscientos hombres. En la Asamblea Constituyente del 16 de septiembre de 1895 se le design general en jefe y a Antonio Maceo, lugarteniente general. El 29 de noviembre de 1895 una columna de 1,536 soldados se abrazaba a Gmez y Maceo. Al da siguiente, al toque de 30 cornetas, el presidente Salvador Cisneros Betancourt pasaba revista a las fuerzas de la repblica en armas con todos los miembros del gobierno, con Mximo Gmez a su derecha y Antonio Maceo a su izquierda. All, el generalsimo pronunci una extraordinaria arenga, la cual inici con estas palabras:
Soldados: la guerra empieza ahora. La guerra dura y despiadada. Los pusilnimes tendrn que renunciar a ella: solo los fuertes y los intrpidos podrn soportarla4
A partir de ese momento, la pareja indomable Gmez-Maceo continu su camino hacia la gloria: Las Villas, Cienfuegos y Matanzas, entre otros escenarios de grandes batallas. La derrota y posterior salida de Arsenio Martnez Campos de Cuba, hasta entonces gobernador de la isla, acerc la victoria del Ejrcito mamb. El 22 de enero de 1896 terminaba una
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larga jornada de lucha con la llegada de Maceo a Manta. Por otra parte, Espaa quera evitar la guerra con los Estados Unidos y estos esperaban que las condiciones en Cuba ofrecieran la oportunidad para intervenir. En marzo de 1898, el Congreso de los Estados Unidos adopt una resolucin para inmiscuirse en los asuntos cubanos. El 22 de abril lleg la primera escuadra norteamericana y bloque el puerto de La Habana. El 3 de julio ocurri el hundimiento de la escuadra espaola cuando entraba a la boca del puerto de Santiago. Al mismo tiempo se desarroll la guerra terrestre y el 16 se produjo la rendicin de Santiago de Cuba. El 12 de agosto se firm el protocolo del armisticio. El 10 de diciembre se firmaba el Tratado de Pars, el cual desconoca a los cubanos y sus instituciones. En el primer artculo, Espaa renunciaba a todo derecho de soberana y propiedad sobre Cuba. Al finalizar la guerra, el generalsimo Mximo Gmez fij su campamento en los alrededores de la ciudad de Remedios y redact una proclama en la que expresaba su preocupacin por la forma en que entraban a ejercer nuestros aliados tcticos la dominacin de la isla, a la que consideraba ni libre, ni independiente todava.5 Los Estados Unidos estaban convencidos de la necesidad de apartar al general Mximo Gmez del resto de las fuerzas revolucionarias. Para esto enviaron a Cuba a Mr. Robert Porter, representante personal del presidente William McKinley, para plantearle, entre otras cosas, que deba trasladarse de Remedios a la Capital, aceptar el desarme y disolver el Ejrcito Libertador, a cambio de la ddiva de tres millones de pesos. La Asamblea de Representantes acept la propuesta de disolucin, pero consideraba necesaria una mayor cantidad de dinero. Fue en ese momento donde se produjo el rompimiento definitivo entre Mximo Gmez y la Asamblea, la cual el 11 de marzo de 1899 aprueba una mocin para destituirlo del cargo.
5
Jorge Ibarra Cuesta, Mximo Gmez frente al imperio (1895-1905), La Habana, 2000, p. 13.
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Brot entonces un fuerte y amplio movimiento de apoyo al general y la Asamblea que ya haba sido desconocida por los norteamericanos cuando le impidieron acompaar el cadver de Calixto Garca fue forzada a disolverse el 4 de abril de 1899. En una carta a su hija Mara, de 17 de enero de 1899, Gmez expresaba:
Mi querida hija Mara, parece que la gente no sabe que Cuba no es libre; no hemos hecho ms que cambiar de amo, despus de tanta sangre derramada y tantas lgrimas [], la verdad es que como t y yo no aceptamos, ni aunque sea por un momento, la tutela impuesta, as habr mucho carcter libre y espritu ilustrado que piense y sienta como nosotros.6
De acuerdo con lo establecido por la Constitucin de la Repblica, el Gobierno deba ser electo. Mximo Gmez fue visto como el candidato presidencial con ms popularidad y mejores condiciones morales. Su notoriedad y respeto eran tales que la Asamblea Constituyente incluy en la Constitucin una excepcin, mediante la cual un extranjero que hubiera permanecido en las filas del Ejrcito Libertador por diez aos poda ser candidato a la Presidencia. Sin embargo, Gmez se neg rotundamente a aceptar la postulacin a presidente o cualquier cargo en el Gobierno. La revista ilustrada El Fgaro celebraba un certamen semanal entre
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los electores. En el realizado en la ltima semana de agosto de 1899, cuando todava los partidos no haban nominado candidatos, los resultados fueron los siguientes:8
Mximo Gmez Estrada Palma Bartolom Mas Luis Estvez Rius Rivera Salvador Cisneros A. Rodrguez Rafael Montoso M. Sanguily Enrique J. Varona Diego Tamayo Fidel Pierra Juan Gualberto Gmez A. S. Bustamante R. M. Merchn Gonzalo de Quezada Mndez Capote Jos Lacret Q. Banderas Giberga
2,023 510 460 275 214 208 104 102 102 100 69 58 56 49 34 33 20 15 7 4
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propuestas amparadas en el derecho a una vida digna para sus nacionales. Estos fenmenos causaron el traslado de ciudadanos de una a otra isla, llegando a asumir en Cuba un compromiso que los elev a la categora de hroes nacionales. En todo ese tiempo se crece y magnifica la figura del generalsimo Mximo Gmez, dominicano, smbolo de la solidaridad entre estos dos pueblos, quien hizo suya la patria de Mart en cada una de las batallas por la independencia de Cuba. Obsrvese su presencia protagnica en importantes acontecimientos de los perodos citados.9
1868
16 de octubre Mximo Gmez se uni a la revolucin en El Dtil, con el grado de sargento a las rdenes del poeta Jos Joaqun Palma. 4 de noviembre Mximo Gmez encabez la primera carga al machete en Tienda del Pino, camino de Santiago de Cuba a Bayamo. 8 de diciembre Los cubanos, bajo la direccin de Mximo Gmez, tomaron nuevamente el pueblo de El Cobre.
1871
1ro de julio Mximo Gmez inici la invasin de Guantnamo, con la quema de cafetales y la liberacin de esclavos.
Empresa de Telecomunicaciones de Cuba. Agenda 2004. (Datos aportados por la Oficina del Programa Martiano; director: Armando Hart Dvalos), pp. 3-5.
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1872
3 de enero Mximo Gmez y Calixto Garca atacaron y tomaron el pueblo de Guiza.
1873
9 de julio El general Mximo Gmez se hizo cargo de las fuerzas camageyanas a la cada en combate de Ignacio Agramonte.
1874
10 de febrero Mximo Gmez combati victoriosamente en Camagey.
1875
6 de enero Mximo Gmez cruz la trocha de Jcaro a Morn e inici la invasin a Las Villas.
1878
18 de febrero Entrevista en Asiento de Piloto Arriba entre Mximo Gmez y Antonio Maceo, en la cual este ltimo le manifest su intencin de continuar la lucha independentista a pesar del Pacto del Zanjn. 7 de marzo Mximo Gmez abandon Cuba y parti hacia Jamaica.
1884
30 de marzo Mximo Gmez elabor en San Pedro de Sula, Honduras, el programa para continuar la lucha por la libertad de Cuba.
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2 de agosto Mximo Gmez y Antonio Maceo salieron de Honduras hacia Estados Unidos para hacer contactos con otros cubanos, entre ellos Jos Mart.
1895
25 de marzo Mximo Gmez y Jos Mart firmaron el Manifiesto de Montecristi en la ciudad del mismo nombre, en Repblica Dominicana, en el cual explicaron los propsitos de la Guerra de Independencia de Cuba. 11 de abril Mximo Gmez y Jos Mart llegaron a Cuba, por Playitas de Cajobabo, al suroeste cubano.
1896
4 de enero Mximo Gmez y Maceo tomaron el pueblo de Gira de Melena. Fue incendiado el pueblo de Cayajaboa. El general Jos Lacret incendi el casero de Itabo en Cienfuegos. 6 de enero Mximo Gmez y Maceo se apoderaron de los pueblos de Vereda Nueva, Caimito del Guayabal y Hoyo Colorado en las cercanas de La Habana. 10 de marzo Conferencia entre Gmez y Maceo en el campamento de Galen para discutir la marcha de la guerra. 9 y 11 de junio Mximo Gmez y sus fuerzas se enfrentaron exitosamente a una columna enemiga de 2,000 hombres.
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12 de julio Por orden de Mximo Gmez se levant en Dos Ros un monumento de piedra en honor a Jos Mart. 20 de agosto Mximo Gmez y Calixto Garca atacaron y destruyeron el Fuerte Loma del Hierro. Aos despus, el generalsimo Gmez hizo un recorrido con su familia por varios pueblos, hasta Santiago de Cuba, donde fue recibido como hroe. Retirado en su lecho, por la noche se sinti mal y mand llamar a su entraable amigo el doctor Francisco Henrquez y Carvajal. Fue trasladado de Santiago a La Habana, y muri el 17 de junio de 1905 en la Quinta del Vedado, tras recibir la visita del presidente Estrada Palma. Su cadver fue cargado por sus cuatro hijos, adems de una representacin de los dominicanos en Cuba, encabezados por el encargado de negocios en ese pas, seor Prez Romn, as como el general Francisco Effres, el doctor Francisco Henrquez y Carvajal y el comandante Lorenzo Despradel.
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En crculo 1, Marcos del Rosario, quien acompa a Mximo Gmez y Jos Mart en el viaje a Montecristi. En el crculo 2, el comandante Lorenzo Despradel (Mulley), asistnte de Mximo Gmez en las luchas libertarias de Cuba.
CaPtulo 5
En la tercera dcada del siglo xx, se abri una nueva etapa en la lucha por la libertad de Cuba, surgieron otros actores, entre los que se encuentra el joven cubano Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba, smbolo de la juventud y nieto del patricio dominicano Matas Ramn Mella. En 1875, en pleno desarrollo de la Guerra de los Diez Aos, arrib a Cuba, exactamente a la ciudad de Coln, en Matanzas, don Nicanor Mella Brea, natural de Puerto Plata, Repblica Dominicana, y casado con Mara Mercedes Bermdez, nacida en la misma ciudad. Nicanor, quien se establece en La Habana, era hijo de Matas Ramn Mella (fundador de nuestra Repblica, junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Snchez) y fue el padre de Julio Antonio Mella, uno de los ms destacados jvenes cubanos de su poca, hroe por la libertad de su pas. Don Nicanor tuvo seis hijas con su esposa: Celia, Isabel Mara, Josefina, Luisa Anastasia, Leocadia y Juliana; las dos ltimas murieron a los 9 y 12 das de nacidas, respectivamente. Procre otros dos vstagos en una relacin paralela que tuvo con la seora Mara Magdalena McPortland: Cecilio y Julio Antonio Mella. Tuvo otro hijo con la seora Andrea Betancourt, llamado Enrique Betancourt. La excelente relacin entre Julio Antonio Mella y su padre desarroll tambin un inmenso cario y respeto por su abuelo,
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Matas Ramn Mella, y la unidad hispanoamericana, lo que queda expresado en las crnicas:
Largos anlisis de mi yo para descubrir esta vocacin, cerciorarme de ella con rememoraciones de mi niez, conocimiento de mis antepasados, etc., me han demostrado que mi vocacin es la ciencia de la guerra Y as he heredado de mi padre ciertas buenas cualidades, tales como el recto sentido del honor, la compasin por los dems, sentimiento este que siento como muere; defecto o quizs solamente una virtud de la naturaleza y un vicio de la moral humana, el defecto o lo que sea que voy a nombrar, la sensualidad sexual, deseo este que hace aos trato de ahogar sin haber podido triunfar jams, y eso que no abuso de l, no, solo que en mi locura de servir a la mentalidad y a la fuerza corprea pretendo ser casi un casto, pero como esto es un crimen contra la naturaleza, creo que jams triunfar. Pues bien, as como he heredado estas cualidades o pasiones, no PodRa haBeR heRedado de mi aBuelo, el militaR, su amoR PoR la gueRRa? Si la herencia es una ley, creo que siempre o casi siempre se cumplir. Por todo esto queda resuelto que he naCido PaRa seR un militaR.1
Luego agrega:
Ver unidas a las repblicas hispanoamericanas para verlas fuertes, para verlas respetadas, dominadoras de la libertad He all mi ideal2
Adys Cupull y Froiln Gonzlez, Hasta que llegue el tiempo, La Habana, 1999, p. 141. (El subrayado en versales es nuestro, RBP e YP). A. Cupull y F. Gonzlez, Hasta que llegue..., p. 142.
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falleci en la calle de avenida de Blgica y Almendares a consecuencia de nefritis crnica segn certificado del doctor: V. Vilthop y remitido de la parroquia de San Agustn con licencia del seor Juez Municipal de Marianao (1 / Expediente Nm. 8780) Mercedes Bermdez Adulto Fue exhumado el 28 de diciembre de 1928, colocado en el Nm. 7 de Cruz de Orden, osario de Isabel Mella. En 27 de octubre de mil novecientos quince se dio sepultura en este cementerio de Coln en el cuartel bveda nmero 762 de Nicanor Mella, Mercedes Bermdez Ferreiras, natural de Puerto Plata, de sesenta y ocho aos de edad, casada, falleci en la calle Aguacate nmero quince, a consecuencia de arterioesclerosis, segn certificacin del doctor Roberto Chomat y remitido a la parroquia del ngel con licencia del seor Juez Municipal del Este. (Expediente Nm. 1844).3
Hay un pasaje de esta historia que se escapa de la escena de la guerra al mbito cultural y que es refrescante mencionar. Julio Antonio Mella y su hermano tuvieron por nodriza a una hermosa mujer de nombre Longina OFarril, en quien se inspir el afamado compositor cubano Manuel Corona para crear la antolgica cancin Longina, cuyas letras la retratan:
Por ese cuerpo orlado de belleza tus ojos soadores y tu rostro angelical por esa boca de concha nacarada tu mirada imperiosa y tu andar seoril. Te comparo con una santa diosa Longina seductora cual flor primaveral
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ofrendndote con notas de mi lira, con fibras de mi alma, tu encanto juvenil.4 (1916)
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Margarita Pall Mella Ramn Mella Santapu Carmen Mella Fuentes Graciela Mella Cecilia McPortland (madre de Julio Antonio Mella) Cecilio Mella McPortland Julio Antonio Mella Oliva Saldvar Freyre (esposa de Julio Antonio Mella) Natasha Mella Saldvar Ileana de la Torriente Mella Jos Ramn Mella
CaPtulo 6
Los inicios del siglo xx encontraron a la Repblica Dominicana en medio de la prolongacin de una aguda crisis social, poltica y econmica. De 1882 a 1884 asumi Ulises Heureaux (Lils) su primer mandato como presidente de la Repblica. Alcanz nuevamente el poder desde1886 hasta 1899, ao en que fue ajusticiado. Su tirana se distingui por el gasto de considerables sumas de dinero para enfrentar los constantes levantamientos en su contra, lo que le llev a la bsqueda de recursos econmicos externos, los cuales obtuvo en condiciones onerosas para el pas. La nacin estaba presionada por una descomunal deuda, ahogada econmicamente por los compromisos contrados por el presidente Heureaux, entre ellos un emprstito de la empresa belga Westerndorp por 770,000 libras esterlinas a un 6% de inters anual pagadero en 30 aos. Las condiciones impuestas daban a la compaa extranjera el control de los ingresos del pas, el derecho absoluto de la empresa belga de nombrar los agentes fiscales recaudadores y la hipoteca de las rentas aduaneras. Desaparecido Lils, le sucedi una Junta Popular que rpidamente dio paso al gobierno provisional encabezado por Horacio Vsquez, que en pocos das llam a elecciones. En ellas resultaron electos Juan Isidro Jimenes y Horacio Vsquez, como presidente y vicepresidente, respectivamente, quienes tomaron
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posesin de sus cargos en noviembre de 1899. En marzo de 1902 una asonada organizada por el vicepresidente Vsquez derroc al presidente Jimenes. El 23 de marzo de 1903 un contragolpe dio inicio a la guerra civil; hubo violentos enfrentamientos entre los revolucionarios con las tropas gubernamentales. El 18 de abril Vsquez decidi renunciar a la Presidencia y retirarse a Santiago de los Caballeros. Qu sucedi con Horacio Vsquez, hacia donde se dirigi? Veamos: Siete das despus de su renuncia como presidente de la Repblica Dominicana, se encamin a Cuba. Frente a cada acontecimiento poltico en que dominicanos y cubanos se vieron obligados a buscar apoyo en otras tierras, la dispora se dirige a la otra isla. Hurgando en el Archivo de Santiago de Cuba, encontramos el siguiente historial de la llegada de Horacio Vzquez.
Archivo Histrico de Santiago de Cuba, fondo Inmigracin, legajo 70, expediente 23.
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Guantnamo, 25 de abril Gobernador civil Santiago Horacio Vsquez ex presidente dominicano ha llegado a este puerto acompaado de algunos empleados de su gobierno buscando hospitalidad playas cubanas Guantnamo declara no haber ingerencia otras naciones al dejar su gobierno desea desembarcar. Urge contestacin daz Capitn puerto
Habana, 26 de abril Gobernador provincial Santiago Procure informar si vapor Presidente y pasajeros quedarn en Guantnamo o a dnde piensan dirigirse avisndome de cuantos informes adquiera acerca del destino del barco, especialmente recomendando autoridades aquel puerto impidan embarque el vapor pertrechos de guerra. YeRo
Guantnamo, 27 de abril Gobernador civil Cuba De momento Vsquez fija residencia aqu y ordena comandante crucero Independencia se dirija a esa ciudad y lo ponga a disposicin Cnsul Repblica Dominicana al desembarcar h. medRano Alcalde
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Guantnamo, 27 de abril Gobernador civil provincial Santiago Aqu no tengo buque de guerra, no fortalezas hasta ahora vapor de guerra est en puerto urge resuelva llevarlo a Santiago bajo custodia autoridades de esta aduana para salvar responsabilidad PedRo daz
Guantnamo, 27 de abril Gobernador provincial Santiago No existiendo declarado oficialmente estado de guerra en Repblica Dominicana no hay inconveniente desembarco Horacio Vsquez y dems personas, cumplindose por ellos y buque que los transporta leyes aduana y sanidad estn en rigor. PedRo daz
25 de julio C. P. y gobernacin Seor Cnsul de la Repblica Dominicana Ciudad Seor: Este gobierno espera merecer de usted se digne manifestarle la resolucin que haya tomado con respecto a la cuenta de gastos hechos en Guantnamo por los tripulantes del crucero dominicano titulado Presidente, a fin de poder contestar a la alcalda municipal de Guantnamo, quien recuerda el reintegro de la cantidad desembolsada. De Ud. con toda consideracin [...]
CaPtulo 7
La Repblica Dominicana continu generando con sus emigrantes una plyade de hombres y mujeres cuyas races en Cuba hicieron crecer el rbol de la fraternidad. El machete del generalsimo se hizo presente en el arte y la cultura, en una representacin de eminentes intelectuales, entre los que se encontraban Julio E. Ravelo, 1900; Luis Desangles, 1904; el poeta Osvaldo Bazil, 1908; Fernando Abel Henrquez, 1913-1923; Ren B. Lluberes, 1923; Manuel F. Cestero, 1925; Augusto Vega y Ren Fiallo, 1926; Luis Casanova, 1930, y los Henrquez, en diferentes pocas.
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la parte baja de su vivienda en lo que hoy son las casas nmeros 48 y 50 de la calle Padre Billini esquina Hostos en Santo Domingo. A este lugar asisti, entre otros, el insigne educador Eugenio Mara de Hostos, quien estableci con el pintor una hermosa amistad. En su largo batallar por el florecimiento del arte se destac su aporte para el establecimiento de la Academia de Pintura. En 1890 ocup el cargo de director de la Escuela Municipal de Dibujo de Santo Domingo. Sali al destierro deportado por Lils; se estableci en Puerto Rico, donde dej sus huellas en el arte. El 8 de enero de 1896 se le concedi el salvoconducto para regresar al pas. A finales del siglo xix y principio del xx se uni a la tendencia indigenista; se hicieron clebres sus obras Caonabo, Caonabo en prisin, el Arribo de Anacaona y otras de temas costumbristas, histricos y religiosos. En 1902 se estableci en Santiago de Cuba, donde residi por ms de 4 dcadas. All continu su temtica histrica y heroica, hacindose clebre su obra pictrica La invasin de Maceo a Occidente, referida a la heroicidad de Antonio Maceo Grajales, la que le permiti ganar en 1906 la ctedra de dibujo de la Escuela de Bellas Artes. Form parte del Comit Central Pro Santo Domingo, contra la ocupacin militar yanqui de su patria, fundado en Santiago de Cuba el 30 de diciembre de 1918, el cual presida Emilio Bacard. En 1922 fue uno de los ms fervientes organizadores de la Asociacin de Artistas de Oriente y particip en la primera exposicin organizada por esta entidad. En 1939, con 78 aos de edad, tom parte en el Congreso Nacional de Arte Cubano. Se ausent fsicamente de esta vida el 13 de abril de 1940, a las 5 de la tarde, en Santiago de Cuba.
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impacto en los espacios culturales cubanos, no solo en la msica, como veremos ms adelante, sino tambin en otras esferas del arte, muy significativamente en el pictrico. Decenas de artistas plsticos dominicanos asumieron a Cuba como su casa, en la cual desarrollaron la expresin de su arte. Encabezados por el ya mencionado pintor antillano, Luis Desangles, varios se destacaron, entre ellos Juan de la Mata Tejada, el primero en usar la litografa en Cuba, quien se desempe como profesor de dibujo en la escuela San Basilio El Magno. Tambin estuvieron en Cuba Epifanio Billini Hernndez, afamado pintor y fotgrafo; Carlos Federico Isaas Ramrez Guerra, acuarelista; Mara Adriana Engracia Billini, pintora, quien fue directora de Bellas Artes de Cuba, hija de Epifanio Billini. El patrimonio cultural cubano contiene las obras de muchos de estos artistas. Una coleccin de cuadros de Adriana Billini y Jaime Colson se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba y en el Museo Bacard de Santiago de Cuba tambin encontramos sus pinturas.
los henRquez
Los Henrquez representan una familia de intelectuales que, en diferentes etapas y momentos, se diseminaron por el mundo, en ocasiones forzados por las limitaciones que provocaban las convulsas condiciones polticas y sociales y, en otras, por su excelsa actividad. Pero esa presencia estuvo marcada en cada rincn por dos condiciones: una, la frrea y solidaria unidad familiar y, por otra parte, el sentimiento dominicanista y caribeo. Mucho se ha escrito sobre la familia Henrquez; sin embargo, no es posible referirse a Cuba y a la Repblica Dominicana sin resaltar la presencia de los Henrquez. En 1903, lleg a aquella isla Francisco Henrquez y Carvajal, mdico, abogado y escritor, quien adems desarroll una vasta actividad intelectual junto a su hermano Federico Henrquez
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y Carvajal. Este ltimo fue amigo entraable del apstol Jos Mart, quien, al escribirle una carta, considerada su testamento poltico, expresaba el enorme sentimiento de patria que hacia Cuba y Repblica Dominicana sentan los hijos de ambas naciones, cuando seal: Esto es aquello, y va con aquello.1 Este pensamiento de Jos Mart, manifestado en su carta a Federico Henrquez y Carvajal de 1895, qued plasmado en otra que escribi su hermano Francisco Henrquez y Carvajal a su hijo Pedro Henrquez Urea, en 1909, en la que deca:
Por otro lado, parceme que nosotros tendremos que vivir entre Santo Domingo y Cuba. Otro medio ms lejano ya cambia de fisonoma y nos aleja de una vez de nuestra tierra infeliz, a la cual vuelven siempre nuestros ojos y nuestros pasos aunque sea al declinar de la vida.2
Jos Mart, Obras escogidas, tomo III, La Habana, 1980. Arstides Inchustegui y Blanca Delgado Malagn (compiladores), Familia Henrquez Urea: epistolario, tomo I, Santo Domingo, 1994.
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hablar por los delegados norteamericanos presentes, quienes le sugirieron elevar su propuesta a Washington. Por otra parte, parece que el problema de un pas pequeo, distante del gran continente europeo, no era del inters de los all reunidos. De inmediato se dirigi a la cabeza del imperio, lo que unido a la actitud de condena de las naciones latinoamericanas a la intervencin en Repblica Dominicana, quizs temerosas de que el expansionismo de Estados Unidos les alcanzara, provoc el uso de nuevas estrategias para el mantenimiento de las tropas extranjeras en territorio dominicano. Ese mismo ao, los Estados Unidos plantearon la formacin de una junta gubernativa con el supuesto propsito de ayudar a la reorganizacin del pas. La propuesta junta sera integrada por el arzobispo de Santo Domingo, monseor doctor Adolfo A. Nouel, licenciado Jacinto de Castro, doctor Jacinto J. Peynado, el seor Federico Velsquez Hernndez y el doctor Francisco Henrquez y Carvajal, quien (como era de esperarse) no acept formar parte de los planes de los invasores, los mismos que le impidieron asumir la Presidencia de la Repblica.
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la primera escuela de danza moderna. Marion Risk pas a ser parte integrante de los Henrquez Urea, ya que todo el tiempo que residi en Cuba lo hizo en el seno de esta familia. En el Archivo de Santiago de Cuba, legajo 787, encontramos dos documentos de fecha 6 de julio de 1929: uno, relativo a una solicitud de informe a la polica secreta de Santiago de Cuba para la naturalizacin de Camila Henrquez Urea; junto a dicha solicitud, otro documento, el informe de este organismo descargndola de cualquier acusacin de anarquista. En 1932 viaj a Francia, donde curs estudios en la Universidad Sorbona de Pars. De la labor intelectual y social de esta mujer mucho se ha escrito: educadora, hered de su madre y de Eugenio Mara de Hostos un concepto y una prctica educativa igualitaria y para el desarrollo; intelectual capaz de vincular la historia con la funcin cultural, defensora de la cultura y el conocimiento como patrimonio de la humanidad. Tuvo una concepcin que equiparaba al hombre y a la mujer en su capacidad intelectual; fue activista feminista y en esa tesitura asisti como delegada al Congreso Nacional Femenino de 1939 y, dos aos despus, particip en la conferencia que celebr la Federacin General de Mujeres en La Habana la Federacin de Mujeres era una organizacin con representacin de mujeres de Estados Unidos y otros pases de Amrica. Al triunfar la Revolucin cubana se encontraba en Estados Unidos, donde tena una ctedra en la Universidad de Minnesota. Regres a Cuba y se incorpor al proceso de definicin e implantacin del sistema educativo cubano. Es en ese contexto que la escritora Mirta Aguirre expresa sobre Camila:
Pero cuando se marchaban muchos, regres ella; cuando muchos iban a mendigarle al enemigo un lugarcito bajo el Sol, a cambio de retirarle a la patria sus servicios, Camila Henrquez Urea retorn a Cuba, para correr en Cuba la suerte que cupiera a todo nuestro pueblo.3
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Camila Henrquez Urea, Estudios y conferencias (prlogo de Mirta Aguirre), La Habana, 1982, p. 11.
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A esta dominicana que abri las fronteras, cruz los mares y uni los cielos para unir en una sola patria amada las dos islas, Cuba, reconocedora de sus hijos e hijas nacidos dentro y fuera de su tierra, la nombr modelo a imitar, maestra meritsima, en el claustro solemne de la Universidad de La Habana del 21 de diciembre de 1970. El 12 de septiembre de 1972 muri Camila, en Santo Domingo en el lugar donde lleg a la vida, all la devolvi.
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Ante la imposibilidad de su progenitor para ofrecerle los recursos necesarios para subsistir en esa urbe, Pedro se integr al trabajo productivo, lo que le aport una vivencia que contribuy al fortalecimiento de su actitud crtica frente a las condiciones de vida y laborales de los trabajadores en los Estados Unidos. All permaneci hasta 1904, cuando regres a Cuba, donde se reuni con su padre, hermanos y hermana. Arrib en abril de 1904 y empez a trabajar en la casa Silveira y Compaa, empleo que logra por recomendacin de Mximo Gmez. De inmediato se vincul a los crculos intelectuales e inici su cosecha literaria en Santiago con la fundacin de la revista semanal Cuba Literaria. Al mismo tiempo, colaboraba con las revistas La Discusin de La Habana y Cuna de Amrica en Santo Domingo. En 1905 parti hacia Mxico y, al ao siguiente, fund La Revista Crtica, rgano de la Asociacin Literaria Internacional Americana, adems de trabajar en peridicos como El Diario, El Imparcial, El Antirreeleccionista. El 17 de abril de 1910, Pedro Henrquez Urea regres a La Habana; all particip de inmediato en las conferencias del filsofo Enrique Jos Varona y ofreci una en el Ateneo de La Habana. El 22 de junio de 1911 regres a Mxico, donde se encontr con una nacin convulsionada polticamente. En 1914 volvi a Cuba, que siempre fue una estancia donde expandir su acervo intelectual. Durante el corto tiempo que estuvo all en esta ocasin, apenas cuatro meses, trabaj para diferentes medios como el peridico El Fgaro, la Revista Bimestre Cubana, Letras y en Cuba Contempornea. Transcurrido ese tiempo, sus pasos se dirigieron a Washington como corresponsal del Heraldo de Cuba, donde trabaj hasta 1915, dejando la prodigiosa cosecha de cuarenta y seis artculos de fondo. Continu su constante andar, siempre dejando huellas tras su paso por cada pas visitado. En 1933, Pedro, su padre Francisco Henrquez y Carvajal y otros familiares regresan a Cuba, ante las ofensas del tirano
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Trujillo contra ellos. De nuevo Cuba era la madre solcita que recibi el hijo como si nunca hubiera salido del vientre materno. Ese mismo ao el destacado literato regres a Argentina y se incorpor, adems de sus actividades intelectuales, al trabajo docente como profesor de literatura en Universidad Nacional de La Plata. En1941, Pedro Henrquez Urea visit sus parientes en Cuba. Sera la ltima vez que pisara la tierra que lo acogi junto a su familia. Al regresar a Argentina, mientras se diriga a impartir su ctedra, el 11 de mayo de 1946, muri Pedro Henrquez Urea, en el tren que lo transportaba de su casa al lugar de trabajo. Sin duda alguna, nos encontramos ante una familia cuya entrega al arte, la cultura y la sociedad se traspas de generacin en generacin de la misma forma en que sus frutos han traspasado las fronteras de Hispanoamrica y del mundo. Una prctica y una concepcin basadas en la solidaridad y el intercambio familiar, explicado sto en la insercin de sus races en el mundo intelectual en que se desenvolvieron. Basta con echar una ojeada a algunos de los troncos familiares y encontraremos la continuidad de una estirpe de intelectuales de generacin en generacin: Francisco Henrquez y Carvajal, mdico y abogado; Salom Urea de Henrquez, poetisa y educadora. Y ese acervo cultural se extenda a otros miembros de la familia: Nicols Urea de Mendoza, padre de Salom Urea de Henrquez, abogado y poeta; Gregoria Daz de Urea, destacada maestra. El impacto de la presencia de esta honorable familia dominicana, los Henrquez y Carvajal y Henrquez Urea, se manifest en Cuba en la vida social y cultural. Adems del aporte en la educacin, la literatura y el arte, la Repblica Dominicana se honr al contar entre su representacin consular a uno de ellos. En 1923 Fernando Abel Henrquez, hijo de Federico Henrquez y Carvajal se desempe como cnsul de la Repblica Dominicana en Santiago de Cuba.
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Adems del doctor Francisco Henrquez y Carvajal y sus hijos,4 otros miembros de esta distinguida familia vivieron en Cuba, algunos de ellos por razones polticas. De su segundo matrimonio con la cubana Natividad Laurenzn, Francisco Henrquez y Carvajal tuvo cuatro hijos, entre los que se encuentra Cotubanam Henrquez, uno de los fundadores del Partido Revolucionario Dominicano en Cuba.
Andrs L. Mateo, Pedro Henrquez Urea. Vida, errancia y creacin, Santo Domingo, 2002, pp. 17, 23 y 227.
CaPtulo 8
El intercambio cultural entre las dos islas sirvi de base a la conformacin de la identidad de los dos pueblos. La llegada de los esclavos aport nuevos ritmos y danzas rituales, diferentes a las aborgenes, que contribuyeron a un fuerte auge en el desarrollo de la msica religiosa y popular durante la colonia. Posteriormente, dos acontecimientos de profundas races en la expresin musical cubana y dominicana se entrecruzaron para dejar el sello de ambos pases en dos de las ms fuertes expresiones musicales: el son y el bolero.
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Esta es la primera orquesta que registra nuestra historia y, aunque no podemos asegurarlo por falta de datos, puede haber sido la primera orquesta del perodo de la colonizacin espaola. La historicidad de Ma Teodora no ha sido discutida, la han aceptado sin reservas Laureano Fuentes, Alejo Carpentier, Emilio Bacard, el maestro Guillermo Toms, Jos Antonio Portuondo, entre otros. Se sabe, por el testimonio de don Jos Mara de la Torre, que hacia fines del siglo xvi Micaela Gins y Pascual de Ochoa se trasladaron a La Habana, donde formaron un cuarteto. Max Henrquez Urea expresa:
Teodora Gins y su hermana Micaela haban nacido en Santiago de los Caballeros, tocaban vihuela y bandola y se hacan acompaar por otros instrumentos, entre ellos el calabozo. En el ltimo cuarto del siglo xvi, por lo menos antes de 1580, es que las dos hermanas pasaron a Santiago de Cuba y all adquirieron fama. Micaela se traslad despus a La Habana y consta que en esa capital viva en 1598. La tonada Ma Teodora, adems de su lenguaje tpico con expresiones de argot local, encerraba otra novedad, que las hermanas Gins personificaban la influencia musical africana.1
Max Henrquez Urea, Panorama histrico de la literatura dominicana, Ro de Janeiro, 1945, pp. 92-93.
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El investigador cubano Alberto Muguercia ha elaborado recientemente un exhaustivo ensayo, en el cual niega la existencia real de Teodora Gins, calificndola como un mito. Sea cual fuere la tesis demostrada, Ma Teodora es una realidad musical decisiva en la historia musical cubana. Letras de la tonada Ma Teodora:
Donde est la Ma Teodora? Rajando la lea est. Con su palo y su bandola? Rajando la lea est. Donde est que no la veo? Rajando la lea est2
sindo gaRay
El otro acontecimiento musical, que insert a la Repblica Dominicana en el conocimiento y prctica de lo que se perpetuara en el tiempo como una de las ms altas expresiones musicales de los sentimientos humanos, fue el bolero cubano. Como dira un actual pensador sobre el bolero: de Cuba para el mundo, pero fue primero de Cuba a Repblica Dominicana en la voz del emblemtico cubano Sindo Garay. Garay lleg a Quisqueya en 1895, despus de pasar por Juana Mndez, en Hait. Se radic en Dajabn, donde compuso canciones, entre ellas boleros; all conoci al apstol cubano Jos Mart. Cas con una dominicana de Santiago de los Caballeros. En 1900 regres a Cuba, dejando en Repblica Dominicana su bolero, que sigui a la pennsula de Yucatn, Ciudad Mxico y Puerto Rico. En 1901 naci el bolero dominicano en Montecristi. Sindo Garay pase sus acordes por el mundo y la cancin, como voz de las almas enternecidas.
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luis RiveRa
Inici sus estudios de msica, piano y violn desde temprana edad, hasta convertirse en una joya musical en la Repblica Dominicana. Luego de actuar con el tro Mxico Lindo en su tierra, se traslad con sus integrantes a Port-au-Prince, desde donde viajaran a Mxico. Por azares de la vida, el barco que les llevara ya no viajaba a Mxico por lo que se traslad a Cuba, donde estableci una fuerte amistad con el grande de la msica cubana, Ernesto Lecuona. Esto sera determinante en el surgimiento del compositor en que se convertira ms adelante. Lecuona lo design director de orquesta y arreglista de su msica, junto a don Luis Zarzuela, Pancho Garca y otro grande, entre los grandes: Julio Alberto Hernndez. En Cuba, Luis Rivera compuso las canciones Dulce serenidad escrita en una cajetilla de cigarrillos, Djame quererte, Reina y Rosas para ti, entre otras. Adems, form una orquesta y el primer tro de voces femeninas de Cuba: Las Tres Muecas. Regres a Santo Domingo como compositor; se inici en la msica sinfnica y cre Rapsodia dominicana I, para orquesta y piano, lo que dio nuevo impulso a su trayectoria artstica creadora.
albeRto beltRn
En Cuba tambin dej su canto Alberto Beltrn, quien residi un largo tiempo en ese pas, formando parte de la legendaria orquesta Sonora Matancera, con la cual gan un disco de oro, el ms alto galardn musical de la poca en este gnero. Su estilo y su voz dejaron hermosas huellas en el pueblo cubano. En el ao 2002, Cuba dedic a la Repblica Dominicana, en la persona de Beltrn, el XVI Festival Internacional Boleros de Oro, en el que participaron numerosos invitados por la Unin de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Asistieron al evento destacados artistas dominicanos como Sonia Silvestre, a quien unen slidos lazos de amistad con Cuba, Rhina Ramrez, Frank Cruz, Nin Cffaro, Jorge Taveras y el folclorista Dagoberto Tejeda.
Cartel del XVI Festival Internacional de Boleros de Oro, colocado en la esquina formada por las calles Sptima y Diez de El Vedado, La Habana.
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De izquierda a derecha: Vicenta Vlez, Nin Cffaro, Sonia Silvestre, Rafael Bez Prez, Rhina Ramrez, Luis Manuel Prez Olivo, Dagoberto Tejeda e Ysabel A. Paulino, en el Festival del Bolero. (Foto: RBP e YAP).
CaPtulo 9
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complacido y en espera de producirle cuantos datos e informes requiera usted de este Consulado, es de Ud. con la ms alta consideracin. hoRaCio lamaRChe Cnsul de la Repblica Dominicana
De la lista presentada 41 eran mujeres; de ellas, 13 viajaron solas o con sus hijos e hijas.
Nombre
Temstocles A. Ravelo Juan E. Ravelo Osterman Lamarche Jos de los Reyes Valds Bernardo Cas Ybenga Lisandro Caminero Venancio Ramrez Juan Valdez y Donia Fabin Lores Manuel de Jess Perdomo Juan de Dios Trinidad Eugenio Fernndez Platero Jornalero Agricultor Agricultor Jornalero Jornalero Comerciante Comerciante Esposa y seis hijos Hermana Madre y esposa Madre y esposa
oficio
acompante
Esposa y cuatro hijos Esposa y cuatro hijos
Asad Lajout Comerciante (naturalizado dominicano) Jos Andrs Gutirrez Carlos A. Pierret Sinencio del Rosario Baldomero Padilla Jos Agustn Fliz Arturo J. Muoz Jos Manuel Malagn Ramn Ricardo Jaime R. Vidal Comerciante Maquinista Comerciante Mecnico Sastre Tabaquero Comerciante Comerciante Comerciante Tres hijos
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Nombre
Toms Pascual Rodrguez Bartolom A. De Pea Carmelo Arias Rumualdo Pimentel Pedro Ramrez Manuel Troncoso Juan de M. Tatis Carlos F. Ramrez Enrique Daz Pez Vallejo Jos Arias Alejandro S. Vicioso Arturo Aguiar Juan Lancot Juan Bautista Comas Arturo Sim Jos Soto de la Cruz Manuel Acevedo Bez Jos Ignacio Rodrguez ngel Soriano Manuel Gonzlez Abelardo Cceres Luis Marcial Andrs Severino Arias Leonte y Alcibades Franco Luis Ruiz Offlegat Juan Maximino Rivas Avelino Arias Jos Francisco Daz Rafael Minaya Marcos Neyman Rafael Valera
oficio
Dependiente de comercio Zapatero Agricultor Agricultor Telegrafista Panadero Agricultor Dentista Comerciante Agricultor
acompaante
Esposa y un hijo Sastre Comerciante Comerciante Comerciante Carpintero Sastre Tabaquero Zapatero Albail Fotgrafo Agricultor Comerciantes Marino Agricultor Dependiente de ingeniero Tabaquero y balsero Agricultor Agricultor Esposa y cinco hijos Un hermano Una hermana Esposa y tres hijos Esposa y nia Un hijo
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Agricultor Agricultor
mujeRes que viajaRon solas o acompaadas de hijos u otRo familiaR (jefas de familia)
Nombre
Isabel Snchez Vicenta Gonzlez Josefa Ramrez Tomasa Puente Mercedes E. Vda. Gusep Matilde Moreto Gregoria Valdez Brgida Ramos Tomasina Valera Martina Vda. de Alomar Mara de la Paz Flores Cristina Acosta Mara Dolores Valdez Virginia Martnez Mara Concepcin Simosen Gregoria Martnez Aplanchadora Un hijo Costurera Aplanchadora Una hija Costurera Lavandera Una hija Dos hijas Costurera Dos hijas Dos hijas Una hija Hermana y dos sobrinos Una hija
oficio
acompaante
Una hija Una hija
El Oriente cubano era la segunda casa de los dominicanos, Santiago y Guantnamo concentraban la mayor parte de la poblacin emigrante de Repblica Dominicana. La Parroquia Santsima Trinidad de Santiago de Cuba recibi en el ao 2000 al recin ordenado sacerdote Fausto Cruz, oriundo de la seccin rural de Cenov, municipio de San Francisco de Macors, Repblica Dominicana. All comparta su ejercicio religioso con el padre Carlomn Echavarra Molina, de
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nacionalidad colombiana. Ambos curas ofrecieron a esta investigacin las actas de nacimiento de los hijos e hijas de dominicanos bautizados en esa parroquia de 1917 a 1937, datos que integramos a este trabajo.
Nombre Gloria Esperanza Ana Elba Carlos Octavio Edelmira Mara de la C. Altagracia Jos de la Luz Filermn Rafael Eduardo de la Caridad Caridad Blanca Rosa Margarita Dominga Fidencio Carlos Antonio Mara del Carmen Manuel Roberto Basilio Luis Enrique Clara Elena Guillermo Honorato Rafael Noel
12345
Folio 288 35 46 162 15 204 147 254 230 307 431 9 88 125 101 315 279 316 354 410 403
libro 15 22 18 14 15 15 15 15 15 15 15 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16
ao 1917 1936 1925 1911 1915 1916 1916 1916 1916 1917 1918 1918 1919 1919 1920 1920 1920 1920 1921 1921 1921
Padre-madre Mximo Gmez Toro2 Luis Desangles3 Ren Fiallo Lluberes4 Jos Dolores Castro Temstocles Ravelo Rosa Casales Natacha Ramos Desiderio Batista Carlos Ramrez Silverio del Prado Mara Desangles5 Mara Gmez Fidencio Milans Domingo Cabrera Nemesio Pileta Rodolfo Laurenzn Sabina Biset Manuel R. Laurenzn Carlos Ramrez Guerra6 Honorato Gutirrez Herminia Rodrguez del Prado
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Nieto del generalsimo Mximo Gmez. Nieto de Luis Desangles, pintor antillano. Fue cnsul de la Repblica Dominicana en Santiago de Cuba. Nieta de Luis Desangles. Fue combatiente del ejrcito libertador de Cuba.
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Melva Esperanza Eugenio Luis Alfonso Margarita Concepcin Luz Divina Celeste de la C. Mireya Altagracia Mercedes Laura Teolinda Mara Caridad Isabel Luisa Adalberto Emilio Lucia Elsa A. Orfelina Nicols Aramis Roberto Isabel Miguel ngel Vitoriano Mariana Carmen de la Caridad Jos Joaqun Augusto Adolfo Emilia Yolanda Mara Ramiro Fernando Daro Orqudea Lourdes F. Eduardo Venerando Flavio Elsy Mara Agustn
461 13 20 139 185 20 18 217 217 165 176 145 82 85 99 201 104 234 53 160 96 100 312 312 394 430 460 149 96 170 496 54 312
16 17 17 17 17 18 18 17 17 15 18 18 19 19 19 19 19 19 20 20 21 23 23 23 23 23 25 21 21 21 23 24 24
1921 1922 1922 1923 1924 1925 1925 1925 1925 1926 1927 1927 1929 1929 1930 1931 1931 1932 1933 1934 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1938 1939 1942
Honorato Gutierrez Luisa Curiel Castro Flix Lugo Valdez Hctor Duzarrie Flix Lugo Valdez Julio Alfredo Daz Ramn A. Almenju Mercedes Goico Mercedes Goico Juan Batista Alfonseca Mercedes Bez Rosa Casamoe Beln Mayeta Felipe Fernndez Ana Crenets Formosa Alejandro Guerrero Martnez Isabel Gisesgui Miguel ngel Ti Mara Mangenant Jos Alfredo Pez Miguel Vega Dolores Herrera Z. Domingo Mayet Bienvenido Mayet Dolores Herrera Fdo. Henrquez Ramn Palacio Martina Mayet Miguel Vega Augusto Alayo Miguel ngel Ti Antonio Robles Mercedes Goico
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Rogelia Aurelia Alejandro Guerrero Vctor Inocencio Octavio Prez Abelardo Lpez
CaPtulo 10
En 1916 los Estados Unidos ocuparon militarmente la Repblica Dominicana, asumieron el control poltico y financiero de las estructuras del Estado dominicano con claros objetivos econmicos. Los norteamericanos desembarcaron en mayo de 1916 y tomaron la ciudad de Santo Domingo; ms adelante, ocuparon Montecristi y Puerto Plata, sometieron al pueblo dominicano, desde su llegada, a una feroz persecucin, opresin y humillacin. Dicha ocupacin se realiz en el perodo de la Primera Guerra Mundial, cuando los norteamericanos buscaban el control monoplico en la inversin extranjera. Fue as como la gran mayora de la produccin azucarera de Repblica Dominicana pas al control de la CubanDominican Sugar Corp. y el Central Romana (South Porto Rico Sugar Co.), con la adquisicin de los ingenios Boca Chica, Consuelo, Barahona y Quisqueya. Con estas medidas se consolid el carcter dependiente del pas, lo que cambi la estructura del poder econmico. Frente a esa situacin, muchos dominicanos marcharon al exilio, entre los que se encontraba Octavio Meja. Este fue amigo entraable de Nicanor Mella, hijo del patricio Matas Ramn Mella y padre del hroe cubano Julio Antonio Mella. En Cuba, Meja contrajo matrimonio con Elosa Maderne, proveniente de una familia acomodada de Las Villas.
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De esta unin naci, en La Habana, Gustavo Adolfo Meja, dominicano y cubano por el padre y la madre, respectivamente. Gustavo Adolfo vino con su padre a Santo Domingo, donde estudi el bachillerato; volvi a La Habana e ingres a la universidad, en cuyos grupos estudiantiles milit. Mientras se desempeaba como administrador de la cafetera del balneario universitario descubri una mafia que operaba all y estaba vinculada con miembros de la Polica. Como consecuencia de esto, fue asesinado en septiembre de 1949. Con su muerte se devel la mafia y el jefe de la Polica, coronel Camamix, fue obligado a renunciar. Ral Roa, para entonces decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Habana, renunci en protesta contra el gansterismo existente. El balneario universitario, situado en la calle Primera de Miramar en La Habana, lleva el nombre de Gustavo Adolfo Meja.1 Se origin en Repblica Dominicana un movimiento de oposicin a la ocupacin militar estadounidense, con participacin de sectores econmicos desplazados en las zonas urbana y rural. En el mismo se encontraban colonos azucareros, dado el control que sobre la industria azucarera ejercan las compaas norteamericanas en este principal producto de exportacin del pas. En principio, los sectores urbanos de la pequea burguesa no participaban de manera relevante en el movimiento, ya que fueron favorecidos por nuevas condiciones establecidas en el mercado y la llamada danza de los millones. Finalmente, la crisis de la industria azucarera, la creacin de nuevos y modernos mecanismos de control y dominacin estatal, junto al ascenso del sentimiento y la lucha nacionalista, crearon las condiciones para la retirada de las tropas norteamericanas de Repblica Dominicana en 1924.
1
En el busto levantado en el balneario de La Habana, en homenaje a Gustavo Adolfo Meja, este apellido aparece con s, confusin creada por la existencia en Cuba y otros pases latinoamericanos del apellido Mejas, diferente en Repblica Dominicana, donde es Meja. Informacin ofrecida por el doctor Tirso Meja Ricart.
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Fiesta de Navidad celebrada por la embajada de Repblica Dominicana y los estudiantes dominicanos en Cuba, en el balneario universitario Gustavo Adolfo Meja, en el 2002. (Foto: RBP e YAP).
El plan de evacuacin, cuya discusin dur dos aos, se firm el 23 de septiembre de1922, y la primera clusula estableca la eleccin de un presidente provisional por un ao, quien se encargara de organizar las elecciones. En el proceso de reorganizacin del aparato policial-militar por los intervencionistas ingres como teniente Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien se destac por su actitud represiva contra los luchadores nacionalistas. Con esta conducta logr notables ascensos hasta llegar a ser jefe de la Polica, adems de convertirse en uno de los hombres ms ricos de la poca. Para 1929 se suscitaban en el mundo acontecimientos socioeconmicos y polticos que impactaron fuertemente en los pases subdesarrollados y dependientes como el nuestro, con una economa basada en el comercio exportador de la produccin agroindustrial, bsicamente el azcar, y con escaso desarrollo de sus fuerzas productivas. Esa situacin encontr a la nacin
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sin una base para enfrentar la gran crisis del capitalismo y la secuela que afect a otros pases en el ao 1929. Gobernaba para entonces en Repblica Dominicana Horacio Vzquez, sin respuesta ni condiciones para enfrentar la crisis, lo que facilit el avance de los pasos conspirativos de Trujillo y la llegada al poder de uno de los ms despticos dictadores de la poca. Trujillo asumi el poder con una economa en crisis, en bancarrota, rechazado por la burguesa y la pequea burguesa del pas, pero con una clara determinacin: mantenerse apoyado en los ms horrendos mtodos de dominacin desde el inicio de su gobierno en 1930. Fue as como se abri la puerta a la ms grande emigracin poltica dominicana, con un exilio que alcanz su mxima expresin en la dcada de 1940. Salieron al exilio decenas de nacionales, cuyos destinos principales fueron Puerto Rico y Venezuela; pero fue Cuba que al final y, nuevamente, recibi de forma masiva a los y las dominicanas, donde se organizaron las ms importantes instituciones polticas y sociales y desde donde con el apoyo de los hermanos de siempre se preparon y realizaron importantes acciones en contra de la tirana trujillista. Su caracterstica sanguinaria la ratific ya en el poder con el asesinato de Virgilio Martnez Reyna, por su opinin crtica frente a los gastos militares, y su esposa Altagracita Almnzar, en estado de gestacin. Este hecho marc a esa familia, frente al futuro dictador, hasta convertir sus integrantes en los primeros exiliados de la tirana; entre los que se destacaron el doctor Leovigildo Cuello quien sali de Santo Domingo el 10 de julio de 1930. Su esposa Corina Mainardi parti el 14 de agosto de ese mismo ao a un exilio que dur 31 aos, la larga y horrorosa etapa de la sanguinaria dictadura trujillista. Esa condicin se extendi a un gran nmero de la familia Mainardi Reyna. Al doctor Leovigildo Cuello y doa Corina ms tarde se les uni Luis Emilio Mainardi Reyna, quien residi en Puerto Rico. Continu el xodo de esta valerosa familia con Vctor Mainardi
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Reyna (Siln), quien de Puerto Rico parti hacia Cuba. All cas en Guantnamo con una joven guantanamera, Cucha Mndez, con quien procre dos hijos. Particip en la expedicin de 1959, como segundo jefe del desembarco de Estero Hondo. El estado de terror imperante desde el inicio de la tirana de Trujillo tuvo una contraparte en las ideas polticas. La Segunda Guerra Mundial desencaden un proceso de cambio en la correlacin internacional de fuerzas, favorable a las ideas democrticas, el cual, unido a la aguda crisis econmica, dio lugar a un movimiento de organizacin y lucha de los trabajadores dominicanos. Este proceso social estuvo focalizado en las reas caeras, bsicamente en la regin oriental del pas, estando a la vanguardia San Pedro de Macors y La Romana, por ser las provincias que concentraban la mayor produccin agroindustrial y la exportacin del azcar, producto bsico de la economa dominicana. En 1942 sucedi la primera huelga en el Central Romana; la lucha del movimiento obrero sigui en ascenso y, a finales de 1945, se realiz una huelga general que se extendi hasta 1946, en la que se lograron algunas reivindicaciones sostenidas por los trabajadores como fue un aumento de salarios en un 100%. No obstante la fuerza del movimiento, el tercer intento de huelga fracas, ya que Trujillo respondi asesinando y apresando a los dirigentes. El mximo lder de los trabajadores azucareros, Mauricio Bez, se vio obligado a asilarse en Cuba, donde fue asesinado en 1950. Esos destacados hombres y mujeres iniciaron desde los lugares en que se establecieron Cuba, Puerto Rico, Venezuela y Nueva York la coordinacin de un movimiento sustentado en una dispora dispersa fsicamente, cuyos sentimientos por la patria que les vio nacer se convirtieron en la dinmica permanente de su vida social y cotidiana. Ese sentimiento los impuls a organizar y desarrollar las ms intrpidas acciones y recabar la ms amplia e incondicional solidaridad de los pueblos que generosamente los acogieron y, en muchos casos, de gobiernos motivados en ocasiones por la
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solidaridad y, en otros, por las contradicciones existentes entre esos gobiernos y Trujillo. Desde cada lugar de presencia dominicana se organiz la lucha, pero se escogi un punto para la coordinacin central a partir del cual se orient la operatividad del movimiento: Cuba, siempre Cuba. Fue este pas la cuna del nacimiento de organizaciones polticas que cumplieron un importante papel en la lucha por el derrocamiento de la tirana, como fue el Movimiento de Liberacin Dominicana (MLD) y otra que se converti en una de las ms importantes entidades polticas de la Repblica Dominicana: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Tambin se organiz all el Movimiento Popular Dominicano (MPD), que jugara un importante rol en la lucha por la libertad y contra la dictadura de los doce aos del balaguerato, perodo caracterizado, igual que la dictadura trujillista, por la persecucin poltica que dej una ola de muertos, presos y desaparecidos.
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Uno de los primeros instrumentos de lucha creado por el exilio dominicano fue La Voz del Exilio Dominicano, en 1934 en Santiago de Cuba. En ese ao fue elegido su director Jos Diego Grulln Madero, hijo de padre dominicano (el caballerizo de Mximo Gmez) y madre cubana. Naci en Yateras, Guantnamo. Grulln Madero fue miembro, adems, del Comit Pro Ayuda a la Liberacin de Santo Domingo y Centroamrica, fundado en Santiago de Cuba en 1935; la sede funcion en la calle Ren Ramos Latour, Nm. 14 del Reparto Los Olmos. Grulln Madero lleg a territorio dominicano a los 9 de aos de edad cuando su familia se radic en Santiago de los Caballeros, donde aprendi el oficio de panadero y obtuvo el ttulo de bachiller en Ciencias y Letras. Form parte de la guerrilla que, bajo el mando del general dominicano Desiderio Arias, se organiz para combatir la tirana de Trujillo. Al caer asesinado Arias, herido en una pierna, Grulln Madero cruz la frontera con Hait y all cay preso, se declar en huelga de hambre hasta que el embajador cubano en esa nacin, general Enrique Loynaz del Castillo (nacido en Puerto Plata), lo reclam como cubano y lo embarc hacia Cuba en 1933. En el pas hermano estudi la carrera de Derecho, se entren para participar en las expediciones de Cayo Confites,
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en 1947 y la del 14 de junio de 1959. Jos Diego Grulln Madero es el autor del libro Cayo Confites. La revolucin traicionada. Muri en Cuba en 1998.1
Carn de Jos Diego Grulln Madero que lo acreditaba como director de La Voz del exilio dominicano. (Foto: RBP e YAP).
Testimonio oral de la doctora Karelia Rodrguez Grulln, residente en Santiago de Cuba, hija de Grulln Madero.
Reunin de dominicanos en el exilio. Se destacan los doctores Juan Isidro Jimenes Grulln (1), Leovigildo Cuello (2) y Romano Prez Cabral (3), entre otros.
Juan Isidro Jimenes Grulln se encontraba en Puerto Rico y fue el principal organizador y terico del proyecto poltico que se instituy como Partido Revolucionario Dominicano (PRD). En 1938 se le uni Juan Bosch y ambos se radicaron en Cuba, desde donde coordinaron todo el exilio, diseminado en diferentes puntos del Caribe y Estados Unidos. A su llegada se encontraron con el doctor Romano Prez Cabral, dominicano, graduado de mdico en la Universidad de La Habana, cuya casa, con una de sus habitaciones destinada para consultorio, localizada en la calle San Miguel, Nm. 361, altos, de la populosa zona de Centro Habana, se convirti en el centro de coordinacin poltica de los exiliados y se estableci como el local del PRD, tal como se confirma en los documentos de inscripcin legal, encontrados en el Archivo Nacional de Cuba, ciudad sede del comit central de la organizacin poltica. El PRD tena filiales en otras ciudades de Cuba, en especial, Santiago y Guantnamo. En el exterior se constituyeron filiales en Nueva York, Mxico, Curazao, Caracas, Maracaibo, San Juan y Mayagez. Este puado de hombres y mujeres eran alejados de la patria por las ignominias del tirano, pero estaba tan cercana en su memoria y sus sentimientos que los pasos andados abran el camino de la libertad y del regreso. Cada da, cada tiempo los
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acercaba a su nico plan: derrotar la tirana para liberar su pas y para ello el instrumento, la organizacin, era el tren que los conducira a tan ansiado espacio. En 1943 el movimiento contra Trujillo creca en Cuba igual que en Repblica Dominicana; la sociedad era una convulsa estacin, los gobernantes se unan y agraviaban dependiendo de sus prioridades; la diplomacia los acercaba en su condicin de mandatarios, lo que haca necesario proteger la actuacin legalmente. El 28 de enero se elaboraron los primeros estatutos del PRD, lo que fue un eslabn clave en el proceso de institucionalizacin y fortalecimiento de ese instrumento poltico.
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El seor Belisario Heureaux propuso que en las elecciones sucesivas para renovar el comit directivo, cuando se postulara ms de una candidatura, se le concediera representacin proporcional a la minora. Todas las propuestas fueron aprobadas a unanimidad, dando por terminada la reunin a las 10 de la noche.2 El acta fue firmada por todos los participantes en la reunin.
En la ciudad de San Cristbal de La Habana, a los quince das del mes de marzo del ao mil novecientos cuarenta y tres, siendo las ocho de la noche se reunieron en el domicilio social de dicha asociacin, sito en la calle San Miguel, nmero trescientos sesenta y uno, los doctores Juan Isidro Jimnes Grulln, Romano Prez Cabral y Virgilio Mainardi Reyna; seores Jos Manuel Jimnez, Belisario Heureaux, Mximo Gmez Reynoso, ngel Mioln, Luis Roberto Castillo, Francisco Rodrguez Cceres, Juan Mara Peguero, Lucas Pichardo, Ulises Tejeda, Marcos del Rosario hijo, Flix Pacheco y Fabio Juan. Una vez declarada abierta la sesin, por el secretario general, doctor Juan Isidro Jimenes Grulln, se tomaron los siguientes acuerdos: PRIMERO: el doctor Romano Prez Cabral propuso, y as se acord por todos los presentes, que se ratificara en todas sus
Ntese la amplitud de pensamiento y la pluralidad expresada en la propuesta de participacin de la minora en la direccin, aplicando la proporcionalidad. En la dcada del 70, a casi 30 aos, los sindicalistas dominicanos introdujeron en nuestro pas la proporcionalidad en las elecciones para garantizar la participacin de todas las fuerzas en la direccin y evitar la divisin. Vase copia del acta constitutiva del PRD, del 15 de marzo de 1943, que aparece en la presente publicacin. (N. del E.).
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partes los acuerdos consignados en el acta de la reunin del 16 de febrero del ao actual. SEGUNDO: el seor ngel Mioln propuso, y as se acord a unanimidad, que se consignara en el acta que el deseo de todos los presentes es dejar constituido formal y categricamente la asociacin denominada PARTIDO REVOLUCIONARIO DOMINICANO. No habiendo otro asunto que tratar, se dio por terminada la sesin a las nueve de la noche del mismo da, habiendo nuevamente firmado todos los presentes (firmados) dR. Juan i. Jimnes gRulln, dR. PRez CaBRal, dR. viRgilio mainaRdi ReYna, J. m. Jimnez, B. heuReaux, mximo gmez R., a. s. mioln, luis R. Castillo, f. RodRguez, Juan ma. PegueRo, luCas PiChaRdo, ulises teJeda, maRCos del RosaRio hiJo, f. PaCheCo, faBio Juan. VIRGILIO MAINARDI REYNA Secretario de actas y archivo de la asociacin Partido Revolucionario Dominicano3
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Solo aparece la firma rubricada del doctor Virgilio Mainardi Reyna, el sello del partido y la certificacin que legalizaba el acta de la reunin.
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Expediente completo Nm. 10125, Archivo Nacional de Cuba, Fondo Registro de Asociaciones, ttulo: Partido Revolucionario Dominicano, folio 31, legajo 54.
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lista de los paRticipantes en el congReso del pRd y su ubicacin, segn el infoRme policial
1. Sr. Juan Isidro Jimenes Grulln, ocupa la habitacin 206 del hotel Nueva Luz, situado en la calle La Amargura y Compostela. 2. Sr. Jos Manuel Jimenes Domnguez, padre de Juan Isidro. Habitacin 207. 3. Sr. Juan Bosch Gavio, escritor y comisionista. Carn de extranjero 39,063. Reside en la calle Calixto Garca Sur, Nm. 54, Guantnamo, donde representa al PRD. Actualmente ocupa la habitacin 214 del mismo hotel. 4. Luis Roberto Grulln Vzquez, comisionista, tiene el ttulo de identidad Nm. 26, pasaporte de emergencia expedido por el Gobierno de Venezuela en enero de 1943, reside en Caracas, Venezuela, donde dice representar el Partido. 5. Sr. ngel Mioln Reynoso, tiene el ttulo de identidad Nm. 89 de fecha 15 de octubre de 1942. Se encuentra en este pas desde esa fecha. Ha visitado a la Repblica de Hait y dice residir en la ciudad de Mxico; periodista, con la habitacin 412 del mismo hotel. 6. Sr. Lorenzo lvarez, ocupa la habitacin 208, procedente de la ciudad de Nueva York, donde dice representar el Partido. 7. Sr. Marcos del Rosario, reside en San Nicols 608 y trabaja en la sucursal del correo del Capitolio; su padre fue coronel de la Guerra de Independencia de Cuba. 8. Sr. Virgilio Mainardi Reyna, abogado, reside en 10 de Octubre, Nm. 1466, activo miembro del Partido; tiene otros dos hermanos nombrados Rafael y Vctor Manuel. Parece haberse trasladado a la ciudad de Camagey para esperar la llegada del doctor Leovigildo Cuello, quien representa el Partido en Puerto Rico y viene para asistir al congreso. 9. Sr. Belisario Heureaux, reside en 10 de Octubre Nm. 907. 10. Doctor Romano Prez Cabral, mdico, reside en San Miguel, Nm. 361, donde se rene la directiva del Partido para sus acuerdos, al parecer donde guardan documentos importantes.
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11. Sr. Mximo Gmez Reynoso, titulado hijo del general Mximo Gmez, domicilio desconocido del informante, si bien sabe que reside en esta ciudad. 12. Sr. Francisco Rodrguez Cceres, parece residir en Panam, donde dice representar al Partido; aparentemente en el interior de la Repblica en la actualidad, paradero desconocido del informante. Dicho informe, depositado en el Archivo Nacional de Cuba termina sealando:
Los componentes del Partido Revolucionario Dominicano podran desatar conflictos internacionales, por el solo descontento de un reducido nmero de individuos extranjeros que residen en nuestra patria, abusando de la hospitalidad que les brinda.
Expediente completo Nm. 12242, Archivo Nacional de Cuba, Fondo Registro de Asociaciones, folio 405, legajo 21.
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Ntese que los tres primeros puntos estn dirigidos al plano internacional, lo que obedece a que el congreso se celebr en un momento crucial de la Segunda Guerra Mundial.
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Participantes en el 1er Congreso del Partido Revolucionario Dominicano en La Habana. De derecha a izquierda, de pies: Ral Garca Rivas, Jos Diego Grulln, ngel Mioln, Puchulo lvarez, Rafael Mainardi, Manuel Caldern Hernndez, entre otros. Sentados, de izquierda a derecha: doctor Romano Prez Cabral (segundo desde la izquierda), Leovigildo Cuello, Juan Isidro Jimenes Grulln y Juan Bosch.
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CaPtulo 12
el maRiel
La primera accin armada del exilio dominicano en el extranjero para eliminar la dictadura de Trujillo, se organiz en Cuba y estuvo promovida por los dominicanos, licenciado Rafael Estrella Urea, exvicepresidente de la Repblica, quien acompa a Trujillo en la boleta electoral de 1930 y don ngel Morales, ex dirigente y funcionario del gobierno de Horacio Vsquez, quienes con el apoyo del entonces presidente de Cuba, Fulgencio Batista, iniciaron la formacin de la expedicin de El Mariel en la parte occidental de Cuba, la cual fracas en sus inicios al retirarle su apoyo el presidente cubano.1
El PRD jug un importante papel en la compactacin del exilio dominicano, que se concret con el Congreso de la Unidad celebrado en noviembre de 1944 en la Universidad de La Habana.
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Tulio H. Arvelo, Nuestras luchas civiles 1844-1965, Santo Domingo, 2005, p. 207.
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El Congreso, presidido por el rector Clemente Incln, cont, adems, con la participacin de importantes personalidades del mundo poltico y cultural de la poca, tales como Eduardo Chibs, del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo); Juan Marinello, del Partido Socialista Popular (PSP), y el poeta venezolano Andrs Eloy Blanco. Prevaleci en su desarrollo, adems de la unidad, el criterio insurreccional como va para derrotar la tirana. Sus resoluciones se insertaron en la decisin unnime de pasar a acciones concretas, como fue la organizacin de una expedicin armada con la participacin de todos los exiliados y movimientos de los dominicanos. En el mismo evento se decidi nombrar a Leovigildo Cuello como secretario general con asiento en La Habana y al general Juan Rodrguez, jefe militar de la insurreccin armada. El centro de direccin de la proyectada expedicin fue La Habana desde donde los dirigentes programaron y coordinaron todo el movimiento. En 1947 se organiz la accin militar, que cont con el apoyo del Gobierno de Cuba, para entonces el rgimen de Ramn Grau San Martn. El campamento de entrenamiento se estableci en el islote de Cayo Confites, al norte de Cuba; es por esta razn que la preparacin blica es conocida como la expedicin de Cayo Confites. La accin es develada, el tirano conoce de los preparativos en Cuba y los denuncia ante las Naciones Unidas. En esta situacin, Grau San Martn retir el apoyo a los combatientes dominicanos, los que decidieron enfrentar el problema y continuar con la expedicin; pero el Gobierno cubano persigui a los expedicionarios y los oblig a volver a Cuba, donde fueron apresados. El actual presidente de Cuba, comandante Fidel Castro, en ese tiempo era estudiante de la Universidad de La Habana y presida el Comit pro Democracia Dominicana. El lder llega a Cayo Confites y se une a los expedicionarios, y se expersa ante los acontecimientos de la manera siguiente: Cayo Confites: no
me dej arrestar.
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Verano de 1947 La prensa destaca con numerosos titulares que buques cubanos interceptan en la baha de Nipe flota antitrujillista, arrestados tripulantes de los buques invasores. Fuerzas combinadas del ejrcito y de la marina conminaron a los sitiados a la entrega de las armas. Maniobra de la escuadra de Estados Unidos frente a Santo Domingo. La expedicin empez a perderse antes de que los hombres destinados a liberar a Repblica Dominicana de su repulsivo dictador establecieran su campamento en el pequeo Cayo que tan notoria nombrada adquiri con motivo de la disolucin del ejrcito revolucionario compuesto por cubanos y dominicanos exiliados, capitaneado por Juan Rodrguez y Juan Bosch. Fueron traicionados por polticos del gobierno de Ramn Grau San Martn y el jefe de su ejrcito, el general Genovevo Prez Damera. Asimismo sobre este tema Fidel seala:
No quiero hablarte de aquella expedicin, de sus errores, puesto que es otro tema, pero el hecho es que yo era presidente de la Escuela de Derecho, era alumno oficial de la Universidad, pero era tambin en ese tiempo presidente del Comit Pro Democracia Dominicana en la Universidad. Y cuando se organiza la expedicin a Santo Domingo, ms o menos ya a finales de curso, alrededor de julio, yo consider que mi deber primero, aunque no estaba entre los organizadores de la expedicin, pero tena mucha relacin con los dirigentes dominicanos, sobre todo con Rodrguez que en aquella poca era el principal, y muchos otros dirigentes que haban estado en el exilio, era enrolarme como soldado, y as lo hice. La expedicin reuni unos mil doscientos hombres. Estuvimos varios meses en Cayo Confites, donde estaba entrenndose la expedicin. A m me haban hecho teniente de un pelotn. Al final tienen lugar acontecimientos en Cuba, se producen contradicciones entre el Gobierno civil y el ejrcito, y este decide suspender aquella expedicin. As la cosa, alguna gente deserta frente a una situacin de peligro, a m me
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hacen jefe de una de las compaas de un batalln de los expedicionarios; entonces salimos para Santo Domingo, al final nos interceptan cuando faltan 24 horas para llegar a aquella zona; a m no me arrestan porque yo me fui por mar, no me dej arrestar nada mas que por una cuestin de honor, me daba vergenza que aquella expedicin terminara arrestada, entonces en la baha de Nipe me tir al agua y nad hasta la costa de Saetia y me fui2 fidel CastRo
El fracaso de la expedicin no amilan a los dominicanos, estaban convencidos que terminar con el estado de terror impuesto por Rafael Leonidas Trujillo Molina y su familia pasaba por la imperiosa necesidad del derrocamiento de la tirana. Al salir de la crcel, los expedicionarios de Cayo Confites lograron recuperar las armas y trasladarlas a Costa Rica. Sin embargo, son traicionados por el gobierno de Jos Figueres y con la ayuda de Guatemala organizaron en 1949 una nueva expedicin en junio de ese ao. Estaba prevista la llegada de tres aviones, de los cuales solo uno lleg por Lupern, Puerto Plata. Trujillo logr aniquilar la mayora de los combatientes, otros fueron torturados y asesinados.
la dcada de 1950
La dcada de 1950 abri una nueva etapa en Cuba, centro de la coordinacin del exilio dominicano; se aceleraron acontecimientos que produjeron profundas transformaciones en el rgimen poltico de esa nacin hermana. La Segunda Guerra Mundial, lejos de lo predicado por Estados Unidos en relacin a los pases productores de azcar, como
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Eugenio Surez Prez (compilador), De Birn a Cinco Palmas, La Habana, 1997, pp. 3-5.
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Cuba y Santo Domingo, no ofreci posibilidad para diversificar su comercio exterior, frente a la reduccin de la cuota azucarera. Las inversiones, que deban canalizarse a travs de organismos internacionales, eran realmente empresas controladas por los norteamericanos, las cuales imponan sus condiciones para operar, condiciones leoninas, determinadas por bajos salarios, represin; proteccin y altos beneficios para los estadounidenses, en detrimento de los pocos productores nacionales una vieja y cercana historia. Carlos Pro Socarrs sucedi en el Gobierno a Grau San Martn. En 1948 ocurrieron las primeras protestas populares frente al creciente descenso de la calidad de vida y acciones represivas contra la libertad de expresin y el movimiento revolucionario. Se escenificaron los asaltos al peridico Hoy y fueron cerrados los programas de radio dirigidos por Chibs y Salvador Garca. Chibs era el jefe del Partido Ortodoxo, que aglutinaba a sectores populares, bsicamente jvenes, los cuales eran portadores de ideas renovadoras en las estructuras poltica, econmica y social de la nacin cubana. Tena grandes posibilidades de triunfo electoral, pero en agosto de 1951 Chibs se suicid. En medio de esta situacin de deterioro social y descrdito gubernamental, el 10 de marzo de 1952, apoyado por un grupo de oficiales de menor jerarqua, Fulgencio Batista dio un golpe militar. Batista representaba el grupo ms reaccionario de cubanos sin ninguna posibilidad de ganar el poder por la va electoral; haba sido jefe del Ejrcito de 1934 a 1939 y presidente en el perodo 1940-1944. Con el golpe militar dej instaurada nuevamente una dictadura. La llegada de Batista al poder, y con l la instauracin de la dictadura, incidi en el movimiento desarrollado por los dominicanos, pese a las contradicciones y colaboracin mutua que en determinados momentos expresara un dictador frente a otro. Sin embargo, a la represin de la dictadura se antepone la solidaridad del movimiento revolucionario cubano en ascenso. El 22 de septiembre de 1952, a 7 meses del golpe militar de
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Batista, un grupo de dominicanos enviaron una carta al Gobernador Civil de la provincia de La Habana, en la que le comunicaron la reestructuracin certificada del Partido Revolucionario Dominicano y la nueva directiva. A dicha reunin, segn el acta, asistieron:
ngel Mioln Manuel Alexis Liz Juan Bosch Buenaventura Snchez Arq. Tefilo Hernndez Nicols Silfa Dr. Virgilio Mainardi Reyna Dr. Jos Diego Grulln Dr. Romano Prez Cabral
Secretario general Secretario de organizacin y actas Secretario de relaciones pblicas Secretario de cultura y propaganda Secretario de asuntos obreros y campesinos Secretario de informacin Secretario de asuntos especiales Secretario de estudios sociales Secretario de finanzas
El 17 de octubre de 1955 sucedieron acontecimientos que causaron la represin contra el movimiento de los exiliados dominicanos en Cuba. El Gobernador Provincial de La Habana envi una comunicacin en la que inform el retiro de la inscripcin de la Unin Democrtica Antinazista.3
Combatientes dominicanos a bordo del buque El Fantasma. Desde la izquierda, Pitro Camarena, Rafael Mainardi Reina, Federico Horacio Henrquez Vsquez (Gug), Miguel ngel Ramrez y Horacio Julio Ornes Coiscou. (Foto: rea de Fotografas del Archivo General de la Nacin).
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Juancito Rodrguez, a la izquierda, y el doctor Leovigildo Cuello, prominentes miembros de la expedicin de Cayo Confites, en la ciudad de Santo Domingo, Repblica Dominicana. (1947). (Foto: Cortesa de Emilio Cordero Michel).
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estrategia: Regreso y lucha organizada en el territorio dominicano, yendo de las palabras a los hechos, bajo la consigna de: Lucha interna o Trujillo siempre. Los fundadores de la nueva organizacin poltica fueron: Pablo Antonio Martnez, Mximo Lpez Molina, Ramn Emilio Meja (Pichirilo), Julio Csar Martnez, Alfonso Espinal, Jos Moscoso y Andrs Ramos Peguero. El 27 de febrero de 1956 el MPD public la primera edicin de su peridico Libertad, con domicilio en la calle Almendares, Nm. 178, apto. 6, del sector Playa de La Habana y dio a conocer su secretariado, cuyos miembros fueron: Pablo Antonio Martnez, organizacin; Julio Csar Martnez, propaganda; Mximo Lpez Molina, relaciones exteriores; Jos Moscoso, finanzas, y Vctor Orzatellis, relaciones obreras. El MPD canaliz, a travs de la embajada dominicana en Cuba, el ingreso al pas de sus dirigentes y defendi la actividad pblica en la Repblica Dominicana. El 27 de septiembre de 1958, en visita a la embajada, a travs de una comunicacin escrita, dirigida al Gobierno domicano, expres su decisin de regresar al pas. Para entonces funga como embajador Porfirio Rubirosa. El 2 de octubre de 1958 Rubirosa escribi a la Cancillera dominicana en la que inform de la visita del seor Jos Tiberio Castellanos del MPD y el contenido de su visita. Carta de Porfirio Rubirosa a la Cancillera dominicana sobre la visita de un representante del MPD:
Me complace llevar al conocimiento de esa Cancillera, muy cortsmente, que el pasado 27, en horas de la maana, visit esta embajada el nombrado Jos Tiberio Castellanos Vargas para expresarnos su deseo y del llamado Movimiento Popular Dominicano, segn nos dijo, de regresar al pas. Conforme las palabras textuales del nombrado Jos Tiberio Castellanos Vargas, en el propsito de los miembros de la agrupacin citada y de la cual es secretario general, regresar al pas para crear una organizacin independiente en la Repblica Dominicana que luchara por el logro de cier-
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tas reformas y para un ambiente de sana polmica y crtica constructiva. Seala el desafecto Castellanos que ha hecho algunos contactos con otros compaeros de Venezuela y Nueva York en ese sentido, aunque no ha podido viajar por falta de recursos econmicos, pero que una vez obtenga respuesta favorable del Gobierno dominicano se dedicar a llevar a cabo una campaa en el exilio para aumentar el nmero de los que estn dispuestos a regresar y para combatir la influencia comunista en el pensamiento de la juventud dominicana en el exilio y los mtodos violentos y la falta de fe en la solucin pacifica de los problemas nacionales. Ya en una ocasin Castellanos suscribi con otros compaeros una solicitud similar. La respuesta del seor Secretario de Estado de la Presidencia, tramitada a travs de esa Cancillera y esta misin, fue categrica y, en mi criterio, servira de igual respuesta a esta nueva gestin. As me permit drselo a entender al desafecto Castellanos. Este, sin embargo, insiste en que aquella gestin estuvo mal planteada y no persegua los mismos fines de la presente y, que, mientras en aquella vez se busc ostentosamente la publicidad, en esta se evitara en absoluto y es de ah que no formulan esta nueva peticin por escrito.4
Mu Kieng Adriana Sang Ben, La poltica exterior dominicana, 1944-1961, tomo II, Santo Domingo, 1961, p. 532; Lipe Collado, La impresionante vida de un seductor: Porfirio Rubirosa, Santo Domingo, 2000, pp. 131-133.
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Rostro de Pip Hernndez en la morgue de un hospital de La Habana, Cuba. (Revista Bohemia, ao LXVII, Nm. 47, p. 64, La Habana, 20 de noviembre de 1955).
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El asesino de Pip Hernndez, Alejandro Robinson, seala a Rafael Soler Puig (el Muerto), quien habra sido la persona que le pag para realizar el crimen. (Revista Bohemia, ao XLVII, Nm. 47, p. 64, La Habana, 20 de noviembre de 1955).
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Ofrenda floral de la embajada de la Repblica Dominicana en La Habana, el 13 de marzo de 2004, con motivo del 100 aniversario del nacimientoto de Pip Hernndez, con la asistencia de dominicanos residentes en Cuba y autoridades cubanas. (Foto: RBP e YAP).
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El 13 de marzo de 1957, Jos Antonio Echavarra, lder de los universitarios, cae abatido frente a su universidad (abajo). El 13 de marzo de 1958, Pablo Martnez (arriba), lder del Movimieno Popular Dominicano, es apresado al salir de un homenaje a Echavarra, fue torturado y asesinado por la polica de Batista. (Peridico Libertad, La Habana, edicin Nm. 9, octubre de 1957).
Ante el avance de la lucha del pueblo cubano por el derrocamiento de la tirana de Batista, ste busc la cooperacin de sus homlogos y para ello quien mejor que Trujillo, al que, adems de sus condiciones sanguinarias y dictatoriales anlogas, le motivaba el inters de perseguir a los exiliados dominicanos que desde Cuba organizaban la lucha contra su rgimen. En octubre de 1958, aviones cubanos realizaban hasta cinco vuelos diarios a la Repblica Dominicana, desde donde transportaban armamentos. Como parte de la ayuda de Trujillo a Batista, enva a La Habana, en 1958, una misin militar presidida por el general Arturo Espaillat, subsecretario de las Fuerzas Armadas, y de la que formaba parte el jefe de Inteligencia de Trujillo, Johnny Abbes Garca, el contralmirante Ramn Julio Didiez Burgos, subsecretario de Marina y el coronel de la Aviacin, Antonio lvarez Albizu, agregado militar de la embajada dominicana en Cuba. Entre otras ofertas, los representantes de Trujillo prometieron incrementar la ayuda militar e incluyeron la incorporacin de algunas unidades en las operaciones. Pero parece que al dictador cubano se le hizo tarde, pues la ayuda lleg al mismo tiempo del triunfo de la revolucin. El 31 de diciembre de 1958, a las 10:30 de la maana, aterriz en el aeropuerto de Columbia, en la actualidad Ciudad
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Libertad, un avin cuatrimotor del Ejrcito dominicano, que regres a Santo Domingo despus que depositara su carga humana, de pertrechos y material de guerra. Entre las personas que viajaron en dicho avin se encontraban Jos Lee Chvez, jefe del departamento qumico del Ejrcito dominicano, Julin Snchez y Manuel Martnez. Su llegada ocurri horas antes del triunfo revolucionario, cuando ya Batista preparaba su huida. Los dos ltimos militares dominicanos se asilaron en una embajada en La Habana. Jos Lee no tuvo tiempo de huir y fue detenido e interrogado por los rebeldes. En el interrogatorio inform que fue enviado a Cuba para visitar un laboratorio donde hacer bombas, por orden del general Alexander Kovac, del servicio tecnolgico del Ejrcito dominicano.6
Peridico Revolucin, La Habana, 21 de enero de 1959. Jos Abreu Cardet, Cuba y las expediciones de junio de 1959, Santo Domingo, 2002, p. 25.
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controlado y sin perspectivas para la dictadura, la cual prontamente qued sin el respaldo de sectores de la burguesa y una de lucha popular en ascenso, que tena como una de sus expresiones ms significativas el Movimiento 26 de Julio. Fidel Castro y sus compaeros organizaban en Mxico la expedicin que lleg a Cuba en el yate Gramma, el 2 de diciembre de 1956, y desarrollaron a partir de entonces una guerra necesaria por el derrocamiento de la dictadura de Batista, que culmin con el triunfo de los revolucionarios el primero de enero de 1959. Como una ineludible hermandad entre nuestros pueblos, el yate Gramma fue transportador de sueos de libertad en cuya conduccin estuvo como oficial mayor el intrpido marinero dominicano Ramn Emilio Meja del Castillo (Pichirilo).
Rafael Chaljub Meja, Cuesta arriba memorias, Santo Domingo, 1977, pp. 54-56.
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se incorpor al Movimiento 26 de Julio en La Habana, donde form parte de la guerrilla urbana. Luego, alcanz el grado de capitn de la Polica Nacional Revolucionaria. Una biblioteca en Cuba lleva su nombre. Lleg a Santo Domingo acompaando a Mximo Lpez Molina en la lucha contra Trujillo, bajo la consigna del MPD: Lucha interna o Trujillo siempre. Fue asesinado por la polica poltica en el perodo de los doce aos de Joaqun Balaguer.
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Enrique Jimnez Moya, a la derecha, comandante de la gesta de Constanza, Maimn y Estero Hondo, junto al comandante del ejrcito rebelde cubano, Delio Gmez Ochoa, a quien el Gobierno dominicano otorg la ciudadana priveligiada por su participacin junto a ms de 30 combatientes internacionales, el 14 de junio de 1959, en Repblica Dominicana. (Foto: rea de Fotografas del A.G.N.).
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Andrs Ramos Peguero, uno de los fundadores del MPD, vistiendo uniforme del Ejrcito Revolucionario de Cuba. (Dcada de 1960).
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a Trujillo, creci y se hizo realidad; no era casual, los cubanos alimentaban su espritu solidario con las huellas de Mximo Gmez y de tantos dominicanos que hicieron de Cuba su otra patria, en su lucha por la independencia y la libertad. Ahora los cubanos ponan su triunfo al servicio de la causa dominicana contra la tirana trujillista, a la luz de lo cual se reorganiz la lucha. En ese proceso, se sucedieron diversos hechos, entre los cuales se encuentran algunos de ndole poltica, otros con motivaciones humanas, que resumimos aqu por la sensibilidad y expresin de amor de una dominicana. Nos referiremos a Nelia Martnez Prez, una joven dominicana que en la dcada de 1950 pas a vivir a Nueva York, como parte de esa dispora permanente que por razones diversas sala del pas. En esa urbe conoci a un joven cubano que resida all. Contrajeron matrimonio. Ella nos cuenta:
El primero de enero, cuando la prensa anuncia el triunfo de los revolucionarios y la entrada de Fidel a La Habana, mi esposo me dice: Me voy a Cuba a luchar con ese hombre, l merece nuestra ayuda. Recoge sus cosas y viaja inmediatamente a La Habana.
Al partir, en una actitud despojada de todo egosmo e imposicin (as nos lo cont Nelia), dijo a su compaera: No te pido que me acompaes, t lo piensas y si decides acompaarme, all te estar esperando. La respuesta fue una, solidaria y con amor decidi partir a Cuba, solo que, el da que deba viajar, los Estados Unidos suspenden los viajes a Cuba. Se inici entonces para esta mujer un va crucis, en tres ocasiones trat de penetrar por diferentes medios a Cuba y al momento de hacerlo suspendan los viajes, hasta que en un cuarto intento se traslad a Jamaica y desde all lleg a La Habana. En esa ciudad se incorpor junto a su esposo a la sociedad cubana. Particip en la campaa de alfabetizacin, ingres a la Polica Nacional Revolucionaria de Cuba, donde al transcurrir
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los aos se jubil con honores. Nelia mantuvo una estrecha relacin con la embajada de la Repblica Dominicana en ese pas, en el que particip en todas sus actividades y demostr un intenso amor por su patria. En el 2003 hizo realidad el sueo de visitar su familia en Repblica Dominicana; luego regres a La Habana, donde falleci poco despus. Quin sabe si en sus ltimos momentos se recre en el poeta Pablo Neruda, cuando escribi: Confieso que he vivido...*
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En enero de 1959 se cre el Comit Pro Ayuda a Santo Domingo y Centroamrica, cuyo local estaba ubicado en la calle Ren Ramos Latour, Nm. 14 del Reparto Los Olmos, en Santiago de Cuba.
* Pablo Neruda, Confieso que he vivido. Memorias, Chile, 1974. (N. del E.).
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CRean en holgun el Comit estudiantil PRo liBeRtad de santo domingo El 11 de marzo apresan a 25 jvenes que intentan apoderarse de armas y un yate para luchar contra Trujillo. Revolucin, ao II, 16 de marzo de 1959.
asamBlea geneRal antitRuJillista El movimiento que proyecta la revolucin de Santo Domingo cita, el 11 de abril de 1959, a las 9 de la maana, a la asamblea general del comit antitrujillista. Revolucin, ao II, Nm. 108, 11 de abril de 1959.
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desaPaReCe dominiCano Oscar Sierra Reyes, dominicano que pele en la columna 17 del segundo frente oriental, est desaparecido, declararon tres amigos al peridico. Revolucin, ao II, Nm. 119, 24 de abril de 1959.
detienen a teniente de eJRCito ReBelde Joaqun feRnndez, de la Columna 8 CiRo Redondo, Cuando en BaRaCoa tRataBa de emBaRCaRse a dominiCana Por (intentar) unirse a las tropas que luchan contra Trujillo, fue detenido y dejado en libertad. Luego logr conquistar a varios compaeros del Ejrcito Rebelde, pertenecientes al escuadrn de Baracoa, para partir en ayuda de los revolucionarios que luchan contra Chapita. Revolucin, ao II, Nm. 120, 25 de abril de 1959.
RePBliCa dominiCana soliCita en la oea Reunin de CanCilleRes PaRa veR agResin de CuBa Votan a favor Hait, R. Dominicana, Paraguay y Nicaragua. En reunin de cancilleres se plantea expulsar a Trujillo de la OEA. Revolucin, ao II, Nm. 184, 11 de julio de 1959. Llega a Sao Paulo, Brasil, comisin cubana que realiza una campaa de repudio continental a la dictadura de tRuJillo. Se entrevista con lderes sindicales y habla por televisin. En
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la comisin iban el Rector de la Universidad de Las Villas y el dominicano Juan Isidro Jimenes Grulln. Revolucin, ao II, Nm. 207, 7 de agosto de 1959. Se quiere establecer el 12 de agosto como da de repulsa a Trujillo, para ello viajaron la comisin procedente del Brasil, el Rector de la Universidad de Las Villas, el Presidente de la FEU de Venezuela y Jimenes Grulln. Revolucin, ao II, 10 de agosto de 1959. desfile de muJeRes de RePBliCa dominiCana la haBana Con CaRteles ContRa tRuJillo Revolucin, ao II, Nm. 212, 13 de agosto de 1959.
PoR
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un acto simblico, se quit la boina e introdujo una moneda como estmulo de la solidaridad material que solicitaba para la causa del pas hermano. Ms adelante, se traslad desde Cuba a Venezuela una comisin para recabar el apoyo de Rmulo Betancourt, entonces presidente venezolano, quien entreg la suma de 150,000 dlares al grupo encabezado por el comandante Delio Gmez Ochoa, el capitn Enrique Jimnez Moya y Francisco Pividal, historiador y embajador de Cuba en Venezuela. Delio Gmez Ochoa haba sido designado por el Gobierno cubano enlace con el movimiento de los dominicanos. Este comandante se destac en la lucha guerrillera cubana, en la que ostent el cargo de jefe del regimiento nmero 7 de Holgun y al triunfo de la revolucin se desempeaba como jefe del IV Frente Simn Bolvar. Ms adelante, jug un papel preponderante en la expedicin de junio de 1959 contra Trujillo. Recibi como muestra de gratitud del pueblo y el Estado la ciudadana dominicana. La orientacin estaba clara, la formacin del brazo armado, el Ejrcito de Liberacin dominicano, lo que sentaba las bases para organizar la expedicin de 1959. Adems de esos pasos, se inici la campaa de recaudacin de recursos y la llegada a Cuba, desde otros pases, de los dominicanos que se preparaban para la accin militar. Ya en La Habana, eran alojados en dos residencias: una en la calle A entre la 1ra y 3ra de El Vedado, y otra era la casa del historiador Francisco Pividal, en el reparto Tarar. All permanecieron hasta ser trasladados al campamento de entrenamiento situado en Mil Cumbres. La oficina del movimiento era conducida por Enrique Jimnez Moya, quien fue el jefe militar de la expedicin, y por el doctor Jos Horacio Rodrguez Vzquez, comandante del campamento. La estructura organizativa de los combatientes fue dividida en cinco pelotones, bautizados con los nombres de los prceres dominicanos y de los pases solidarios con la lucha: Juan Pablo Duarte, Mximo Gmez, Jos Mart, Simn Bolvar y Gregorio Lupern.
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Dos cubanos: Camilo Cienfuegos (1) y Ramn Lpez Lpez (Nen) (2), en el campamento de Mil Cumbres junto a varios dominicanos. (Dcada de 1960).
En el campamento de Mil Cumbres se entrenaron 261 combatientes, de ellos 198 pasaron a formar la expedicin, de nacionalidad dominicana, cubana, venezolana, puertorriquea, norteamericana, espaola, nicaragense y guatemalteca. All los combatientes recibieron la visita de Camilo Cienfuegos, quien se ocup de revisar y ultimar los detalles antes de partir a Santo Domingo.
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El cubano Pablito Mirabal, sobreviviente de la expedicin de 14 de junio de 1959, contra Trujillo; falleci posteriormente en Cuba.
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Pablito Mirabal, junto a Jos Francisco Pea Gmez, quien en ese momento era profesor en el Instituto Preparatorio de Menores de San Cristbal (El Reformatorio), Repblica Dominicana. (Dcada de 1960).
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Rafael Bez Prez, embajador de la Repblica Dominicana en Cuba, en el perodo 2000-2004, entrega una placa de reconocimiento al comandante Delio Gmez Ochoa, en febrero de 2002. (Foto: RBP e YAP).
Repblica Dominicana Cuba Venezuela Puerto Rico Estados Unidos Espaa Guatemala Nicaragua total
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las mujeRes
El exilio de la poca trujillista estimul a decenas de mujeres que, junto a sus hermanos y esposos, formaron parte del contingente que desde otros pases luchaba por la libertad en Repblica Dominicana. Sin embargo, la investigacin sobre la lucha del exilio por el derrocamiento de la tirana registra una ausencia de la mujer en dicho proceso. No obstante, existen informaciones de la presencia de cuatro mujeres en el campamento de Mil Cumbres: Dominicana Perozo, Dulce Mara Daz, Betty Rodrguez y Lydia Ortiz, las que recibieron entrenamiento, en igualdad de condiciones que los hombres, en aquel lugar de combate.
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J. Abreu Cardet, Cuba y las expediciones de junio de 1959, Santo Domingo, 2002, pp. 33, 37 y 49.
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Tambin se enfrentaron a la doble jornada, pues al trmino de los entrenamientos, mientras los compaeros descansaban, ellas se dedicaban a las tareas domsticas: limpiar, lavar y adems servan como enfermeras. En una actitud de discriminacin y subestimacin de sus condiciones, al momento de salir la expedicin, las envan a La Habana con la excusa de que iban a recibir entrenamiento como enfermeras. Es un hecho que la gloria y la inmortalidad de los hroes no puede borrar en tanto vulnera el derecho de la mujer, como ente social y humano, a decidir su propio destino, cuya valenta y coraje queda demostrado en diversos procesos de la historia universal.
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La expedicin del 1959 aplastada por la maquinaria del tirano, derrotada en lo militar produjo, sin embargo, un sentimiento de repulsa hacia el rgimen, tanto nacional como internacional. Hubo una elevacin en la conciencia sobre la necesidad de liberar al pas de las garras del trujillato. En ese proceso, impacta de manera decisiva el triunfo de la Revolucin cubana, lo que se expresa en los mtodos organizativos y de lucha, de manera muy especial entre la juventud. Fue una inspiracin que se manifest en la instrumentacin no solo organizativa, sino programtica del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, el ms importante de los que lucharon por la libertad y la independencia en Repblica Dominicana. Por otra parte, el triunfo de los revolucionarios cubanos, agregado al creciente descrdito de la dictadura en la Repblica Dominicana, fortaleci el temor en los Estados Unidos a lo que ellos llamaron el peligro de una nueva Cuba. En medio de esa situacin el imperio asume la colaboracin en las acciones por el derrocamiento del tirano, tras tratar de convencerlo de su retirada voluntaria del poder. El 30 de mayo de 1961 cay ajusticiado el dictador Trujillo, en una accin que estuvo acompaada de un creciente movimiento de repudio. Los Estados Unidos, en su estrategia de
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defender lo que consideran su traspatio, convencieron a Ramfis Trujillo, hijo del dictador, quien asumi la direccin de la continuidad poltica del clan familiar, de colocar en la Presidencia del pas a uno de los hombres de mayor confianza y aval intelectual de la dictadura, al doctor Joaqun Balaguer Ricardo. Mientras, el movimiento poltico y social en Repblica Dominicana se nucle en tres organizaciones bsicas: la Unin Cvica Nacional (UCN), representante de los sectores burgueses ms conservadores; el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (MR1J4), convertido en Agrupacin Poltica 14 de Junio, y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El 5 de julio de 1961 lleg al pas una representacin del Partido Revolucionario Dominicano, integrada por ngel Mioln, Ramn A. Castillo y Nicols Silfa, con lo que se inaugur una etapa de lucha poltica legal en Repblica Dominicana. En octubre el profesor Juan Bosch, lder del PRD, regres al pas y plante un programa que contena importantes reivindicaciones de carcter social a favor de las grandes mayoras. El PRD, con Bosch en la direccin, acompaado de ngel Mioln, Nicols Silfa y Ramn A. Castillo y del joven dirigente Jos Francisco Pea Gmez, logr aglutinar a su alrededor los sectores populares del pas. El PRD gana las elecciones en diciembre de 1962 y el profesor Juan Bosch asume la Presidencia de la Repblica el 27 de febrero de 1963. Se inaugur un nuevo rgimen y la inmediata aprobacin de la Constitucin de 1963, cuyo contenido planteaba importantes medidas favorables al pueblo, en el orden de la educacin, alud y vivienda, la implementacin de una reforma agraria y participacin de los trabajadores en los beneficios de la empresa. Las decisiones tomadas por el nuevo gobierno lesionaban los intereses de la oligarqua, que vea el espectro de Cuba en la accin oficial. Esa minora poderosa y sectores militares produjeron el golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963. Asumi la direccin del pas un triunvirato que anul la Constitucin de 1963 y, con ella, las reivindicaciones polticas y sociales que contena.
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La respuesta de los sectores democrticos fue de movilizacin en demanda del retorno a la constitucionalidad. El Movimiento 14 de Junio, heredero autntico de la Raza Inmortal de Constanza, Maimn y Estero Hondo, inici la lucha armada desde las montaas, en la que muri la mayora de los insurrectos constitucionalistas. Entre ellos result vilmente asesinado, despus de rendirse, el mximo dirigente del 14 de Junio, Manuel Aurelio Tavrez Justo, junto a 14 de sus compaeros. De nuevo lo ms sano de la juventud dominicana abon con su sangre el camino de la libertad; otra vez el fracaso militar, pero se impone la frrea voluntad de luchar por la justicia y la libertad. Esta decisin hace posible la insurreccin del 24 de abril con la participacin de todo un pueblo, bajo la direccin de un grupo de ciudadanos civiles y militares dispuestos a devolver a la patria sus sueos. Desde ah se erigi, con la fortaleza de la bravura y la dignidad, el coronel Francisco Alberto Caamao De, quien fue juramentado presidente de la Repblica en armas, el 3 de mayo de 1965. La guerra entre los dominicanos, que apuntaba hacia el xito de los combatientes por el restablecimiento de la Constitucin sin elecciones, fue interferida por la directa intromisin de los Estados Unidos, con el desembarco el 28 de abril de 42,000 marines bajo la excusa de venir a salvar vidas, pero se pusieron de inmediato al lado de las fuerzas militares conservadoras y golpistas. Bajo el escudo de la Fuerza Interamericana de Paz, Estados Unidos pretendi legalizar la segunda intervencin militar a Repblica Dominicana en el siglo xx, impidi con ello que la voluntad de los dominicanos y dominicanas decidiera el conflicto blico, que de guerra civil se convirti en guerra patria. Descaradamente las fuerzas interventoras enfrentaron a los constitucionalistas. Los fuertes combates y la accin criminal de los invasores que masacraron y asesinaron a mansalva la poblacin, obligaron al inicio de unas negociaciones que concluyeron con la firma del Acta Institucional y el Acta de Reconciliacin, el 31 de agosto de 1965.
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El 3 de septiembre de ese mismo ao, el coronel Caamao present renuncia y tom posesin un gobierno provisional, encabezado por el doctor Hctor Garca Godoy, el cual prepar las elecciones del ao siguiente. Los combatientes constitucionalistas fueron perseguidos y muchos asesinados, mientras el coronel Caamao y otros oficiales fueron asignados a misiones diplomticas, para alejarlos del pas y de los cuarteles. Caamao fue designado agregado militar de la embajada dominicana en Londres. Otros fueron enviados a Francia, Blgica, etc., con quienes Caamao se reuni en el exterior y les expuso sus planes de lucha. El 12 de noviembre de 1967 el Coronel de Abril dirigi una carta a sus compaeros de armas, la cual, en dos de sus prrafos, deja en claro la fuerza de su pensamiento y de sus ideas, cuando expresaba lo que esperaba, a quienes tuvieran el valor de seguirlo era:
...la guerra revolucionaria, larga y difcil, llena de escollos, de altas y bajas y con un enemigo poderoso y brutal, que conocemos bien por haberlo combatido con las armas en las manos. Todos tenemos una rica experiencia en esto, tambin un deber que cumplir, y lo cumpliremos y saldremos victoriosos. Todas las condiciones estn dadas para el desarrollo de la guerra revolucionaria en Repblica Dominicana. Tenemos que agilizarnos; es esto lo que les planteo.1
Haba nacido el comandante Romn y las diferencias con muchos de los que fueron sus compaeros, quienes no lo acompaaron en ese encuentro con la historia. Se inici un nuevo proceso en el cual el Coronel de Abril confirm y desarroll el compromiso con una sociedad ms justa. Ya tena una conviccin: la necesidad de continuar la lucha por la justicia y la libertad de su pueblo. As lo hizo saber a sus amigos y compaeros
1 Hugo Rius Blein y Ricardo Senz Padrn, Caamao, 1ra edicin, Editorial de Ciencias sociales, La Habana, 1984, p. 243.
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que lo visitaban en Londres, quienes, segn diversos testimonios, plantearon puntos de vista dismiles en su relacin con los estadounidenses. Dos fuentes son determinantes en su decisin: por un lado el Che, el carcter internacionalista y antiimperialista de su ejemplo, y por otro, Vietnam, que en esos momentos se enfrentaba a la invasin norteamericana. Y Cuba, presente siempre en la ingente y permanente lucha de los dominicanos por la libertad, fue el lugar escogido.
la confeRencia tRicontinental
En enero de 1966 se celebr en Cuba la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de frica, Asia y Amrica Latina (la Tricontinental). La delegacin dominicana estuvo integrada por representantes de varias organizaciones de izquierda. El 14 de Junio presida el grupo y sus delegados fueron el doctor Guido Gil Daz y el estudiante Amaury Germn Aristy; el Partido Comunista Dominicano (PCD) estaba representado por Asdrbal Domnguez; el Movimiento Popular Dominicano por Cayetano Rodrguez del Prado, y por el Frente Constitucionalista el doctor Euclides Gutirrez Fliz. A esta conferencia asistieron 500 delegados de 82 pases y decenas de observadores y participantes. Como resultado de la persecucin y represin contra los dominicanos que viajaban a los pases socialistas, quienes se vean obligados a hacer una travesa por Europa para enmascarar su visita, la delegacin presente en la Tricontinental, a su paso por Londres, visit a Caamao. All le comunicaron de sus debates y de la condena al imperialismo y la oligarqua, considerada cmplice de los crmenes cometidos por Estados Unidos en este pas bajo el manto protector de la Organizacin de Estados Americanos y la Fuerza Interamericana de Paz (FIP). Tambin informaron al Coronel de Abril del homenaje hecho por la Tricontinental a la Repblica Dominicana.
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Como era habitual por los dominicanos y dominicanas que tenan un alto sentimiento de admiracin por el coronel Caamao, trataban de encontrarse con este en su estancia en Londres; es as como recibi la visita de Vicenta Vlez, quien se convirti ms tarde en su contacto y confidente; la compaera que estuvo con l desde su decisin de prepararse para la continuidad de la lucha y quien sera la madre de tres de sus hijos: Tania, Silvia y Romn.
desapaRicin de caamao
El 23 de octubre Caamao se encuentra ya en Holanda, despus de un recorrido por varios pases para desviar la atencin sobre el viaje del Coronel. El 23 de noviembre en un despacho de UPI, el peridico dominicano Listn Diario informa en primera plana: El coronel Francisco Caamao, lder de la Revolucin Constitucionalista del 25 de abril de 1965 y actualmente miembro de la embajada dominicana en Gran Bretaa, ha desaparecido. El coronel estaba en Cuba. En 1968 tuvo un encuentro con Amaury Germn Aristy y durante cinco aos estuvo preparndose y coordinando las condiciones de su llegada a Santo Domingo, esta vez como guerrillero. Muchos de los que se haban
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comprometido con esa riesgosa tarea, en su mayora ex constitucionalistas, no le acompaaron. En 1969 se haban incorporado al campamento de entrenamiento en Cuba, decenas de compaeros, de este primer grupo solo lo acompaaron compaeros; de ellos, solo Claudio Caamao Grulln (Sergio), Juan Ramn Payero Ulloa (Ismael), Ramn Euclides Holgun Marte (Braulio), Alfredo Prez Vargas (Armando), Carlos Toribio Pea Jquez (Felipe) y Hamlet Herman (Freddy) estuvieron a su lado en la expedicin a Santo Domingo. En el pas, Amaury Germn Aristy, Bienvenido Silveira Leal Prandy, Ulises Cern Polanco y Eugenio Perdomo, comprometidos con la accin del Coronel de Abril, cayeron combatiendo frente al ejrcito balaguerista, mientras trataban de escapar a la persecucin desatada contra ellos, el 12 de enero de 1972. Cuando estaba cerca el momento, Caamao escribi en Cuba, 1973, dos cartas a sus hijos que presagiaban no un hasta luego, sino un adis, y en las cuales se evidenciaba la fuerza con que la Revolucin cubana y el pensamiento del Che Guevara haban impactado en su definicin ideolgica.
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que les digo ya lo llevan ustedes en lo ms profundo de sus sentimientos y si algn da osara el maldito yanqui imperialista atentar contra esa tierra libre americana, hijos mos, por favor, en la primera fila a hacerles morder el polvo de la derrota Su padre fRanCis Romn3
Cuando Caamao parte, el padre de Vicenta, un veterano de la guerra civil espaola, Vicente Vlez, va a buscar sus nietos y Fidel le dice: Esos tambin son mis hijos, ven t tambin a
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vivir ac.5 El viejo comunista va a residir a Cuba, donde muere; sus restos descansan en el cementerio Coln de La Habana. Y lleg el da; la expedicin sale de Guadalupe, lugar donde haban obtenido el yate Black Jack. Romn, Freddy, Sergio, Felipe, Ismael, Armando y Braulio arriban en febrero a la tierra dominicana, esta vez a lo interno de sus entraas y entre dudas e impotencias y algunas vacilaciones se nos fue el Coronel de Abril en febrero de 1973.
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Francisco Alberto Caamao De con sus hijos Alberto, Francis y Paola. El uniforme de los nios no tiene ninguna relacin con el uniforme de guerrilla de Caamao, es el uniforme de la escuela de Camilitos en Cuba. (Foto: Cortesa de Vicenta Vlez Vda. Caamao).
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La salida del embajador dominicano en Cuba, Porfirio Rubirosa, en mayo de 1959, no obstante ser sustituido en la misin, marc el inicio del rompimiento de las relaciones diplomticas entre la Repblica Dominicana y Cuba. El triunfo de la Revolucin cubana signific el trmino de una relacin de cooperacin entre los dictadores de los dos pases. La organizacin y preparacin en Cuba de la expedicin de Constanza, Maimn y Estero Hondo de 1959, a solo 6 meses del triunfo de los revolucionarios cubanos, signific la inmediata y tangible accin de solidaridad del Gobierno cubano con los dominicanos en su lucha contra la tirana trujillista. El 15 de junio de 1960 Cuba rompi las relaciones diplomticas con el gobierno de Trujillo. En junio de 1960, Rmulo Betancourt, presidente de Venezuela, fue vctima de un atentado perpetrado por Trujillo en Caracas, mientras asista a un desfile militar. El 21 de agosto de 1960, los cancilleres, en reunin de la OEA celebrada en Costa Rica, aprobaron sanciones diplomticas y comerciales contra el gobierno de Trujillo, entre las que se destac el rompimiento de las relaciones de todos los Estados miembros con Repblica Dominicana.
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Era la tarde del 10 de agosto de 1982, Cuba es la sede de los XIV Juegos Centroamericanos y del Caribe y el equipo de peloteros de la Repblica Dominicana estaba haciendo prcticas en el estadio del Hospital Psiquitrico de La Habana. Me dirijo hacia la sala Enrique Nez, donde en su silla de ruedas me recibe Lledn. Brevemente le informo el deseo de los deportistas. Su extraordinaria necesidad de ser admirado, su tendencia a la grandiosidad, se pone de manifiesto en la alegra que la noticia provoca en l. Quiero mi traje negro ordena a sus ayudas de cmara. En poco tiempo viste su elegante traje negro de caballero y lo ayudamos, junto a la enfermera, empujando la silla de ruedas hacia la ambulancia que lo llevar en compaa de los amigos Caballero, aqu estn los peloteros que quieren hablarle lo presentamos al equipo dominicano Un mdico que integra el equipo y yo nos separamos de los dems De pronto, con profundo asombro, descubro que El Caballero de Pars no se encuentra en la silla de rueda. Est vaca y l camina sin ayuda, con la agilidad y paso firme de un joven, rumbo al terreno de la pelota. Este hombre me lleva de sorpresa en sorpresa. Quiero ver la pelota. Yo jugu balompi en Espaa y fui campen, dijo. Pero ya no lo escucho, me ha pasado inadvertido un hecho frecuente: la obstinada negacin de algunos ancianos, por razones psicolgicas, a no deambular despus de alguna enfermedad fsica u operacin que los mantenga en un prolongado encajamiento. l puede caminar! Hoy ha tenido una fuerte motivacin para hacerlo.1
Luis Calzadilla Fierro, Yo soy el caballero de Pars, Badajoz, Espaa, 2000, pp. 145-147. El Caballero de Pars apareci por las calles de La Habana en la dcada de 1920. Vesta capa larga, con una melena y un aire de grandeza que lo haca en ocasiones rey o emperador. Sirvi de inspiracin al antolgico danzn, El caballero de Pars, conocido en Repblica Dominicana en la voz de Barbarito Diez. Calzadilla Fierro fue su psiquiatra.
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RepResentacin poltica
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reas. De estos ya se encuentran en Santo Domingo cientos, graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, creada a raz del cicln George, que devast el Caribe y Centroamrica. Centenares de mdicos cubanos se trasladaron a los pases de la regin afectados por ese fenmeno natural, entre ellos el nuestro.
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honor la Organizacin de las Naciones Unidas declar el 25 de noviembre como Da Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Esa actividad estaba dirigida a los estudiantes dominicanos, con temas referidos a importantes acontecimientos y protagonistas de nuestra historia, as como a la realizacin de eventos recordatorios de los hroes y heronas dominicanos (as) y el contacto permanente con ciudadanos dominicanos residentes all. Tres certmenes fueron realizados con la entusiasta participacin de los estudiantes dominicanos becados en la hermana nacin y la colaboracin de destacados intelectuales dominicanos y cubanos, quienes fungieron como jurados en los diferentes concursos, tales como el cubano-dominicano, comandante Delio Gmez Ochoa; la cubana, doctora Olga Portuondo, historiadora de la ciudad de Santiago de Cuba; los dominicanos Tony Raful, para entonces secretario de Estado de Cultura,
Premio a Mirna Jimnez de la Rosa, ganadora del primer lugar en el concurso Hermanas Mirabal, con el tema 40 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo. Se lo entregan Rafael Bez Prez (izquierda) y Delio Gmez Ochoa. (Foto: RBP e YAP).
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De izquierda a derecha Ysabel A. Paulino, Tony Raful, Rafael Bez Prez, embajador dominicano en Cuba y Rafael Fafa Taveras, miembros del jurado del concurso de historia Hermanas Mirabal, La Habana, Cuba. (2002). (Foto: RBP e YAP).
Rafael (Fafa) Taveras, doctor Andrs L. Mateo, doctor Roberto Cass, doctor Emilio Cordero Michel, ingeniera arquitecta Sina Cabral, amiga y compaera de Minerva Mirabal, y el doctor Eduardo Garca Michel. Durante tres aos se celebraron los concursos de historia con los temas siguientes: Significacin de la muerte de Trujillo a 40 aos de su ajusticiamiento, en el ao 2001, en el que result ganadora del primer lugar la estudiante de medicina hoy mdico Mirna Jimnez de la Rosa. En el ao 2002 se trabaj el tema: Las hermanas Mirabal, su vida y el impacto poltico y social de su asesinato; fue la ganadora del primer lugar Lidia Carolina Jimnez Vlquez. En el ao 2003, el tema fue: Mximo Gmez en su dimensin internacionalista; obtuvo el primer lugar la estudiante cubana Yanelkys Martnez. En esa ocasin se dio participacin a estudiantes cubanos de los centros donde haba dominicanos, dado el carcter de Libertador de Cuba de Mximo Gmez. En el marco de las festividades de la fecha patria, en febrero de 2002, la embajada dominicana en Cuba entreg la condecoracin
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El embajador Rafael Bez Prez hace entrega de un pergamino a la viuda de Pablito Mirabal, y a su hija, en presencia de Ysabel A. Paulino y Ana Guzmn, en La Habana, Cuba. (2001). (Foto: RBP e YAP).
de la Orden de Duarte, Snchez y Mella a Pablito Mirabal, en las personas de su viuda e hija, y una placa de reconocimiento al comandante Delio Gmez Ochoa. De igual manera, se hicieron reconocimientos a dominicanos y cubanos que permanentemente defendieron el restablecimiento de las relaciones oficiales entre los dos pases. Entre los cubanos debemos destacar a Fernando Vecino Alegret, en ese entonces ministro de Educacin Superior; Eusebio Leal, historiador de la ciudad de La Habana; Omar Crdoba, Otto Marrero, Luis Cspedes, Anbal Mancebo y el cantautor Silvio Rodrguez. En ese mismo orden, se rindi homenaje a dominicanos residentes en Cuba, entre los que se destacan el ingeniero Luis Mir, doa Josefina Velsquez Mainardi, Patricio Bosch. Se rindi, adems, un homenaje pstumo a Ligia Piantini.
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Sargento dominicano que sin caballos ni balas fuiste un demonio con alas con el machete en la mano. Oh, oh, oh, Sargento dominicano, aquella carga brillante que con amor en la leyenda y recorriste la senda de los guerreros gigantes porque tu brazo de acero fue la expresin de la idea con que encendimos la tea del 10 de octubre hasta enero. Generalsimo hermano, ser invasin al futuro vienes cargando seguro con el machete en la mano oh, oh, oh con el machete en la mano. Aquella carga brillante que coloc en la leyenda y recorriste la senda de los guerreros gigantes porque tu brazo de acero fue la expresin de una idea con que encendimos la tea del 10 de octubre hasta enero generalsimo, Mximo Gmez
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Las banderas dominicana y cubana ondean frente al monumento a Mximo Gmez, en la entrada del tnel de la baha en La Habana, Cuba, por primera vez en la historia. (Foto: RBP e YAP).
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El embajador dominicano en La Habana, Cuba, Rafael Bez Prez (cuarto de izquierda a derecha), junto a funcionarios de la embajada dominicana, frente al monumento a Mximo Gmez, durante el izamiento de la bandera dominicana. (Foto: RBP e YAP).
Los dominicanos residentes hoy en Cuba se sitan en cuatro grupos fundamentales: 1. Los descendientes de las primeras migraciones; 2. Los familiares de los ltimos exilios; 3. Los tcnicos y empresarios que realizan actividades comerciales y los estudiantes que residen de manera provisional; 4. Flujo permanente de salud e intercambios culturales. No mencionamos el turismo ya que ste es parte general del intercambio entre los pases. Del exilio de la tirana trujillista permanecen en Cuba familiares y descendientes del profesor Juan Bosch, el seor Patricio Bosh, el ingeniero Luis Mir y su familia, hermano del Poeta de la Patria, don Pedro Mir; doa Josefina Velsquez Mainardi, hermana de Miguel ngel Velsquez Mainardi. Otros dominicanos residentes en Cuba son los familiares de doa Ligia Piantini, esposa del laureado compositor y msico cubano Adolfo Guzmn. En diferentes localidades encontramos descendientes de dominicanos destacados en diversas reas de la sociedad cubana, tal es el caso de la distinguida poetisa Dulce Mara Loynaz, hija de Enrique Loynaz, nacido en Puerto Plata, Repblica Dominicana, el 5 de junio de 1871, quien combati a las rdenes de Antonio Maceo y lleg a ser general del Ejrcito Libertador; de
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Patricio Bosch recibe una placa de reconocimiento de parte del embajador dominicano en La Habana, Cuba, Rafael Bez Prez. (2001). (Foto: RBP e YAP).
la doctora Karelia Rodrguez Grulln, destacada pediatra, nieta del hijo del caballerizo de Mximo Gmez, Diego Grulln Madero, residente en Santiago de Cuba; el licenciado Flix Manuel Hidalgo Pimentel, profesor de historia de la facultad de humanidades del Instituto Superior Pedaggico de Holgun, residente en esa ciudad, hijo de la dominicana Altagracia Pimentel. En Guantnamo, ciudad oriental de Cuba, permanecen numerosas familias descendientes directas de dominicanas y dominicanos de quienes recibimos testimonio oral de su procedencia: Vctor Maura Mndez, hijo de Hortensia Maura Mndez, procedente de San Pedro de Macors, esta ltima lleg a Cuba con su hijo a la edad de 17 aos; Lidia Medina Vinales, hija del dominicano Antonio Medina Gonzlez, procedente de Ban; Delia Grant Soto, nieta de la dominicana Olimpia Soto Pichardo, que lleg adolescente a Cuba en 1902 y que junto a sus dos hermanos, Rafael Soto y Secundino Soto, particip desde Cuba en la lucha contra Trujillo.2
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Carmen Dalia Martnez Prez, dominicana residente en La Habana, celebra sus 100 aos de vida con la bandera dominicana en su bizcocho de cumpleaos. (2001). (Foto: RBP e YAP).
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En el Ejrcito libertador de Cuba Comandante Mximo Gmez Bez (el generalsimo) Comandante Lorenzo Despradel (Muley)4 Comandante Leopoldo Ti Comandante Ignacio Daz lvarez Capitn Juan Jimnez Capitn Jacobo Granda Capitn Juan Gmez Capitn Carlos de Soto Capitn Jos Soler Subteniente Ignacio Daz Subteniente Manuel Mireles Simoni Subteniente Elizardo Fras Subteniente Ramn Gonzlez Capitn Luis Marcano lvarez Capitn Flix Marcano lvarez Capitn Francisco Marcano Mariscal Modesto Daz lvarez Brigadier Francisco Javier Heredia Coronel Manuel Javier Heredia Coronel Manuel Frmeta Coronel Hiplito Aviar Coronel Francisco Javier Aristy Teniente coronel Toribio Llpez
Adems de los nombrados en esta lista, hubo otros que tambin se destacaron en Cuba. Asistente del generalsimo Mximo Gmez.
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Teniente coronel Santiago Prez Teniente coronel Rodolfo Bergs y Tavrez Comandante Rufino Martnez Comandante Jos Puello y Ezquerra Teniente coronel Jos Puello y Ezquerra Capitn Rosendo Prebot Capitn Joaqun Puello Teniente coronel Carlos Destroje Comandante Juan Jos Cruz Capitn Domingo Ramrez Capitn Manuel de Regla Subteniente Victoriano Garca Escarfullery Mariscal de campo Juan Chery Mariscal Romn Franco Brigadier Jos Vicente Valera Capitn Francisco de Lara Capitn Manuel Mara Tejera Capitn Manuel Quintero Subteniente Luis Tejeda Sargento 1ro Toms Ramrez Sargento Juan Nepomuceno Pimentel Cabo Pedro Regalado Gmez Cabo 2do Casimiro Pimentel Coronel Chepn Arzeno Coronel Francisco Abreu Licairac General Dionisio Gil de la Rosa5 Capitn de caballera Francisco Antonio Delgado Comandante Francisco Vega Varela Bernab Delgado Carlos Sabln Manac Sargento Mauricio Castro Sargento Lucas Evangelista Daz
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los intelectuales Francisco Henrquez y Carvajal Ren Fiallo Camila Henrquez Urea Max Henrquez Urea Pedro Henrquez Urea Francisco Muoz del Monte Antonio del Monte y Tejada Domingo del Monte Juan de la Mata Osvaldo Bazil Manuel de Jess de Pea y Reynoso
los pintores Luis Desangles Mara Adriana Engracia Billini Epifanio Billini Juan de la Mata Tejeda Carlos Federico Isaas Ramrez Jaime Colson
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Dominicanos en Cuba durante el rgimen de trujillo Profesor Juan Bosch Don Pedro Mir Dr. Romano Prez Cabral Dr. Octavio Meja Juan Isidro Jimenes Grulln Virgilio Mainardi Reyna Agustn Nez ngel Mioln Jos Diego Grulln Rafael Mainardi Reyna Mauricio Bez Mximo Lpez Molina Vctor Orzattellis Ramn Emilio Meja (Pichirilo) Jess Hernndez Santana (Pip) Dr. Leovigildo Cuello Pablo Antonio Martnez Alfonso Espinal Tiberio Castellanos Luis Aquiles Meja Dr. Rafael Moore Garrido Enrique Jimnez Moya Mayobanex Vargas Gonzalo Almonte Pacheco Andrs Ramos Peguero
a modo de sntesis
La Repblica Dominicana y Cuba pertenecen a dos islas de un mismo mar. Cuba, una isla larga y grande, con la imagen de un cocodrilo que navega en el Caribe; la otra ms pequea, la isla de Quisqueya, la cual Repblica Dominicana comparte con Hait, tan cercana en sus quebrantos como la pequea lnea que pari dos culturas, dos naciones. Entonces, la hermana mayor recibe en un abrazo solidario a hombres y mujeres que la ignominia y la intolerancia les obligan a cobijarse bajo cielos de otra patria, pero al llegar a ella, en ocasiones hacen suya la patria que los recibe o reciben de sus anfitriones el abrazo solidario en la lucha por sus sueos y utopas. As, impulsando los remos, desafiando la bravura del mar, Hatuey lleg a Cuba, advirti a sus mansos habitantes de la crueldad de los espaoles, les ensea a luchar y en el vecino pas, en el cual pretenda alejarse del exterminio a que haba sido sometida su raza en La Espaola, muri en la hoguera combatiendo al mismo colonizador. Y mientras los cubanos hacan ms dulce nuestro azcar, la historia creaba otros hroes y heronas; Mximo Gmez hizo suya la patria de Mart y de Maceo, y en ese devenir, de dominicanos nacieron tres nietos que son paradigmas en las luchas libertarias de Cuba: Calixto Garca, Antonio Maceo Grajales y Julio Antonio Mella. Con ellos, decenas de dominicanos y
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dominicanas son parte del Ejrcito Libertador de Cuba. Pero tambin se traslad la alegra y la belleza; con los aretos de Anacaona lleg a Cuba el cntico de guerra desde La Espaola; Teodora y Micaela dejaron su Santiago de los Caballeros y llegaron a Santiago de Cuba con su bandola y vihuela, abrieron el camino al saleroso y sentimental son cubano. Llegaron con las composiciones de Luis Rivera a Cuba y la hermosura del bolero sali de viaje con Sindo Garay y se pos en Dominicana. Fue que unos y otros se hicieron hijos de dos patrias. Cuando las garras del tirano Trujillo se imponan sobre el pas, Cuba coloc el triunfo de su revolucin al servicio de la lucha dominicana. All se forjaron en el acero, en lo que fue su casa, los hombres de El Mariel, Lupern, Cayo Confites y la Raza Inmortal. Estuvo el Coronel de Abril y estuvieron centenares de dominicanos que al seguir las huellas de Mximo Gmez hicieron suya la frase de Mart, cuando dijo: De Santo Domingo, porqu he de hablar? Es cosa distinta de Cuba?, y usted, no es cubano, y hay quien lo sea mejor que usted? Y Gmez, no es cubano?...
FuENtES y BIBlIoGRaFa
Fuentes
a. archivos:
Archivo Nacional de La Habana, Cuba. Archivo Histrico de Santiago de Cuba.
Protocolos consultados:
Protocolo 390 390 390 390 391 391 392 392 392 392 393 115 115 115 Folio 67,68V 78 431 287 188 326 65,65V 140,140V 186,186V 253,253V 128 319 319 150
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Fecha 1844 1844 1844 1844 1845 1845 1846 1846 1846 1846 1847 1865 1865 1865
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Protocolo 115 115 787 373 323 373 373 373 374 374 787 787 787 372 787 390
Folio 161 13,13v 113 20.28 29 248 48 35 3 3 11 113 113 3 113 67,48/V
Fecha 1865 1865 1865 1907 1907 1907 1907 1908 1913 1913*1 1925 1929 1929 1929 1929 18/3/1844
Archivo Histrico de Guantnamo, Cuba. Biblioteca personal del historiador Jos Abreu, Holgun, Cuba. Archivo de la revista Bohemia de La Habana, Cuba. Archivo Histrico de Holgun.
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aNEXoS*
* Los documentos anexos se pueden localizar en los archivos y protocolos detallados en la seccin correspondiente a las fuentes y bibliografas. (N. del E.).
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3 documento diRigido al consulado RecoRdando los gastos de la tRipulacin del vapoR pResidente
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(2 de julio de 1912)
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de la
acta de bautismo de la nieta de luis desangles iglesia santsima tRinidad, en santiago de cuba
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dominicano
acta de bautismo del nieto del poeta y patRiota fabio fiallo, en la iglesia santsima tRinidad, en santiago de cuba
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12 acta de matRimonio de andRs bRugal y montan y luca pRez en la iglesia santsima tRinidad de santiago de cuba
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ceRtificacin matRimonial antonio l. e. bRugal y pRez y caRmen nicomedes bRugal y RodRguez en la aRquidicesis de santiago de cuba
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estatutos del paRtido RevolucionaRio dominicano (pRd), depositados paRa fines legales (28 de eneRo de 1943)
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comunicacin del gobeRnadoR pRovincial a juan i. jimenes gRulln, sobRe la inscRipcin legal del pRd (el doMinicano, 11 de febReRo de 1943)
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coRRespondencia del ministRo de gobeRnacin cuba al gobeRnadoR pRovincial de la habana, solicitando infoRme sobRe el pRd
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comunicacin de ngel mioln gobeRnadoR civil de la pRovincia de la habana sobRe la ReoRganizacin del pRd (22 de septiembRe de 1952)
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ndice onomstico
A
Abbes Garca, Johnny 137 Abreu Cardet, Jos 13, 138, 155-156, 192-193 Abreu Licairac, Francisco 44, 185 Acevedo Bez, Manuel 91 Acosta, Cristina 92 Actriz, Clara 36 Alfonseca, Juan Batista 94 Agramonte, Ignacio 58 Aguiar, Arturo 91 Aguiar, Hiplito 43 Aguirre, Mirta 78, 193-194 Alayo, Augusto 94 Alayo, Venerando 94 Almnzar, Altagracia 100 Almenju, Mireya Altagracia 94 Almenju, Ramn A. 94 Almonte Pacheco, Gonzalo 187 Alomar, Martina Vda. de 92 lvarez, Lorenzo 113 lvarez, Puchulo 116 lvarez Albizu, Antonio 137 lvarez Soto, Joaqun 37 lvarez Soto, Jos 37 Amechazurra, Juan 23 Anacaona 190 Aparicio, Ral 35, 193 Aponte, Jos Antonio 21 Aquino Pimentel, Bienvenido 172 Arias, Avelino 91 Arias, Carmelo 91 Arias, Desiderio 103 Arias, Jos 91 Aristy, Francisco Javier 43, 184 Arredondo y Pichardo, Gaspar de 26 Arvelo, Tulio H. 119 Arzeno, Chepn 44, 185 Aviar, Hiplito 184
B
Bacard, Emilio 74, 84 Bez, Isabel Luisa 94 Bez, Mauricio 101, 187 Bez, Mercedes 94 Bez, Rubn 13 Bez Gonzlez, Horacio 34 Balaguer Ricardo, Joaqun 140, 160, 170 Banderas, Quintn 56 Barbour, Marianela 13 Batista, Desiderio 93 Batista, Fulgencio 119, 123-124, 129, 135, 137-138, 145 Batista, Mara Caridad 94
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Batista, Rafael 93 Baut Urea, Juan 36 Bautista Comas, Juan 91 Bazil, Osvaldo 73, 186 Beltrn, Alberto 86, 186 Bergs y Tavrez, Rodolfo 34, 43, 185 Bermdez, Mara Mercedes 63, 65-66 Bernal y Muoz, Jos Antonio 26 Betancourt, Andrea 63 Betancourt, Rmulo 151, 169 Billini, Mara Adriana Engracia 75, 186 Billini Hernndez, Epifanio 40, 75 Biset, Basilio 93 Biset, Sabina 93 Blanco, Andrs Eloy 120 Blanco Daz, Andrs 35 Blanco Genao, Moiss 172 Bolvar, Simn 151 Bonne, Clara 36 Borins de Rive, Antonia 37 Bosch Gavio, Juan 107, 113, 116, 121, 124, 160, 181, 187 Bosch, Patricio 176, 181-182 Bravo Acosta, Antonio 110, 112 Brea, Mara Josefa 65, 67 Bretn, Francisco 36 Brugal y Montan, Andrs 210 Brugal y Prez, Antonio L. E. 211 Brugal y Rodrguez, Carmen Nicomedes 211 Bruma, Margarita L. 36 Bustamante, A. S. 56
C
Caamao, Alberto 165, 168 Caamao, Francis 165, 168 Caamao, Paola 168 Caamao De, Francisco Alberto 159, 161-168, 190 Caamao Grulln, Claudio (Sergio) 165, 167
Caamao Vlez, Romn 164, 166 Caamao Vlez, Silvia 164, 166 Caamao Vlez, Tania 164, 166 Cabrera, Carlos Antonio 93 Cabrera, Domingo 93 Cceres, Abelardo 91 Cffaro, Nin 86, 88 Caldern Hernndez, Manuel 116 Calzadilla Fierro, Luis 170-171, 193 Camarena, Pitro 125 Caminero, Lisandro 90 Camporredondo Mella, Mercedes 67 Camporredondo, Luis 67 Campusano, Mercedes 28 Capote, Jos Mara 53 Carpentier, Alejo 84, 193 Carvajal, Rosa 28 Casales, Jos de la Luz 93 Casales, Rosa 93 Casamoe, Adalberto 94 Casamoe, Rosa 94 Casanova, Luis 73 Cas Ybenga, Bernardo 90 Cass, Roberto 13, 193 Castellanos Vargas, Jos Tiberio 127-128, 187 Castillo, Luis Roberto 108-110, 112 Castillo, Ramn A. 160 Castro, Edelmira 93 Castro, Fidel 120-122, 138-139, 146, 150 Castro, Jacinto de 77 Castro, Jos Dolores 93 Castro, Mauricio 44, 185 Cern Polanco, Ulises 165 Cspedes, Carlos Manuel de 35, 47 Cspedes, Luis 176 Cestero, Manuel F. 73 Cienfuegos, Camilo 152 Ciriaco, Valentn 172 Cisneros Betancourt, Salvador 53, 56 Coln, Cristbal 16, 22 Coln, Diego 22 Colson, Jaime 75, 186 Collado, Lipe 128
235
Comandante Romn (pseudnimo de Caamao De, Francisco Alberto) 162 Cordero, Len 73 Cordero Michel, Emilio 13, 126 Crdoba, Omar 176 Corona, Manuel 66 Coronel de Abril (pseudnimo de Caamao De, Francisco Alberto) 159, 162-163, 165, 167, 190 Cruz, Fausto 10, 13, 92 Cruz, Frank 86 Cruz, Juan Jos 43, 185 Cruz Muoz, Federico de la 112 Cuello, Leovigildo 105, 100, 113, 116, 120, 126, 187 Cuello, Teresa 32 Cuevas y Hernndez, Antonia de las 30 Cupull, Adys 64, 66-67, 193 Curiel, Eugenio Luis 94 Curiel Castro, Luisa 94 Chaillot 36 Chaljub Meja, Rafael 139, 193 Chamorro, Jos Toms 32 Chery, Juan 43, 185 Chibs, Eduardo 120, 123 Chomat, Roberto 66
Destroje, Carlos 43, 185 Daz, Benito 36 Daz, Celeste de la C. 94 Daz, Dulce Mara 156 Daz, Ignacio (subteniente) 42, 184 Daz, Jos Francisco 91 Daz, Julio Alfredo 94 Daz, Lucas Evangelista 44, 185 Daz, Pedro 70-72 Daz lvarez, Ignacio (comandante) 43, 184 Daz lvarez, Modesto 42, 47, 48, 184 Daz de Urea, Gregoria 81 Daz Pez Vallejo, Enrique 91 Didiez Burgos, Ramn Julio 137 Diez, Barbarito 171 Diforneaur, Esteban 36 Diforneaur, Luisa 36 Domnguez, Asdrbal 163 Duany, Jorge 194 Duarte, Juan Pablo 63, 151 Duharte, Rafael 9, 13 Dumano 36 Duncan, Isadora 77 Duzarrie, Hctor 94 Duzarrie, Margarita Concepcin 94
D
Dvila, Juanes 23 Deive, Carlos Esteban 26, 193 Delgado, Bernab 185 Delgado, Francisco Antonio 44, 185 Delgado, Joaqun 23 Delgado Malagn, Blanca 76 Desangles, Ana Elba 93 Desangles, Luis 10, 73, 75, 93, 186, 208 Desangles, Margarita 93 Desangles, Mara 93 Despaigne, Juan 36 Despradel Surez, Lorenzo (Muley) 43, 60, 62, 184
E
Echavarra, Jos Antonio 129, 135 Echavarra Molina, Carlomn 10, 13, 92 Effres, Francisco 60 Entralgo, Elas 22 Espaillat, Arturo 137 Espinal, Alfonso 127, 187 Espinosa, Pascual 92 Estvez, Luis 56 Estrada Palma, Toms 56, 60 Estrella Urea, Rafael 119
236
F
Fabio Juan 108-110 Fliz, Jos Agustn 90 Fliz Ravelo, fray Jos 26 Fernndez, Eugenio 90 Fernndez, Felipe 94 Fernndez, Joaqun 149 Fernndez, Luca 94 Fernando II 20 Fiallo, Carlos Octavio 93 Fiallo, Fabio 209 Fiallo Lluberes, Ren 73, 93, 186, 202 Figueredo Prez, Laura Argelia 65 Figueres, Jos 122 Flores, Mara de la Paz 92 Formosa, Ana Crenets 94 Formosa, Elsa A. Orfelina 94 Francisca (doa) 36 Franco, Alcibades 91 Franco, Jos Luciano 33-34, 41, 194 Franco, Leonte 91 Franco, Romn 43, 185 Fras, Elizardo 43, 184 Frmeta, Manuel 42, 184 Fuentes, Laureano 84
G
Gndara y Navarro, Jos de la 40 Garay, Sindo 85, 190 Garca, Pancho 86 Garca, Salvador 123 Garca del Pino, Csar 26 Garca Escarfullery, Victoriano 43, 185 Garca Godoy, Hctor 162 Garca Gonzlez, Ramn 42 Garca iguez, Calixto 33, 41-42, 49, 55, 58, 60, 189 Garca Rivas, Ral 116 Germn, Francisco Merardo 156 Germn Aristy, Amaury 163-165
Giberga, Eliseo 56 Gil de la Rosa, Dionisio 42, 46, 185 Gil Daz, Guido 163 Gins, Micaela 11, 83-84, 186, 190 Gins, Teodora 11, 83-85, 186, 190 Gir y Thomas, Ernesto 37 Gisesgui, Isabel 94 Gisesgui, Roberto Isabel 94 Goico, Agustn 94 Goico, Mercedes 94 Goico, Mercedes Laura 94 Goico, Teolinda 94 Gomz, Dominga Regina 40, 93 Gmez, Gloria Esperanza 93 Gmez, Juan 42, 184 Gmez, Juan Gualberto 56 Gmez, Mara 93 Gmez, Mara de Jess 40, 55 Gmez, Mara Juliana 40 Gmez Bez, Mximo 10, 16, 33, 35, 40-42, 44-45, 47-48, 51-62, 80, 93, 103, 108, 146, 151, 165, 173, 177179, 182, 184-186, 189 Gmez Ochoa, Delio 141, 151, 155-156, 174, 176 Gmez Prez, Luis 172 Gmez Reynoso, Mximo 108-110, 112, 114 Gmez Toro, Mximo 93 Gmez Toro, Panchito 34, 51 Gonzlez, Froiln 64, 66-67, 193 Gonzlez, Manuel 91 Gonzlez, Ramn 44, 184 Gonzlez, Vicente 92 Gonzlez Pacheco, Antonio 156 Grajales, Jos 32 Grajales y Cuello, Mariana 32-33 Granda, Jacobo 43, 184 Grant Soto, Delia 182 Grau San Martn, Ramn 120-121, 123 Grulln Madero, Jos Diego 103104, 116, 124, 182, 187, 192 Grulln Vsquez, Luis Roberto 113 Guerra, Clara Elena 93
237
Guerra, Ramiro 194 Guerrero, Guillermo 95 Guerrero, Nicols Aramis 94 Guerrero Martnez, Alejandro 94-95 Guevara, Ernesto (Che) 165-166 Guillermo, Cesreo 33-34 Guillermo, Santiago 172 Gusep, Mercedes E. Vda. 92 Gutirrez, Guillermo Honorato 93 Gutirrez, Honorato 93-94 Gutirrez, Jos Andrs 90 Gutirrez, Melva Esperanza 94 Gutirrez Fliz, Euclides 163 Guzmn, Adolfo 181
H
Hart Dvalos, Armando 57 Hatuey 10, 19, 184, 189 Henrquez, Fernando 94 Henrquez, Fernando Abel 73, 81, 197, 203, 205 Henrquez, Fernando Daro 94 Henrquez Laurenzn, Cotubanam 82 Henrquez Urea, Camila Salom 11, 76-79, 186, 194-195, 194, 200201 Henrquez Urea, Francisco Noel 76 Henrquez Urea, Mximo Adolfo 11, 76-77, 79, 84, 186 Henrquez Urea, Pedro Nicols 11, 76, 79-81, 186 Henrquez Vsquez, Federico Horacio (Gug) 125 Henrquez y Carvajal, Federico 7576, 81 Henrquez y Carvajal, Francisco 11, 60, 75-77, 80-82, 186 Heredia, Domingo 36 Heredia, Francisco Javier 42, 184 Heredia, Jos Mara 26, 28, 30 Heredia, Manuel Javier 42, 184 Heredia y Mieses, Jos Francisco 26, 28
Hermann, Hamlet (Freddy) 165, 167 Hernndez, Julio Alberto 86 Hernndez, Tefilo 124 Hernndez Santana, Manuel de Jess (Pip) 129-134, 187 Herrera, Augusto Adolfo 94 Herrera, Hilario (el Ingls) 21-22 Herrera, Ramiro 94 Herrera Z., Dolores 94 Heureaux, Belisario 108-110, 112-113 Heureaux, Ulises (Lils) 11, 34, 69 Hidalgo Pimentel, Flix Manuel 182, 192 Holgun Marte, Ramn Euclides (Braulio) 165, 167 Hostos, Eugenio Mara de 74, 78-79
I
Ibarra Cuesta, Jorge 54-56, 194 Ibarra Mella, Nicanor 67 Incln, Clemente 120 Inchustegui Cabral, Arstides 76 Inocencio, Vctor 95 iguez, Miguel 41 iguez Landn, Jos Martn 42 iguez Landn, Mara de la Concepcin Luca 42 Isabel I 20
J
Jimenes Domnguez, Jos Manuel 112-113 Jimenes Grulln, Juan Isidro 69-70, 105, 107-110, 112-113, 116, 150, 187, 215 Jimnez, Jos Antonio (Bal) 157 Jimnez, Jos Manuel 108-110 Jimnez, Juan 43, 184 Jimnez de la Rosa, Mirna 174 Jimnez Moya, Enrique 10, 138, 141, 151, 187
238
K
Kovac, Alexander 138
L
Lacret, Jos 56, 59 Lahit-Bignott, Nereida 194 Lajout, Asad 90 Lalane, Jos 172 Lamar, Enrique 23 Lamarche, Horacio 89-90, 206 Lamarche, Osterman 90 Lancot, Juan 91 Landn, Luis 41 Landn Moreno, Mara del Rosario 41 Landn Moreno, Mara Mercedes 41 Lantigua Fernndez, Rafael 145 Lara, Francisco de 43, 185 Laurenzn, Natividad 82 Laurenzn, Luis Enrique 93 Laurenzn, Manuel Roberto 93 Laurenzn, Rodolfo 93 Lavastida, Miguel de 40 Leal, Eusebio 173, 176 Leal Prandy, Bienvenido Silveria 165 Lecuona, Ernesto 86 Lee Chvez, Jos 138 Lemba, Sebastin 20 Len, Manuel 36 Len Mella, Hilda 67 Linares, fray Toms de 25 Liscaille, Francisco 36 Liz, Manuel Alexis 124 Lpez, Abelardo 95 Lpez, Abelardo ngel 95 Lpez, Santos 172 Lpez Lpez, Ramn (Nen) 152 Lpez Molina, Mximo 127, 140, 187 Lores, Fabin 90 Loynaz, Carlos 23 Loynaz, Dulce Mara 23, 181
Loynaz del Castillo, Enrique 23, 103, 181 Loyola Vega, Oscar 195 Lugo, Alfonso 94 Lugo, Luz Divina 94 Lugo Valdez, Flix 94 Lupern, Gregorio 34, 148, 151, 190 Llpez, Toribio 43, 184 Lluberes, Ren B. 73
M
Maceo, Clara 32 Maceo, Marcos 32-33 Maceo Grajales, Antonio de la Caridad 23, 32-35, 51-54, 58-59, 74, 165, 181, 189 Maceo Grajales, Jos 33 Maceo Grajales, Justo Rafael 33 Maceo Tllez, Antonio 32 Machado, Gerardo 65 Maderne, Elosa 97 Mainardi Reyna, Luis Emilio 100 Mainardi Reyna, Rafael 113, 116, 125, 187 Mainardi Reyna, Vctor (Siln) 100-101, 113 Mainardi Reyna, Virgilio 108-110, 112-113, 124, 187 Mainardi Vda. Cuello, Corina 100, 194 Malagn, Jos Manuel 90 Manac, Sabln 185 Mancebo, Anbal 176 Mangenant, Mara 94 Mangenant, Mariana 94 Marcano, Francisco 42, 184 Marcano, Luis 48 Marcano lvarez, Flix 42, 184 Marcano lvarez, Luis 42, 47, 184 Marcial, Luis 91 Margarita (doa) 36 Marn, Luis Felipe 92 Marinello, Juan 120
239
Marrero, Otto 176 Marte, Roberto 23, 194 Mart, Jos 9, 12, 34, 42, 51-53, 57, 59-60, 62, 76, 85, 108, 151, 165, 189-190 Martnez, Gregoria 92 Martnez, Julio Csar 127 Martnez, Manuel 138 Martnez, Pablo Antonio 127, 129, 135, 187 Martnez, Rufino 43, 185 Martnez, Virginia 92 Martnez Almnzar, Francisco 194 Martnez Arango, Felipe 194 Martnez Campos, Arsenio 53 Martnez Prez, Carmen Dalia 183 Martnez Prez, Nelia 146 Martnez Reyna, Virgilio 100 Mas, Bartolom 56 Mata Tejada, Juan de la 26, 30, 75, 186 Mateo, Andrs L. 82, 194 Mateo, Arnulfo 172 Maura Mndez, Hortensia 182 Maura Mndez, Vctor 182 Mayet, Bienvenido 94 Mayet, Domingo 94 Mayet, Emilia 94 Mayet, Lourdes F. 94 Mayet, Martina 94 Mayet, Yolanda Mara 94 Mayeta, Beln 94 Mayeta, Emilio 94 McKinley, William 54 McPortland, Cecilia 68 McPortland, Mara Magdalena 63 Medina Gonzlez, Antonio 182 Medina Vinales, Lidia 182 Medrano, H. 71 Meja, Gustavo Adolfo 98, 194 Meja, Luis Aquiles 187 Meja, Octavio 97, 187 Meja Chaljub, Rafael 230 Meja del Castillo, Ramn Emilio (Pichirilo) 127, 139, 142, 187 Meja Ricart, Tirso 98
Meln y Lobato, Mara 65 Mella, Graciela 68 Mella, Jos Ramn 68 Mella, Matas Ramn 11, 63-65, 67, 97 Mella Bermdez, Celia 63 Mella Bermdez, Isabel Mara 63, 66-67 Mella Bermdez, Josefina 63, 67 Mella Bermdez, Juliana 63, 67 Mella Bermdez, Leocadia 63, 67 Mella Bermdez, Luisa Anastasia 63, 67 Mella Betancourt, Enrique 63, 67 Mella Brea, Amrica 67 Mella Brea, Ildefonso 65, 67 Mella Brea, Nicanor 63, 65, 67, 97 Mella Brea, Ramn 67 Mella Fuentes, Carmen 68 Mella Imbert, Adela 65, 67 Mella McPortland, Cecilio 63, 68 Mella McPortland, Julio Antonio 11, 63, 65-66, 68, 97, 189 Mella Saldvar, Natasha 68 Mella Snchez, Aleida Mara 67 Mella Snchez, Josefina 67 Mella Santapu, Francisco 67 Mella Santapu, Margarita 67 Mella Santapu, Nicanor Enrique 67 Mella Santapu, Ramn 68 Menar, Mara Francisca 37 Mndez, Cucha 101 Mndez Capote, Domingo 56 Merchn, R. M. 56 Milans, Fidencio (hijo) 93 Milans, Fidencio 93 Minaya, Rafael 91 Mioln Reinoso, ngel 108-110, 112-113, 116, 124, 160, 187, 231 Mir, Luis 176, 181 Mir, Pedro 181, 187 Mirabal, Mara Teresa 173 Mirabal, Minerva 173 Mirabal, Pablito 153-154, 156, 176 Mirabal, Patria 173
240
Mirelis Simonis, Manuel 44, 184 Modotti, Tina 68 Monte, Domingo del 186 Monte y Tejada, Antonio del 30, 186 Montoso, Rafael 56 Moore Castillo, Rafael 187 Morales, ngel 119 Morales Billini, Fernando 172 Morel de Santa Cruz, Pedro Agustn 25 Moreno, Gertrudis 41 Moreto, Matilde 92 Morilla, Francisco 29 Moscoso, Jos 127 Moscoso, Juan Vicente 28 Moscoso, Manuel 28 Muguercia, Alberto 85 Muoz, Arturo J. 90 Muoz del Monte, Francisco 29-31, 186 Muoz del Monte, Rafael 28 Muoz y Caballero, Andrs 29-30
P
P., Juan Zacaras 36 Pacheco, Flix 108-110 Padilla, Baldomero 90 Pez, Carmen de la Caridad 94 Pez, Jos Alfredo 94 Palacio, Orqudea 94 Palacio, Ramn 94 Palacios, Ramn 95 Palma, Jos Joaqun 57 Pall Mella, Margarita 68 Paulino Ramos, Alejandro 13 Payero Ulloa, Juan Ramn (Ismael) 165, 167 Peguero, Juan Mara 108-110, 112 Peguero, Scrates (Pupo) 172 Pea, Bartolom A. de 91 Pea, Diego de 35 Pea Gmez, Jos Francisco 154, 160 Pea Jquez, Carlos Toribio (Felipe) 165, 167 Pea Valdez, Julio de 170 Pea y Reynoso, Manuel de Jess de 35, 186 Perdomo, Eugenio 165 Perdomo, Manuel de Jess 90 Prez, Luca 204 Prez, Octavio 95 Prez, Ofelia 95 Prez, Santiago 40, 43, 185 Prez Cabral, Romano 105, 107-110, 112-113, 116, 124, 187 Prez Damera, Genoveva 121 Prez Jimnez, Marcos 129 Prez Olivo, Luis Manuel 88 Prez Romn 60 Prez Vargas, Alfredo (Armando) 165, 167 Pern Ual 36 Perozo, Dominicana 156 Petitn, Eduardo 37 Peynado, Jacinto J. 77 Piantini, Ligia 176, 181
N
Narciso, Gil 21 Neruda, Pablo 147 Neyman, Marcos 91 Nouel, Adolfo A. 77 Nez, Agustn 187 Nez, Enrique 177 Nez de Cceres, Jos 26-27
O
OFarril, Longina 66 Ochoa, Pascual de 84 Ofelia Mara 95 Ornes Coiscou, Horacio Julio 125 Orovio, Helio 194 Ortiz, Fernando 194 Ortiz, Lydia 156 Orzatellis, Vctor 127, 187 Ovando, frey Nicols de 20
241
Pichardo, Lucas 108-110, 112 Pierra, Fidel 56 Pierret, Carlos A. 90 Pileta, Mara del Carmen 93 Pileta, Nemesio 93 Pimentel, Altagracia 182 Pimentel, Casimiro 44, 185 Pimentel, Juan Nepomuceno 44, 185 Pimentel, Rumualdo 91 Pino, Julin del 36 Pividal, Francisco 151 Pohlmann Mella, Andrs 65, 67 Porter, Robert 54 Portuondo, Jos Antonio 84 Portuondo, Olga 9, 13, 31-32, 174, 195 Pou Saleta, Poncio 156 Prado, Caridad Blanca Rosa del 93 Prado, Santiago del 21 Prado, Silverio del 93 Prebot, Rosendo 43, 185 Pro Socarrs, Carlos 123 Puello, Eusebio 40 Puello, Joaqun 43, 185 Puello y Ezquerra, Jos (teniente coronel) 43, 185 Puello y Ezquerra, Jos (comandante) 185 Puente, Tomasa 92
Q
Quezada, Gonzalo de 56 Quintero, Manuel 43, 185
R
Raful, Tony 174-175 Ramrez, Carlos 93 Ramrez, Carlos F. 91 Ramrez, Domingo 43, 185 Ramrez, Eduardo de la Caridad 93
Ramrez, Josefa 92 Ramrez, Miguel ngel 125 Ramrez, Pedro 91 Ramrez, Rhina 86, 88 Ramrez, Toms 44, 185 Ramrez, Venancio 90 Ramrez Guerra, Carlos 93 Ramrez Guerra, Carlos Federico Isaas 75, 186 Ramos, Brgida 92 Ramos, Filermn 93 Ramos, Natacha 93 Ramos Peguero, Andrs 10, 127, 139, 143, 187 Ravelo, Juan E. 90 Ravelo, Julio E. 73 Ravelo, Mara de la C. Altagracia 93 Ravelo, Temstocles A. 90, 93 Ravelo y Asencio, Juan Mara 195 Regalado Gmez, Pedro 44, 185 Regla, Manuel de 43, 185 Repilado, Ricardo 84 Rey Vela, Manuel 112 Reyes Valds, Jos de los 90 Reynoso, Juliana 35 Ricardo, Ramn 90 Risk, Marion 77-78 Rius Blein, Hugo 162, 164, 195 Rius Rivera, Juan 56 Rivas, Juan Maximino 91 Rivera, Luis 86, 186, 190 Riverand, Julio le 195 Roa, Ral 98 Robles, Antonio 94 Robles, Elsy Mara 94 Robinson, Alejandro 131 Rodrguez, Alejandro 56 Rodrguez, Betty 156 Rodrguez, Jos Ignacio 91 Rodrguez, Juan 120-121 Rodrguez, Juancito 126 Rodrguez, Marcos 172 Rodrguez, Rolando 195 Rodrguez, Silvio 176 Rodrguez, Toms Pascual 91
242
Rodrguez Cceres, Francisco 108-110, 112, 114 Rodrguez del Prado, Cayetano 163 Rodrguez del Prado, Herminia 93 Rodrguez del Prado, Rafael Noel 93 Rodrguez Grulln, Karelia 104, 182, 192 Rodrguez Vsquez, Jos Horacio 151 Rogelia Aurelia 95 Roloff, Carlos 48 Romay, Toms 26 Rosa Adelaida 36 Rosado Aybar, Jos 194-195 Rosario, Marcos del (hijo) 108-110, 1 12-113 Rosario, Marcos del 34, 62, 108 Rosario, Sinencio del 90 Rubirosa, Porfirio 127, 145, 169 Ruiz Offlegat, Luis 91
Soriano, ngel 91 Soto, Carlos de 42, 184 Soto, Rafael 182 Soto, Secundino 182 Soto de la Cruz, Jos 91 Soto Pichardo, Olimpia 182 Surez Prez, Eugenio 122
T
Tamayo, Diego 56 Tapia y Coronado, Mnica 29 Tatis, Juan de M. 91 Tavrez, Francisco 37 Tavrez Justo, Manuel Aurelio (Manolo) 161 Taveras, Jorge 86 Tejada Tapia, Juan Mara 29 Tejada y del Monte, Juan 29 Tejeda, Dagoberto 86, 88 Tejeda, Luis 43, 185 Tejeda, Ulises 108-110, 112 Tejera, Manuel Mara 43, 185 Ti, Flavio 94 Ti, Leopoldo 43, 184 Ti, Miguel ngel 94 Ti, Miguel ngel Vitoriano 94 Toms, Guillermo 84 Torre, Jos Mara de la 84 Torres Cuevas, Eduardo 195 Torriente Mella, Ileana de la 68 Trinidad, Juan de Dios 90 Troncoso, Manuel 91 Trossa, Luis 36 Trujillo Molina, Rafael Leonidas 81, 99-103, 108, 119, 122, 127, 129130, 137, 140, 145-146, 148-151, 153, 157, 159, 169, 182, 190 Trujillo Martnez, Rafael Leonidas (Ramfis) 160 Trujillo Valdez, Jos 157 Tussay, Luis 36
S
Senz Padrn, Ricardo 162, 164, 195 Saldvar Freyre, Oliva 68 San Fliz, Luis 36 Snchez, Buenaventura 124 Snchez, Francisco del Rosario 63 Snchez, Isabel 92 Snchez, Julin 138 Snchez Ramrez, Juan 29 Sang Ben, Mu Kieng Adriana 128 Sanguily, Manuel 56 Santapu, Margarita 67 Santos, Amelia 13 Santos, Rafael (Rafeln) 13 Savin, Encarnacin 37 Severino Arias, Andrs 91 Sierra Reyes, Oscar 149 Silfa, Nicols 124, 160 Silvestre, Sonia 86, 88 Sim, Arturo 91 Simosen, Mara Concepcin 92 Soler, Jos 43, 184 Soler Puig, Rafael (el Muerto) 131
243
U
Urea de Henrquez, Salom 11, 76, 81 Urea de Mendoza, Nicols 81
Valdez, Gregoria 92 Valdez, Mara Dolores 92 Valdez Domnguez, Fermn 45 Valdez y Donia, Juan 90 Valera, Jos Vicente 40, 43, 185 Valera, Rafael 91 Valera, Tomasina 92 Varela (padre) 28 Varela, Julia 41 Vargas, Mayobanex 156, 187 Varona, Enrique Jos 56, 80 Vsquez, Horacio 69-72, 100, 119, 129 Vecino Alegret, Fernando 176 Vega, Augusto 73
Vega, Eduardo 94 Vega, Jos Joaqun 94 Vega, Marcelino 41 Vega, Miguel 94 Vega Valera, Francisco 40, 185 Velsquez Hernndez, Federico 77 Velsquez Mainardi, Josefina 176, 181 Velsquez Mainardi, Miguel ngel 181 Vlez, Vicenta 88, 164, 166-168 Vlez, Vicente 166 Vicioso, Alejandro S. 91 Vidal, Jaime R. 90 Vilthop, V. 66 Vitier, Cintio 85
Z
Zarzuela, Luis 86 Zuazo, Alonso de 22
Vol. I Vol. II Vol. III Vol. IV Vol. V Vol. VI Vol. VII Vol. VIII Vol. IX Vol. X Vol. XI
Correspondencia del Cnsul de Francia en Santo Domingo, 1844-1846. Edicin y notas de E. Rodrguez Demorizi, C. T., 1944. Documentos para la historia de la Repblica Dominicana. Coleccin de E. Rodrguez Demorizi, Vol. I, C. T., 1944. Saman, pasado y porvenir. E. Rodrguez Demorizi, C. T., 1945. Relaciones histricas de Santo Domingo. Coleccin y notas de E. Rodrguez Demorizi, Vol. II, C. T., 1945. Documentos para la historia de la Repblica Dominicana. Coleccin de E. Rodrguez Demorizi, Vol. II, Santiago, 1947. San Cristbal de antao. E. Rodrguez Demorizi, Vol. II, Santiago, 1946. Manuel Rodrguez Objo (poeta, restaurador, historiador, mrtir). R. Lugo Lovatn, C. T., 1951. Relaciones. Manuel Rodrguez Objo. Introduccin, ttulos y notas por R. Lugo Lovatn, C. T., 1951. Correspondencia del Cnsul de Francia en Santo Domingo, 1846-1850, Vol. II. Edicin y notas de E. Rodrguez Demorizi, C. T., 1947. ndice general del Boletn del 1938 al 1944, C. T., 1949. Historia de los aventureros, filibusteros y bucaneros de Amrica. Escrita en holands por Alexander O. Exquemelin, traducida de una famosa edicin francesa de La Sirene-Pars, 1920, por C. A. Rodrguez; introduccin y bosquejo biogrfico del traductor R. Lugo Lovatn, C. T., 1953. Obras de Trujillo. Introduccin de R. Lugo Lovatn, C. T., 1956. Relaciones histricas de Santo Domingo. Coleccin y notas de E. Rodrguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1957.
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Vol. XIV
Vol. XV Vol. XVI Vol. XVII Vol. XVIII Vol. XIX Vol. XX Vol. XXI Vol. XXII Vol. XXIII Vol. XXIV Vol. XXV Vol. XXVI Vol. XXVII
Vol. XXXI
Cesin de Santo Domingo a Francia. Correspondencia de Godoy, Garca Roume, Hedouville, Louverture Rigaud y otros. 1795-1802. Edicin de E. Rodrguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1959. Documentos para la historia de la Repblica Dominicana. Coleccin de E. Rodrguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1959. Escritos dispersos (Tomo I: 1896-1908). Jos Ramn Lpez, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2005. Escritos dispersos (Tomo II: 1909-1916). Jos Ramn Lpez, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2005. Escritos dispersos (Tomo III: 1917-1922). Jos Ramn Lpez, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2005. Mximo Gmez a cien aos de su fallecimiento, 1905-2005. Edicin de E. Cordero Michel, Santo Domingo, D. N., 2005. Lil, el sanguinario machetero dominicano. Juan Vicente Flores, Santo Domingo, D. N., 2006. Escritos selectos. Manuel de Jess de Pea y Reynoso, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2006. Obras escogidas 1. Artculos. Alejandro Angulo Guridi, edicin de A. Blanco Daz. Santo Domingo, D. N., 2006. Obras escogidas 2. Ensayos. Alejandro Angulo Guridi, edicin de A. Blanco Daz. Santo Domingo, D. N., 2006. Obras escogidas 3. Epistolario. Alejandro Angulo Guridi, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2006. La colonizacin de la frontera dominicana 1680-1796. Manuel Vicente Hernndez Gonzlez, Santo Domingo, D. N., 2006. Fabio Fiallo en La Bandera Libre. Compilacin de Rafael Daro Herrera, Santo Domingo, D. N., 2006. Expansin fundacional y crecimiento en el norte dominicano (16801795). El Cibao y la baha de Saman. Manuel Hernndez Gonzlez, Santo Domingo, D. N., 2007. Documentos inditos de Fernando A. de Merio. Compilacin de Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2007. Pedro Francisco Bon. Textos selectos. Edicin de Dantes Ortiz, Santo Domingo, D. N., 2007. Iglesia, espacio y poder: Santo Domingo (1498-1521), experiencia fundacional del Nuevo Mundo. Miguel D. Mena, Santo Domingo, D. N., 2007. Cedulario de la isla de Santo Domingo, Vol. I: 1492-1501. fray Vicente Rubio, O. P., edicin conjunta del Archivo General de la Nacin y el Centro de Altos Estudios Humansticos y del Idioma Espaol, Santo Domingo, D. N., 2007.
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La Vega, 25 aos de historia 1861-1886. (Tomo I: Hechos sobresalientes en la provincia). Compilacin de Alfredo Rafael Hernndez Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXIII La Vega, 25 aos de historia 1861-1886. (Tomo II: Reorganizacin de la provincia post Restauracin). Compilacin de Alfredo Rafael Hernndez Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXIV Cartas del Cabildo de Santo Domingo en el siglo XVII. Compilacin de Genaro Rodrguez Morel, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXV Memorias del Primer Encuentro Nacional de Archivos. Edicin de Dantes Ortiz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVI Actas de los primeros congresos obreros dominicanos, 1920 y 1922. Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVII Documentos para la historia de la educacin moderna en la Repblica Dominicana (1879-1894), tomo I. Raymundo Gonzlez, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVIII Documentos para la historia de la educacin moderna en la Repblica Dominicana (1879-1894), tomo II. Raymundo Gonzlez, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXIX Una carta a Maritain. Andrs Avelino, traduccin al castellano e introduccin del P. Jess Hernndez, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XL Manual de indizacin para archivos, en coedicin con el Archivo Nacional de la Repblica de Cuba. Marisol Mesa, Elvira Corbelle Sanjurjo, Alba Gilda Dreke de Alfonso, Miriam Ruiz Merio, Jorge Macle Cruz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLI Apuntes histricos sobre Santo Domingo. Dr. Alejandro Llenas, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLII Ensayos y apuntes diversos. Dr. Alejandro Llenas, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLIII La educacin cientfica de la mujer. Eugenio Mara de Hostos, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLIV Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1530-1546). Compilacin de Genaro Rodrguez Morel, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLV Amrico Lugo en Patria. Seleccin. Compilacin de Rafael Daro Herrera, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVI Aos imborrables. Rafael Alburquerque Zayas-Bazn, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVII Censos municipales del siglo xix y otras estadsticas de poblacin. Alejandro Paulino Ramos, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVIII Documentos inditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, tomo I. Compilacin de Jos Luis Saez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. XXXII
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Vol. XLIX
Vol. L
Vol. LI
Vol. LII Vol. LIII Vol. LIV Vol. LV Vol. LVI Vol. LVII Vol. LVIII
Vol. LIX
Vol. LX
Vol. LXI
Documentos inditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, tomo II, Compilacin de Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Documentos inditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, tomo III. Compilacin de Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polmicas 1. Primeros escritos, textos marginales, Yanquilinarias. Flix Evaristo Meja, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polmicas 2. Textos educativos y Discursos. Flix Evaristo Meja, edicin de A. Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polmicas 3. Ensayos. Flix Evaristo Meja. Edicin de A. Blanco Daz. Santo Domingo, D. N., 2008. Autoridad para educar. La historia de la escuela catlica dominicana. Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Relatos de Rodrigo de Bastidas. Antonio Snchez Hernndez, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 1. Escritos polticos iniciales. Manuel de J. Galvn, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 2. Ensayos. Manuel de J. Galvn. Edicin de Andrs Blanco Daz. Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 3. Artculos y Controversia histrica. Manuel de J. Galvn, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 4. Cartas, Ministerios y misiones diplomticas. Manuel de J. Galvn. Edicin de Andrs Blanco Daz. Santo Domingo, D. N., 2008. La sumisin bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961), tomo I. Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D.N., 2008. La sumisin bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961), tomo II. Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D.N., 2008. Legislacin archivstica dominicana, 1847-2007. Archivo General de la Nacin, Santo Domingo, D.N., 2008. Libro de bautismos de esclavos (1636-1670). Transcripcin de Jos Luis Sez, S. J., Santo Domingo, D.N., 2008. Los gavilleros (1904-1916). Mara Filomena Gonzlez Canalda, Santo Domingo, D.N., 2008. El sur dominicano (1680-1795). Cambios sociales y transformaciones econmicas. Manuel Vicente Hernndez Gonzlez, Santo Domingo, D.N., 2008.
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Vol. LXVI Vol. LXVII Vol. LXVIII Vol. LXIX Vol. LXX Vol. LXXI Vol. LXXII Vol. LXXIII Vol. LXXIV Vol. LXXV Vol. LXXVI Vol. LXXVII
Vol. LXXVIII
Vol. LXXIX
Vol. LXXX
Vol. LXXXIV
Cuadros histricos dominicanos. Csar A. Herrera, Santo Domingo, D.N., 2008. Escritos 1. Cosas, cartas y... otras cosas. Hiplito Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D.N., 2008. Escritos 2. Ensayos. Hiplito Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D.N., 2008. Memorias, informes y noticias dominicanas. H. Thomasset, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D.N., 2008. Manual de procedimientos para el tratamiento documental. Olga Pedierro, et. al., Santo Domingo, D.N., 2008. Escritos desde aqu y desde all. Juan Vicente Flores, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D.N., 2008. De la calle a los estrados por justicia y libertad. Ramn Antonio Veras (Negro), Santo Domingo, D.N., 2008. Escritos y apuntes histricos. Vetilio Alfau Durn, Santo Domingo, D. N., 2009. Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista. Salvador E. Morales Prez, Santo Domingo, D. N., 2009. Escritos. 1. Cartas insurgentes y otras misivas. Mariano A. Cestero, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Escritos. 2. Artculos y ensayos. Mariano A. Cestero, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Ms que un eco de la opinin. 1. Ensayos, y memorias ministeriales. Francisco Gregorio Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Ms que un eco de la opinin. 2. Escritos, 1879-1885. Francisco Gregorio Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Ms que un eco de la opinin. 3. Escritos, 1886-1889. Francisco Grego rio Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Ms que un eco de la opinin. 4. Escritos, 1890-1897. Francisco Grego rio Billini, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Capitalismo y descampesinizacin en el Suroeste dominicano. Angel Moreta, Santo Domingo, D. N., 2009. Perlas de la pluma de los Garrido. Emigdio Osvaldo Garrido, Vctor Garrido y Edna Garrido de Boggs. Edicin de Edgar Valenzuela, Santo Domingo, D. N., 2009. Gestin de riesgos para la prevencin y mitigacin de desastres en el patrimonio documental. Sofa Borrego, Maritza Dorta, Ana Prez, Maritza Mirabal, Santo Domingo, D. N., 2009.
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Vol. LXXXV Obras 1. Guido Despradel Batista. Compilacin de Alfredo Rafael Hernndez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXVI Obras 2. Guido Despradel Batista. Compilacin de Alfredo Rafael Hernndez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXVII Historia de la Concepcin de La Vega. Guido Despradel Batista, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXIX Una pluma en el exilio. Los artculos publicados por Constancio Bernaldo de Quirs en Repblica Dominicana. Compilacin de Constancio Cass Bernaldo de Quirs, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XC Ideas y doctrinas polticas contemporneas. Juan Isidro Jimenes Grulln, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCI Metodologa de la investigacin histrica. Hernn Venegas Delgado, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIII Filosofa dominicana: pasado y presente, tomo I. Compilacin de Lusitania F. Martnez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIV Filosofa dominicana: pasado y presente, tomo II. Compilacin de Lusitania F. Martnez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCV Filosofa dominicana: pasado y presente, tomo III. Compilacin de Lusitania F. Martnez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVI Los Panfleteros de Santiago: torturas y desaparicin. Ramn Antonio, (Negro) Veras, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVII Escritos reunidos. 1. Ensayos, 1887-1907. Rafael Justino Castillo, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVIII Escritos reunidos. 2. Ensayos, 1908-1932. Rafael Justino Castillo, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIX Escritos reunidos. 3. Artculos, 1888-1931. Rafael Justino Castillo, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. C Escritos histricos. Amrico Lugo, edicin conjunta del Archivo General de la Nacin y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CI Vindicaciones y apologas. Bernardo Correa y Cidrn, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CII Historia, diplomtica y archivstica. Contribuciones dominicanas. Mara Ugarte, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CIII Escritos diversos. Emiliano Tejera, edicin conjunta del Archivo General de la Nacin y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CIV Tierra adentro. Jos Mara Pichardo, segunda edicin, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CV Cuatro aspectos sobre la literatura de Juan Bosch. Digenes Valdez, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CVI Javier Malagn Barcel, el Derecho Indiano y su exilio en la Repblica Dominicana. Compilacin de Constancio Cass Bernaldo de Quirs, Santo Domingo, D. N., 2010.
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Vol. CVII
Vol. CXVI
Cristbal Coln y la construccin de un mundo nuevo. Estudios, 19832008. Consuelo Varela, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2010. Repblica Dominicana. Identidad y herencias etnoculturales indgenas. J. Jess Mara Serna Moreno, Santo Domingo, D. N., 2010. Escritos pedaggicos. Malaquas Gil Arantegui, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2010. Cuentos y escritos de Vicen Riera Llorca en La Nacin. Compilacin de Natalia Gonzlez, Santo Domingo, D. N., 2010. Jess de Galndez. Escritos desde Santo Domingo y artculos contra el rgimen de Trujillo en el exterior. Compilacin de Constancio Cass Bernaldo de Quirs, Santo Domingo, D. N., 2010. Ensayos y apuntes pedaggicos. Gregorio B. Palacn Iglesias, edicin de Andrs Blanco Daz, Santo Domingo, D. N., 2010. El exilio republicano espaol en la sociedad dominicana (Ponencias del Seminario Internacional, 4 y 5 de marzo de 2010). Reina C. Rosario Fernndez (Coord.), edicin conjunta de la Academia Dominicana de la Historia, la Comisin Permanente de Efemrides Patrias y el Archivo General de la Nacin, Santo Domingo, D. N., 2010. Pedro Henrquez Urea. Historia cultural, historiografa y crtica literaria. Odals G. Prez, Santo Domingo, D. N., 2010. Antologa. Jos Gabriel Garca. Santo Domingo, D. N., 2010, edicin conjunta del Archivo General de la Nacin y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010. Paisaje y acento. Impresiones de un espaol en la Repblica Dominicana. Jos Forn Farreres. Santo Domingo, D. N., 2010.
ColeCCin Juvenil
Vol. I Vol. II Vol. III Vol. IV Vol. V Vol. VI Vol. VII Vol. VIII Pedro Francisco Bon. Textos selectos. Santo Domingo, D. N., 2007 Heronas nacionales. Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2007. Vida y obra de Ercilia Pepn. Alejandro Paulino Ramos. Segunda edicin de Dantes Ortiz. Santo Domingo, D. N., 2007. Dictadores dominicanos del siglo xix. Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2008. Padres de la Patria. Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2008. Pensadores criollos. Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2008. Hroes restauradores. Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2009. Dominicanos de pensamiento liberal: Espaillat, Bon, Deschamps (1823-1919). Roberto Cass. Santo Domingo, D. N., 2010.
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Races de una hermandad de Rafael Cucullo Bez Prez e Ysabel A. Paulino Cotes, se termin de imprimir en los talleres de Editora Bho, en el mes de septiembre de 2010, con una tirada de 1,000 ejemplares.