Amartya Kumar Sen, Identidad y Violencia (Fragmento)
Amartya Kumar Sen, Identidad y Violencia (Fragmento)
Amartya Kumar Sen, Identidad y Violencia (Fragmento)
discusiones
Sen, Amartya
Identidad y violencia : la ilusión del destino - Katz, 2007.
270 p. ; 20x13 cm.
Traducido por: Verónica Inés Weinstabl y Servanda María
de Hagen
ISBN 978-84-935432-7-3
1. Identidad. 2. Violencia. I. Weinstabl, Verónica Inés, trad.
II. Título
CDD 303.6
© Katz Editores
Sinclair 2949, 5º B
1425 Buenos Aires
Fernán González, 59 Bajo A
28009 Madrid
www.katzeditores.com
ISBN: 978-84-935432-7-3
Prólogo
Prefacio
. La violencia de la ilusión
. Cómo comprender la identidad
. El confinamiento en la civilización
. Filiaciones religiosas e historia musulmana
. Occidente y antioccidente
. Cultura y cautiverio
. Globalización y voz
. Multiculturalismo y libertad
. Libertad de pensamiento
plo más claro de una proposición inútil” que decir que algo es
idéntico a sí mismo, pero continuó sosteniendo que la propo-
sición, aunque totalmente inútil, estaba “relacionada con cierto
juego de la imaginación”.
Cuando dejamos de prestar atención a la noción de ser idén-
tico a sí mismo y la centramos en compartir una identidad con otros
miembros de un grupo particular (que es la forma que muchas
veces adopta la idea de identidad social), la complejidad aumenta
aun más. En realidad, muchos problemas políticos y sociales con-
temporáneos giran en torno de reclamos opuestos provenientes
de identidades diferentes que involucran a grupos distintos, puesto
que la concepción de la identidad influye, de modos muy diver-
sos, sobre nuestros pensamientos y nuestras acciones.
Los acontecimientos violentos y las atrocidades de los últi-
mos años han dado paso a un período de terrible confusión y
de temibles conflictos. Con frecuencia, la política de confron-
tación global es considerada un corolario de las divisiones reli-
giosas y culturales del mundo. De hecho, el mundo es visto cada
vez más, aunque sólo sea implícitamente, como una federa-
ción de religiones o de civilizaciones, por lo que se hace caso
omiso de todas las otras maneras en que las personas se ven a
sí mismas. Subyacente a esta línea de pensamiento se encuen-
tra la extraña suposición de que la gente puede categorizarse
únicamente según un sistema de división singular y abarcador.
La división de la población mundial por civilizaciones o por reli-
giones produce un enfoque “singularista” de la identidad
humana, según el cual los seres humanos serían solamente miem-
bros de un grupo (en este caso, definido por la civilización o la
religión, en contraste con la dependencia anterior respecto de
las nacionalidades y las clases).
Un enfoque singularista puede ser una buena forma de malin-
terpretar a casi todos los individuos del mundo. En nuestra vida
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