Lenguaje Infantil
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Lenguaje Infantil
interconductual
Ciclo vital
Publicado: agosto 4, 2007,
William Montgomery Urday
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Lima, Per
Una de las metas adjuntas al estudio psicolgico del lenguaje es articular formas
efectivas de (re) educar en lectoescritura y comunicacin, y para eso se requiere
conocer los mecanismos de funcionamiento lingstico. Pero las observaciones del
habla y del lenguaje gramatical por parte de los psicolingstas no suelen
acompaarse por una explicacin de los eventos que podran explicar su origen. Un
problema que sealaba Sidney Bijou (1990), vigente hasta la fecha, surge de la
revisin de la bibliografa que tiene que ver con el desarrollo temprano del lenguaje.
Suelen encontrarse dificultades porque la mayora de los datos se basan en los
anlisis de la configuracin de palabras, frases y oraciones, mas no en las
interacciones reales entre hablante, escucha y referente (p 13). En este sentido,
las descripciones morfolgicas fonticas y grficas, -como de las unidades
estilsticas de la conducta convencional hablada y escrita-, se han superpuesto
como objeto de anlisis fsico o gramtico, predominando sobre las
explicaciones funcionales.
Eso se une al hecho de que las opciones presentadas por las diferentes corrientes
de anlisis en la psicologa del lenguaje muestran una falta de criterios sistemticos
de continuidad que permitan, en el marco de un esquema comprensivo, dar cuenta
de las transiciones operadas entre las fases de la ontogenia lingstica. Dicho
esquema hara coherente la significacin de las verificaciones empricas, hoy
observables en hechos aislados con supuesta ligazn a concepciones implcitas (el
condicionamiento en unos casos, lo cognitivo en otros), cuya organizacin no se
entronca en niveles jerrquicamente delimitados con base en las potencialidades
funcionales (no slo ni necesariamente cronolgicas) de las interacciones y de los
contactos paramtricos que puedan establecerse subordinadamente a ellos.
En algunos de los enfoques hay cierta base para una elaboracin taxonmica del
desarrollo del lenguaje, pero sin llegar a concretarse. Por ejemplo, la concepcin
piagetiana del desarrollo intelectivo establece los estadios sensorio-motriz,
operatorio-concreto y operatorio-formal (Piaget, 1967/1969), y los tres momentos
de Bruner (1980) -enactivo, icnico y simblico- aluden caractersticas verbales
desde su matriz pre-lingstica (representaciones enactivas con percepcin,
La diferencia entre las conductas animal y humana radica en que sta ltima se
sujeta a interacciones ocasionadas por contingencias sustitutivas que trascienden
las dimensiones biolgicas, concretas o directas propias de la comunicacin animal.
As, aun cuando esos rubros, animal y humano, son afectados por las mismas leyes,
la conducta humana se rige, adems, por convenciones (formas de interaccin
establecidas por acuerdo: costumbres, normas leyes, idiomas, ideologas)
manifestadas como interacciones lingsticas (Morse, 1984).
Desde este punto de vista, la taxonoma funcional del interconductismo, segn el
cual hay cinco estadios competenciales de desligamiento funcional: contextual,
suplementario, selector, sustitutivo referencial y sustitutivo no referencial, aporta
niveles de anlisis e investigacin del desarrollo lingstico: los tres primeros
estadios pueden analizarse a travs del estudio molecular del condicionamiento,
para detectar la adquisicin de los sistemas reactivos convencionales que darn
lugar despus a las interacciones sustitutivas. Por otra parte, las interacciones
sustitutivas involucradas en los dos ltimos estadios pueden verse como estratos
funcionales superiores que engloban todo el desarrollo precedente. En tales casos,
tpicamente humanos, el anlisis debe ser molar, considerando el desarrollo de
aptitudes en las formas: oral, escrita, gestual y grfica, en sus diferentes
evoluciones respecto a cada estadio ontognico.
Desde esta perspectiva, la ontogenia del lenguaje se desenvuelve a travs de la
diversificacin de las relaciones condicionales concretas hasta las no-concretas, que
dependen de la historia individual gracias a la interaccin del individuo con su
entorno social. Esto permite la emergencia y consolidacin de los sistemas reactivos
convencionales, superponindose a los biolgicos (figura 1):
Lenguaje infantil
Figura 1. Emergencia de la conducta humana sustitutiva a partir de interacciones
directas compartidas por animales y humanos
Como se ha dicho, el desligamiento funcional progresivo se despliega en
transiciones jerrquicas de cinco niveles, de acuerdo con los lineamientos de Ribes
(1982, 1990a, 1990b):
1. Nivel contextual. Implica en general que las respuestas convencionales y no
convencionales del individuo son diferenciales respecto a las relaciones
establecidas en el campo interactivo, mas no pueden producir cambios en ste. El
neonato es un individuo respondiente que, pese a todo, va adquiriendo un
repertorio convencional de movimientos (por ejemplo, orientacin discriminativa de
los estmulos del habla) y de unidades vocales (no necesariamente moleculares).
Los repertorios fonticos y gestuales son sistemas reactivos sociales al ser
propiciados por patrones normativos de responsin establecidos por el entorno
adulto, restringiendo las dimensiones fsicas de la actividad espontnea disponible
potencialmente. La aptitud verbal lograda por el infante comprende, en este
referentes. Esta ltima permite hablarse o escribirse (teorizar) a uno mismo, incluso
en silencio.
5. Nivel sustitutivo no referencial. Al desaparecer la vocalizacin como efecto
de la etapa referencial, surge la autosustitucin. Este proceso no necesita un
referente, por lo que el hablante/emisor se convierte en referido de su misma
conducta. As, el individuo no reacciona de manera directa a los eventos ni a otros
individuos sino mediado por sus interacciones lingsticas. La formacin de
conceptos y el pensamiento son sustancialmente ms complejos que en la aptitud
selectora, por cuanto ya no incluyen relaciones o propiedades fsicas como
componentes principales de la interaccin. La conducta del lgico, matemtico,
compositor artstico, etc., reflejan el nivel no referencial.
La investigacin derivada de estas combinaciones se viene realizando en lo que
respecta a la adquisicin lingstica, a travs de estudios longitudinales de la dada
madre-hijo relativamente a cada estadio transicional de desligamiento, observando
sus cambios (Corts y Delgado, 2001); y, en cuanto al desarrollo de competencias,
mediante el anlisis de las relaciones entre hablar-leer-escribir, etc., desde los
niveles evolutivos ms simples (biolgicos) a los ms complejos (convencionales) de
manera no uniforme ni concomitante (Bazn y Corral, 2000). Este examen vertical
se completa con otro horizontal, que da cuenta de las transformaciones al interior
de cada estadio o nivel funcional (Mares y Rueda, 1993):
a. En el sistema reactivo (por ejemplo, del lenguaje hablado al escrito, el
aprendizaje de un segundo idioma o de un lenguaje abstracto).
b. En el contenido de la referencia (por ejemplo, de relaciones de, o entre, eventos o
acontecimientos).
Tabla 1
Esquema evolutivo del desarrollo vertical y horizontal del lenguaje
La adquisicin de la morfologa no sustitutiva, que involucra expansin del
vocabulario y formas sintcticas asociadas a sus componentes gesticulares y
faciales, es legtimamente una materia abordable desde el condicionamiento
respondiente y operante (con atingencias debidas a su insuficiente consideracin
Llegado a los nueve meses de edad, el pequeo emite los primeros indicios
topolgicos de solicitud (Prez y Castro, 1988) y durante el ao que sigue despliega
cada vez con mayor frecuencia conductas instrumentales paralingsticas del tipo
de gestos y sonidos (gritos, ruidos larngeos, fonemas, etc.) para satisfacer sus
deseos. Pronto aprende cmo conseguirlo cuando es posible, as como a no desear
lo que no es posible, relacionando interacciones entre aspectos del entorno y su
propio hacer.
Por lo comn, en un hogar de clase media, al llegar a los doce meses, el nio
maneja potencialmente dos o tres palabras, a los dieciocho meses de diez a veinte;
a los dos aos, de cincuenta a doscientos cincuenta; a los treinta meses
lingstico, pueden ampliarse los puntos mencionados, que operan como categoras
analticas para evaluar los trastornos del lenguaje.
Los sistemas reactivos potencializan las diversas formas de interaccin lingstica y
paralingstica. Estn conformados por los repertorios fonticos, gestuales y el
estilo discursivo del individuo.
Los factores disposicionales conforman la propensin responsiva o estilo interactivo,
determinando la frecuencia con que ocurren las emisiones problemticas. La
covarianza de estos factores con la reactividad alterada del nio las bloquea o las
propicia, por lo que su evaluacin permite predecir conductas comunicacionales en
circunstancias determinadas.
Discusin
Las tecnologas ligadas a la medicina y a la pedagoga son las productoras ms
importantes de las estrategias preventivas y reeducativas enumeradas. Pero su
recurrencia casi exclusiva a constructos provenientes de las teoras psicodinmicas
y cognitivas para fundamentarse psicolgicamente hace que, al lado de una
metodologa y ejecutiva comportamentales, ms o menos concretas y eficientes (la
foniatra y la logopedia), se hallan categoras explicativas extradas de metforas
biolgicas, mdicas y de la filosofa de la mente, con su consiguiente secuela de
ideologismo social en torno a la dicotoma salud-enfermedad. Esta inconsecuencia
elimina pretensiones de organicidad entre datos, eventos, constructos y tecnologa
del lenguaje.
La ingeniera conductual del lenguaje trata de mejorar los procedimientos
fonitricos (aplicados rudamente por otras corrientes), sistematizando las tcnicas
inherentes a ellos. Desde el punto de vista operante, se ha intentado desarrollar
conducta verbal proporcionando consecuencias ambientales contingentes a la
emisin vocal especfica, construyendo un ms adecuado repertorio mediante una
meticulosa programacin de pasos pequeos (Sloane, Johnston y Harris, 1983).
La evaluacin y el diagnstico no deben ser oscurecidas por categoras extraas a
la relacin funcional, por lo que se formula el propsito claro de ubicar las
condiciones que desarrollan una conducta problema como otras que la modifiquen
favorablemente, y sus evaluaciones son constantes antes y despus del
tratamiento, a la manera del diseo intrasujeto.
Un punto ms a favor del enfoque operante es su concepcin de que los principios
que gobiernan la conducta normal y anormal son similares. Una discusin de
larga data en el mbito teraputico del lenguaje es, a este respecto, la que opone la
explicacin por el defecto neurolgico a la del dficit del aprendizaje, en la aparicin
y/o persistencia de trastornos relacionados con el repertorio complejo de los
individuos. Por ejemplo, la dislexia, considerada como una afasia visual o ceguera
par las palabras debida a lesin central. Esta dificultad, especficamente localizada,
bloqueara los intentos para aprender a leer del sujeto con un repertorio normal de
lenguaje.
Staats (1968/1983) seala, no obstante, que la mera adquisicin del lenguaje
capacita por s mismo al individuo para cualquier aprendizaje complejo relacionado
con sus repertorios bsicos, atribuyendo los fracasos de los nios dislxicos a la
pobreza de las condiciones de estmulo que aseguraran su adecuado progreso, al
margen de supuestos impedimentos fisiopatolgicos. Utilizando el reforzamiento
con fichas, sumado a mtodos especiales de lectura, se han podido lograr
rendimientos tan buenos en nios dislxicos que en nios no dislxicos, lo que
abonara a favor del dficit en la historia de aprendizaje. As, si un mtodo de
entrenamiento es cientfico (como ejemplos estn los presentados en los manuales
Referencias
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