Irena Sendler
Irena Sendler
Irena Sendler
La madre
de los niños del Holocausto
Cómo es posible que apenas hubiese información sobre una persona así?
La gran sorpresa llegó cuando tras buscar el lugar de la tumba de Irena,
descubrieron que no existía dicha tumba, porque ella aún vivía,
…y de hecho todavía vive…
Consiguió identificaciones de la
oficina sanitaria, una de cuyas tareas
era la lucha contra las enfermedades
contagiosas.
Las madres y las abuelas no querían desprenderse de sus hijos y nietos. Irena las entendía
perfectamente, pues ella misma era madre, y sabía perfectamente que, de todo el proceso que
ella llevaba a cabo con los niños, el momento más duro era el de la separación.
Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar
hacerlas cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que
los conduciría a los campos de la muerte.
Cada vez que le ocurría algo así, luchaba con más fuerza por salvar a más niños.
Comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus,
pero pronto se valió de todo lo que estaba a su alcance
para esconderlos y sacarlos de allí:
cestos de basura, cajas de herramientas,
cargamentos de mercaderías,
sacos de patatas, ataúdes...
en sus manos cualquier elemento
se transformaba en una vía de escape.
"Podría haber hecho más, y este lamento me seguirá hasta el día en que yo muera."
“No se plantan semillas
de comida.
Se plantan semillas
de bondades.
Irena Sendler
F I N