David Olguín (Coord.) : Un Siglo de Teatro en México.
David Olguín (Coord.) : Un Siglo de Teatro en México.
David Olguín (Coord.) : Un Siglo de Teatro en México.
vanguardias; "Escenarios del siglo XX", de Giovanna Recchia S., un exhaustivo repaso a la
evolucin del arte escenogrfico y de sus principales figuras (con un deslumbrante apndice
fotogrfico); y "La actoralidad en nuestro teatro. Una revisin de las maneras de concebir la
actuacin en Mxico", de Rubn Ortiz.
El dilogo interdisciplinar que el lector presencia gracias a este planteamiento es, como
digo, importante y revelador de la compleja naturaleza de la tradicin teatral de un pas. Sin
embargo, la estructura propuesta no est exenta de problemas debidos al carcter autnomo de cada
captulo y a los muy diversos perfiles biogrficos y profesionales de los autores. Ocurre, por
ejemplo, que figuras importantes de este siglo de teatro en Mxico, teatreros que destacan en ms de
una disciplina y/o en ms de un perodo (por ejemplo, Alejandro Luna o Ludwik Margules), son
objeto de alusiones diseminadas por varios captulos que difcilmente permiten hacerse una imagen
de la relevancia del personaje en cuestin (un ndice onomstico hubiera permitido, al menos,
rastrear todas las menciones a personas o fenmenos). Sucede tambin, por otro lado, el caso
contrario: redundancia de informacin en temas o sucesos de gran importancia que, pese a ser
tratados en profundidad en alguno de los captulos, se repiten de pasada en varios otros. As sucede,
por ejemplo, con Teatro de Ulises o Poesa en Voz Alta: cada uno de estos momentos cumbres de la
innovacin teatral mexicana es estudiado en su propio captulo, a pesar de lo cual, los autores de
varios otros captulos aluden a estos movimientos como si el lector no supiera nada de ellos, es
decir, repitiendo informacin muy bsica. Otra cuestin igualmente relacionada con la heterognea
estructura de esta monografa colectiva es la de la bibliografa. Dada la diversidad de
planteamientos y metodologas entre los captulos, as como el carcter de introduccin a la
problemtica que muchos de ellos presentan, considero que una bibliografa para cada captulo
habra sido ms til para el lector interesado en profundizar en alguno de los temas, incluso a pesar
del riesgo de repeticin de algunas (o bastantes) referencias bibliogrficas.
Sin embargo, esta estructura ofrece notables aciertos, como el paralelismo evidente entre el
primer y el ltimo captulo, que abren y cierran simblicamente un siglo de teatro en Mxico. Lejos
del detalle y los datos concretos, tanto Eduardo Contreras Soto ("A caballo entre dos mundos y
estilos. Las dramaturgias mexicanas y sus vidas escnicas en los inicios del siglo XX") como
Alberto Villarreal ("Largo viaje de fin de siglo a inicio del presente") ofrecen reflexiones profundas
y atrevidas que consiguen sintetizar la vida del arte teatral en Mxico al principio y al final del
perodo que se estudia. El dilogo que se establece entre estos dos textos pone de relieve la enorme
evolucin del teatro durante el siglo pasado, tanto en la forma de produccin (de la revista y las
compaas de empresarios-estrellas a los musicales de importacin y los colectivos teatrales), como
en los textos, el pblico o la relevancia del teatro en la vida social de Mxico. A este respecto, es
necesario sealar que Un siglo de teatro en Mxico es tanto ms valioso cuanto que no cae en
complacencias infundadas, de forma que, en este ltimo captulo, Alberto Villarreal se atreve a
concluir el viaje de cien aos con afirmaciones como que, hoy da, "al teatro no se le ve ni
simblica ni emocionalmente como instrumento social" o que "no forma parte de las artes
expresivas de la "mexicanidad"" (323). Por tanto, una de las ltimas frases del volumen deja claro
que, si bien la publicacin de este libro es motivo de satisfaccin por ofrecer un amplio repaso de
las peripecias de este arte en el ltimo siglo, no hay tantos motivos para la alegra cuando de evaluar
los logros alcanzados tras tantas peripecias se trata: "Debido a la exaltacin nacionalista, o bien, a
los complejos de inferioridad, el teatro mexicano no ha generado sus propias poticas" (325).
De los estudios dedicados a la escritura dramtica, destacan el de Flavio Gonzlez Mello,
"Un teatro para canbales: Rodolfo Usigli y el festn de demagogos", el de Luis Mario Moncada, "El
milagro teatral mexicano" y el de Lidio Snchez Caro, "El teatro mexicano entre dos siglos (1990 2005)". Uno de los fenmenos que este volumen pone de manifiesto es el de la soberbia formacin
terica y la erudicin de los artistas teatrales contemporneos, que ejercen con enorme rigor como
crticos e historiadores de primer nivel. Sea debido a la tradicin comenzada por el mismsimo
Usigli, sea reflejo de una tendencia rastreable en otros ambientes nacionales, el caso es que Olgun,
Gonzlez Mello, Moncada y Enrquez, dedicados en este volumen a historiar la dramaturgia de su
pas, son ellos mismos algunos de los principales dramaturgos de la generacin que comenz a
estrenar en la dcada de los noventa.
As, Moncada enlaza de manera incuestionable aquella edad de oro de la dramaturgia
mexicana conocida como Generacin del 50 con el desarrollo econmico que el pas experiment a
partir del sexenio de vila Camacho. De esta forma se explica que, al desinflarse la bonanza
econmica, la creacin teatral, demasiado unida a las arcas del Estado, sufra las consecuencias: "El
Estado ignora otras manifestaciones que no sean las que surgen del propio teatro oficial" (115), lo
cual llevar, a principios de los setenta, al surgimiento del teatro independiente. El estudio de
Gonzlez Mello sobre Usigli, adems de completo e instructivo, destaca por la sagacidad con la que
evala la monumental obra usigliana desde la perspectiva de su legado en el teatro posterior y
actual. Esto le permite afirmar, por ejemplo, que "posiblemente, la verdadera aportacin de Corona
de fuego a la literatura mexicana sea No te achicolapes Cacama" (85), refirindose a la parodia de
dicha pieza escrita por Jorge Ibargengoitia. Al sealar el contraste entre la devocin oficial por la
figura del primer dramaturgo y la ausencia de su teatro en las carteleras, resulta muy acertada, sin
duda, la comparacin del destino de Usigli con el de Csar Rubio, el protagonista de su pieza ms
alabada, El gesticulador: como aquel, Usigli resulta ms cmodo muerto "porque de ese modo
puede ser utilizado para apuntalar el discurso de cada uno sin peligro de que los contradiga desde la
escena" (93).
DANIEL VZQUEZ TOURIO