Guia Asperger
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EQUIPO DELETREA (Equipo Asesor Tcnico de Asperger Espaa): Sandra Freire Prudencio Mara Llorente Com Ana Gonzlez Navarro Juan Martos Prez Candelas Martnez Daz-Jorge Raquel Ayuda Pascual JOSEP ARTIGAS PALLARS (Neuropediatra y Psiclogo. Hospital de Sabadell)
Este dossier ha sido elaborado por la Asociacin Asperger Espaa con el patrocinio del IMSERSO y de la Comunidad Europea
NDICE
1 Introduccin 2 Descripcin histrica y criterios diagnsticos 3 Funcionamiento neuropsicolgico en el Sndrome de Asperger a) Teora sobre el dficit en Teora de la Mente b) Teora del dficit de la Funcin Ejecutiva c) Teora de la Disfuncin del Hemisferio Derecho Funcionamiento cognitivo en el Sndrome de Asperger Aspectos neurobiolgicos del Sndrome de Asperger a) Qu es el Sndrome de Asperger? b) Comorbilidad del Sndrome de Asperger c) Pruebas mdicas complementarias d) Tratamiento farmacolgico del Sndrome de Asperger e) Productos alternativos El Sndrome de Asperger en la Infancia a) Principales dificultades en la etapa de Primaria b) Cualidades y aspectos positivos en la etapa de Primaria c) Necesidades en la etapa de Primaria
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7 El Sndrome de Asperger en la Adolescencia a) Principales dificultades en la adolescencia b) Cualidades y aspectos positivos de los adolescentes con Sndrome de Asperger c) Necesidades en la adolescencia
La vida adulta de las personas con Sndrome de Asperger a) Principales dificultades en la edad adulta b) Cualidades y aspectos positivos en la edad adulta c) Necesidades de los adultos con Sndrome de Asperger Sndrome de Asperger y familia a) La deteccin b) El Diagnstico c) Despus del diagnstico d) La convivencia familiar Estrategias generales de intervencin para las personas con Sndrome de Asperger
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11 Conclusin 12 Apndices 1. La Escala Australiana para el Sndrome de Asperger 2. Cuestionario de screening para espectro autista de alto funcionamiento 3. Glosario 4. Lecturas recomendadas 5. Bibliografa 6. Direcciones de inters
1 Introduccin
Como cada maana, Javier desayunaba un tazn de leche con sus cereales preferidos, mostrndose ajeno a los horarios que rigen la dinmica familiar. A pesar de tener siete aos, su madre tena que ayudarle a vestirse y, como tantos otros, ese da tampoco pudo ponerle la ropa nueva que le haban regalado sus abuelos. Su madre tena que lavar toda la ropa nueva con un determinado suavizante para que Javier aceptase estrenar algo. Cada da Javier se levantaba angustiado preguntando por el da concreto de la semana, el mes y el nmero. Todas las maanas preguntaba lo mismo y a continuacin necesitaba saber si ese da tena que ir o no al colegio. A pesar de que Javier comenz a hablar algo ms tarde que otros nios, ahora no paraba de hablar. Su lenguaje era muy correcto aunque siempre sola hablar de su tema favorito, "los dinosaurios" y era muy difcil cambiar el tema de conversacin. Resultaba complicado que Javier utilizase su excelente lenguaje para compartir con su familia las cosas que le ocurran en el colegio o las cosas que le preocupaban. Pareca no sentir la necesidad de compartir experiencias o sentimientos con la gente que le rodeaba. Era un nio muy inteligente, aprendi a leer solo y le encantaba leer libros de dinosaurios. No le interesaban los juegos tpicos de los nios de su edad y pasaba la mayor parte de su tiempo desmontando juguetes electrnicos y volvindolos a montar. No pareca estar interesado por jugar con aquellas mquinas sino que le fascinaba conocer cmo estaban hechas y cul era el mecanismo que las haca funcionar. Cuando lo averiguaba, colocaba el juguete en su estantera y no volva a tocarlo, tampoco dejaba que su hermano pequeo tocase ninguno de sus juguetes. Tena un mundo muy personal y resultaba difcil que lo compartiera con otros nios. En el
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colegio su profesora ya haba mostrado preocupacin por Javier. A pesar de su inteligencia, no tena ningn inters por las tareas escolares y su rendimiento acadmico no era el esperado. Era muy difcil hacer que Javier trabajara en grupo con otros nios. En el patio siempre estaba solo y cuando ocasionalmente intentaba incorporarse al juego de sus compaeros, su manera de actuar era tan torpe e ingenua que provocaba risas y burlas por parte de los otros nios. Aunque Javier no era un nio agresivo, en algunas situaciones mostraba fuertes rabietas y conductas inadecuadas como tirar objetos o gritar. Especialmente difcil era la clase de Educacin Fsica, en la que Javier mostraba altos niveles de ansiedad, dificultad para seguir las normas y escasa comprensin de las reglas bsicas que rigen los juegos y deportes de equipo. Si se le forzaba a participar en estas actividades, sistemticamente aparecan fuertes enfados y marcado oposicionismo. Aunque los padres de Javier ya le describan como un nio peculiar antes de cumplir los 4 aos, no empezaron a alarmarse hasta el momento en el que el nio se incorpor al colegio. Las grandes dificultades para relacionarse con los compaeros, los problemas atencionales dentro del aula y el bajo rendimiento escolar fueron entre otros, los motivos que impulsaron a los padres a buscar ayuda. Despus de varias consultas a distintos profesionales del mbito de la educacin, la medicina y la psicologa, y tras recibir diagnsticos tan dispares como dficit de atencin e hiperactividad o trastorno emocional y de conducta, finalmente informaron a la familia que Javier presentaba Sndrome de Asperger.
En los ltimos aos se ha incrementado el nmero de familias que, como la de Javier, se tienen que enfrentar a esta etiqueta diagnstica tan poco conocida en nuestro pas. La necesidad de informacin sobre este sndrome y la escasez de documentos escritos en espaol, han llevado a la Asociacin
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Asperger Espaa junto a un equipo de profesionales, a elaborar y difundir este documento de carcter informativo. El objetivo de este dossier es ofrecer una visin tanto terico-informativa como prctica del Sndrome de Asperger. Comienza con una descripcin histrica del cuadro, para luego dar paso a la definicin de las caractersticas diagnsticas aceptadas por la comunidad cientfica internacional y a la descripcin de las principales teoras neuropsicolgicas a partir de las cuales se intenta explicar este sndrome, as como de sus aspectos neurobiolgicos. Posteriormente se abordan las principales dificultades que suelen aparecer en tres etapas crticas del ciclo vital de estas personas: infancia, adolescencia y edad adulta. El carcter eminentemente prctico que hemos querido otorgar a este documento nos ha llevado a incluir orientaciones y estrategias educativas especficas para cada una de las etapas anteriormente citadas. Asimismo, hemos incluido (ver Apndice 1) la Escala Australiana para el Sndrome de Asperger (Attwood, 1998), ya que consideramos que es una de las ms utilizadas durante el proceso de diagnstico tanto en nuestro pas como a nivel internacional, y el Cuestionario de screening para espectro autista de alto funcionamiento ASSQ (Ehlers, Gillberg y Wing, 1999) (Apndice 2). En la literatura especializada podemos encontrar otras escalas y cuestionarios para la evaluacin de personas con Sndrome de Asperger (CAST, Childhood Asperger Syndrome Test, de Scott y cols., 2002; o la entrevista ASDI, Asperger Syndrome Diagnostic Interview, de Gillberg y cols., 2001), pero todava faltan estudios que certifiquen su validez diagnstica, adems de no haber sido publicadas, hasta la fecha, en espaol.
En 1944, Hans Asperger, un pediatra austriaco, public un artculo en una revista alemana de psiquiatra y neurologa donde describa a un grupo de nios con caractersticas similares muy peculiares que l no haba visto antes. Actualmente este sndrome se conoce con el nombre de Sndrome de Asperger y se ubica dentro de los trastornos generalizados del desarrollo. Las caractersticas de las que hablaba Asperger para definir a este grupo de nios fueron sintetizadas por Wing (1998, pp. 1213) en las siguientes: 1.- Los chicos eran socialmente extraos, ingenuos y emocionalmente desconectados de los otros. Parecan vivir en un mundo aparte. 2.- Tenan una buena gramtica y vocabulario extenso. Su discurso era fluido, literal y pedante, usado en monlogos y no en intercambios conversacionales. 3.- Tenan una pobre comunicacin no verbal y una entonacin verbal montona o peculiar. 4.- Tenan intereses circunscritos a temas especficos, incluyendo colecciones de objetos o hechos relacionados con tales intereses.
5.- Aunque la mayora posea inteligencia promedio o superior a la media, tenan dificultades en aprender las tareas escolares convencionales. Sin embargo eran capaces de producir ideas originales y tenan habilidades relacionadas con sus intereses especiales. 6.- La coordinacin motriz y la organizacin del movimiento eran generalmente pobres, aunque algunos podan destacar en reas especiales de inters (por ejemplo, tocar un instrumento musical). 7.- A estos chicos les faltaba sentido comn. Aunque en los manuales de clasificacin diagnstica de los trastornos mentales vigentes en el momento actual (DSMIV-TR y CIE-10) se introduce el diagnstico de SA como una etiqueta especfica e independiente dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo, en la actualidad se mantienen discusiones tericas que intentan determinar si el SA debe considerarse o no como un trastorno diferente del Trastorno Autista. Algunos de los criterios de diagnstico del SA siguen siendo hoy objeto de discusin entre los profesionales del campo de la psicologa, la psiquiatra y la pedagoga. As se observa en las distintas definiciones que ofrecen los sistemas estandarizados de diagnstico que se manejan en la actualidad. No existe ningn marcador biolgico que nos permita detectar los cuadros de SA y, por ello, su diagnstico contina siendo clnico, basado en los comportamientos observados, en la historia de desarrollo y en el perfil psicolgico del sujeto. En la prctica existen discrepancias en algunos de los criterios diagnsticos que deben cumplirse para emitir un juicio clnico de SA. En el manual Diagnstico y Estadstico de los
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Trastornos Mentales de la Asociacin Americana de Psiquiatra en su revisin del ao 2000, DSM-IV-TR, los criterios de diagnstico que se establecen, son los siguientes:
C. El trastorno causa un deterioro claramente significativo de la actividad social, laboral y otras reas importantes de la actividad del individuo. D. No hay retraso general del lenguaje clnicamente significativo (por ejemplo, a los dos aos usa palabras sencillas, a los tres frases comunicativas). E. No hay retraso clnicamente significativo del desarrollo cognitivo ni del desarrollo de habilidades de autoayuda propias de la edad, comportamiento adaptativo (distinto de la interaccin social) y curiosidad acerca del ambiente durante la infancia. F. No cumple los criterios de otro trastorno generalizado del desarrollo ni de esquizofrenia.
En 1991, Gillberg y Gillberg presentan sus propios criterios para el diagnstico del SA donde contemplan como un criterio relevante en el diagnstico la torpeza motora:
Como se puede observar, hay tres criterios de diagnstico importantes que marcan diferencias entre ambas clasificaciones (DSM-IV-TR y los ofrecidos por Gillberg y cols.): 1. La Asociacin Americana de Psiquiatra entiende que No hay retraso general del lenguaje clnicamente significativo y, por el contrario, Gillberg habla, en el punto 4, de problemas del habla y del lenguaje (especificando retraso inicial en el desarrollo). 2. Para la Asociacin Americana de Psiquiatra No hay retraso clnicamente significativo del desarrollo cognitivo y, sin embargo, Gillberg no menciona ningn criterio de diagnstico que haga referencia al cociente intelectual. 3. Gillberg habla de la torpeza motora como criterio de diagnstico, mientras que la Asociacin Americana de Psiquiatra no lo contempla como un rasgo definitorio. Estos son algunos ejemplos de las escalas que se estn utilizando internacionalmente para el diagnstico del SA que ponen de manifiesto el largo camino que queda por recorrer hasta definir el sndrome y responder a preguntas tales como, Es el Sndrome de Asperger un trastorno especfico distinto del autismo?, podra definirse el Sndrome de Asperger como el resultado de una buena evolucin de un Sndrome de Kanner (autismo)?, es posible la definicin de distintos subgrupos en la poblacin de Sndrome de Asperger? Para ngel Rivire (Rivire, 1996; Rivire & Valdez, 2000) la definicin sobre este trastorno que ofrece la Asociacin Americana de Psiquiatra es insuficiente. Especialmente en lo que se refiere a la no aparicin de retraso general del lenguaje. En general, los expertos coinciden en que en los casos de SA suele haber retraso en la adquisicin del lenguaje o, al menos, una forma peculiar de adquirirlo que no se ajusta al desarrollo normal (pero que evoluciona muy rpidamente hacia un patrn no alterado en sus aspectos
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formales). La sensibilidad de ngel Rivire en su definicin de los criterios nos ha permitido comprender las caractersticas cualitativas que describen a las personas que presentan este sndrome.
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Lo anteriormente expuesto expresa la necesidad de que se continen realizando investigaciones que ayuden a definir lmites ms precisos que nos permitan diferenciar el SA del Autismo de Alto Funcionamiento. Para los profesionales que trabajan con personas del Espectro Autista y con personas con SA, una de las claves puede encontrarse en el desarrollo de investigaciones centradas en las caractersticas concretas que presenta el lenguaje de las personas con este sndrome, pues aunque no hay ninguna alteracin en los aspectos formales del lenguaje (estructura morfosintctica y lxico adecuados) es comn la presencia de errores en los aspectos relacionados con la pragmtica, es decir, con el uso del lenguaje en situaciones de interaccin social. Otro aspecto importante que seala ngel Rivire es la conciencia de diferencia que presentan las personas con SA. Hasta la fecha, si nos basamos en el ncleo de afectacin que caracteriza a este sndrome, observamos que ste es comn al ncleo de afectacin de los cuadros del Espectro Autista. Existen, no obstante, otros criterios (como el retraso o no en la adquisicin del lenguaje, la presencia o no de una inteligencia conservada, o la existencia de torpeza motora) que, aunque no estn consensuados entre los profesionales, nos pueden dar pistas acerca del diagnstico diferencial. Faltan investigaciones que ayuden a confirmar estos criterios y que especifiquen con mayor exactitud las caractersticas concretas en las reas de relacin social, comunicacin y lenguaje, y flexibilidad mental y comportamental. Si bien conocer la etiqueta diagnstica suele ofrecer una mayor tranquilidad a las familias y a las personas que padecen el trastorno (aumentando la comprensin de las familias y del entorno social y ayudando a prever con mayor exactitud el pronstico) no es suficiente una etiqueta diagnstica para mejorar la calidad de vida de estas personas. En este sentido, en la realizacin de un diagnstico lo ms relevante es:
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a) Describir las caractersticas de cada persona en todas las reas del desarrollo. b) Detectar las necesidades y priorizar objetivos. c) Ofrecer estrategias de intervencin que ayuden a mejorar la calidad de vida de estas personas y, d) garantizar un seguimiento continuo que ayude a ajustar los programas de intervencin.
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La peculiar forma de pensar y comprender el mundo que muestran las personas con SA ha sido objeto de muchos debates y discusiones. En la actualidad, esa forma de procesar la informacin se explica a partir de varios modelos tericos sobre el funcionamiento psicolgico caracterstico de las personas con este sndrome. Cada uno de estos modelos explica algunas de las caractersticas observadas en estos individuos; sin embargo, hasta el momento actual ninguna de estas teoras ha sido capaz de explicar en su totalidad el funcionamiento psicolgico responsable de todos los rasgos definitorios del sndrome. En este apartado vamos a analizar las caractersticas tpicas del funcionamiento neuropsicolgico de las personas con SA y sus implicaciones en la vida diaria.
a) Teora sobre el dficit en Teora de la Mente La expresin Teora de la Mente se acu para hacer referencia a la capacidad humana de formarse una representacin interna de los estados mentales de las otras personas. Es decir, decimos que poseemos una teora de la mente cuando somos capaces de intuir los estados mentales (creencias, deseos, intenciones, etc.) de los dems. En nuestra vida diaria, no nos comportamos como meros observadores de las conductas externas de las otras personas, sino que, de manera casi mecnica, atribuimos e inferimos la presencia
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oculta o no explcita de planes, intenciones, creencias o deseos que nos permiten explicar y comprender esas conductas observadas. Para entender las conductas de las otras personas, y las nuestras propias, tenemos que ir ms all de la mera observacin externa, tenemos que ponernos en el lugar del otro para llegar a comprender las razones que le han llevado a actuar de determinada manera, comprender los deseos que han impulsado su conducta, las creencias que han guiado sus acciones o los planes que dirigen su comportamiento. Sin esa capacidad para ponernos en el lugar del otro las conductas ajenas seran imprevisibles, carentes de sentido y, en general, imposibles de comprender. La presencia de una inteligencia intacta (como muestran la mayora de las personas con SA) no es suficiente para desenvolverse con xito en el mundo social cotidiano. As, como seala Humphrey (1986) la inteligencia que se requiere para sobrevivir socialmente es de un nivel muy diferente de la que se necesita para hacer frente al mundo material. Para poder relacionarnos adecuadamente necesitamos leer el mundo mental de los dems, necesitamos leer sus intenciones, deseos, creencias y pensamientos, para poder comprender sus conductas y anticipar sus reacciones, entre otras cosas. Desde la teora del dficit en Teora de la Mente (para una revisin ms detallada, ver Baron-Cohen et al., 1997) se postula que las personas con SA muestran serias dificultades para ponerse en el lugar del otro e intuir su mundo mental. Desde esta teora se intentan explicar las dificultades que muestran las personas con SA principalmente en el mbito de las interacciones sociales. Como se ha dicho en el apartado anterior, estas personas muestran claras dificultades para mantener interacciones sociales fluidas, dinmicas y recprocas. Suelen tener motivacin hacia las interacciones sociales pero, como seala Rivire, fracasan frecuentemente en el intento de lograr una relacin fluida. Las personas con SA, desde esta postura, seran incapaces o especialmente torpes para intuir el mundo
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mental de los dems, por lo que las consecuencias de esta incapacidad o dificultad son muy graves, sobre todo si tenemos en cuenta que los seres humanos somos seres sociales, que nos movemos y desarrollamos en un mundo social y que necesitamos interactuar con los dems para conseguir la mayora de nuestros objetivos. En concreto, algunas de las consecuencias de esta limitacin para comprender el mundo mental de los dems seran las siguientes: 1. Dificultad para predecir la conducta de los otros. 2. Dificultad para darse cuenta de las intenciones de los otros y conocer las verdaderas razones que guan sus conductas. 3. Dificultad a la hora de explicar sus propias conductas. 4. Dificultad para entender emociones, tanto las propias como las de los dems, lo que les lleva a mostrar escasas reacciones empticas. 5. Dificultades para comprender cmo sus conductas o comentarios afectarn a las otras personas e influirn en lo que los dems piensen de l. 6. Al ofrecer cualquier tipo de informacin, muestran dificultades para tener en cuenta el nivel de conocimiento del interlocutor sobre el tema en cuestin (lo que puede llevar a que el interlocutor no comprenda bien de qu se est hablando). 7. Dificultad para tener en cuenta el grado de inters del interlocutor sobre el tema de conversacin. 8. Dificultad para anticipar lo que los dems pueden pensar sobre su comportamiento. 9. Dificultad para mentir y para comprender engaos. 10. Dificultad para comprender las interacciones sociales, lo que puede llevar a problemas a la hora de respetar turnos, seguir el tema de la conversacin y mantener un contacto ocular adecuado.
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A diferencia de lo observado en el autismo clsico, las personas con SA suelen resolver con xito las tareas diseadas para valorar las capacidades mentalistas; sin embargo, es en situaciones naturales, en las interacciones sociales reales, donde se ponen claramente de manifiesto sus dificultades para leer la mente de los dems. Las dificultades para interactuar con los dems no se evidencian nicamente a la hora de encontrar y mantener amistades, tambin dejan una secuela en la mayora de las actividades cotidianas y fundamentales para conseguir un desarrollo ptimo personal y una buena calidad de vida.
b) Teora del Dficit de la Funcin Ejecutiva La funcin ejecutiva ha sido definida como la habilidad para mantener activo un conjunto apropiado de estrategias de resolucin de problemas con el fin de alcanzar una meta futura. Est ligada con la intencionalidad, el propsito y la toma de decisiones complejas. Las conductas de funcin ejecutiva incluyen la planificacin, el control de impulsos, inhibicin de respuestas inadecuadas, bsqueda organizada y flexibilidad de pensamiento y de accin. Todas estas conductas estn mediadas por los lbulos frontales. Los lbulos frontales tambin son cruciales para cualquier proceso de aprendizaje exitoso, para la motivacin y la atencin (para una revisin de la funcin de los lbulos frontales, ver Goldberg, 2001). La importancia del buen funcionamiento de los lbulos frontales para el desempeo de una vida social, personal y profesional satisfactoria queda reflejada en la definicin que Luria (1966) haca de dicha estructura cerebral, que describa los lbulos frontales como el rgano de la civilizacin.
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Desde esta teora (para una revisin ms detallada, v. Ozonoff et al., 1991) se considera que las personas con SA tienen un dficit en las llamadas funciones ejecutivas, ya que sus conductas y sus procesos de pensamiento son generalmente rgidos, inflexibles, repetitivos y perseverantes. Suelen ser personas impulsivas, que muestran problemas para inhibir una respuesta inadecuada, pueden tener almacenada una gran cantidad de informacin y sin embargo no saber utilizarla de manera significativa, presentan dificultades a la hora de tomar decisiones importantes y suelen tener serios problemas para organizar y secuenciar los pasos necesarios para solucionar un problema (rasgos que se encuentran en pacientes con lesiones en los lbulos frontales). Algunas de las implicaciones prcticas del dficit en la funcin ejecutiva, que se observan en el comportamiento diario de las personas con SA, son las siguientes: 1. Dificultades en organizacin. Las personas con SA muestran dificultades a la hora de organizar y secuenciar los pasos que les permiten solucionar un problema. 2. Dificultades para hacer planes y luego seguir los planes para guiar el comportamiento. 3. Dificultades para comenzar y finalizar una actividad. 4. Serias limitaciones a la hora de tomar decisiones. En las personas con SA suelen ser muy frecuentes la duda y la delegacin en los dems para tomar decisiones. 5. Carencia de flexibilidad para adoptar diferentes perspectivas sobre la misma situacin en diferentes momentos (rigidez mental). 6. Pobre resistencia a la distraccin y la interferencia. 7. Pobre habilidad para organizar y manejar el tiempo.
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c) Teora de la Disfuncin del Hemisferio Derecho El hemisferio derecho desempea un papel fundamental en el procesamiento de la informacin visuoespacial y est muy relacionado con la expresin e interpretacin de la informacin emocional (reconocimiento y comprensin de los gestos y expresiones faciales) y con aspectos relacionados con la regulacin de la entonacin y la prosodia. Una lesin en el hemisferio derecho causara dficit en estas reas. Desde esta postura (v. Klin et.al., 1995, para una revisin ms detallada) se defiende que algunos de los rasgos nucleares del SA estn asociados a una disfuncin en el hemisferio derecho. As, la presencia de un CI verbal superior al CI manipulativo o las dificultades visuoespaciales presentes en la mayora de los individuos con SA parecen apoyar esta hiptesis. Una disfuncin del hemisferio derecho tiene consecuencias muy importantes en la vida social de un individuo: los problemas para interpretar gestos y ademanes o para adaptar el tono de voz al mensaje que se quiere transmitir, la torpeza en el control postural o las dificultades para integrar la informacin en un todo coherente y significativo obstaculizan de manera significativa la fluidez, reciprocidad y dinamismo que caracteriza a las interacciones entre los seres humanos. A continuacin enumeramos algunas de las consecuencias derivadas de esa disfuncin en el hemisferio derecho: 1. Dificultad para captar el significado de la informacin emocional expresada a travs de canales no verbales (entonacin, volumen del habla, y gestos y ademanes faciales y corporales).
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2. Presencia de respuestas emocionales exageradas o poco coherentes con el contexto. 3. Dificultad para adaptarse a situaciones nuevas. 4. Limitadas habilidades de organizacin visuoespacial. 5. Pobre rendimiento en tareas que requieren integracin de la informacin viso-motora. 6. Marcada limitacin en las habilidades de relacin social.
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La presencia de una inteligencia media (con alguna desviacin tpica por encima o por debajo) que caracteriza a la mayora de las personas con SA puede llevar a infravalorar las dificultades y limitaciones con las que estas personas se encuentran en su vida diaria. Poseer un cociente intelectual normal o superior no garantiza el desarrollo de una vida autnoma y satisfactoria. Cada vez se pone ms nfasis en el concepto de inteligencia emocional o social, para designar aquella inteligencia que no es valorada en las pruebas estandarizadas y que es fundamental para la consecucin del xito personal, acadmico y profesional. Este tipo de inteligencia engloba capacidades tan importantes como la empata, el juicio social, el sentido comn, la capacidad de persuadir o negociar, etc. Para explicarlo con un ejemplo, ser capaz de almacenar gran cantidad de informacin o mostrar una excelente memoria para las fechas no son de gran ayuda a la hora de detectar si un compaero nos est engaando. Es muy frecuente que los alumnos con SA presenten fracaso escolar (sobre todo a partir del ciclo de secundaria), fracaso difcil de entender si nos limitamos a valorar el CI. Las actitudes perfeccionistas de muchos chicos con SA, que llevan a una lenta ejecucin de las tareas, las dificultades atencionales, la desmotivacin, la dificultad para comprender conceptos abstractos, las limitaciones a la hora de organizar las tareas o la mala estimacin y planificacin del tiempo son slo algunos de los factores que limitan enormemente su xito acadmico. Por
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otra parte, en el mundo laboral las caractersticas inherentes al sndrome tambin obstaculizan su xito profesional. La escasa comprensin de las normas implcitas que rigen el funcionamiento de una empresa, la escasez de habilidades empticas, la mala administracin y organizacin del tiempo, la presencia de comportamientos considerados extravagantes por los dems, dificultan la vida profesional de estas personas. El CI, considerado de manera aislada, es un mal predictor del xito acadmico y profesional. Adems es importante resaltar que el rendimiento de las personas con SA en los test estandarizados diseados para valorar el potencial cognitivo, no muestra un perfil homogneo en las distintas tareas. Por lo general estas personas tienen un CI verbal superior al CI manipulativo (apareciendo diferencias significativas entre ambas subescalas). En las Escalas de Inteligencia de Weschler, por ejemplo, las mejores puntuaciones las obtienen en la prueba de informacin (que requiere el almacenamiento de informacin general), vocabulario (es conocido que estas personas tienen un amplio vocabulario), en semejanzas y en la prueba de cubos (cuya ejecucin requiere centrarse en los detalles a costa de la imagen del todo). Sin embargo suelen mostrar puntuaciones ms bajas en la tarea de rompecabezas (que exige formarse una imagen global de la figura), en comprensin (ya que muchos de los tems que componen esta prueba exigen realizar juicios sociales y resolver situaciones hipotticas con un contenido social), y en claves (debido a las dificultades atencionales y al extremo perfeccionismo que ralentiza la ejecucin de la prueba).
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a) Qu es el Sndrome de Asperger? El Sndrome de Asperger (SA) es un trastorno del desarrollo, de base neurobiolgica, que afecta al funcionamiento social y al espectro de actividades e intereses. Est vinculado a una disfuncin de diversos circuitos cerebrales. Tomando en consideracin que el dficit nuclear del SA es el trastorno de la cognicin social, parece razonable atribuir un papel central a la amgdala y a la relacin entre la amgdala y circuitos frontoestriados, temporales y cerebelo, estructuras involucradas en el desarrollo de la relacin social. Puesto que el SA es un trastorno del neurodesarrollo, comparte caractersticas propias de los problemas del desarrollo del sistema nervioso en general.
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Las caractersticas comunes de dichos trastornos son: 1. Las mismas manifestaciones pueden aparecer en cualquier individuo normal. Es fcil entender que los sntomas que se consideran tpicos del SA, tales como los problemas para la interaccin social, o la falta de flexibilidad mental, son muy comunes entre la poblacin general; y se consideran rasgos de personalidad o una forma de ser, antes que una manifestacin patolgica. Los sntomas nucleares del SA no difieren cualitativamente de aspectos propios de cualquier individuo, sino que la diferencia est en la expresin exagerada de alguna de estas caractersticas, hasta el punto de interferir con la vida social. 2. Los lmites entre el trastorno y la normalidad son muy imprecisos. De acuerdo con la afirmacin anterior, se atribuye la categora de trastorno en base a unos criterios arbitrarios, que no responden a ninguna otra justificacin que la de seleccionar grupos de individuos que pueden requerir algn tipo de soporte o tratamiento que les haga ms fcil su vida en sociedad y reduzca el elevado grado de insatisfaccin que les puede ocasionar su soledad o falta de adaptacin. De todos modos, si no se entiende el SA como una dimensin con una distribucin continua, no seran comprensibles los nuevos modelos genticos basados en la transmisin de rasgos cuantitativos. 3. No existen marcadores biolgicos. Si bien los estudios neurofisiolgicos, y sobre todo de neuroimagen, estn aportando una informacin muy valiosa respecto a los mecanismos neurobiolgicos que determinan las manifestaciones del SA, no hay ninguna prueba biolgica que permita diagnosticar o descartar el SA.
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Esta caracterstica incide en la arbitrariedad del diagnstico, basado siempre en criterios que permiten un cierto grado de subjetividad en su interpretacin. 4. Alta tasa de comorbilidad. Debido a la implicacin de circuitos crtico-subcorticales y neurotransmisores relacionados con diversos trastornos del desarrollo, no es extrao que el SA est asociado a otros trastornos del neurodesarrollo, en los cuales estn implicadas las mismas estructuras neurolgicas y los mismos neurotransmisores. 5. No existen unos lmites definidos entre unos y otros trastornos. Ocurre con frecuencia que, segn el profesional que atienda un paciente con SA, se pueden dar diagnsticos distintos al de SA. Aunque no siempre, en algunos casos esta ambigedad diagnstica puede estar plenamente justificada, pues un mismo paciente puede compartir criterios diagnsticos de dos o ms trastornos del neurodesarrollo; de tal modo, que resulte casi imposible establecer con rigor el diagnstico de SA u otro trastorno, como puede ser el Trastorno de dficit de atencin/hiperactividad (TAD-H) o el Sndrome de Tourette (ST). Para entender tanto el SA como sus procesos comrbidos es necesario abordar los mecanismos cognitivos subyacentes al nivel ms simple. Es preciso aproximarnos al conocimiento del funcionamiento del cerebro del nio con SA, para ver cmo ciertas disfunciones se aproximan o coinciden con disfunciones propias de otros trastornos. Las modernas aproximaciones cognitivas al SA, de forma prcticamente unnime, hacen referencia a las funciones ejecutivas derivadas de la actividad del crtex prefrontal y estructuras vinculadas al mismo (amgdala, cerebelo, lbulo frontal).
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b) Comorbilidad del Sndrome de Asperger En la mayora de los casos de SA las manifestaciones ms importantes se ubican en el plano cognitivo y conductual, con unas caractersticas bastante especficas. Sin embargo, en una parte importante de nios con SA, existe comorbilidad con otros trastornos. Las manifestaciones comrbidas que pueden asociarse al SA se resumen a continuacin:
Comorbilidad en el Sndrome de Asperger
Torpeza Motora / Trastorno del desarrollo de la Coordinacin Sndrome de Tourette / Trastorno Obsesivo-Compulsivo Trastorno de Dficit de atencin-Hiperactividad / DAMP Trastorno especfico del lenguaje / Dislexia / Hiperlexia Trastorno Semntico-Pragmtico Trastorno del aprendizaje no verbal Depresin / Ansiedad
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El Sndrome de Tourett (ST) viene definido por la presencia de tics mltiples motores y vocales con una evolucin crnica, que el DSM IV establece en un ao. Los tics motores pueden ser simples y complejos. Los tics simples involucran nicamente a un grupo muscular y tienen un inicio y final sbitos. Los tics complejos son prolongados, afectan diversos msculos y parecen ms propositivos. Si bien en un principio se pens que era un trastorno muy raro, actualmente, si se incluyen formas leves, se puede considerar su prevalencia muy alta, situada alredor del 3% de la poblacin escolar. En el ST existe una fuerte comorbilidad con el TDA-H y con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). La comorbilidad con SA y trastornos de espectro autista (TEA) en general, es menos comn. Sin embargo, existen casos en los que estn presentes de forma evidente ST y SA; y, tambin, situaciones lmite en las que es muy difcil, si no imposible, decantarse por uno u otro diagnstico. El ST comparte algunos sntomas con el SA, tales como: ecolalia y palilalia, conductas obsesivo-compulsivas, conductas motoras anormales y estereotipias. En estudios en series amplias se ha sugerido una prevalencia mnima del 8.1% de ST en los TEA. En un trabajo ms reciente, se afirma que por lo menos dos terceras partes de nios con ST presentan comorbilidad con problemas de empata/autismo, incluyendo el SA. El TDA-H es el trmino que utiliza el DSM IV para referirse al
trastorno que comporta un dficit de la atencin en un grado suficiente para generar dificultades en el aprendizaje. Puede ir asociado, o no, a hiperactividad. Se definen tres tipos de TDAH: (1) con predominio de falta de atencin, (2) con predominio de hiperactividad-impulsividad, y (3) el tipo combinado.
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Estereotipias Motoras Preocupacin por ciertos temas, objetos o partes de objetos Peculiaridades del lenguaje Anomalas en la pronunciacin Pobre comunicacin no verbal Trastorno Semntico-Pragmtico Problemas de Interaccin social Ingenuidad
Las estereotipias motoras, muy frecuentes en el autismo, no son en modo alguno exclusivas de dicho trastorno. Pueden estar incluidas en un contexto conductual asociadas a la hiperactividad motora propia del TDA-H y DAMP. Estas manifestaciones pueden estar relacionadas con alteraciones de las vas mesolmbicas que contienen dopamina. Las estereotipias de los nios hiperactivos que ms se aproximan a las propias de los TEA son: aleteo de manos, picar con los dedos, balanceo de la cabeza y repeticin montona de sonidos.
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Los nios con TDA-H/DAMP pueden mostrar patrones de conducta obsesivos, relacionados con poca flexibilidad mental y mala tolerancia a los cambios, conductas que tambin en este caso conectan tanto con los TEA como con el ST. Los problemas de lenguaje, muy frecuentes en el TDAH/DAMP, y en ocasiones el primer motivo de consulta por parte de los padres, generan que se puedan adquirir algunas de las caractersticas propias de los TEA: ecolalias, pobre capacidad expresiva, deficiente comprensin verbal. Los problemas semnticos, unidos a una pobre habilidad para entender el contexto social, pueden aproximarse a un trastorno semntico-pragmtico del lenguaje. Tampoco resulta excepcional que el lenguaje est afectado a nivel prosdico, o en la modulacin del volumen expresivo. Otras veces el nio con TDA-H, en su forma disatencional, en lugar de ser extremadamente charlatn, es sumamente callado; aproximndose al mutismo selectivo, a su vez tambin relacionado con el SA. Igualmente la comunicacin derivada de la gesticulacin no verbal puede ser muy limitada o inapropiada en el TDA-H/DAMP. Un problema, en algunos nios con TDA-H/DAMP, es su falta de habilidad para la interaccin social. Ello puede estar motivado tanto por una cierta ingenuidad, como por una carencia de empata. En un estudio de Clark y Feehan en 1999, encuentran en nios con el diagnstico de TDA-H, una elevada proporcin (entre el 65-80%) con dificultades significativas para la interaccin social y la comunicacin. Los aspectos donde esto se pone ms en evidencia son la empata y la relacin con los compaeros; lo cual ocurre a partir de dificultades para la comunicacin no verbal y el mantenimiento de una conversacin. Todas estas apreciaciones han conducido a la propuesta de que posiblemente exista un continuo entre el autismo con retardo mental severo, el autismo clsico de Kanner y el TDAH/DAMP (Gillberg y Gillberg, 1989, y Wing, 1991). En este
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continuo el SA se ubicara entre el TDA-H/DAMP y las formas leves de autismo de Kanner. En la prctica, los casos fronterizos entre TDA-H y SA pueden presentar serias dificultades para orientar la intervencin, y sobre todo para matizar la informacin que van a recibir la familia y los educadores. Parece sensato que en tanto no se cumplan los criterios completos del trastorno ms severo, en este caso SA, es preferible quedarse con el diagnstico de TDA-H/DAMP, pero poniendo en evidencia los sntomas autsticos y teniendo muy presente en la intervencin psicopedaggica todos los aspectos sociales. En otras ocasiones, no debe existir ningn reparo en proponer ambos diagnsticos, lo cual permitir racionalizar el tratamiento. Por ejemplo, recomendando metilfenidato a un nio con el diagnstico de TEA si presenta manifestaciones tpicas de TDA-H/DAMP. El nexo neurocognitivo entre SA y TDA-H/DAMP quizs resida en el trastorno de la funcin ejecutiva (FE) que ha sido descrito en ambos trastornos. A continuacin se resumen algunos sntomas observados en pacientes con lesiones frontales, que se observan de forma muy acusada tanto en pacientes autistas como en el TDA-H/DAMP:
Sntomas relacionados con lesiones frontales
Ausencia de empata. Pobre afectividad Conducta estereotipada Perseveraciones Rutinas Intereses restringidos Reacciones catastrficas ante cambios del entorno Conductas compulsivas Reacciones emocionales inapropiadas y repetitivas Falta de originalidad y creatividad Dificultades en focalizar la atencin Poca habilidad para organizar actividades futuras
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Estos sntomas se relacionan con una alteracin de la FE. La FE agrupa una serie de funciones relacionadas con la actividad de las reas premotoras del lbulo frontal. Puesto que el lbulo frontal tiene conexiones con todo en crtex, la FE no se puede considerar circunscrita nicamente al lbulo frontal, si bien su disfuncin representa el paradigma de la lesin frontal. Las funciones ejecutivas nucleares son: planificacin, flexibilidad, memoria de trabajo, monitorizacin e inhibicin. Pero, a partir de un anlisis ms profundo, se ha propuesto que los mecanismos cognitivos que podran explicar por s mismos los distintos dficits relativos a la FE son la memoria de trabajo y la inhibicin.
El trastorno especfico del lenguaje (TEL) forma parte de los criterios diagnsticos para el autismo. Por el contrario, en referencia al SA, el DSM IV no solo no menciona la necesidad de que exista un problema del lenguaje, si no que, por el contrario, incluye como criterio necesario para el diagnstico que no exista un retardo significativo en el lenguaje; entendiendo por retraso significativo la falta de uso de palabras simples ms all de los dos aos o de frases comunicativas pasados los 3 aos. Sin embargo, no se debe deducir de la definicin del DSM IV que no existe relacin entre el lenguaje y el SA. En realidad, prcticamente siempre est presente alguna alteracin del lenguaje en el SA. Lo que ocurre es que los aspectos formales del lenguaje no estn alterados, aunque s lo estn los aspectos pragmticos, es decir, el uso del lenguaje en relacin con el contexto. Llegados a este punto, debemos introducirnos en la relacin entre el dficit pragmtico del lenguaje y los TEL. Se entiende por dficit pragmtico del lenguaje las alteraciones referentes al uno socialmente contextualizado del lenguaje ms all de sus aspectos puramente formales.
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El punto crtico de la cuestin aparece a partir del momento que incluimos en el concepto del lenguaje, no solo lo que el individuo dice, a partir de contenido de sus palabras, si no que tambin tomamos en consideracin toda la intencionalidad contenida en las palabras. Es decir, el lenguaje tiene dos dimensiones, una no social, ligada estrictamente al sentido literal de las palabras y la sintaxis; y otra social, derivada de la funcin de las palabras en relacin con el contexto social en el que se generan las palabras. En los estudios clsicos sobre el lenguaje se han considerado estas dimensiones como independientes una de otra. Por tanto, un individuo con un TEL, podra tener un dficit nicamente en los aspectos formales del lenguaje. Entrando en el contexto clnico, existira una separacin entre los trastornos del lenguaje y los trastornos de la cognicin social, es decir, los trastornos autsticos. Sin embargo, este planteamiento posiblemente no sea argumentable en base a los estudios recientes sobre la interaccin entre lenguaje y desarrollo de las habilidades sociales. Si se considera que la dislexia se sustenta en un dficit fonolgico, aspecto disfuncional que comparten una parte importante de nios con TEL, es comprensible entender el nexo entre dislexia y SA. Esta asociacin, aunque es poco comn, debe contemplarse coma una posibilidad en algunos nios con SA. La hiperlexia, consiste en una excelente habilidad para la mecnica lectora, pero con una compresin lectora muy baja. Algunos nios con SA pueden presentar este problema que, en cierto modo, podra ser el equivalente del trastorno semntico pragmtico del lenguaje, aplicado a la lectura.
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c) Pruebas mdicas complementarias No hay ninguna prueba biolgica diagnstica para el SA, por tanto slo deben realizarse aquellas que estn orientadas a una manifestacin comrbida (por ejemplo, un EEG, preferiblemente de sueo, para ayudar al diagnstico de una epilepsia), o en casos raros en que se sospeche una etiologa especfica. Algunos expertos consideran conveniente la prctica sistemtica de un cariotipo, adems del estudio molecular para el Sndrome X-Frgil. No es til, ni sensato, solicitar de forma sistemtica estudios de Resonancia Magntica o TAC craneal, estudios sobre enfermedades metablicas y potenciales evocados; sin
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embargo, en casos concretos, racionalmente seleccionados, pueden aportar datos interesantes. Menos justificado est todava solicitar pruebas de alto nivel tecnolgico, cuya utilidad en el SA est restringida al uso experimental, de acuerdo a protocolos de investigacin (PET, SPECT, Magnetoencefalografia, RM funcional). Para llevar a cabo estas pruebas se deben cumplir unos mnimos requerimientos ticos: consentimiento informado y financiacin por una beca de investigacin. Pero en modo alguno estas consideraciones excluyen que todo nio con SA sea sometido a un riguroso examen neurolgico orientado a descubrir estigmas o alteraciones que puedan sugerir una etiologa especfica. En este sentido, se investigar la presencia de manchas, sugestivas de enfermedades neurocutneas y dismorfias sindrmicas. Tambin es necesario valorar el dficit motor, con el fin de excluir otros trastornos neurolgicos con alteracin de la coordinacin motora. d) Tratamiento farmacolgico del Sndrome de Asperger No existe ningn frmaco especfico para el SA, sin embargo es muy importante tratar algunos sntomas. Puesto que los resultados sobre el uso de psicofrmacos en el SA estn ampliamente avalados por la experiencia, en todos los casos resulta necesario plantearse la pregunta de si es posible mejorar los sntomas de un nio con SA mediante la prescripcin de una medicacin. No parece prudente, ni posiblemente sensata, una actitud obcecadamente abstencionista. Cada paciente es distinto y cada edad merece unas consideraciones especficas por lo que respecta a la respuesta a los frmacos. Sin embargo, es recomendable seguir unas normas generales orientadas a optimizar el uso de los psicofrmacos, que se exponen ms abajo. La introduccin
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lenta de un frmaco permite minimizar posibles efectos secundarios que, en ocasiones, desaniman a la familia a seguir administrando un producto considerado como negativo por el hecho de haber producido manifestaciones indeseables. La introduccin lenta permite, asimismo, ajustar la dosis de la forma ms precisa porque cada paciente puede responder de modo distinto.