(msv-182) La Evolución de Las Formas

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LA EVOLUCIN DE LAS FORMAS

Sinfona Visual mov-CLXXXII

manuelsusarte@hotmail.com

UMBRAL DE JUAN EMAR


A partir de 1937, Juan Emar se retira al campo chileno. En la finca La Marquesa de Leyda primero, y luego en el sur de Chile (cerca de Osorno), se consagra por entero a la construccin de su Opus Magnum: Umbral. Esta responde a algunas obsesiones que haban atormentado desde joven a Emar: escribir una obra total que abarcara toda la realidad; echar mano a su propia biografa para ello; desarrollar esa obra consciente de la imposibilidad de abarcar el todo y, por ello mismo, asumiendo que lo que en realidad realizaba eran anotaciones al margen, borradores, espejos difusos de esa obra que nunca podra escribir. As, a lo largo de las mas de 5.000 paginas que componen el manuscrito, va contando la historia sin fin de Lorenzo Angol, para lo que recurre no a la tpica narracin de la vida de ese personaje sino que mas bien lo aborda desde otros personajes, desde sus amigos y conocidos, desde los amigos de los amigos de este, desde los amigos de los amigos de los amigos de este y as sucesivamente, hasta alcanzar dimensiones asombrosas. El narrador a quien Juan Emar denomina Juan Emar- no conoce ni el pasado ni el futuro de los personajes (ya que no se apega al programa naturalista que manipula a voluntad presente, pasado y futuro del personaje), solo su presente, el futuro queda as como un problema que se dar posteriormente, en el suceder, en el curso de las duraciones sucesivas, mientras trascurre ese nico y solo instante que se desintegran en una indefinida sucesin de instantes sucesivos que hacen creer en la existencia de una historia, con su inicio, su transcurso, y su final, cuando nada de eso existe, todo lo que hay es un nico y solo instante que nunca ha tenido inicio y que no tendr final, el tiempo es lo que hace que todo ocurra sucesivamente y no simultneamente para que de ese modo seamos capaces de experimentarlo, de sentirlo, de vivirlo, de transvivirlo, de desembarazarnos de l para regresar al instante nico y solo. En Umbral se plantea la gradual abolicin del tiempo cronolgico (como elemento que encadena los sucesivos instantes del acontecer humano) y de la dualidad sujeto-objeto para pasar a un territorio de infinitud y de fusin absoluta del todo (una experiencia equivalente al satori budista, o a la amalgama, la unin del arriba y el debajo de la alquimia).

Al fin, Emar siente que el tiempo de esa fusin esta llegando. El manuscrito de Umbral no lo concluye sino con su muerte, en 1964. As, fusion definitivamente lo que siempre fue una sola cosa para el: la vida y la escritura. El reconocimiento de Juan Emar no ocurri sino hasta 1977, ao en que se publico parcialmente el manuscrito de Umbral en Buenos Aires (editorial Carlos Lolhe). Sin embargo, es en la actualidad donde ha comenzado a aparecer con mayor frecuencia en revistas y trabajos acerca de la narrativa chilena, a la vez que sus obras se han comenzado a reeditar: Diez (1995), Un ao (1996), Ayer (1997) y Miltn 1934 (1998). En 1996 la Biblioteca Nacional de Chile public Umbral en forma integra, los cinco volmenes de que consta el Opus Magnun de Juan Emar pueden se pueden bajar libremente de esta direccin de la Red:

www.memoriachilena.cl

U-I-32
ULPIF.
Imponente sigla a cuya vista de inclinan respetuosos los santagustidetangueos. No es para menos: U es Unin, L es Laboratorista; P es Pro; I es Inmenso; F es Futuro. O sea: Unin de Laboratorios que laboran Pro iluminar nuestro Inmenso existir Futuro.

U-I-34
la Taberna

el Club Cero

el Taller

el Convento

la Ulpif

Pues bien, con los cinco sitios que le he mencionado formemos un trapecio: la Taberna de los Descalzos, el Taller de Rubn de Loa, la Ulpif, el Convento de los Jernimos y el Club Cero. Luego, dejando de lado las sinuosidades de la topografa, tracemos una lnea recta entre cada uno de los sitios, es decir, 10 lneas: las 5 del trapecio mismo y sus 5 diagonales. Estas 10 lneas existen. Quienquiera seguirlas con sus pasos, claro est que har de ellas 10 lneas quebradas; pero las que guan, las que van en las mentes, son rectas como la trayectoria de un proyectil. A cada momento, del da o de la noche, ver usted hombres y mujeres que van de la Taberna al Taller, del Taller a la Ulpif, de la Ulpif al Convento, del Convento al Club Cero, del Club Cero al Taller, del Taller a la Ulpif, de la Ulpif al Club Cero, del Club Cero al Taller, del Taller al Convento, del Convento a la Taberna.

Hombres y mujeres que van sin detenerse, sin distraerse, mientras otros y otros van en sentido inverso.

U-I-38
Busquemos un personaje. Hace mucho tiempo, a principios de 1926, me puse a conversar con un viejo amigo: Lorenzo Angol. Nuestra charla vers sobre literatura y, en sta, sobre las dificultades que yo encontraba en hallar un tema.

Lorenzo me dijo, entre broma y broma, que, como tema, hiciera yo


su biografa, amn de las biografas de las dems personas que lo rodeaban. La idea me gust. Desde entonces me puse a escribir: apuntes y ms apuntes, hechos que yo consideraba caractersticos, escenas sueltas, en fin, cuanto pudiese servirme para una biografa. Ced mi rol propio a Lorenzo, que necesit entonces a quien hacer vivir: otro personaje se impuso. Bien. Se llama Rosendo Paine. He dejado de ser uno de los polos pues ambos quedan fuera de m. Ahora puedo tomar el rol sencillo de narrador. Ve, Guni, cmo se efectu el proceso o, al menos, cmo fue su punto de partida?

U-I-41
Onofre Borneo

Desiderio Longotema

Baldomero Lonquimay

El punto en que este hombre me dej sumido, despus de su larga peroracin, fue el del tringulo: Desiderio Longotoma, Baldomero

Lonquimay y yo (Onofre Borneo).


Si, aqu estoy yo pero ellos... dos vrtices lejanos, inaccesibles para m. Ya he dicho que el primero me es la esencia de la irresponsabilidad; cuanto al segundo, grande, solemne, siempre de negro vestido, de barbas colorinas y chambergo, me es la esencia de la ampulosidad, del trascendente que se desinfla.

U-I-42
Lorenzo es, como yo, viejo amigo de Desiderio Longotoma y de Baldomero Lonquimay.

U-I-46
Lorenzo Angol coge un libro, Vida de Vivekananda, de Romain Rolland, tomo II. Lee, en la pagina 43 de la edicin francesa, las palabras de Vivekananda en Karma Yoga, capitulo VII, all citadas:
Los ms altos hombres van silenciosos. Es que saben la real potencia del pensamiento. Saben que, aunque entren a una caverna, cierren la puerta y piensen cinco pensamientos verdaderos, estos cinco pensamientos vivirn en la eternidad. En verdad, estos pensamientos penetrarn en las montaas, surcarn los ocanos, viajaran por el mundo entero. Entrarn en el fondo de los corazones y los cerebros, harn nacer hombres y mujeres que les darn la expresin prctica en las acciones de la vida humana. Todo esto reafirma la idea que me ha expresado valindose de la palabra fluido. Y algo ms le queda sin precisrsele bien pero insistiendo: all hay cosa que un da florecer mostrndole nueva y gran senda hacia... hacia... No se precisa bien. Pero all est sin duda alguna. Luego lee en la pgina anterior del mismo libro estas otras palabras de Vivekananda, tambin del capitulo VII del Karma Yoga:

He visto a uno de estos yoguis que vive en una caverna de la India. Ha perdido a tal extremo el sentido de su individualidad que

puede decirse que en l ha desaparecido el hombre, no dejando ms que el sentido de lo divino.


Me dice Lorenzo que la primera vez que se encontr con estas lneas, la palabra caverna le qued resonando, le toc ntimamente y supo que algn da una caverna aparecera en su existencia. Y pens:

O su contrario... Una torre... alta, blanca.

U-I-48
Guni ma: Le presento a mi compaero Viterbo Papudo, que no
estaba previsto entre mis amistades. Me lo ha presentado, me lo ha impuesto Lorenzo Algol. Porque en estos mundos, ha de saber usted, el encadenamiento sin fin sucede como aqu en la tierra de todos.

U-I-50
La Torre y la Bveda de la casa del fundo de la Cantera son, para un ojo superficial, smbolos de luz y tinieblas; para un ojo ms fino son partes de estos fenmenos. Y lo son -ello puede verificarse y sentirse con emocin- porque tanto la una como la otra, al no haber sido concebidas ni construidas con el objeto de expresar o evocar tales fenmenos, crecieron -hacia arriba, hacia abajo- impulsadas por movimientos espontneos de bsqueda no literaria sino natural. La Torre tuvo que obedecer a un ansia de mayor espacio visual; la Bveda, a una necesidad de las cualidades propias del subterrneo: ansia, necesidad, imovimientos del alma.
13-11-1893/8-4-1964 lvaro Yez Bianchi Pilo Jean Emar Juan Emar Onofre Borneo (narrador) larga carta a (vol-I) Guni Pirque Brbara Florencio Naltagua Eduardo Barrios Domin Torcacino el loro disecado lo mata Jose Pedro (to de n.) Desiderio Longotoma Viterbo Papudo Nastia Poltava un Don Juan Fermn Baracoa libreta en donde anota sus "montas" Lucienne

Isabel doctor Huala (100 aos) esposa Marguerite de la Crotale esposo Henri Portune-Solure de Rascasse hijo Henry Guy Hgsippe Desir Gastn Palemn de Costamota doctor Guy de la Crotale el loro del doctor Guy el Loro de Tabatinga el Pjaro Verde

separados

el Globo de Cristal Baldomero Lonquimay Huinchita Pin la Huincha Pon

Irineo Pidinco versado en toda clase de brujeras

Lorenzo Angol (amigo de OB) Rosendo Paine (amigo de OB) el Tercer Personaje

Lumba Corintia Nicole padre de Rosendo Pelayo Paine

amigos

fray Canuto

1 2 3 4

1926 1927 1928 1929 1930

san Agustin de Tango santagustindetangueos la Taberna de los Descalzos el Taller de Rubn de Loa el Seor de Sol el Seor de Do la Seorita Fusa el Seor de Re

ULPIF Unin Laborista Pro Inmenso Futuro

ULPIF Convento de los Jernimos Club Cero

1 0 0 i l s

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LA EVOLUCIN DE LAS FORMAS

Elena Elbe*4+Su <ilsv-CLXXXI-0> Las 100-ils de la Evolucin de las Formas componen un relato mudo que no se dice pero se muestra. Las 36-ils seleccionadas de Elena Elbe comienzan por la abstraccin ms pura, mostrando formas que se agitaban en el kaos del principio de la historia de nuestro Universo Local, que comenz hace unos catorce mil millones de aos <ils-1/9>.

Elena Elbe <ilsv-CLXXXI-3>

Luego cuerpos construyndose a s mismos pacientemente a partir de la turbulencia del flujo del espaciotiempo en donde viven inmersos <ils-10/32>.

Elena Elbe <ilsv-CLXXXI-3> Y por ltimo los rostros, rostros fantasmales, rostros que todava no se han despojado de la mscara que cubre el vaco vivo que hay detrs de ella <ils-33/36>.

Elena Elbe < ilsv-CLXXXI-36>

En las 22-ils de Valquire Veljkovic <ils-37/58> los cuerpos de hacen ms precisos, se distinguen del medio de donde surgen, pero van vestidos de modo irreal, como si todava no supieran el sitio al que pertenecen.

Valquire Veljkovic < ilsv-CLXXXI-48> Hay una mujer que parece la materializacin de los significados que atesoran todos los libros que la rodean:

Valquire Veljkovic < ilsv-CLXXXI-54>

Con las 13-ils de Victor Peryakin <ils-59/71> llegamos a la pureza y precisin de los rostros, todos ellos portadores de una mirada que atrapa la nuestra en un dilogo que reconoce en el otro lo que a uno mismo le es afn.

Victor Peryakin < ilsv-CLXXXI-69/70> Tambin se muestran mujeres hechas de tiempo:

Victor Peryakin <ilsv-CLXXXI-59/60>

El movimiento concluye con las 29-ils de Emil Otto Hoppe <ils72/100>, una mirada, desnudos lnguidos, escenas callejeras, un aborigen australiano:

Emil Otto Hopp <ilsv-CLXXXI-72, 76/77>

Emil Otto Hopp <ilsv-CLXXXI-92, 95, > En la 2-ltimas-ils de la Evolucin de las Formas, como por ensalmo, aparece delante de una pizarra el que es considerado el ms grande fsico del pasado siglo-XX ocupado en 2-actividades: tocando el violn y explicando a una audiencia invisible las formulas de la relatividad, segn las cuales al incrementarse la velocidad se incrementa la materia/energa, se reduce el espacio y se ralentiza el tiempo: para los pasajeros de los rayos del sol todo el espacio se reduce al minsculo interior de un punto inextenso y su reloj interno se detiene de modo que se convierte en inmortal. Claro que para convertirse en inmortal y ver el mundo en el interior de un punto antes hay que desmaterializarse: dejar atrs el cadver de materia que durante un tiempo llevamos de un lado para otro, alegremente, hasta que el murmullo de manos de mujer acariciando el agua nos despierte y regresemos a nuestra Isla que navega por el Mar Verde: la Mente Beli del Vaco Uts, el Ein Sof de los judos, el Al de los islmicos, la Trinidad de los trinitarios, Sunia para los budistas, Brahma para los brahmanes, Mitra para los mitricos, Odn para las tribus germanas, Quezatcoal para los aztecas, Balima para los aborgenes australianos

Emil Otto Hopp <ilsv-99/100>

LA EVOLUCIN DE LAS FORMAS

Elena Elbe*4+Su <ilsv-CLXXXI-0> Las 100-ils de la Evolucin de las Formas componen un relato mudo que no se dice pero se muestra. Las 36-ils seleccionadas de Elena Elbe comienzan por la abstraccin ms pura, mostrando formas que se agitaban en el kaos del principio de la historia de nuestro Universo Local, que comenz hace unos catorce mil millones de aos <ils-1/9>.

Elena Elbe <ilsv-CLXXXI-3>

Luego cuerpos construyndose a s mismos pacientemente a partir de la turbulencia del flujo del espaciotiempo en donde viven inmersos <ils-10/32>.

Elena Elbe <ilsv-CLXXXI-3> Y por ltimo los rostros, rostros fantasmales, rostros que todava no se han despojado de la mscara que cubre el vaco vivo que hay detrs de ella <ils-33/36>.

Elena Elbe < ilsv-CLXXXI-36>

En las 22-ils de Valquire Veljkovic <ils-37/58> los cuerpos de hacen ms precisos, se distinguen del medio de donde surgen, pero van vestidos de modo irreal, como si todava no supieran el sitio al que pertenecen.

Valquire Veljkovic < ilsv-CLXXXI-48> Hay una mujer que parece la materializacin de los significados que atesoran todos los libros que la rodean:

Valquire Veljkovic < ilsv-CLXXXI-54>

Con las 13-ils de Victor Peryakin <ils-59/71> llegamos a la pureza y precisin de los rostros, todos ellos portadores de una mirada que atrapa la nuestra en un dilogo que reconoce en el otro lo que a uno mismo le es afn.

Victor Peryakin < ilsv-CLXXXI-69/70> Tambin se muestran mujeres hechas de tiempo:

Victor Peryakin <ilsv-CLXXXI-59/60>

El movimiento concluye con las 29-ils de Emil Otto Hoppe <ils72/100>, una mirada, desnudos lnguidos, escenas callejeras, un aborigen australiano:

Emil Otto Hopp <ilsv-CLXXXI-72, 76/77>

Emil Otto Hopp <ilsv-CLXXXI-92, 95, > En la 2-ltimas-ils de la Evolucin de las Formas, como por ensalmo, aparece delante de una pizarra el que es considerado el ms grande fsico del pasado siglo-XX ocupado en 2-actividades: tocando el violn y explicando a una audiencia invisible las formulas de la relatividad, segn las cuales al incrementarse la velocidad se incrementa la materia/energa, se reduce el espacio y se ralentiza el tiempo: para los pasajeros de los rayos del sol todo el espacio se reduce al minsculo interior de un punto inextenso y su reloj interno se detiene de modo que se convierte en inmortal. Claro que para convertirse en inmortal y ver el mundo en el interior de un punto antes hay que desmaterializarse: dejar atrs el cadver de materia que durante un tiempo llevamos de un lado para otro, alegremente, hasta que el murmullo de manos de mujer acariciando el agua nos despierte y regresemos a nuestra Isla que navega por el Mar Verde: la Mente Beli del Vaco Uts, el Ein Sof de los judos, el Al de los islmicos, la Trinidad de los trinitarios, Sunia para los budistas, Brahma para los brahmanes, Mitra para los mitricos, Odn para las tribus germanas, Quezatcoal para los aztecas, Balima para los aborgenes australianos

Emil Otto Hopp <ilsv-99/100>

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