Las Almas Del Purgatorio
Las Almas Del Purgatorio
Las Almas Del Purgatorio
Editorial________________________________________________________
DOCTRINA CATLICA____________________________________________________
EL PURGATORIO
Sangre para poder ser admitidos al cielo. La salvacin es posible solo por medio de Jesucristo. Si morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los meritos de Jesucristo que muri por nosotros en la cruz. La purificacin del purgatorio tambin es gracias a Jesucristo. El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la gracia de Dios aqu en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos mritos de Jess completan la purificacin. Segn esto, el alma que est en el purgatorio ha sido ya liberada de sus culpas, pero como de ellas no hizo en la tierra una penitencia suficiente, debe padecer ahora la pena del purgatorio, que elimine en su ser toda herrumbre o mancha de pecado, disponindole as para la perfecta y beatfica unin con Dios. Santa Catalina de Gnova en su tratado del Purgatorio, nos da un ejemplo claro con el fin de entender el propsito del paso por el Purgatorio y su efecto en el alma: Imaginemos un enamorado, que aunque desea de todo corazn unirse con su amada, vindose a s mismo lleno de miserias en el alma y en el cuerpo, en forma alguna quiere realizar su unin conyugal en tanto no recupere una salud perfecta que le haga digno de ella. La misma fuerza del amor le lleva, pues, sin vacilar, a someterse en una clnica a tratamientos muy severos y dolorosos, psquicos y somticos, con tal de librarse cuanto antes de todas las miserias personales que hacen la unin indigna e imposible. Pues bien, despus de la muerte, el alma enamorada de Dios, que todava ve en s muchas miserias no purificadas, siente la necesidad del purificatorio, y a l se somete, agradecida a la misericordia divina, para disponerse cuanto antes a la perfecta unin con el Seor
condena,
si
no
que
la
exalta
como
vlida
porque
demuestra
fe
en
la
resurrecin.
(Veo a la Virgen llorar sangre y me muestra una imagen del mundo al tiempo que me dice:) "ste es el mundo en donde mis hijos se matan" Las penas del purgatorio
Aunque no sea doctrina-definida, se mantiene como doctrina comn que el sufrimiento mayor del purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas estn temporalmente privadas de la visin beatfica. Sin embargo, no hay comparacin entre este sufrimiento y las penas del infierno. El purgatorio es temporal y por eso lleva consigo la esperanza de ver a Dios algn da cara a cara. Las almas lo llevan con paciencia, pues comprenden que la purificacin es necesaria. Lo aceptan generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisin a su voluntad. Las penas del purgatorio son proporcionales al grado de pecado de cada persona. Es probable que las penas del purgatorio van disminuyendo gradualmente y aumente en ellas la alegra de la cercana entrada en el cielo. Estas almas tienen total certeza de la salvacin y poseen fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas estn en amistad con Dios, confirmadas en gracia. Respecto de las penas, nos dice Santa Catalina de Gnova en su libro Tratado del Purgatorio, que se experimenta a la vez, gran gozo y gran dolor: Verdad es que el amor de Dios, que redunda en el alma, segn entiendo, le da un gozo tan grande que no se puede expresar; pero este contentamiento, al menos a las almas que estn en el purgatorio, no les quita su parte de pena. Y es aquel amor, que est como retardado, el que causa esa pena; una pena que es tanto ms cruel cuanto es ms perfecto el amor de que Dios la hace capaz. As pues, gozan las almas del purgatorio de un contento grandsimo, y sufren al mismo tiempo una grandsima pena; y una cosa no impide la otra Cuando el alma, por visin interior, se ve as atrada por Dios con tanto fuego de amor, que redunda en su mente, se siente toda derretir en el calor de aquel amor fogoso de su dulce Dios. Y ve que Dios, solamente por puro amor, nunca deja de atraerla y llevarla a su total perfeccin. Cuando el alma ve esto, mostrndoselo Dios con su luz; cuando encuentra en s misma aquel impedimento que no le deja seguir aquella atraccin, aquella mirada unitiva que Dios le ha dirigido para atraerla; y cuando, con aquella luz que le hace ver lo que importa, se ve retardada para poder seguir la fuerza atractiva de aquella mirada unitiva, se genera en ella la pena que sufren los que estn en el purgatorio.
Mara Simma, humilde campesina del Norte de Austria, fallecida hace 2 aos, quien tena el Don de ver y hablar con las almas del purgatorio nos refera lo siguiente acerca del Purgatorio: Dira que es una invencin genial por parte de Dios. Y aqu quisiera proponerles una imagen toda ma. Supongan que un da se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra. Aqu quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto ms que l demuestra estar locamente enamorado de ustedes (lo que nunca se hubiesen imaginado); se dan cuenta que tambin l tiene un gran deseo de atraerlos a s, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos. Pero ustedes, se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc. Entonces se dicen a s mismos: "No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rpidamente, regrese a verlo". Pero he aqu que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la ausencia, aunque dure slo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazn. Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelacin del amor: es una Llama de amor.
Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia, del Amor.
Es precisamente esta Llama, esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que an es impuro en nosotros. Me atrevera a decir que el Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido reconocido y visto, pero al cual el alma todava no se ha unido. Las almas del Purgatorio hablan con frecuencia con Mara sobre ese gran deseo, de esa sed que tienen de Dios, y cmo ese deseo es para ellas profundamente doloroso; es, sin duda, una verdadera agona. En la prctica el Purgatorio es una gran crisis, una crisis que nace de la falta de Dios.
que no amamos, nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazn. Es por eso que al momento de dejar este mundo, nos halle la muerte sin deudas de ningn tipo hacia nadie, en paz con todo el mundo, libres de rencor y resentimiento. Por eso debemos tratar de no llevarnos mal con la gente y sobre todo si tenemos diferencias o entredichos, saber pedir perdn y perdonar. El alma no debe quedar atada a ningn resentimiento de la tierra. Un alma visit a la mstica, quien le pregunt el porqu de su estada en el purgatorio; y esta cont que tena una amiga, con la cual surgi una enemistad muy grande; y esa enemistad haba sido causada por ella misma y, a pesar de todo, haba conservado su rencor por aos y aos; y cuando su amiga, en varias circunstancias, haba venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba; y cuando cay gravemente enferma, haba mantenido cerrado su corazn, a rechazar la paz que se le propona; y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga haba venido a suplicarle de hacer las paces; pero an en su lecho de muerte ella haba rechazado reconciliarse. Por ese motivo se encontraba an en un purgatorio muy doloroso, y por eso haba venido a pedir ayuda a la mstica.
Otros pecados contra la caridad son, por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas
Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo. Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dir bastante acerca de cmo una palabra de crtica, una palabra malvola pueda realmente matar, y tambin cmo una buena palabra pueda curar.
Entre las obras de sufragio por las almas del Purgatorio, hay tres que tienen un efecto maravilloso: La oracin, la Santa Misa y las Indulgencias.
En las oraciones litrgicas de la Iglesia, se invoca con frecuencia a los ngeles y a los santos en favor de la Iglesia sufriente, es decir, por las almas del purgatorio. Nuestra Madre, nos revela por medio de su mensaje a Marcia, la necesidad de la oracin y la Santa Misa por las Benditas almas del Purgatorio y en concordancia con lo que la doctrina y la tradicin de nuestra Iglesia Catlica marca, nos indica e incentiva a ofrecer por ellas:
Mensaje N 34 - 22/12/99, 17:00 Hs.
(Le pregunt a la Santa Madre cmo puedo ayudar a las almas del purgatorio a aliviar su sufrimiento y dijo:) "Debis orar mucho por ellas, sobre todo el Rosario y ofrecer Misas en su nombre"
Mensaje N 192 25/10/00, 17.30 hs.
PARROQUIA NUESTRA SEORA DE LOURDES Hijitos, hoy os pido especialmente que oris por las Benditas Almas del Purgatorio; pues estn muy necesitadas de vuestra oracin, ya que por ellas mismas no pueden orar. Hijos, una vez que entran al cielo, no sabis cunto oran por vosotros! Os doy Mi bendicin Maternal. Amn, Amn.
Queridos hijos: Hoy os invito nuevamente a orar por las Benditas almas del Purgatorio. Necesitan vuestra oracin, pequeos Mos. Ellas oran por vosotros, pero no pueden orar por ellas mismas, por eso, Cunto necesitan de vuestra oracin!... Oracin:
Es como un refrigerio que de nuestra alma sube hacia el cielo. Tambin una simple invocacin, una jaculatoria, un sacrificio, un acto breve de amor a Dios, tienen una eficacia extraordinaria de sufragio. Entre las oraciones que podemos rezar prevalecen: el Oficio de los Difuntos, el Salmo 50, el Va Crucis, y el Santo Rosario. A todas estas u otras oraciones hay que agregar la santa Confesin y Comunin;
Es necesario que en ocasin de la muerte de una persona querida, todos los parientes se confiesen y comulguen por ese alma. Todos los medios de oracin por las almas son vlidos. En algunos Lugares, especialmente en el interior de nuestro pas, se sigue Haciendo como una muy sana costumbre, el rezar una novena por El alma del difunto. Generalmente la misma se inicia lo mas Inmediato posible al entierro, rezando con devocin el Santo Rosario y oraciones de Rquiem por el descanso eterno del alma, Durante los nueve das.
La Santa Misa:
Una sola Misa es para ellas de infinito valor. Los telogos dividen en tres partes el fruto de la misa: - Una parte va en beneficio de todos los miembros. - Otra parte va en ventaja del Sacerdote que la celebra. - La tercera parte va en provecho de por quien se celebra, y esta parte es aplicable a las almas purgantes. La Misa no se divide en tres partes, estrictamente hablando, pero, lleva en s tres formas del infinito tesoro de Jess: La Iglesia, el Sacerdote y los Fieles Vivos o Difuntos.
No basta celebrar una sola misa por los difuntos, es necesario hacer celebrar muchas.
Las Indulgencia:
La indulgencia es una remisin de una pena temporal, adeudada por los pecados, que la Iglesia concede bajo ciertas condiciones al alma en gracia, aplicndole los mritos y las satisfacciones abundantes de Jesucristo, de la Virgen y de los Santos, los cuales constituyen su tesoro y por lo cual anulan sobre la tierra en todo o en parte la deuda de un alma anulndola tambin en el cielo. Hay indulgencia Plenaria y Parcial. Para ganar la indulgencia es necesario estar en estado de gracia y tener la intencin de ganarla. Por la Comunin de los Santos podemos socorrer a los difuntos, la Iglesia nos da la facultad de aplicarles este inmenso tesoro de misericordia, reduciendo as sus penas que son la satisfaccin de las culpas cometidas durante la vida presente. Las indulgencias son tesoros espirituales con los cuales se perdona la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados. Las indulgencias pueden aplicarse a nosotros o a las almas del purgatorio. El Papa Pablo VI, en 1967, dict normas sobre las indulgencias. Cada da se puede ganar una sola indulgencia plenaria y sin lmite las parciales. Todo lo referente a las Indulgencias lo trataremos con ms detalle en nuestro prximo nmero del mes de Septiembre de este Boletn.
Otros Sufragios:
La Iglesia ofrece el sacrificio eucarstico por los difuntos con ocasin, no slo de la celebracin de los funerales, sino tambin en los das tercero, sptimo y trigsimo, as como en el aniversario de la muerte; la celebracin de la Misa en sufragio de las almas de los propios difuntos es el modo cristiano de recordar y prolongar, en el Seor, la comunin con cuantos han cruzado ya el umbral de la muerte. El 2 de Noviembre, adems, la Iglesia ofrece repetidamente el santo sacrificio por todos los fieles difuntos, por los que celebra tambin la Liturgia de las Horas. Cada da, tanto en la celebracin de la Eucarista como en las Vsperas, la Iglesia no deja de implorar al Seor con splicas, para que d a "los fieles que nos han precedido con el signo de la fe... y a todos los que descansan en Cristo, el lugar del consuelo, de la luz y de la paz". Es importante, pues, educar a los fieles a la luz de la celebracin eucarstica, en la que la Iglesia ruega para que sean asociados a la gloria del Seor resucitado todos los fieles difuntos, de cualquier tiempo y lugar, evitando el peligro de una visin posesiva y particularista de la Misa por el "propio" difunto. La celebracin de la Misa en sufragio por los difuntos es adems una ocasin para una catequesis sobre los novsimos.
Las Benditas Almas, con sus apariciones, siempre buscan el bien: promocin de la catequesis, mas fervor, mas devocin, incrementar el amor a la Santa Eucarista, fomentar la Vida de Oracin, la Prctica de la Caridad, vigilancia sobre s en sus defectos y vicios a destruir por via de la Confesin y la Conversin, etc.
9 Mara Simma (fallecida en 2004), reconocida por la Iglesia Catlica, cuyos relatos fueron recopilado en gran medida por una monja llamada Sor Emmanuel y plasmados en un libro con el ttulo de El Maravilloso secreto de las Almas del Purgatorio y Las Almas me han dicho.
Las almas, en gran cantidad, tienen mucha necesidad de oracin, pero son muy pocos los que se acuerdan de ellas y dedican sufragios para acortar su paso por el Purgatorio. Es por eso, que por medio de Marcia, esta experiencia se transforma en un pedido de ayuda para todos nosotros, un pedido desde el cielo, por esas almas que en definitiva somos nosotros mismos en un futuro no demasiado lejos. Un alma del Purgatorio ve muy bien el da de sus funerales: si se reza verdaderamente por l o si, simplemente, se hace acto de presencia para mostrar que est all. Ellas dicen que las Lgrimas no sirven para nada para ayudarlas. En cambio sirve mucho la oracin. Con frecuencia esas almas lamentan el hecho de que las personas asisten a su sepultura, pero no elevan una sola plegaria a Dios; derraman muchas lgrimas, pero eso es intil.
Espiritismo
En principio el espiritismo es una farsa ya que el hombre no puede manejar a voluntad llamando a las almas y hacerlas venir. En esta prctica se evoca la presencia de un espritu por medio de rituales paganos, pidiendo a ese espritu que se manifieste de alguna manera. En esas manifestaciones son los demonios y el mismo diablo quienes fingen ser el alma de quien se llama. Por lo tanto el espiritismo es una prctica satanista con consecuencias nefastas sobre el alma y la vida de quien lo practica y lo promueve, por lo que hay que mantenerse lejos de estas cosas. Son las almas del Purgatorio las que se manifiestan sin que nadie las llame, solo por la Voluntad de Dios y con la finalidad de pedir ayuda de nosotros para aliviar o abreviar su estada en el purgatorio. Marcia como en cada clase, haba llevado su grabador con la finalidad de grabar lo dicho por el profesor, para evitar tomar nota y prestar mas atencin al tema que se estaba dando. Era tarde y en el edificio de la Escuela, que durante la noche funcionaba como escuela Terciaria, se escuchaba en el silencio, solamente la cadente voz del profesor en pleno dictado de su clase. Sin embargo, al escuchar el casete en casa, la sorpresa nos invadi a todos los escuchas ya que algo extrao apareca en la cinta: era un sonido increblemente definido de fondo a la voz del docente, un bullicio fuera de lo comn, como si se tratara de una cantidad enorme de nios en pleno recreo. Prestando atencin se podan escuchar lamentos y sollozos escalofriantes, gritos y sonidos etreos. Pero lo que mas nos impact por su claridad, fue el suplicante y lastimero pedido de un nio por su mama Eran nios, almas de nios en el Purgatorio
De Profundis clamavis: Desde los abismos o voces clamando a vos oh Seor, od pues Seor, mi voz. Atended, Seor, al clamor de mis splicas. Pues si examinis mucho mis culpas, quin aguardar buen suceso? Porque en slo Vos se halla la piedad y la misericordia, y por causa de vuestra ley, he esperado en vos, oh Seor. Mi alma est muy segura en sus palabras, y ha esperado en el Seor. Desde la centinela de la madrugada hasta la noche, espere Israel en el Seor. Porque en slo Dios se halla la misericordia, y la copiosa redencin de los pecados. Como que l mismo ha de redimir a Israel, de todos los pecados. Gloria al Padre, al Hijo, etc. Oracin Final: Dales, Seor el descanso eterno, Ilumnelas la eterna luz. De las puertas del infierno Libra, Seor, sus almas, Descansen en paz. Amn. Splicas a la Santsima Virgen En Alivio De Las Benditas Almas Mas Abandonadas Del PURGATORIO Oh Madre de misericordia! tan grande es vuestra bondad, que no podis descubrir miserias sin compadecemos. Mirad, os suplicamos, con caritativos ojos las afligidas almas que sufren en el Purgatorio, sin poderse procurar alivio alguno en sus tremendas penas, y moveros a compasin. Por vuestra piedad y por el amor que tenis a Jess, os pedimos mitiguis sus sufrimientos, y les procuris eterno descanso. Pero ah! cun doloroso debe ser para vuestro maternal corazn, la conducta de innumerables cristianos, que dejan en el olvido las pobres almas del Purgatorio! Esperan nuestros sufragios, y apenas hay quien se acuerde de ellas! Oh Mara! dignaos inspirar a todos los fieles una tierna y viva compasin por nuestros hermanos difuntos: comunicadles un ardiente deseo de ofrecer por ellas obras satisfactorias, y ganar, en su favor, cuantas indulgencias les sean aplicables a fin de que pronto vayis a gozar de Dios. Od ahora las splicas que por ellas os hacemos. Despus de cada splica decir: Imploramos tu socorro oh! Madre de Bondad. Para que salgan de aquella tenebrosa crcel, Para que Dios les perdone la pena de sus pecados, Para que se abrevie el tiempo de su sufrimiento, Para que se apaguen sus llamas abrasadoras, Para que un rayo de luz celestial ilumine sus horrendas tinieblas, Para que sean consoladas en su triste abandono, Para que alcancen alivio en sus penas y amargas angustias, Para que la tristeza se cambie en perpetua alegra, Para que mitiguen la ardiente sed de los bienes eternos, Para que se llenen pronto sus deseos vivsimos de entrar en la gloria, Por las almas de nuestros padres e hijos, Por las almas de nuestros hermanos, Por las almas de nuestros parientes, Por las almas de nuestros amigos, Por las almas de nuestros bienhechores, Por las almas que sufren en aquellas llamas por culpa nuestra, Por las almas de aquellos que en su vida nos hicieron sufrir, Por las almas ms desamparadas, Por las almas que sufren mayores tormentos, Por las almas que estn ms cerca de entrar en el cielo, Por las almas que durante su vida te han amado ms a ti y a tu divino Hijo, Por las almas de aquellos que sufren hace ms tiempo, Por todas las benditos almas del Purgatorio, Por tu inefable misericordia, Por tu inmenso poder, Por tu maternal bondad,
Por tu incomparable maternidad, Por tus preciosas lgrimas, Por tus acerbos dolores; Por tu santa muerte, Por las cinco llagas de tu amado hijo, Por su sangre divina derramada por nosotros, Por su dolorossima muerte en el rbol de la Cruz, Para que se apliquen con abundancia a los difuntos las splicas de los vivos, Para que la gloriosa legin de los santos las socorra sin cesar, Para que los nueve coros de los ngeles las reciban con regocijo, Para que tus ojos maternales les echen una mirada de compasin, Para que las haga felices la vista de tu divino Hijo, Para que por la contemplacin de la Santsima Trinidad sean bienaventuradas, Para que se haga cada da ms fervorosa nuestra devocin a las almas, Para que se ofrezcan siempre ms oraciones, indulgencias Y obras satisfactorias por ellas, Para que las almas, que hayamos librado del purgatorio, hagan un da lo mismo con nosotros. Para finalizar, rezar un Padre Nuestro, un Ave Mara y un Gloria, por la salud, las intenciones y la Santidad del Papa. Oracin Dgnate, adorable Salvador mo, por tu preciosa Sangre, por tu dolorosa Pasin y cruelsima muerte; por los tormentos que tu augusta Madre sufri al pie de la cruz cuando te vio exhalar el ltimo aliento; dgnate dirigir una mirada de piedad al seno profundo del Purgatorio y sacar de all las almas que gimen privadas temporalmente de tu vista, y que suspiran por el instante de reunirse contigo en el paraso celestial. Principalmente te pido por el alma de N.., y de aquellos por quienes ms particularmente debo pedir. No desoigas, Seor mis ruegos, que uno a los que por todos los fieles difuntos te dirige nuestra santa madre la Iglesia Catlica, a fin de que tu misericordia las lleve all donde con el Padre y el Espritu Santo vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amn, Jess.