Las Almas Del Purgatorio

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N 15 AGOSTO 2006

Editorial________________________________________________________

Que la Paz de nuestro Seor Jess, est contigo!


Querido hermano en Cristo, este mes de Agosto queremos compartir con ustedes un asunto muy importante para nuestra vida diaria y espiritual principalmente. Se trata de las Almas del Purgatorio. Las Almas del Purgatorio, lejos de ser esos fantasmas horribles y vengativos que durante mucho tiempo nos vendi la televisin y la creencia popular, son muy por el contrario, el fruto de la Misericordia infinita que nuestro Dios tiene hacia nosotros, su creacin, muchas veces ingratos y malos para con nuestro Dios. La muerte siempre fue un misterio enraizado en la existencia del hombre, un tema oscuro, doloroso y muchas veces evitado por nuestra cultura, ya que comprendemos la muerte como sinnimo de final. Numerosas creencias hablan de distintos destinos del alma, luego de que esta deja el cuerpo de la persona fallecida, pero para nosotros cristianos, la muerte simplemente es el paso a la verdadera vida, la vida eterna. Es por eso que nuestra Fe, si conoce el destino del alma despus de la muerte, que lejos de quedar vagando en un espacio indefinido o simplemente morir con el cuerpo, es reclamada por nuestro Seor, al precio que pag en la Cruz, para participar con l, de la felicidad verdadera que presupone el compartir la vida eterna en el paraso, contemplando para siempre el Rostro de Dios. El alma del cristiano esta invitada desde el bautismo a participar del Cielo, a convertirse en un Santo de Dios, a gozar, degustar, amar, sentir y experimentar el verdadero amor que es Dios mismo con todo su squito celestial. Pero es aqu que, Dios nuestro Seor, respetando nuestra libertad no forzar a nuestra alma a seguirlo al Cielo, si no que nos dar a elegir el destino para nuestra eternidad. Y en esta eleccin solo hay dos caminos: Cielo o Infierno. Pensando ligeramente nos preguntamos, a quien se le ocurrira elegir el Infierno?, pero aunque parezca mentira son muchos los que eligen este camino. Es que el Odio, la envidia, el desenfreno, la falta de amor al prjimo, la vida tibia y desinteresada de las cosas de Dios hacen que ya en vida hagamos un pleno rechazo de Dios, sumidos en el pecado y sin que esto nos importe demasiado estamos haciendo una aceptacin implcita de lo que Satans ofrece. Es por eso que llegado el momento luego de la muerte, nuestro propio estado de iniquidad y pecado nos puede llevar a elegir como en vida un camino equivocado Sin embargo, all es donde comienza a jugar mas plenamente la Misericordia de Dios, como respuesta a un arrepentimiento sincero y un deseo total de estar con l. El Purgatorio, nos ayudar a quemar, todos los vestigios de pecado que nuestra alma carga en su viaje al cielo, para as presentarnos ante nuestro Seor, limpios, puros, totalmente libres de toda atadura.

DOCTRINA CATLICA____________________________________________________

ES un estado transitorio de purificacin necesaria para aquellos que, habiendo muerto en


gracia de Dios y teniendo segura su salvacin, necesitan mayor purificacin para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificacin es totalmente distinta al castigo del infierno.
El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). Dios cre los seres humanos para que disfruten de su Creador vindole en la Gloria. Sin embargo todos hemos pecado y en esa condicin no se puede entrar en el cielo, pues nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, todos necesitamos la redencin de Jesucristo para poder ir al Cielo. Jess nos purifica con el poder de su

EL PURGATORIO

Sangre para poder ser admitidos al cielo. La salvacin es posible solo por medio de Jesucristo. Si morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los meritos de Jesucristo que muri por nosotros en la cruz. La purificacin del purgatorio tambin es gracias a Jesucristo. El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la gracia de Dios aqu en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos mritos de Jess completan la purificacin. Segn esto, el alma que est en el purgatorio ha sido ya liberada de sus culpas, pero como de ellas no hizo en la tierra una penitencia suficiente, debe padecer ahora la pena del purgatorio, que elimine en su ser toda herrumbre o mancha de pecado, disponindole as para la perfecta y beatfica unin con Dios. Santa Catalina de Gnova en su tratado del Purgatorio, nos da un ejemplo claro con el fin de entender el propsito del paso por el Purgatorio y su efecto en el alma: Imaginemos un enamorado, que aunque desea de todo corazn unirse con su amada, vindose a s mismo lleno de miserias en el alma y en el cuerpo, en forma alguna quiere realizar su unin conyugal en tanto no recupere una salud perfecta que le haga digno de ella. La misma fuerza del amor le lleva, pues, sin vacilar, a someterse en una clnica a tratamientos muy severos y dolorosos, psquicos y somticos, con tal de librarse cuanto antes de todas las miserias personales que hacen la unin indigna e imposible. Pues bien, despus de la muerte, el alma enamorada de Dios, que todava ve en s muchas miserias no purificadas, siente la necesidad del purificatorio, y a l se somete, agradecida a la misericordia divina, para disponerse cuanto antes a la perfecta unin con el Seor

Fundamento Bblico sobre la existencia del Purgatorio


La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente: El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificacin despus de la muerte. (Judas Macabeo) efectu entre sus soldados una colecta... a fin de que all se ofreciera un sacrificio por el pecado... Pues... crean firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren en gracia de Dios... Ofreci este sacrificio por los muertos; para que fuesen perdonados de su pecado. Asimismo las palabras de nuestro Seor: El que insulte al Hijo del Hombre podr ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espritu Santo no ser perdonado, ni en este mundo, ni en el otro. Mt 12,32. Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con l, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la crcel. Te digo que no saldrs de all hasta que no hayas pagado el ltimo cntimo. Lucas 12,58-59 En estos pasajes Jess habla de un castigo temporal que no puede ser el infierno ni tampoco el cielo. Se llega a semejante conclusin en la carta de San Pablo, 1 Corintios 3, 12-13: Pues la base nadie la puede cambiar; ya est puesta y es Cristo Jess. Pero, con estos cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera, caa o paja, la obra de cada uno vendr a descubrirse. El da del Juicio la dar a conocer porque en el fuego todo se descubrir. El fuego probar la obra de cada cual: si su obra resiste el fuego, ser premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, l mismo tendr que pagar. El se salvar, pero como quien pasa por el fuego". De manera que hay un fuego despus de la muerte que, diferente al del infierno, es temporal. El alma que por all pasa se salvar. A ese estado de purgacin le llamamos el "purgatorio". 1 Cor 15,29: "De otro modo, qu harn los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? Por qu pues se bautizan por los muertos?" La palabra "bautismo" es utilizada aqu como una metfora para expresar sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una prctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la

condena,

si

no

que

la

exalta

como

vlida

porque

demuestra

fe

en

la

resurrecin.

Compare 1 Cor 15,29 con 2 Macabeos 12,44 y ver la similitud.


Mensaje N 23 8/12/99,17:00 Hs.

(Veo a la Virgen llorar sangre y me muestra una imagen del mundo al tiempo que me dice:) "ste es el mundo en donde mis hijos se matan" Las penas del purgatorio
Aunque no sea doctrina-definida, se mantiene como doctrina comn que el sufrimiento mayor del purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas estn temporalmente privadas de la visin beatfica. Sin embargo, no hay comparacin entre este sufrimiento y las penas del infierno. El purgatorio es temporal y por eso lleva consigo la esperanza de ver a Dios algn da cara a cara. Las almas lo llevan con paciencia, pues comprenden que la purificacin es necesaria. Lo aceptan generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisin a su voluntad. Las penas del purgatorio son proporcionales al grado de pecado de cada persona. Es probable que las penas del purgatorio van disminuyendo gradualmente y aumente en ellas la alegra de la cercana entrada en el cielo. Estas almas tienen total certeza de la salvacin y poseen fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas estn en amistad con Dios, confirmadas en gracia. Respecto de las penas, nos dice Santa Catalina de Gnova en su libro Tratado del Purgatorio, que se experimenta a la vez, gran gozo y gran dolor: Verdad es que el amor de Dios, que redunda en el alma, segn entiendo, le da un gozo tan grande que no se puede expresar; pero este contentamiento, al menos a las almas que estn en el purgatorio, no les quita su parte de pena. Y es aquel amor, que est como retardado, el que causa esa pena; una pena que es tanto ms cruel cuanto es ms perfecto el amor de que Dios la hace capaz. As pues, gozan las almas del purgatorio de un contento grandsimo, y sufren al mismo tiempo una grandsima pena; y una cosa no impide la otra Cuando el alma, por visin interior, se ve as atrada por Dios con tanto fuego de amor, que redunda en su mente, se siente toda derretir en el calor de aquel amor fogoso de su dulce Dios. Y ve que Dios, solamente por puro amor, nunca deja de atraerla y llevarla a su total perfeccin. Cuando el alma ve esto, mostrndoselo Dios con su luz; cuando encuentra en s misma aquel impedimento que no le deja seguir aquella atraccin, aquella mirada unitiva que Dios le ha dirigido para atraerla; y cuando, con aquella luz que le hace ver lo que importa, se ve retardada para poder seguir la fuerza atractiva de aquella mirada unitiva, se genera en ella la pena que sufren los que estn en el purgatorio.

Mara Simma, humilde campesina del Norte de Austria, fallecida hace 2 aos, quien tena el Don de ver y hablar con las almas del purgatorio nos refera lo siguiente acerca del Purgatorio: Dira que es una invencin genial por parte de Dios. Y aqu quisiera proponerles una imagen toda ma. Supongan que un da se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra. Aqu quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto ms que l demuestra estar locamente enamorado de ustedes (lo que nunca se hubiesen imaginado); se dan cuenta que tambin l tiene un gran deseo de atraerlos a s, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos. Pero ustedes, se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc. Entonces se dicen a s mismos: "No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rpidamente, regrese a verlo". Pero he aqu que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la ausencia, aunque dure slo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazn. Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelacin del amor: es una Llama de amor.
Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia, del Amor.

Es precisamente esta Llama, esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que an es impuro en nosotros. Me atrevera a decir que el Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido reconocido y visto, pero al cual el alma todava no se ha unido. Las almas del Purgatorio hablan con frecuencia con Mara sobre ese gran deseo, de esa sed que tienen de Dios, y cmo ese deseo es para ellas profundamente doloroso; es, sin duda, una verdadera agona. En la prctica el Purgatorio es una gran crisis, una crisis que nace de la falta de Dios.

Es Dios quien enva las almas al Purgatorio?


Es el alma misma quien quiere ir al Purgatorio para purificarse, antes de entrar en el Paraso. Pero aqu es preciso decir tambin que el alma, cuando est en el Purgatorio, adhiere perfectamente a la voluntad de Dios; por ejemplo, se complace del bien y desea nuestro bien; experimenta tanto amor por Dios, y tambin por quienes an estamos en la tierra. Estas almas estn perfectamente unidas al Espritu de Dios o, si se quiere, a la Luz de Dios. Por eso el alma que experimenta este amor de Dios y por Dios, si hallase otro purgatorio mayor que el purgatorio, para poder quitarse ms pronto aquel impedimento de estar contemplando el Rostro de Dios, all se lanzara dentro, en forma totalmente voluntaria, por el mpetu de aquel amor que hace conformes a Dios y al alma.

Cuales son los pecados que con ms frecuencia conducen al Purgatorio?


Son los pecados contra la caridad, contra el amor hacia el prjimo, la dureza del corazn, la hostilidad, la calumnia. La maldicin y la calumnia se cuentan entre las culpas ms graves que necesitan una larga purificacin. He aqu un relato bastante esclarecedor, basado en la experiencia de una mstica de nuestro tiempo: Se le pidi a la mstica, informase si un hombre y una mujer; estaban en el Purgatorio. Con gran asombro de quienes se lo haban pedido, la mujer ya estaba en el Paraso y el hombre en el Purgatorio. Pero en realidad esa mujer haba muerto despus de un aborto, mientras que el hombre iba con frecuencia a la iglesia y llevaba una vida, aparentemente, bastante digna y piadosa. La vidente (Maria Simma) se informa nuevamente, pensando que podra haberse equivocado. Pero no, era tal cual: en realidad los dos murieron contemporneamente, pero la mujer se haba arrepentido sinceramente de lo que haba hecho, y haba sido muy humilde; en cambio el hombre, aunque religioso, juzgaba todo y a todos, siempre se lamentaba, hablaba mal de la gente, y criticaba. Por eso su purgatorio era muy largo. Conclusin: "Nunca se debe juzgar segn las apariencias".

que no amamos, nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazn. Es por eso que al momento de dejar este mundo, nos halle la muerte sin deudas de ningn tipo hacia nadie, en paz con todo el mundo, libres de rencor y resentimiento. Por eso debemos tratar de no llevarnos mal con la gente y sobre todo si tenemos diferencias o entredichos, saber pedir perdn y perdonar. El alma no debe quedar atada a ningn resentimiento de la tierra. Un alma visit a la mstica, quien le pregunt el porqu de su estada en el purgatorio; y esta cont que tena una amiga, con la cual surgi una enemistad muy grande; y esa enemistad haba sido causada por ella misma y, a pesar de todo, haba conservado su rencor por aos y aos; y cuando su amiga, en varias circunstancias, haba venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba; y cuando cay gravemente enferma, haba mantenido cerrado su corazn, a rechazar la paz que se le propona; y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga haba venido a suplicarle de hacer las paces; pero an en su lecho de muerte ella haba rechazado reconciliarse. Por ese motivo se encontraba an en un purgatorio muy doloroso, y por eso haba venido a pedir ayuda a la mstica.

Otros pecados contra la caridad son, por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas

Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo. Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dir bastante acerca de cmo una palabra de crtica, una palabra malvola pueda realmente matar, y tambin cmo una buena palabra pueda curar.

El Purgatorio y su relacin con el Cuerpo Mstico de Cristo


Hay tres estados en la Iglesia:

1- La iglesia peregrina en la tierra, estos somos nosotros hasta el da de nuestra muerte.


2- La iglesia purgante (en el purgatorio), son los difuntos que aun no han ido al cielo. Por estos oramos el da de los difuntos, el 2 de noviembre. 3- la iglesia triunfante, ya glorificada en el cielo, estos son los santos que celebramos el 1 de Noviembre. Los miembros del Cuerpo Mstico pueden ayudarse unos a otros, mientras estn en la tierra y despus de la muerte. Toda persona en estado de gracia puede orar con provecho por las benditas almas; es necesario, al menos, hallarse en estado de gracia santificante para ganar las indulgencias por los difuntos.

Cmo podemos ayudar a las almas del Purgatorio?


Nuestra oracin por las almas de los difuntos solo puede ayudar a los que estn en el purgatorio ya que la condicin del infierno es irreversible y los que estn en el cielo no necesitan oracin, pero, como no tenemos la certeza si un alma est en el purgatorio o no (excepto en el caso de los que han sido llevado a los altares), es recomendable orar por todos los difuntos. Nuestras oraciones por las almas del purgatorio pueden reducir sus penas en intensidad y duracin. Cuando estas almas lleguen al cielo (antes no pueden) sin duda rezarn por sus benefactores. La preocupacin de sufragar por las almas del Purgatorio no es slo un deber de justicia y de caridad, es tambin un gran beneficio, porque las almas del Purgatorio estn muy agradecidas por los alivios que les damos y nos protegen. Si nosotros con el sufragio rogamos por ellas, ellas ciertamente responden rezando por nosotros. Sus plegarias son muy eficaces, porque son santas y nos procuran beneficios inmensos, tanto para nuestra vida corporal como espiritual.

Entre las obras de sufragio por las almas del Purgatorio, hay tres que tienen un efecto maravilloso: La oracin, la Santa Misa y las Indulgencias.
En las oraciones litrgicas de la Iglesia, se invoca con frecuencia a los ngeles y a los santos en favor de la Iglesia sufriente, es decir, por las almas del purgatorio. Nuestra Madre, nos revela por medio de su mensaje a Marcia, la necesidad de la oracin y la Santa Misa por las Benditas almas del Purgatorio y en concordancia con lo que la doctrina y la tradicin de nuestra Iglesia Catlica marca, nos indica e incentiva a ofrecer por ellas:
Mensaje N 34 - 22/12/99, 17:00 Hs.

(Le pregunt a la Santa Madre cmo puedo ayudar a las almas del purgatorio a aliviar su sufrimiento y dijo:) "Debis orar mucho por ellas, sobre todo el Rosario y ofrecer Misas en su nombre"
Mensaje N 192 25/10/00, 17.30 hs.

PARROQUIA NUESTRA SEORA DE LOURDES Hijitos, hoy os pido especialmente que oris por las Benditas Almas del Purgatorio; pues estn muy necesitadas de vuestra oracin, ya que por ellas mismas no pueden orar. Hijos, una vez que entran al cielo, no sabis cunto oran por vosotros! Os doy Mi bendicin Maternal. Amn, Amn.

Mensaje N 328 09/06/01, 16.30 hs.

Queridos hijos: Hoy os invito nuevamente a orar por las Benditas almas del Purgatorio. Necesitan vuestra oracin, pequeos Mos. Ellas oran por vosotros, pero no pueden orar por ellas mismas, por eso, Cunto necesitan de vuestra oracin!... Oracin:
Es como un refrigerio que de nuestra alma sube hacia el cielo. Tambin una simple invocacin, una jaculatoria, un sacrificio, un acto breve de amor a Dios, tienen una eficacia extraordinaria de sufragio. Entre las oraciones que podemos rezar prevalecen: el Oficio de los Difuntos, el Salmo 50, el Va Crucis, y el Santo Rosario. A todas estas u otras oraciones hay que agregar la santa Confesin y Comunin;

Es necesario que en ocasin de la muerte de una persona querida, todos los parientes se confiesen y comulguen por ese alma. Todos los medios de oracin por las almas son vlidos. En algunos Lugares, especialmente en el interior de nuestro pas, se sigue Haciendo como una muy sana costumbre, el rezar una novena por El alma del difunto. Generalmente la misma se inicia lo mas Inmediato posible al entierro, rezando con devocin el Santo Rosario y oraciones de Rquiem por el descanso eterno del alma, Durante los nueve das.

La Santa Misa:
Una sola Misa es para ellas de infinito valor. Los telogos dividen en tres partes el fruto de la misa: - Una parte va en beneficio de todos los miembros. - Otra parte va en ventaja del Sacerdote que la celebra. - La tercera parte va en provecho de por quien se celebra, y esta parte es aplicable a las almas purgantes. La Misa no se divide en tres partes, estrictamente hablando, pero, lleva en s tres formas del infinito tesoro de Jess: La Iglesia, el Sacerdote y los Fieles Vivos o Difuntos.

No basta celebrar una sola misa por los difuntos, es necesario hacer celebrar muchas.

Las Indulgencia:
La indulgencia es una remisin de una pena temporal, adeudada por los pecados, que la Iglesia concede bajo ciertas condiciones al alma en gracia, aplicndole los mritos y las satisfacciones abundantes de Jesucristo, de la Virgen y de los Santos, los cuales constituyen su tesoro y por lo cual anulan sobre la tierra en todo o en parte la deuda de un alma anulndola tambin en el cielo. Hay indulgencia Plenaria y Parcial. Para ganar la indulgencia es necesario estar en estado de gracia y tener la intencin de ganarla. Por la Comunin de los Santos podemos socorrer a los difuntos, la Iglesia nos da la facultad de aplicarles este inmenso tesoro de misericordia, reduciendo as sus penas que son la satisfaccin de las culpas cometidas durante la vida presente. Las indulgencias son tesoros espirituales con los cuales se perdona la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados. Las indulgencias pueden aplicarse a nosotros o a las almas del purgatorio. El Papa Pablo VI, en 1967, dict normas sobre las indulgencias. Cada da se puede ganar una sola indulgencia plenaria y sin lmite las parciales. Todo lo referente a las Indulgencias lo trataremos con ms detalle en nuestro prximo nmero del mes de Septiembre de este Boletn.

Otros Sufragios:
La Iglesia ofrece el sacrificio eucarstico por los difuntos con ocasin, no slo de la celebracin de los funerales, sino tambin en los das tercero, sptimo y trigsimo, as como en el aniversario de la muerte; la celebracin de la Misa en sufragio de las almas de los propios difuntos es el modo cristiano de recordar y prolongar, en el Seor, la comunin con cuantos han cruzado ya el umbral de la muerte. El 2 de Noviembre, adems, la Iglesia ofrece repetidamente el santo sacrificio por todos los fieles difuntos, por los que celebra tambin la Liturgia de las Horas. Cada da, tanto en la celebracin de la Eucarista como en las Vsperas, la Iglesia no deja de implorar al Seor con splicas, para que d a "los fieles que nos han precedido con el signo de la fe... y a todos los que descansan en Cristo, el lugar del consuelo, de la luz y de la paz". Es importante, pues, educar a los fieles a la luz de la celebracin eucarstica, en la que la Iglesia ruega para que sean asociados a la gloria del Seor resucitado todos los fieles difuntos, de cualquier tiempo y lugar, evitando el peligro de una visin posesiva y particularista de la Misa por el "propio" difunto. La celebracin de la Misa en sufragio por los difuntos es adems una ocasin para una catequesis sobre los novsimos.

Nuestro Angel de la Guarda y el Purgatorio


Un detalle muy importante que debemos tener en cuenta es que nuestro Angel De la Guarda tambin nos acompaa en el Purgatorio, puesto que el estar a Nuestro lado en todo momento, hasta nuestra entrada definitiva al Paraso, ya Que esa es la misin que Dios le encomend. Tambin estar presente en el momento de nuestro juicio personal como testigo Presencial de los actos de nuestra vida, tanto meritorios como de los pecados Cometidos. Un motivo ms para pensar dos veces antes de caer en el pecado.

El Mito de los Fantasmas


Muchos son los testimonios de personas que comentan por experiencia propia o por experiencia de conocidos, haberse topado con visiones o manifestaciones evidentemente no de este mundo o de haber escuchado ruidos, ver moverse objetos o simplemente sentir la sensacin de no estar solo en una habitacin. Nuestra cultura ha dado un nombre a estas manifestaciones y ha deformado el sentido y hasta los mismos hechos relacionados con estos fenmenos. Tenemos que tener en cuenta que si bien suceden, tambin pueden ser confundidas con infinidad de otras cosas, hasta puede tratarse, de una mala pasada de nuestra propia mente, sometida muchas veces a una imaginacin muy voltil, algn trastorno determinado o por el simple miedo que el tema despierta. Desde nuestra Fe, podemos decir que Los fantasmas no existen tal como los concebimos, que en todo caso, son las benditas almas del Purgatorio quienes rondan y se nos manifiestan, por Gracia y permiso de Dios, con la intencin de oracin por ellas y a travs de creer en ellas aumentar nuestra Fe cristiana. Si en algn momento de nuestra vida terrena nos topamos con la experiencia de ver o tener un contacto directo con almas del purgatorio, tenemos que tomarlo como un gran privilegio para nosotros el ser buscado y llamado por las almas para una tarea de tamaa responsabilidad: el ofrecer oracin y otros sufragios para el descanso eterno de esas almas, quien tal vez necesita solamente de algunas oraciones o pocas misas para llegar a la presencia eterna de Dios. Como lo hemos dicho en otro captulo, habremos ganado para nosotros intercesores eficaces ante Dios. Hay una gran diferencia entre: "invocar o evocar (llamar) a los muertos" (prctica de adivinacin utilizadas por el espiritismo, la ouija, y otras prcticas ligadas al satanismo) y muy otra cosa es "permitir que Dios soberanamente disponga las cosas del mejor modo". Dios puede permitir, en Su inmensa Bondad y Misericordia, que algunas almas purgantes recurran a sus hermanos de la Iglesia Militante. Son las almas del purgatorio (no nosotros en la tierra) las que procuran de auxilios, sufragios, oraciones cuando visitan. Nosotros en la tierra no podemos evocar esas visitas, tan solo las respetamos y respondemos para ayudarles (especialmente ofreciendo la Santa Misa). Si una visita particular de un alma del purgatorio ocurri o no, no cambia nuestra fe. Pero sera una gran falta despreciar las manifestaciones del cielo o el purgatorio sin razn.

Las Benditas Almas, con sus apariciones, siempre buscan el bien: promocin de la catequesis, mas fervor, mas devocin, incrementar el amor a la Santa Eucarista, fomentar la Vida de Oracin, la Prctica de la Caridad, vigilancia sobre s en sus defectos y vicios a destruir por via de la Confesin y la Conversin, etc.

Lo principal es no temer y mostrarse presto a ayudarlas en su pedido.


Con el fin de incentivar mas en nosotros el conocimiento de todo Lo referente a las almas del purgatorio, ponemos a vuestra mano Un pequeo listado de aquellos Santos y msticos, que dedicaron Parte de su vida a las almas del Purgatorio, que tuvieron y tienen Contacto directo con ellas y por consiguiente son un ejemplo a Seguir e imitar. Recomendamos cualquier bibliografa de buena Imprenta que se refiera a ellos y su relacin con este lado muchas Veces desconocido de nuestra fe. 0Santa Gemma Galgani 1San Gregorio Magno (Papa) 2Santa Brgida de Suecia. 3Santa Catalina de Gnova (Tratado del Purgatorio). 4Santa Faustina Kowalska (vidente de Jess Misericordioso). 5Santa Margarita Mara Alacoque (vidente del Sagrado 6 Corazn de Jess) 7Santa Vernica Giulianni.

Santa Geltrude de Helfta.

9 Mara Simma (fallecida en 2004), reconocida por la Iglesia Catlica, cuyos relatos fueron recopilado en gran medida por una monja llamada Sor Emmanuel y plasmados en un libro con el ttulo de El Maravilloso secreto de las Almas del Purgatorio y Las Almas me han dicho.

Marcia y Su experiencia con las Almas del Purgatorio


Aquella vez, habiendo ingresado recientemente al Cenculo, en casa de la vidente, fue cuando escuch hablar por primera vez de las almas del purgatorio, pero mi sorpresa fue mayor cuando en otra oportunidad, charlando con Marcia, not que su mirada se desviaba por encima de mi hombro derecho, evidentemente distrada por algo, inmediatamente mirndome con esos ojos tan particulares dijo: Hay un alma, parada detrs tuyo Al igual que los msticos y Santos mencionados arriba, Marcia no solo tiene apariciones de nuestra Madre, del Seor Jess y de los ngeles, tambin, y con una frecuencia bastante regular, es visitada por almas del Purgatorio, en todo momento y lugar del dia. En base a estas apariciones ella ha tenido muchisimas experiencias con las almas, ha mantenido charlas con ellas y ha aprendido mucho de esa parte del mundo espiritual, tan inquietante, del que muy poco se habla. De esa experiencia, se desprende la necesidad de las almas de que se conozca sobre el tema del purgatorio, de que todo el mundo sepa que en algn momento, al final de su existencia, con la Gracia y la Misericordia de Dios, pasar por este ltimo peldao de sufrimiento amoroso antes de entrar en la Gloria de Dios y sobre todo, saber que podemos hacer algo por ellas para acortar su estada en el Purgatorio y por nosotros, como hemos visto, a fin de hacer mritos que nos ayuden a abreviar el tiempo de estancia en el Purgatorio. Marcia cuenta que las almas que ve son muchas veces de distintos lugares del mundo, por su modo de vestir o porque se lo han hecho saber, as como de distintas pocas. Los hay adultos, jvenes y tambin nios. Si bien es muy largo de contar todas las experiencias de Marcia con las almas, hay que referir un dato que llama la atencin, en la actualidad, de acuerdo a lo que ella nos refiere, se ha incrementado la cantidad de almas que se manifiestan, y la conclusin a esto nos toca de cerca a todos nosotros, miembros del cuerpo mstico de la Iglesia que peregrina en la tierra: Ahora mas que nunca, se han incrementado los muertos en el mundo por distintos motivos, nuevas enfermedades, catstrofes naturales, crmenes y asesinatos, la guerra Y ante esto se suma el estado espiritual del mundo, donde la oracin tiende a mermar y la Fe a decaer en muchos.

Las almas, en gran cantidad, tienen mucha necesidad de oracin, pero son muy pocos los que se acuerdan de ellas y dedican sufragios para acortar su paso por el Purgatorio. Es por eso, que por medio de Marcia, esta experiencia se transforma en un pedido de ayuda para todos nosotros, un pedido desde el cielo, por esas almas que en definitiva somos nosotros mismos en un futuro no demasiado lejos. Un alma del Purgatorio ve muy bien el da de sus funerales: si se reza verdaderamente por l o si, simplemente, se hace acto de presencia para mostrar que est all. Ellas dicen que las Lgrimas no sirven para nada para ayudarlas. En cambio sirve mucho la oracin. Con frecuencia esas almas lamentan el hecho de que las personas asisten a su sepultura, pero no elevan una sola plegaria a Dios; derraman muchas lgrimas, pero eso es intil.

La Santsima Virgen visita el Purgatorio


La Santsima Virgen, tambin visita el Purgatorio con la finalidad de reconfortar a las almas y alentarlas en su estado de enmienda. Se sabe por revelacin que cuando Ella llega al Purgatorio las almas dejan de sufrir el lapso que Ella se encuentra all. Tambin, gracias a su presencia muchas almas son liberadas por Ella misma del sufrimiento del Purgatorio, especialmente en el da de Navidad, Fiesta de todos los Santos, Viernes Santo, Asuncin de Mara a los Cielos y la Ascensin de nuestro Seor Jess. Tambin Mara ha de tener una especial atencin hacia aquellos sus hijos que se han consagrado a Su Inmaculado Corazn, con devocin y han sabido llevar lo mejor posible una vida acorde a lo que se propone en la Consagracin. Como sabemos existe una promesa especial, hecha por la misma Virgen Mara, en Su advocacin de Nuestra seora del Monte Carmelo o Nuestra Seora del Carmen, hacia todos aquellos que con verdadera devocin lleven el Escapulario el resto de su vida. En esta promesa, Mara nos dice que todos aquellos que con devocin lleven el Escapulario, Ella misma ir a el alma al Purgatorio y lo llevar al Cielo, el siguiente viernes mas prximo a la fecha de fallecimiento. Vale decir que como mucho, esa bendita alma pasar en el Purgatorio no mas de 7 dias, que al lado de la eternidad no significa nada.

Las almas de los nios


Aqu vale hacer una salvedad, entre aquellos nios que luego de nacer o durante su niez fallecen y aquellos que no llegan a ver el mundo y fallecen antes de nacer, como puede ser los nios vctimas inocentes del aborto. Para los nios el Purgatorio no es muy largo ni muy penoso, porque a ellos les falta el pleno discernimiento. Pero es de destacar que ellos tienen en muchos casos una conciencia mas viva que la de los adultos que los llevan a realizar actos a sabiendas de las consecuencias, es por eso que tambin ellos deben pasar por el Purgatorio. Antiguamente se crea en la existencia de un estado similar al Purgatorio llamado Limbo, en donde iban a parar el alma de aquellos pequeos no bautizados o sea que conservaban an la mancha del pecado original al momento de morir. Si bien se dej de mencionarlo en la catequesis de la Iglesia, a partir del Concilio Vaticano II, el Limbo fue olvidado hasta que el Papa Juan Pablo II orden a un equipo de telogos del Vaticano analicen a la luz de las Sagradas Escrituras la base de la creencia en el Limbo. Este trabajo fue continuado por el Papa Benedicto XVI quien hace pocos dias anunci el resultado de la investigacin Teolgica: Las almas de los nios no bautizados (incluyendo los no nacidos) quedan en manos de la Infinita Misericordia de Dios, quien tiene un gusto especial por los pequeos inocentes, tal como lo haba dicho Jess mismo cuando se encontr con un grupo de nios y los apstoles trataron de apartarlos: Dejen que los nios se acerquen a Mi y no se lo impidan. Es motivo de Fe, por lo expuesto que el alma de los nios no nacidos va al Cielo.

Qu sucede con el alma de los Suicidas?


Las almas, muchas veces se arrepienten de haberse suicidado, con frecuencia, el suicida es una persona enferma. Con todo, las almas se arrepienten porque, apenas ven las cosas a la luz de Dios, comprenden, en un solo instante, todas las gracias que les estaran reservadas a ellas durante el tiempo que an les quedaba por vivir, y ven todo el tiempo restante (meses o aos), y todas las almas que hubiesen podido ayudar ofreciendo el resto de su vida a Dios; y lo que a ellas les causa mayor dolor por su pasado es ver el bien que hubiesen podido hacer y que, no hicieron porque abreviaron su vida. Pero, si la causa del suicidio fue una enfermedad, el Seor, sin duda, no lo tiene en cuenta.

Espiritismo

En principio el espiritismo es una farsa ya que el hombre no puede manejar a voluntad llamando a las almas y hacerlas venir. En esta prctica se evoca la presencia de un espritu por medio de rituales paganos, pidiendo a ese espritu que se manifieste de alguna manera. En esas manifestaciones son los demonios y el mismo diablo quienes fingen ser el alma de quien se llama. Por lo tanto el espiritismo es una prctica satanista con consecuencias nefastas sobre el alma y la vida de quien lo practica y lo promueve, por lo que hay que mantenerse lejos de estas cosas. Son las almas del Purgatorio las que se manifiestan sin que nadie las llame, solo por la Voluntad de Dios y con la finalidad de pedir ayuda de nosotros para aliviar o abreviar su estada en el purgatorio. Marcia como en cada clase, haba llevado su grabador con la finalidad de grabar lo dicho por el profesor, para evitar tomar nota y prestar mas atencin al tema que se estaba dando. Era tarde y en el edificio de la Escuela, que durante la noche funcionaba como escuela Terciaria, se escuchaba en el silencio, solamente la cadente voz del profesor en pleno dictado de su clase. Sin embargo, al escuchar el casete en casa, la sorpresa nos invadi a todos los escuchas ya que algo extrao apareca en la cinta: era un sonido increblemente definido de fondo a la voz del docente, un bullicio fuera de lo comn, como si se tratara de una cantidad enorme de nios en pleno recreo. Prestando atencin se podan escuchar lamentos y sollozos escalofriantes, gritos y sonidos etreos. Pero lo que mas nos impact por su claridad, fue el suplicante y lastimero pedido de un nio por su mama Eran nios, almas de nios en el Purgatorio

Pequeo Devocionario de oracin por las benditas almas del Purgatorio


Ahora que sabemos como ayudarlas, queremos compartir contigo algunas oraciones y coronillas que son recibidas de buen grado por las almas y eficaces para aliviarles su paso por el Purgatorio. Si bien existen muchas oraciones mas, queremos a partir de estas pocas, incentivarlos a la bsqueda de otras oraciones y al ofrecimiento de sufragios por nuestras benditas almas del purgatorio. Devocin Carmelita de los cien Rquiem Esta prctica consiste en diez Padre Nuestros, Ave Maras y Gloria. Para esto, puede ayudarse del Rosario comn. Despus de la seal de la santa cruz, se hace la invocacin del Espritu Santo para hacer con fruto esta oracin, se empieza con esta oracin: Animas santas, almas que estis purgando, rogad a Dios por m; que yo rogar por vosotras; a fin de que cuanto antes se os conceda la gloria del Paraso celestial. Enseguida se dice un Padre Nuestro, Ave Mara y Gloria y luego diez veces, en cada perla del Rosario: Dadles, Seor el eterno descanso y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. Concluida la primera decena se repite el Padre Nuestro, Ave Mara y Gloria y se dice la segunda as sucesivamente hasta que se completen los diez, Padre Nuestros, Ave Mara, Gloria y los cien Rquiem aadiendo en el ltimo el siguiente salmo:

De Profundis clamavis: Desde los abismos o voces clamando a vos oh Seor, od pues Seor, mi voz. Atended, Seor, al clamor de mis splicas. Pues si examinis mucho mis culpas, quin aguardar buen suceso? Porque en slo Vos se halla la piedad y la misericordia, y por causa de vuestra ley, he esperado en vos, oh Seor. Mi alma est muy segura en sus palabras, y ha esperado en el Seor. Desde la centinela de la madrugada hasta la noche, espere Israel en el Seor. Porque en slo Dios se halla la misericordia, y la copiosa redencin de los pecados. Como que l mismo ha de redimir a Israel, de todos los pecados. Gloria al Padre, al Hijo, etc. Oracin Final: Dales, Seor el descanso eterno, Ilumnelas la eterna luz. De las puertas del infierno Libra, Seor, sus almas, Descansen en paz. Amn. Splicas a la Santsima Virgen En Alivio De Las Benditas Almas Mas Abandonadas Del PURGATORIO Oh Madre de misericordia! tan grande es vuestra bondad, que no podis descubrir miserias sin compadecemos. Mirad, os suplicamos, con caritativos ojos las afligidas almas que sufren en el Purgatorio, sin poderse procurar alivio alguno en sus tremendas penas, y moveros a compasin. Por vuestra piedad y por el amor que tenis a Jess, os pedimos mitiguis sus sufrimientos, y les procuris eterno descanso. Pero ah! cun doloroso debe ser para vuestro maternal corazn, la conducta de innumerables cristianos, que dejan en el olvido las pobres almas del Purgatorio! Esperan nuestros sufragios, y apenas hay quien se acuerde de ellas! Oh Mara! dignaos inspirar a todos los fieles una tierna y viva compasin por nuestros hermanos difuntos: comunicadles un ardiente deseo de ofrecer por ellas obras satisfactorias, y ganar, en su favor, cuantas indulgencias les sean aplicables a fin de que pronto vayis a gozar de Dios. Od ahora las splicas que por ellas os hacemos. Despus de cada splica decir: Imploramos tu socorro oh! Madre de Bondad. Para que salgan de aquella tenebrosa crcel, Para que Dios les perdone la pena de sus pecados, Para que se abrevie el tiempo de su sufrimiento, Para que se apaguen sus llamas abrasadoras, Para que un rayo de luz celestial ilumine sus horrendas tinieblas, Para que sean consoladas en su triste abandono, Para que alcancen alivio en sus penas y amargas angustias, Para que la tristeza se cambie en perpetua alegra, Para que mitiguen la ardiente sed de los bienes eternos, Para que se llenen pronto sus deseos vivsimos de entrar en la gloria, Por las almas de nuestros padres e hijos, Por las almas de nuestros hermanos, Por las almas de nuestros parientes, Por las almas de nuestros amigos, Por las almas de nuestros bienhechores, Por las almas que sufren en aquellas llamas por culpa nuestra, Por las almas de aquellos que en su vida nos hicieron sufrir, Por las almas ms desamparadas, Por las almas que sufren mayores tormentos, Por las almas que estn ms cerca de entrar en el cielo, Por las almas que durante su vida te han amado ms a ti y a tu divino Hijo, Por las almas de aquellos que sufren hace ms tiempo, Por todas las benditos almas del Purgatorio, Por tu inefable misericordia, Por tu inmenso poder, Por tu maternal bondad,

Por tu incomparable maternidad, Por tus preciosas lgrimas, Por tus acerbos dolores; Por tu santa muerte, Por las cinco llagas de tu amado hijo, Por su sangre divina derramada por nosotros, Por su dolorossima muerte en el rbol de la Cruz, Para que se apliquen con abundancia a los difuntos las splicas de los vivos, Para que la gloriosa legin de los santos las socorra sin cesar, Para que los nueve coros de los ngeles las reciban con regocijo, Para que tus ojos maternales les echen una mirada de compasin, Para que las haga felices la vista de tu divino Hijo, Para que por la contemplacin de la Santsima Trinidad sean bienaventuradas, Para que se haga cada da ms fervorosa nuestra devocin a las almas, Para que se ofrezcan siempre ms oraciones, indulgencias Y obras satisfactorias por ellas, Para que las almas, que hayamos librado del purgatorio, hagan un da lo mismo con nosotros. Para finalizar, rezar un Padre Nuestro, un Ave Mara y un Gloria, por la salud, las intenciones y la Santidad del Papa. Oracin Dgnate, adorable Salvador mo, por tu preciosa Sangre, por tu dolorosa Pasin y cruelsima muerte; por los tormentos que tu augusta Madre sufri al pie de la cruz cuando te vio exhalar el ltimo aliento; dgnate dirigir una mirada de piedad al seno profundo del Purgatorio y sacar de all las almas que gimen privadas temporalmente de tu vista, y que suspiran por el instante de reunirse contigo en el paraso celestial. Principalmente te pido por el alma de N.., y de aquellos por quienes ms particularmente debo pedir. No desoigas, Seor mis ruegos, que uno a los que por todos los fieles difuntos te dirige nuestra santa madre la Iglesia Catlica, a fin de que tu misericordia las lleve all donde con el Padre y el Espritu Santo vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amn, Jess.

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