Métodos para Estimar Recarga de Acuiferos
Métodos para Estimar Recarga de Acuiferos
Métodos para Estimar Recarga de Acuiferos
=
(2)
donde:
q = tasa de infiltracin (L/T)
V1 = volumen inicial (L3)
V2 = volumen luego de un tiempo t (L3)
r = radio interno del cilindro de infiltracin
Los medidores de infiltracin son livianos y fciles de
transportar, su costo es relativamente bajo, son simples de
operar y las mediciones se hacen en corto tiempo.
Un requisito indispensable para el uso de este mtodo
es que la base del canal debe ser suave para poder insertar
el cilindro, sin embargo se pueden encontrar dificultades en
suelos de grava o pedregosos; en suelos arenosos se
presenta un inconveniente ya que los remolinos que se
crean pueden lavar la zona que rodea el cilindro dando as
tasas ms altas de infiltracin.
El medidor de infiltracin no es la mejor opcin para
estimar prdidas por infiltracin para el canal completo, sin
embargo son excelentes para la localizacin de reas de alta
infiltracin a lo largo de la longitud del canal.
METODO DE BALANCE DE AGUA
Definicin del Mtodo
Para hacer el balance hdrico se aplica el principio de la
conservacin de masa a una cierta regin de volumen
conocido (volumen de control), definida por unas
condiciones de frontera, durante un perodo de tiempo. La
diferencia en las entradas y las salidas debe ser igual al
cambio en el almacenamiento de agua. La mayor parte de
los mtodos de balance de agua determinan la recarga a
partir de los dems componentes, este tipo de balances se
puede hacer en la zona superficial, en la No saturada y en la
saturada (Samper F.J., 1997).
Figura 5. Diagrama de balance hdrico.
ZONA SUPERFICIAL
Humedad del suelo
Precipitacin
Riego
Caudal que sale
Evapotranspiracin
ZONA NO SATURADA
Altura de niveles colgados
Recarga en
trnsito directa
Recarga en trnsito
diferida
Caudal que sale
Recarga
(percolacin)
Caudal que entra
Samper F.J. (1997).
Hay diferentes expresiones para calcular la recarga a
partir de un balance hdrico segn el volumen de control
escogido y segn las subdivisiones que se hagan a las
entradas, salidas o cambios en el almacenamiento. La
expresin ms sencilla puede ser:
S ET Es P R = (3)
Siendo: R = recarga
P = precipitacin
Es = escorrenta
ET = evapotranspiracin
S = cambio en el almacenamiento
Esta ecuacin es vlida si se asume que la recarga es
igual al flujo subterrneo o descarga y si se toma la
precipitacin (P) como nica entrada al sistema, luego de
asumir que la divisoria de la cuenca coincide con la
divisoria de aguas subterrneas y por lo tanto no hay
entrada de flujo desde acuferos vecinos (Freeze y Cherry,
1979).
Tipos de balance
Lerner et al. (1990) presenta algunos tipos de balance
hdrico, y ms tarde diferentes autores (Scanlon et al, 2002;
Samper, 1997) hacen referencia a este mismo texto:
Balance de humedad del suelo. En el cual la lluvia y la
evapotranspiracin potencial constituyen los datos de
entrada al balance y la evapotranspiracin real y la recarga
son los datos de salida. Este mtodo corresponde al
esquema de balance de la Figura (5).
Un aspecto crtico en el uso de un modelo de balance
es el intervalo de tiempo usado. Si se utilizan largos
intervalos manteniendo los mismos parmetros se pueden
presentar valores de recarga muy bajos o inclusive nulos.
Balance de ros y canales de agua. Puede realizarse por
dos mtodos:
1. Medidas de caudal La manera ms sencilla para
estimar las prdidas por transmisin a lo largo de un
canal ya sea natural o de irrigacin es mediante un
balance de agua del flujo. La recarga en un canal se
puede expresar con la siguiente ecuacin:
+ =
t
S
E Q Q Q Q R
sale entra Abajo . A Arriba . A
(4)
donde:
Q: caudal
Q
A.Arriba
: Flujo aguas arriba
Q
A.Abajo
: Flujo aguas abajo
Q
entra
: Flujo que llega de los arroyos tributarios, efluentes
urbanos e irrigacin
Q
sale
: Flujo que sale
E: Evaporacin de cuerpos superficiales de agua o lechos
de ro
S: cambio en almacenamiento en el canal y en la zona no
saturada
2. Encharcamiento La recarga se estima midiendo la
disminucin del nivel del agua luego de haber aislada
una seccin del canal. Cuando las prdidas por
evaporacin y cualquier precipitacin que entra han
sido tenidas en cuenta, la cada neta en el nivel de agua
se atribuye a la infiltracin. La tasa de prdidas por
infiltracin por unidad de longitud se calcula con la
siguiente expresin:
( )
( ) t 2
W W
) d d ( q
2 1
2 1
+
=
(5)
donde:
q = tasa de infiltracin por unidad de longitud (L3/T/L)
d1 = profundidad media inicial (L)
d2 = profundidad media despus de un tiempo t (L)
W1 = ancho promedio inicial (L)
W2 = ancho promedio para despus de un tiempo t (L)
El uso de este mtodo no es muy conveniente debido a
que el canal debe estar fuera de servicio por varios das y es
ms costoso que usar medidores de infiltracin.
Aumento del Nivel Fretico: El volumen almacenado
producto de un aumento del nivel fretico es igual a la
recarga, luego de tener en cuenta otros flujos de entrada y
salida como pozos de bombeo y flujo entre acuferos.
Este mtodo es quizs el ms utilizado para estimar la
recarga. Entre sus ventajas, cabe citar su sencillez e
independencia respecto al mecanismo de desplazamiento
del agua en la zona no saturada (Healy y Cook, 2002).
La recarga se calcula utilizando la siguiente expresin:
t
h
S
dt
dh
S R
Y Y
= =
(6)
donde:
S
Y
= rendimiento especfico
h = altura del nivel fretico
t = tiempo
La altura del nivel fretico se determina mediante la
construccin de pozos. El nivel fretico medido en un pozo
de observacin es representativo de un rea de al menos
varios metros cuadrados, por lo que no corresponde a una
medida puntual. Sin embargo, el mtodo tiene sus
limitaciones (Healy y Cook, 2002):
1. Proporciona mejores resultados si se aplica para
niveles freticos superficiales.
2. Los pozos deben localizarse de manera que los niveles
freticos sean representativos de toda el rea de
recarga.
3. El mtodo no se puede tener en cuenta para recarga en
condiciones estables.
4. Identificar la causa de las fluctuaciones del nivel
fretico es un asunto complejo as como calcular el
valor del rendimiento especfico debido a la
heterogeneidad del acufero.
Descarga de la cuenca:
Descarga promedio = Recarga neta promedio + tasa de
extraccin
Si el acufero no es explotado, la tasa de extraccin es
cero, por lo tanto:
Descarga promedio = Recarga neta promedio
Las posibles rutas de descarga de una cuenca incluyen
manantiales, ros, lagos y mares, La descarga de
manantiales se puede determinar a partir de aforos aguas
abajo, haciendo la correccin por la prdidas en el canal; la
descarga por ros se estima mediante anlisis de la
hidrgrafa; y la descarga por lagos y mares se determina a
partir de medidas de conductividad hidrulica y
permeabilidad (Healy y Cook, 2002).
En cuencas donde hay abundancia de corrientes
superficiales de agua, se puede estimar la recarga
subterrnea a partir de la separacin de la hidrgrafa. El
uso del flujo base para estimar la recarga se basa en el
balance de agua
subt subt FB subt
entra
subt
sale
S ET Q Q Q R + + + = (7)
donde la recarga se iguala a la descarga (Scanlon et al.
2002).
Sin embargo, la descarga del flujo base no necesariamente
es igual a la recarga, porque existen otros factores como el
bombeo, la evapotranspiracin y el flujo hacia acuferos
profundos, los cuales pueden ser significativos (Scanlon et
al. 2002). Por lo tanto, si los clculos de flujo base son
usados como indicadores de la recarga promedio, esto
podra introducir un error importante porque el flujo base
representara solo una parte pequea de la descarga total
(Sophocleous, 2000).
Ventajas y desventajas
Los mtodos de balance ofrecen gran disponibilidad de
datos para su aplicacin; son fciles de aplicar, rpidos y
de bajo costo; toman en cuenta toda el agua que entra al
sistema y estn disponibles para todas las fuentes de
recarga.
La forma ms comn para estimar la recarga es el
mtodo residual. La mayor limitacin es que la exactitud
de la estimacin depende de la exactitud con la cual fueron
medidos los otros componentes (Scanlon et al. 2002).
En algunos casos se realizan grandes simplificaciones a
la ecuacin de balance con el propsito de utilizar menos
variables pero corriendo el riesgo de aadir mayores
incertidumbres al resultado final (Freeze y Cherry, 1979).
Los balances de agua fueron desarrollados inicialmente
en zonas hmedas, y por lo tanto su validez en zonas ridas
y semiridas es bastante discutible. Sus resultados pueden
llegar a ser mas confiables cuando se realiza el balance en
suelos mas desarrollados, donde se presentan mayores
condiciones de humedad (Samper, 1997). En regiones
ridas y semiridas la aplicacin de este mtodo es ms
difcil porque la precipitacin en general es solo
ligeramente diferente de la evapotranspiracin real, errores
pequeos en estos dos componentes causan grandes errores
en la estimacin de la recarga (Hendrickx y Walker, 1997).
Las ventajas asociadas a este mtodo, como el relativo
bajo costo de inversin y mantenimiento, la capacidad de
mltiples localizaciones, la facilidad de procesamiento de
los datos y la aceptable precisin para numerosas
aplicaciones, hacen que se compensen las limitaciones,
convirtindose esta tcnica en una de las ms aplicadas
fundamentalmente en estudios encaminados a la
determinacin de la evapotranspiracin (Hatfiel, 1990. En:
Lpez, R. 1997).
METODO DE TRAZADORES
Los trazadores son sustancias que se encuentran en el agua
y se pueden detectar por medios visuales o analticos
(Lopez R, 1997) y sirven para definir caminos
preferenciales de flujo (Hendrickx y Walter, 1997),
identificar mecanismos responsables de generacin de flujo,
identificar fuentes de solutos y sistemas de contaminacin,
calcular el ciclo biolgico de nutrientes dentro de un
ecosistema, determinar fuentes de recarga etc. (Kendall y
Caldwell, 1998). Los trazadores pueden utilizarse para
determinar las fuentes que originan la recarga, donde hacen
el papel de sealizadores, o para determinar la cantidad de
flujo que alcanza las reservas subterrneas. La tcnica de
sealizadores consiste en inyectar un trazador y luego
rastrearlo en un rea determinada (Lerner et al., 1990).
El principio general del mtodo de trazadores es el
balance de masa del trazador, en el cual se asume que el
agua y el trazador son transportados a la misma tasa.
r Tr = p Tp + fd (8)
r = tasa de recarga promedio
Tr = concentracin promedio del trazador en la recarga
p = precipitacin promedio
Tp = concentracin promedio del trazador en la
precipitacin
fd = masa del trazador en la zona vadosa
Para que se presente el caso ideal, la concentracin del
trazador debera incrementar con la profundidad hasta que
se alcance una concentracin estable. Esto indica que no se
puede presentar evaporacin bajo esta profundidad y que la
ecuacin (8) puede ser aplicada.
Tipos de trazadores
Los trazadores pueden ser aadidos deliberadamente o
pueden estar presentes en el ambiente, bien como
resultado de la actividad humana o como consecuencia de
procesos exclusivamente naturales, los primeros se conocen
como trazadores artificiales o aplicados y los ltimos como
trazadores ambientales. Los istopos son los trazadores
ambientales ms utilizados y pueden dar buena cuenta de
los procesos hidrolgicos que se desarrollan en una cuenca.
Algunos autores (Hendrickx y walter, 1997) definen un
tercer tipo de trazador y lo denominan histrico, el cual es
depositado en altas concentraciones en la superficie del
suelo por algn evento histrico. El principio de los
trazadores histricos es el mismo que el de los trazadores
artificiales, excepto que fueron depositados por algn
evento histrico; estos eventos pueden ser desde un cambio
en la prctica de la agricultura, hasta la contaminacin de
las fbricas, incluyendo los derrames de contaminante
(Nativ et al. 1995. En: Scanlon et al., 2002) o las pruebas
nucleares en la atmsfera. Un importante subconjunto de
los trazadores histricos son los que entraron a la atmsfera
como resultado de las pruebas nucleares durante los aos
1950s-1960s y son usados para estimar tasas de recarga
durante los ltimos 50 aos (Scanlon et al., 2002).
En la mayora de los casos el trazador se utiliza para
seguir el movimiento del agua, por lo cual debe moverse
con el agua y ser soluble, no debe ser reactivo y no se debe
transformar durante el transporte, por supuesto necesita ser
medible y extrado fcilmente del suelo. Para trazadores
artificiales hay restricciones adicionales: bajos niveles
naturales del trazador en el ambiente, baja toxicidad y baja
radioactividad. Para trazadores ambientales es deseable
tener grandes variaciones naturales de las concentraciones
del trazador en el paisaje, estas restricciones usualmente
indican que solo aniones o molculas de agua
isotpicamente rotuladas se pueden usar.
Principales trazadores
Istopos. Son tomos del mismo elemento que tienen
diferente nmero de neutrones lo que significa que tienen
diferente masa.
Los istopos pueden ser ambientales o artificiales. Los
ambientales se subdividen en estables y radioactivos; los
radioactivos o inestables son los que presentan cambios en
el nmero de protones y neutrones que producen una
transformacin del ncleo del elemento; este proceso se
conoce como decaimiento radiactivo, los ncleos se
desintegran espontneamente en el tiempo para formar
otros istopos; los estables son aquellos cuya relacin entre
el nmero de neutrones y protones no cambia, son ncleos
que no se transforman en otros istopos en escalas de
tiempo geolgicas, pero ellos mismos pueden ser
producidos por el decaimiento radioactivo de otros
istopos. Los istopos ms importantes desde el punto de
vista hidrolgico son los siguientes:
- Istopos del Hidrgeno:
1
H (estable),
2
H (deuterio,
estable) y
3
H (tritio, inestable)
- Istopos del Oxgeno:
16
O (estable),
17
O (inestable) y
18
O
(estable)
- Istopos del carbono:
12
C (estable),
13
C (estable) y
14
C
(inestable)
Los istopos del agua permiten tener informacin
sobre la renovacin de las aguas en los acuferos (recarga),
identificacin de las aguas antiguas (origen y edad del
agua), interconexiones hidrulicas entre varios acuferos,
mezcla de agua de origen diferente, interacciones rocas-
CO
2
, hidrodinmica de los acuferos (flujo y edad),
intrusin de aguas marinas en acuferos costeros,
vulnerabilidad de los acuferos a la contaminacin (origen y
circulacin de los contaminantes), identificacin de las
agua termo-minerales, etc.
Los istopos de un cierto elemento poseen ligeras
diferencias en sus propiedades fsicas y en mucho menor
medida en sus propiedades qumicas. Debido a la diferencia
de masas sufren un proceso denominado fraccionamiento,
definido como el fenmeno en el que la composicin
isotpica de un elemento cambia por la transicin desde un
estado fsico o una composicin qumica a otro. Se
distinguen 3 procesos de fraccionamiento de istopos
dependientes de la masa: termodinmico, cintico y
fraccionamiento de transporte durante procesos de difusin.
Como un resultado de los procesos de
fraccionamiento, agua y soluto desarrollan a menudo una
composicin isotpica (relacin de istopos pesados
respecto a istopos livianos) nica que puede ser indicativo
de la fuente o del proceso que los form. Los principales
istopos utilizados en la estimacin de la recarga son:
OXIGENO-18 Y DEUTERIO. El Oxigeno (
18
O) y
el Deuterio (
2
H) han sido particularmente valiosos para
determinar procesos y el origen del agua subterrnea debido
a que sus contenidos se consideran conservativos una vez
que el agua ha entrado en el acufero. Sin embargo, poseen
dificultades en cuantificar las estimaciones de recarga
porque estos istopos no son conservativos en la zona no
saturada y estn sujetos a fraccionarse y a la evaporacin
(De Vries y Simmers, 2002). La relacin del contenido
18
O y D de la precipitacin en muchsimos sitios del
planeta se grafic y se obtuvo la siguiente relacin:
10 O 8 D
18
+ = (9)
La recta definida por la expresin anterior se llama
Lnea meterica mundial (Global Meteroric Water Line)
(GMWL o MWL) o lnea de Craig. Se asume que el agua
que cae en la lnea ha sido originada en la atmsfera, y las
desviaciones que se presenten pueden ser ocasionadas por
la interaccin agua-roca, las reacciones H
2
S, la evaporacin
de cuerpos de agua y la condensacin.
TRITIO. El tritio ambiental o natural es aquel que
se infiltr en el suelo como consecuencia de las pruebas
termonucleares llevadas a cabo en la atmsfera durante las
dcadas de 1950 y 1960, las cuales motivaron un
incremento en la concentracin de tritio en la lluvia. El
contenido de tritio en el agua precipitada est condicionado
por la latitud, proximidad al mar y distancia a fuentes
artificiales o zonas de ensayos termonucleares. Estos
factores, junto a su desintegracin radioactiva, permiten
utilizarlo como indicador de la presencia de aguas
recientes en los acuferos y determinar, bajo ciertas
condiciones, zonas de recarga aparente.
Existen 3 tcnicas para estimar las tasas de recarga a
partir de los perfiles de tritio en la zona no saturada (Allison
,1988):
1. A partir de la posicin del pico de la precipitacin
radioactiva
2. A partir de la forma del pico de tritio en el suelo
3. A partir de la cantidad total de Tritio almacenado en el
perfil
Tambin se puede utilizar como trazador artificial, sin
embargo, su concentracin se puede ver afectada por la
absorcin de las plantas y la evaporacin, adems requiere
un equipo de medicin relativamente costoso y su uso
puede ser prohibido por las leyes de proteccin
ambientales; su uso como trazador artificial no se
recomienda debido a la radioactividad involucrada y a la
dificultad en su aplicacin (Hendrickx y Walker, 1997).
CLORURO. Es el trazador ambiental ms
importante que se ha usado para estimar tasas de recarga
subterrnea bajo un amplio rango de condiciones
climticas, geolgicas y de suelo (Hendrickx y Walker,
1997). Tiene la ventaja de que no es voltil, por lo que no
se producen prdidas debido a la evaporacin.
La recarga se puede determinar mediante un balance de
masa de cloruro (CMB) donde la masa que entra al sistema
(P), multiplicada por la concentracin de cloruro en la
precipitacin (C
P
), es igual a la masa que sale del sistema
(drenaje, D) multiplicado por la concentracin de cloruro en
el agua drenada en la zona no saturada (C
NS
), siempre y
cuando se asuma que la escorrenta superficial es cero:
NS
P
NS P
C
PC
D DC PC = =
(10)
El drenaje es inversamente proporcional a la
concentracin de cloruro en la zona no saturada, por lo
tanto el flujo mximo de agua drenada que se puede estimar
depende de las incertidumbres presentes en las medidas de
las bajas concentraciones de cloruro y de la posible
contribucin de cloruro proveniente de otras fuentes.
Teniendo en consideracin lo anterior, el mximo drenaje
que puede determinarse es 300mm/ao (Scanlon et al.
2002).
Cloruro-36: Se produce de manera natural y tambin
por pruebas nucleares. Su vida media, es decir, el tiempo
que tarda un istopo en perder la mitad de su actividad
radiactiva original, es de aproximadamente 3x10
5
aos lo
que lo hace atractivo para estudiar los sistemas subterrneos
que presentan bajas tasas de recarga, sin embargo la
concentracin pico de
36
Cl no es un mtodo apropiado para
reas de baja recarga, porque en estas regiones el pico del
trazador an no ha atravesado la zona de races ya que este
se introdujo a la atmsfera en la dcada de los 50s con las
pruebas nucleares (Allison, 1988).
Carbono-14-13. El mtodo isotpico tradicional
utilizado para determinar el tiempo de trnsito de las aguas
subterrneas se basa en la determinacin de la actividad del
carbono-14. Dicho istopo tiene una vida media de 5730
aos. Los contenidos de C-14 se expresan como porcentaje
(pmc, partes de carbono moderno) los valores superiores a
100pmc corresponden a la presencia en las aguas
subterrneas de carbono inyectado en la atmsfera durante
la poca de ensayos termonucleares (1950-1970).
El segundo istopo de carbono utilizado habitualmente
en estudios hidrogeolgicos es el carbono-13. Este istopo
es estable y los contenidos de 13C se utilizan en los
modelos que corrigen la actividad inicial del 14C y tambin
como indicador de diversas fuentes de carbono en las aguas
subterrneas.
Otros istopos. Existen otros istopos adems de
los ya presentados. Para la datacin de las aguas recientes
se utiliza
3
He/
3
H, Clorofluorcarbonados (CFCs) o
Hexafluoruro de Azufre (SF6). Para datacin de agua de
ms de 40000 aos, se pueden utilizar
81
Kr,
4
He y
40
Ar/
36
Ar.
Para los estudios de contaminacin del agua se utilizan de
istopos como
15
N y
18
O de los nitratos, y
34
S y
18
O de los
sulfatos. El boro-11 juega un papel potencial importante en
los estudios de contaminacin, especialmente en casos de
intrusin de agua salada en un acufero de agua dulce.
87
Sr/
86
Sr se utiliza regularmente para definicin del origen
de salinizacin, movimiento de aguas subterrneas e
interacciones con las rocas.
Nitrato. Puede usarse para obtener informacin de la
tasa de movimiento de agua en la zona no saturada. En
reas agrcolas sus concentraciones han aumentado desde
1950 por efecto del uso de los fertilizantes nitrogenados,
especialmente en reas de cultivo de manejo intensivo. El
Nitrato se ha sugerido como trazador para estimar la
recarga debido a su solubilidad y movilidad y porque su
concentracin se afecta por cambios mayores en el uso de
la tierra (Edmunds, et al. 1988). La mayor dificultad que se
presenta es que durante su transporte el nitrato se puede
reducir a amonaco o puede ser absorbido por las plantas
dentro de la zona de races y ser removido del sistema del
suelo, condiciones que hacen difcil totalizar la cantidad de
trazador (Hendrickx y Walker, 1997).
Bromuro. Este trazador es usado ampliamente porque
su concentracin antecedente es despreciable en la mayora
de los ambientes, es muy mvil y su comportamiento es
muy similar al de los nitratos y los cloruros y es
relativamente econmico y fcil de detectar. El bromuro se
aplica usualmente en la superficie del suelo y se mide su
distribucin en el perfil del suelo luego de que el agua que
llega a travs de la precipitacin o la irrigacin se infiltra.
Tambin se ha utilizado para inferir las tasas de recarga
producidas por exceso de irrigacin (Rice et al., 1986)
La Temperatura. La temperatura puede usarse como
trazador con el fin de determinar cundo el agua fluye por
corrientes efmeras (en especial en zonas ridas) y para
estimar la infiltracin proveniente de cuerpos de agua
superficiales. El procedimiento consiste en monitorear la
temperatura a varias profundidades, dependiendo de las
escalas de tiempo y el tipo de sedimento (Scanlon et al.
2002). La temperatura medida se combina con un cdigo
de flujo saturado no isotrmico, cuyo propsito es estimar
la conductividad hidrulica de los sedimentos y luego
mediante modelamiento inverso se determina la
recarga. Sin embargo la aplicacin de los mtodos
trmicos se limita a acuferos con gran recarga (Custodio,
1997).
Colorantes. De todos los tipos de trazadores
existentes quizs los ms simples sean los colorantes, que
se aplican como solutos al agua de infiltracin detectndose
visualmente. Los distintos tipos de colorantes que se han
utilizado, interaccionan con el suelo, lo que supone un
inconveniente del mtodo. Por otra parte, muchos
colorantes orgnicos tambin estn sujetos a degradaciones
qumicas y biolgicas, retardndose as su transporte. El
proceso de deteccin del colorante es destructivo, por lo
que resulta ms laborioso y difcil cuanto mayor sea la
profundidad del suelo a estudiar (Lpez R, 1997). Una
alternativa de uso de trazadores pticos es la utilizacin de
sustancias que sean detectables por medios analticos.
Uso de trazadores para estimar la recarga
La mayora de las tcnicas de trazadores estn basadas en
suposiciones simples, mientras ms complicadas sean las
suposiciones de un modelo ms inexacto puede llegar a ser.
Hendrickx y Walker (1997) tratan brevemente las
suposiciones ms comunes:
1. Efecto de la exclusin de anin: Los aniones y otros
solutos no se mueven a travs del suelo en un camino
completamente similar al que se mueve el agua debido
a la interaccin entre la carga de los iones y la que hay
en la superficie de los minerales arcillosos (y materia
orgnica) los cuales constituyen la parte superior del
suelo. El volumen excluido depende del contenido del
agua y de la concentracin de la solucin en el suelo.
2. Efecto de la vegetacin en el trazador: Algunos
modelos de movimiento asumen que las races de las
plantas no toman ninguna fraccin del trazador durante
la captacin, sin embargo, hay amplia evidencia de que
las races de las plantas captan una porcin
significativa de los solutos del suelo, incluyendo los
aniones comnmente usados como trazadores.
3. Efecto de los macroporos: Los caminos preferenciales
de flujo generalmente surgen de macroporos y de la
inclusin de material ms permeable dentro de la
matriz del suelo. El problema se origina al interpretar
los perfiles de trazadores afectados por caminos
preferenciales de flujo ya que dichas vas pueden
ocasionar que agua y soluto se desven de la matriz del
suelo con muy poca o nula interaccin entre ellos, por
lo que el perfil del trazador no dara informacin del
movimiento del agua en el suelo.
4. Efecto del movimiento lateral del agua: La escorrenta
superficial y el flujo saturado horizontal debido a
acuferos colgados pueden ocasionar que una porcin
significativa del flujo del trazador nunca entre a la zona
profunda del perfil.
Tcnicas para estimar la recarga en canales mediante el
uso de trazadores
Las tcnicas de trazadores tienen algunas aplicaciones para
el anlisis de prdidas por filtracin en los lechos de los
ros, estos mtodos fueron mencionados por Lerner et al.
(1990):
1. Penetracin en el lecho
2. Punto de dilucin
3. Tcnica de los dos pozos
Penetracin en el lecho: Fue desarrollada originalmente
utilizando sal como trazador, se esparcen los cristales en el
lecho y luego se inserta una sonda de conductividad
elctrica en el sedimento del canal. Las medidas de la
profundidad, a la cual se presenta el pico de la
conductividad, denotan la distancia transcurrida por el agua
infiltrada durante el perodo comprendido entre la inyeccin
y el muestreo, a partir de la cual se puede calcular la tasa de
infiltracin:
t
p d
q
=
(11)
donde:
q: tasa de infiltracin
p: porosidad
d: profundidad del pico de la conductividad hidrulica en
el tiempo t
t: tiempo comprendido entre la inyeccin y la toma de las
medidas de profundidad y conductividad hidrulica.
Punto de dilucin mtodo de un pozo: Este mtodo
permite calcular la velocidad de filtracin a cierta distancia
del canal, mediante la adicin de una concentracin
conocida de un trazador a un barreno dentro del estrato
adyacente, y luego el monitoreo de la tasa de dilucin de
este trazador (Halevy et al., 1967. En: Lerner et al., 1990).
La concentracin se estima indirectamente a travs de
mediciones de conductividad en el agua.
La velocidad de filtracin puede ser calculada a partir
de la siguiente expresin:
( ) at 2
c
c
ln r
v
t
0
1
f
(
(
|
|
\
|
=
(12)
donde:
v
f
= velocidad de filtracin
r
1
= radio interno de la rejilla del pozo
c
0
= concentracin original del trazador
c
t
= concentracin del trazador luego de un tiempo t
a = factor de correccin que permite la distorsin
hidrodinmica
Los trazadores radiactivos son muy convenientes
porque se pueden medir fcilmente a muy bajas
concentraciones, evitando las variaciones en la densidad del
agua cuando se inyectan grandes cantidades de trazador
(Lerner et al., 1990).
La tasa de prdidas por filtracin por unidad de
longitud del canal es dada por la siguiente expresin:
=
i i f
d v 2 q (13)
donde:
q = tasa de filtracin por unidad de longitud del canal
v
f i
= velocidad de filtracin en el punto de medida i
d
i
= longitud del barreno sobre la cual vf i aplica
El multiplicador 2 es necesario si el experimento se
lleva a cabo a un solo lado del canal. Sin embargo, es
aconsejable realizar esta prueba en ambos lados del canal.
Mtodo de dos pozos: Consiste en introducir un
trazador dentro del barreno de inyeccin y monitorear su
llegada en otro barreno ubicado aguas abajo en la direccin
del gradiente. La curva de penetracin (concentracin de
trazador contra tiempo) se grafica, y se usa el tiempo de
trnsito promedio para calcular la velocidad de filtracin
(Lerner et al., 1990)
p
t
L
v
m
f
=
(14)
donde:
v
f
= velocidad de filtracin
L = separacin entre barrenos
t
m
= tiempo de trnsito promedio
p = porosidad
La velocidad de filtracin puede ser luego usada para
calcular el flujo de filtracin utilizando la ecuacin (13).
Ventajas y desventajas
Segn Hendrickx y Walker (1997) los mtodos de
trazadores tiene grandes ventajas, principalmente porque su
movimiento es gobernado por el flujo de agua promedio
que conduce la recarga en el suelo, no son necesarias visitas
al campo frecuentes, es posible estimar flujos ms pequeos
que con los otros mtodos, y adems, en muchas ocasiones
el mtodo de trazadores es la nica alternativa posible de
utilizar.
Uno de los principales aspectos positivos del uso de
trazadores ambientales es que representan, al menos en una
primera aproximacin, una entrada uniforme al sistema
zona no saturada-acufero. Sin embargo, el principal
inconveniente de los istopos es que solo pueden ofrecer
una medida indirecta de la recarga, lo cual puede ocasionar
sobreestimacin o subestimacin. No obstante, la
utilizacin de mltiples trazadores puede ayudar a superar
esta desventaja (Allison et al., 1994. En: Lpez R, 1997).
El uso de varios trazadores ofrece probablemente la mejor
alternativa para llegar a resultados fiables en estudios
locales, en regiones ridas o semiridas, que requieren
informacin puntual, sin embargo, muchos estudios
indican que este enfoque no es cierto ya que el flujo
preferente contribuye en algunos casos al 90% de la recarga
estimada total, por lo tanto, los resultados obtenidos con
trazadores deben ser interpretados con precaucin en reas
con flujo multimodal en la zona no saturada (De Vries y
Simmers, 2002).
APROXIMACIONES DE DARCY
Fundamentos del mtodo
La estimacin de la recarga con la tcnica de Darcy
consiste en encontrar valores de cabezas hidrulicas a partir
de las ecuaciones de Richards, en la zona no saturada, y
Boussinesq, en la zona saturada, contando con datos de
conductividad hidrulica, coeficiente de almacenamiento y
contenido de humedad, y mediante el uso de tcnicas
analticas o modelos numricos, segn la simplicidad de las
condiciones de campo o la cantidad de simplificaciones
asumidas.
Con las cabezas hidrulicas se determina la velocidad
de filtracin o el flujo de agua, teniendo este valor se halla
el caudal y con este ltimo se realiza un balance de masa
donde se conoce el volumen de agua que entra y sale del
sistema y se estima el volumen de agua que queda
almacenado en l, el cual equivale a la recarga.
La ley de Darcy relaciona la velocidad de filtracin (q)
con la conductividad hidrulica (k) y el gradiente hidrulico
( )
z
h
i
=
.
z
h
k i k q
= =
(15)
Siendo z la altura sobre el nivel de referencia
Para obtener las ecuaciones de flujo en la zona no
saturada y en la zona saturada es necesario combinar la
ecuacin de Darcy con la ecuacin de continuidad:
- Para la zona no saturada:
w
R
z
q
t
(16)
Donde:
t
= variacin de la humedad con el tiempo
z
q
(17)
La cual se aplica para flujo vertical (porque solo
involucra una direccin) en la zona no saturada y se conoce
como la ecuacin de Richards (1931).
- Para la zona saturada:
Masa que entra = q , siendo la densidad del
fluido, en este caso el agua
Masa que sale =
|
\
|
+ z
z
q
q
(18)
Por lo tanto:
|
\
|
\
|
=
z
q
z
q
masa de Diferencia
(19)
utilizando la ley de Darcy se tiene:
|
\
|
z
h
z
k
z
q
(20)
y combinando las ecuaciones (19) y (20) se
obtiene la ecuacin de Boussinesq o ecuacin de flujo
en la zona saturada
|
|
\
|
+ |
\
|
= |
\
|
y
h
T
y z
h
T
z t
h
S s direccione dos En
h k
z
h
z
k
t
h
T
S
direccin una En
2
(21)
Esta expresin involucra la transmisividad (T) y el
coeficiente de almacenamiento (S).
La ecuacin de Richards busca obtener una estimacin
de la recarga potencial, mientras que la ecuacin de
Boussinesq busca obtener una estimacin de la recarga real.
Las expresiones anteriores se pueden resolver
analticamente o por mtodos numricos. Cuando las
suposiciones usadas para derivar una solucin analtica se
consideran muy simplistas e inapropiadas se puede
seleccionar un modelo numrico.
Modelos numricos
Los modelos numricos permiten evaluar en detalle los
efectos de las propiedades hidrulicas en la zona vadosa en
la recarga subterrnea (Hendrickx y Walker, 1997).
Hendrickx y Walker (1997) clasifican los modelos
disponibles para estimar la recarga en tres grupos, de los
cuales 2 corresponden a aproximaciones de Darcy, y el
tercero se conoce como modelo numrico de tanque y se
fundamenta en el balance hdrico.:
Modelos numricos en la zona vadosa. Se
desarrollaron para simular el flujo de agua y el transporte
de solutos a travs de la zona vadosa hasta el acufero.
Estn basados en la particin del perfil del suelo en un
nmero de capas homogneas, cada una con caractersticas
y propiedades hidrulicas propias; as, la ecuacin de flujo
se resuelve numricamente para cada capa tomando en
cuenta el rgimen de flujo de las capas que estn por
encima y por debajo y las condiciones de frontera en el
fondo y en la parte superior del perfil del suelo.
La mayora de estos modelos numricos resuelven la
ecuacin de flujo de agua para medios porosos, sin
embargo, algunas versiones recientes tienen sub-rutinas que
permiten tomar en cuenta los efectos de flujo por
macroporos y/o humedad variable.
Modelos de flujo de agua subterrnea. Consiste en
dar valores de recarga en un modelo de agua subterrnea
hasta que este predice correctamente los cambios de nivel
observados debido a la descarga natural y al bombeo de
pozos (Stephens, 1996) (En: Hendrickx y Walker, 1997).
La recarga estimada con este tipo de modelo presenta
errores debido a que siempre hay incertidumbre asociada
con la conductividad hidrulica, el espesor y el rea de
extensin del acufero, as como con las medidas de las
cabezas hidrulicas. Sin embargo, este mtodo puede dar
un valor espacialmente integrado de la recarga sobre un
acufero y no depende de la variacin espacial de las
observaciones puntuales como le sucede a los flujos de
recarga en la zona vadosa.
En general, las principales limitaciones que posee un
modelo numrico no son las debidas a los dispositivos de
clculo, sino a la formulacin de los modelos conceptuales
del proceso, a la obtencin de valores representativos de las
magnitudes que intervienen en el modelo, y a la definicin
de las condiciones iniciales y de contorno (Scanlon et al.
2002).
Requerimientos de informacin
Zona no saturada. Para resolver la ecuacin de Richards
se requiere la curva de retencin de agua en el suelo (h) y
la curva de conductividad hidrulica no saturada K(h).
Para determinar las propiedades hidrulicas de manera
directa muchos procedimientos ofrecen datos de retencin
de agua y conductividad hidrulica no saturada en forma
tabular. Debido a que estas tablas son ineficientes y
ofrecen poca exactitud a menudo se usan funciones
algebraicas (Hendrickx y Walker, 1997). Frecuentemente
se utilizan dos conjuntos de formas de funciones analticas:
las de Brooks y Corey (1966) y Van Genuchten (1980).
En el caso de la solucin de modelos numricos en la
zona vadosa, para simular regmenes de recarga se deben
imponer en el modelo, aparte de las propiedades
hidrulicas, condiciones de frontera, condiciones iniciales y
las propiedades de la vegetacin (Hendrickx y Walker,
1997). Para algunos modelos numricos la condicin de
frontera superior solo se puede especificar como una
constante, flujo variable linealmente con el tiempo o cabeza
de presin en la superficie del suelo. Estos modelos no son
apropiados para estudios de recarga porque no es posible
saber como es exactamente la condicin de frontera en la
superficie del suelo antes de que se lleve a acabo la
simulacin. En la frontera inferior existen tres tipos de
condiciones que pueden ocurrir: presin constante del agua
del suelo; flujo constante en el perfil del suelo bajo la
condicin de frontera inferior y flujo en funcin de la
profundidad del nivel fretico. La Condicin inicial para
un modelo numrico comprende el contenido de agua en el
suelo o la distribucin de presin con la profundidad al
comienzo de la simulacin; pueden estimarse o medirse a
partir de muestreo gravimtrico, sonda de neutrn,
tensimetros, termocuplas u otros sensores (Hendrickx y
Walker, 1997). La propiedad de la vegetacin ms
importante es la relacin entre la condicin de humedad del
suelo y el agua que es tomada por las races.
Sin embargo, segn las condiciones es posible asumir
algunas suposiciones, por este motivo Lerner et al. (1990)
presenta tres casos posibles que determinan la informacin
requerida y su utilizacin:
1. Cuando no hay entrada al perfil del suelo desde la
superficie.
2. Cuando hay entrada, pero es insuficiente para saturar el
suelo.
3. Cuando hay suficiente entrada para saturar el perfil.
No entrada. Cuando no hay entrada de
precipitacin al perfil del suelo, el contenido de
humedad y la presin cerca de la superficie bajan
rpidamente debido a la evaporacin. Se desarrolla
entonces un plano donde el gradiente hidrulico vertical es
cero el cual separa el movimiento ascendente del agua
(evapotranspiracin) y el descendente (drenaje). Este plano
se conoce como Plano de Flujo Nulo (ZFP). Este mtodo
fue descrito por primera vez por Richards et al. (1956) y ha
sido usado en varios estudios (Referencias de estudios En:
Scanlon et al., 2002). Consiste en localizar un plano de
gradiente hidrulico nulo en el perfil del suelo, de modo
que la recarga en un intervalo de tiempo se obtiene
mediante la suma de las variaciones del contenido de agua
en el suelo por debajo de dicho plano.
Desafortunadamente, el mtodo no funciona durante los
perodos prolongados de lluvias donde se presentan
persistentemente valores altos de infiltracin, y el gradiente
hidrulico se hace positivo en el sentido descendente a lo
largo de todo el perfil del suelo (Lpez R, 1997), adems
esta tcnica es costosa y requiere de gran cantidad de
instrumentos y datos, trabaja mejor en regiones donde
existen grandes fluctuaciones en el contenido de agua y
donde el NF es siempre ms profundo que el plano de flujo
nulo (Scanlon et al. 2002). Sin embargo, en los casos
donde ha sido posible identificar el plano esta tcnica ha
proporcionado buenas estimaciones de la recarga.
Entrada insuficiente para saturar el suelo. Las
medidas de campo solo se pueden hacer con suficiente
exactitud en casos donde se pueden asumir condiciones
estables. En la zona cercana a la superficie o en la zona
radicular no se pueden asumir, sin embargo, una zona no
saturada de gran espesor tiende a amortiguar los pulsos
estacionales de la recarga y por lo tanto se puede aproximar
a condicin estable. En estos casos generalmente se asume
que la presin es constante con la profundidad, por lo tanto
el gradiente hidrulico es 1. As:
= k r (22)
donde:
r = tasa de recarga (L/T)
k
\
|
=
ao / mm 380 p > (27)
r = recarga (mm/ao)
p = precipitacin (mm/ao)
Turc (1954) propuso una expresin en la que incluye,
aparte de la precipitacin, la temperatura media anual:
|
|
\
|
|
|
\
|
+ =
5 . 0
2
2
L
p
9 . 0 1 p r
(28)
2
T 05 . 0 T 25 300 L + + =
r = tasa de recarga promedio anual (mm/ao)
p = precipitacin anual (mm/ao)
T = temperatura media anual (C)
As mismo, existen varias expresiones para estimar la
recarga proveniente de ros y canales:
Frmula de Walter (En: Kruseman, 1997): el propsito
de Walter (1990) era desarrollar un procedimiento
simplificado aplicado a una regin semirida en el
suroeste de Arabia Saudita y comparar los datos
derivados con los obtenidos en Estados Unidos.
A 1
V 0500 . 0 V = (29)
V
1
= prdidas por transmisin (acre-pie)
V
A
= volumen del flujo (acre-pie)
Frmula de Abdulrazzak y Morel-Sytoux (En:
Kruseman, 1997): argumentaron que la infiltracin por
unidad de longitud de un ro, 2q
o
, puede ser obtenida a
partir de la ecuacin de Green y Ampt:
( )
(
+
=
D
D H
KW q
o
(30)
W = ancho medio del lecho del ro
K = (aproximadamente) la conductividad hidrulica
saturada (vertical)
D = profundidad del perfil del suelo entre el punto
inicial del nivel fretico y el fondo del lecho del valle
H = profundidad del agua sobre el lecho del wadi
Lerner et al. (1990) menciona tres de de las seis
expresiones presentadas por Kraatz (1977) utilizadas en
varias partes del mundo para estimar la recarga producida
por canales o ros:
Comisin Internacional en Irrigacin y Drenaje (1968),
derivada a partir de observaciones de varios canales en
Punjab, India:
S = c a d (31)
S = prdidas totales por filtracin (m
3
/s)
c = una constante que puede variar entre 1.1 y 1.7 para
los canales observados
a = rea del permetro mojado (km
2
)
d = profundidad de agua en el canal (m)
Offengenden (FAO/UNESCO, 1967)
( )
1 m
Q 100
L A
S
=
(32)
S: prdidas totales por filtracin (m
3
/s)
Q: descarga (m
3
/s)
L: longitud del canal (km)
A,m: constantes empricas dependientes de la
permeabilidad del suelo, que varan entre 0.7 y 3.4; y
0.3 y 0.5 respectivamente a medida que aumenta la
permeabilidad.
Departamento de irrigacin de Egipto (Doorenbos,
1963)
2 1
R L P b S = (33)
S = prdidas totales por filtracin (m
3
/s)
L = longitud del canal (km)
P = permetro mojado (m)
R = profundidad hidrulica media (m)
b = coeficiente del suelo, vara desde 0.0015 para
arcillas hasta 0.003 para arenas
Es importante resaltar que aunque muchas de las
frmulas empricas parecen ser promisorias no se ha
demostrado que puedan aplicarse para una regin de gran
extensin (Referencias sobre diversos estudios en Bradbury
et al., 2000).
RECARGA URBANA
Esta parte del artculo fue tomada principalmente de Lerner
(2002) y se complement con lo expuesto por otros autores.
Antes se crea que las ciudades reducan la cantidad de
recarga debido a las superficies impermeables, sin embargo,
hoy en da los hidrogelogos aceptan que la infraestructura
para el abastecimiento de agua y el drenaje de aguas lluvias
genera grandes cantidades de recarga debido a las fugas,
presentndose tasas de recarga en reas urbanas iguales o
mayores que en las reas rurales equivalentes.
La recarga urbana es variable en el tiempo, y responde
a cambios en el uso del suelo, en la infraestructura de la
zona subsuperficial y a los cambios climticos. La
urbanizacin puede alterar radicalmente y por completo el
balance hdrico en un rea, debido a que en la mayora de
las grandes reas urbanas el agua es importada,
incrementando todos los tems del balance. Se puede
desarrollar un microclima, particularmente en zonas
hmedas, presentndose cambios en temperatura, humedad
y velocidad del viento, lo cual puede llevar a cambios en la
precipitacin y en la evapotranspiracin (Hall, 1984; En
Lerner, 2002).
El aumento de reas impermeables cambia la
hidrologa superficial y subterrnea: La infiltracin y la
recarga directa decrecen y la escorrenta superficial
incrementa, sin embargo, gran parte de esta puede llegar a
convertirse en recarga indirecta cuando logra alcanzar el
cauce de un ro.
Fuentes de recarga
Las fuentes y vas de recarga en zonas urbanas son ms
numerosas y complejas que en medios rurales. Los
edificios, carreteras y otras infraestructuras superficiales se
combinan con las obras antrpicas de drenaje para
modificar las vas de infiltracin.
Aunque una parte de la recarga directa se pierde, puede
haber contribuciones adicionales a partir de los sistemas de
drenaje de aguas pluviales, ya que se importa grandes
volmenes de agua a la mayora de las ciudades para su
abastecimiento, se distribuye luego por medio de tuberas
subterrneas, y es recogida de nuevo en alcantarillas o fosas
spticas; todos estos sistemas de redes presentan fugas que
alimentan las reservas subterrneas. Adicionalmente se
presenta recarga directa de parques y jardines y recarga
localizada a lo largo de los lados de calles y vas donde no
existe un drenaje de aguas lluvias. Esta situacin es comn
en zonas ridas y semiridas y en ciudades urbanizadas
rpidamente.
La urbanizacin introduce nuevas fuentes de recarga:
goteo de tanques spticos y de alcantarillas, goteo de
acueducto, sobre irrigacin de jardines, recarga proveniente
de efluentes, de escorrenta de tormenta, etc.
Si en una ciudad no hay alcantarillas para eliminar el
agua residual, la ruta de recarga ms importante es la
infiltracin del agua de tanques spticos, letrinas y
sumideros. En casos donde las alcantarillas son usadas para
remover efluentes, gran parte del agua importada es re-
exportada y por lo tanto no hay oportunidad para que se
convierta en recarga. En ciudades con alcantarillado las
fugas de las redes de acueducto son ms significativas que
las fugas de redes de alcantarillado. Son comunes tasas de
goteo de 20-25% e inclusive se han registrado tasas
superiores al 50% .
En reas hmedas la recarga proveniente de fugas de
redes de servicio puede balancear las prdidas de recarga
por precipitacin causadas por el aumento de reas
impermeables, y en general los efectos causados por la
urbanizacin sern pequeos. Sin embargo en reas ridas
y semiridas la recarga por goteo ser siempre
significativamente mayor que la recarga por precipitacin.
Como identificar fuentes de recarga
Antes de cuantificar la recarga urbana, los hidrogelogos
deben identificar si estn presentes las diferentes fuentes.
Esto se puede realizar a escala local, para un estudio de
contaminacin, o a escala de una gran ciudad, para un
estudio de recursos hdricos. A escala local, el proceso
involucra identificar caeras y alcantarillas, drenes de
aguas lluvias, sumideros, tanques spticos, reas de
irrigacin y superficies impermeables, y luego encontrar
todos los puntos de recarga asociados con ellos. Lo
complejo del ambiente urbano es que necesita una gran
cantidad de datos para identificar cada posible fuente de
recarga; sin embargo, en algunas ciudades, las autoridades
municipales han desarrollado un sistema de informacin
geogrfica (SIG) que muestra toda la infraestructura de
agua. Cuando se estudia la recarga urbana a escala
regional este tipo de problemas no se presenta ya que el
inters no est en identificar los puntos individuales de la
recarga, pues el objetivo es mostrar que existen suficientes
fuentes individuales para producir un impacto en la recarga
urbana total. La utilizacin de balances hdricos y la
aplicacin de trazadores son probablemente los nicos
mtodos viables a esta escala.
En general las fuentes de recarga en zonas urbanas se
pueden identificar mediante tres mtodos: piezometra,
trazadores qumicos y balances de agua, pero los tres
presentan problemas.
Piezometra. El flujo constante a travs de fugas de
caeras mantiene constante el nivel fretico, sin embargo,
las fuentes de recarga intermitentes, as como los sistemas
de infiltracin de tormentas, se ven reflejadas en los niveles
piezomtricos.
Sealizadores qumicos. La concentracin de varios
solutos en el agua, o la relacin entre la concentracin de
solutos, define el signo qumico del agua; estas seales
son usadas para identificar los orgenes del agua, y pueden
utilizarse tambin como marcadores para identificar fuentes
de recarga urbana. Un marcador ideal, segn Barrett et
al. (1999), debe ser un soluto que pueda ser analizado
fcilmente, que sea nico para una fuente y para una ruta de
flujo, que su concentracin permanezca constante en
la fuente y que sea no reactivo.
Balance hdrico. Esta tcnica es poco confiable
cuando la recarga es una pequea proporcin del balance
hdrico, cuando los datos tienen alta incertidumbre, o
cuando existen destinos alternativos para el agua.
Cuantificar la recarga urbana
Los mtodos usuales de estimacin de recarga se pueden
utilizar tambin en reas urbanas, sin embargo, la
complejidad de las ciudades y la falta de datos genera
grandes incertidumbres.
En la mayora de los casos la estimacin de la recarga
urbana se realiza por zonas, las cuales son escogidas de
manera que el uso de la tierra, el tipo de suelo y la
infraestructura hdrica sean uniformes para cada zona. La
recarga puede cuantificarse por dos mtodos generales:
Balance Hdrico. Permite determinar de manera
independiente la recarga proveniente de cada fuente.
- Precipitacin
- Acueducto y aguas residuales
- Sobre irrigacin.
El uso de esta tcnica permite estimar cada
componente de la recarga de manera independiente, sin
embargo, la complejidad de los procesos en reas urbanas y
la escasez de datos hace difcil determinar de manera
confiable todos los componentes de la recarga.
Tcnicas Holsticas. Una tcnica alternativa es usar
mtodos que estimen la recarga total y olvidarse de las
subdivisiones, esto se conoce como enfoques holsticos. A
pesar de que esta tcnica tiene sus propias incertidumbres,
el hecho de usar menor cantidad de datos que los mtodos
por componentes hace que el error final sea similar en
ambos casos. Dentro de este grupo de mtodos se incluyen
los modelos numricos, los balances de masa de solutos, la
piezometra y las frmulas empricas. De estas cuatro
tcnicas el uso de piezmetros es el menos indicado debido
a que solo se puede aplicar cuando la recarga no es
continua.
CONCLUSIONES
A pesar de las ventajas mencionadas sobre las aguas
subterrneas este recurso no ha sido objeto de grandes
estudios. La documentacin e informacin encontrada se
enfoca principalmente en regiones ridas y semiridas, por
lo tanto, se cuenta con muy poca informacin sobre
aplicaciones prcticas en regiones tropicales. Sin embargo
muchas de las tcnicas para estimar la recarga proporcionan
mejores resultados para este tipo de clima debido a que los
flujos son mayores y por lo tanto la incertidumbre propia de
los instrumentos de medicin no es tan significativa como
puede serlo en regiones ridas.
La principal recomendacin que se puede sugerir para
estimar la recarga, as como lo hacen la mayora de los
autores, es el uso de dos o ms tcnicas que permitan
comparar resultados; tomando una de ellas como mtodo
principal y las restantes como tcnicas auxiliares, teniendo
en cuenta que todas sean aptas para aplicarse en la regin
de inters, y poniendo especial cuidado en la elaboracin
del modelo conceptual y en las hiptesis o simplificaciones
asumidas. Si la determinacin de la recarga se busca para
un estudio de recursos hdricos, debe evitarse el uso de
tcnicas que arrojen valores puntuales, a no ser que los
datos proporcionados por ellas se utilicen para calibracin o
validacin de otros mtodos. En caso de que sean las
nicas tcnicas disponibles se debe tratar de tomar el mayor
nmero de registros posible con el fin de evitar utilizar un
nico dato como valor promedio pues los errores que esto
implica, debido a la alta variabilidad espacial y temporal de
la recarga, son muy grandes.
Teniendo presente las ventajas y desventajas de cada
mtodo, considero apropiado sugerir un grupo de tcnicas
que pueden ser utilizadas en regiones hmedas. El grupo
est compuesto por un modelo de balance hdrico, una o
varias expresiones empricas y si es posible datos arrojados
por lismetros; donde la tcnica principal es el modelo de
parmetros (balance) y las dos restantes pueden utilizarse
como estimaciones iniciales o tcnicas de calibracin.
Aunque en la actualidad la recarga no es objeto de
grandes investigaciones en regiones tropicales las
autoridades comienzan a descubrir la importancia de los
recursos subterrneos y poco a poco se desarrollarn nuevas
tcnicas, y modelos enfocados a regiones hmedas que
estn basados en modelos conceptuales reales y en
suposiciones propias de este tipo de clima, apoyados por
sistemas de teledeteccin, por sistemas de informacin
geogrfica y ayudados por los nuevos equipos que hacen
ms fcil y rpido el calculo computacional de modelos que
involucran gran cantidad de variables.
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