El poema expresa el intenso amor del autor por una mujer, cuya belleza y presencia lo atormentan y obsesionan. A través de imágenes de la naturaleza, el autor describe cómo la mujer está presente en todos lados y su recuerdo lo persigue constantemente, causándole un dolor y placer al mismo tiempo.
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El poema expresa el intenso amor del autor por una mujer, cuya belleza y presencia lo atormentan y obsesionan. A través de imágenes de la naturaleza, el autor describe cómo la mujer está presente en todos lados y su recuerdo lo persigue constantemente, causándole un dolor y placer al mismo tiempo.
El poema expresa el intenso amor del autor por una mujer, cuya belleza y presencia lo atormentan y obsesionan. A través de imágenes de la naturaleza, el autor describe cómo la mujer está presente en todos lados y su recuerdo lo persigue constantemente, causándole un dolor y placer al mismo tiempo.
El poema expresa el intenso amor del autor por una mujer, cuya belleza y presencia lo atormentan y obsesionan. A través de imágenes de la naturaleza, el autor describe cómo la mujer está presente en todos lados y su recuerdo lo persigue constantemente, causándole un dolor y placer al mismo tiempo.
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[Escriba aqu]
En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga, que en cada beso quisiera beber entera tu alma.
Me he enamorado de ti y es enfermedad tan mala, que ni la muerte la cura, bien lo saben los que aman!
Loco me pongo si escucho el ruido de tu charla, y el contacto de tu mano me da la vida y me mata.
Yo quisiera ser el aire que toda entera te abraza, yo quisiera ser la sangre que corre por tus entraas. Son las lneas de tu cuerpo el modelo de mis ansias, el camino de mis besos y el imn de mis miradas.
Siento al ceir tu cintura Una duda que me mata que quisiera en un abrazo todo tu cuerpo y tu alma.
Estoy enfermo de ti, de curar no hay esperanza, que en la sed de este amor loco tu eres mi sed y mi agua.
Maldita sea la hora en que contempl tu cara, en que vi tus ojos negros y bes tus labios grana.
Maldita sea la sed y maldita sea el agua, maldito sea el veneno que envenena y que no mata.
En tu boca roja y fresca beso, y mi sed no se apaga, que en cada beso quisiera beber entera tu alma. Manuel Machado
[Escriba aqu]
Ante el recuerdo bendito de aquella noche sagrada en que la patria alherrojada rompi al fin su esclavitud; ante la dulce memoria de aquella hora y de aquel da, yo siento que en el alma ma canta algo como un lad.
Yo siento que brota en flores el huerto de mi ternura, que tiembla entre su espesura la estrofa de una cancin; y al sonoroso y ardiente murmurar de cada nota, siendo algo grande que brota dentro de mi corazn.
Bendita noche de gloria que as mi espritu agitas, bendita entre benditas noche de la libertad! Hora del triunfo en que el pueblo vio al fin en su omnipotencia, al sol de la independencia rompiendo la oscuridad.
Yo te amo... y al acercarme ante este altar de victoria donde la patria y la historia contemplan nuestro placer, yo vengo a unir al tributo que en darte el pueblo se afana mi canto de mexicana, mi corazn de mujer.
Manuel Acua
[Escriba aqu]
Tiene la frente plida y tranquila, una santa mirada en su pupila y en los labios la savia del amor; quin es ella, tan noble y abnegada, que nos habla de amor en su mirada y cual nadie nos cuida con fervor?.
Es la madre, la santa, la bendita, la que al pie de la cuna nos musita una dulce oracin; la que todo lo aporta por su nio, la que nos llena de inmortal cario y nos da el corazn.
Tiene la frente plida y hermosa cual si fuera del Cielo alguna Diosa llena de bendicin; ella nos da salud con un abrazo, si sufrimos nos cura en su regazo del ms grande dolor.
Es la madre, la santa, la que llora, el verdadero llanto que devora su pecho maternal; la que cubre con besos nuestra frente, la que siempre es igual.
Dichosos los que vamos por la vida, y tenemos en ella a la querida madre abnegada que nos diera el ser. Elevemos un canto a su grandeza, ammosla con toda la firmeza, que sentir placer.
Cantemos a la madre en este da; yo que tengo a la dulce, la que es ma, la bendigo con ntimo fervor; los que la lloren para siempre muerta, vayan del Cielo a la gloriosa puerta que est cerca de Dios.
Benditas madres que en afn prolijo, dieron toda la vida por el hijo que fue su adoracin...! Bendita madre que tu amor me diste, y al tenerme en tus brazos me pusiste tu eterna bendicin...!. Crisanto Cullar Albaroa
[Escriba aqu]
La tierra verde se ha entregado a todo lo amarillo, oro, cosechas, terrones, hojas, grano, pero cuando el otoo se levanta con su estandarte extenso eres t la que veo, es para mi tu cabellera la que reparte las espigas.
Veo los monumentos de antigua piedra rota, pero si toco la cicatriz de piedra tu cuerpo me responde, mis dedos reconocen de pronto, estremecidos, tu caliente dulzura.
Entre los hroes paso recin condecorados por la tierra y la plvora y detrs de ellos, muda, con tus pequenos pasos, eres o no eres?
Ayer, cuando sacaron de raz, para verlo, el viejo rbol enano, te vi salir mirndorne desde las torturadas y sedientas races.
Y cuando viene el sueo a extenderme y llevarme a mi propio silencio hay un gran viento blanco que derriba mi sueo y caen de l las hojas, caen como cuchillos sobre m desangrndome.