CANTUÑA

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

CANTUA

La Leyenda
Cuenta la leyenda que en la antigua Ciudad Colonial de Quito, viva entre tantos, un indio llamado Cantua. Hombre hbil en el arte de la cerrajera, carpintera y en especial de la albailera. Fue contratado por los Frailes Franciscanos para la construccin del Atrio del Convento Mximo de San Francisco de Quito. El indgena comenz la construccin del atrio pero lamentablemente el tiempo que dispona era muy corto. Pasaron los das y la construccin an faltaba de terminar por lo que Cantua poco a poco empez a desesperarse. Lleg el momento en que faltaba tan slo un da para la entrega de la obra, y el atrio an no estaba culminado. Al verse impotente ante la falta del compromiso adquirido, Cantua cay en desesperacin y la afliccin se apoder de l. En esos precisos momentos, se apareci ante el asustado indgena, subiendo desde las sombras ms oscuras de las tinieblas, "Lucifer", el amo y seor del infierno. El miedo y la deseperacin se apoderaron de Cantua al ver la imagen de tan temible ser, el cual con voz profunda y ronca exclam: - CANTUA!. Aqu estoy para ayudarte!. Conozco tu angustia. Te ayudar a construir el atrio incompleto antes

que aparezca el nuevo da. A cambio, me pagars con tu alma! Ante tal propuesta y producto de la desesperacin y el miedo, Cantua acept el trato, solamente pidi una condicin, que sean colocadas absolutamente todas las piedras. El Demonio acept, le pareci una condicin absurda y simple de cumplir.
Inmediatamente los "Diablillos" a rdenes de Lucifer empezaron a construir el Atrio de San Francisco y en pocas horas fueron dando forma a la monumental obra arquitectnica. Efectivamente, al pasar las horas, el Gran Atrio estaba culminado. Tal como lo ofreciera Lucifer, la obra se culmin antes de la media noche, fue entonces el momento indicado para cobrar el alto precio por la construccin, el "alma de Cantua". Sin embargo pas algo inesperado..., el Demonio al momento de prestarse a llevarse el alma del Indio, ste lo detuvo con una timorata actitud... - Un momento! un momento! - dijo Cantua. - El trato ha sido incumplido! Me ofreciste colocar hasta la ltima piedra de la construccin y no fue as. Falta una piedra. El trato ha sido incumplido!

También podría gustarte