Piglia Princeton
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Piglia Princeton
PIGLIA
LOS AOS DE PRINCETON
ARCADIO DAZ QUIONES
Se instalaban muy cerca de la Universidad en departamentos que alquilaban en los Stanworth Apartments,
en Bayard Lane, y ms adelante en su acogedora casa de Markham Road 28, bellamente restaurada por la
propia Beba. Despus de vaciar los bales que haban dejado en depsito y de llenar los estantes con nuevos
libros, revistas y videos, Piglia empezaba con su rutina, regida por la distancia y la sociabilidad. Temprano a
la maana escriba en su casa. A menudo se esconda en la Biblioteca Firestone para trabajar intensamente
en la preparacin de sus seminarios. La Biblioteca era un paraso. Hablaba con entusiasmo de los tesoros que
iba descubriendo: primeras ediciones, biografas literarias o ediciones de correspondencias, y colecciones
completas de viejas revistas que poda usar en sus cursos. Prefera dar clases por la tarde, y despus cumpla
con puntualidad los horarios de consulta en su oficina, situada en la tercera planta del edificio East Pyne,
altura suficiente para ver desde all la Biblioteca y la capilla de la Universidad. Muchos estudiantes iban a
verlo. Hacia el final del da disfrutaba del hbito de encontrarse con amigos para conversar de poltica, de
libros y de pelculas, en sus cafs y bares predilectos, primero en The Annex, en Nassau Street y luego en el
bar del restaurant Lahieres, en Witherspoon Street, hoy desaparecidos, o en el restaurant chino de North
Harrison Street. Era un placer escuchar sus sagaces comentarios sobre la obra de Joyce, Fitzgerald, Raymond
Chandler, Philip Dick, Thomas Pynchon y Don DeLillo. De vez en cuando se le poda ver en su recorrido por
las calles principales del pueblo en direccin a la West Coast Video o a la Princeton Public Library en busca
de videos. Su pasin por el cine y por algunas de las series que ofreca la televisin era contagiosa, y los
amigos estaban a la espera de sus opiniones.
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esulta innecesario, y de todos modos sera imposible, hacer aqu un repaso detallado de la carrera de
Piglia antes de su llegada a Princeton en enero de 1987. Pero s es importante sealar los hilos significativos que
unen su trayectoria como escritor, editor y crtico con su trabajo docente. Piglia curs la carrera de Historia en
la Universidad Nacional de La Plata, y all se inici como profesor ayudante en la Ctedra de Historia Argentina
I. El dilogo con los historiadores ha tenido un rol tan central en su trabajo como lo fue, segn l mismo
contaba en Princeton, el encuentro con jvenes marxistas en La Plata como lo era Jos Sazbn, quien sera su
amigo de toda la vida. En Princeton, contra algunas corrientes postmodernas de los aos ochenta y noventa,
Piglia insisti en el valor de la verdad histrica y en la especificidad del trabajo historiogrfico.
Por otro lado, en los comienzos de su carrera particip en la fundacin de la influyente revista literaria y
poltica Los Libros (1968-1974), y trabaj como editor. En 1968 comenz la publicacin de la primera serie de
novelas policiales editada por el joven Piglia: La Serie Negra en la editorial Tiempo Contemporneo. Hay que
recordar que de 1970 a 1973 dirigi para la misma editorial la notable Coleccin Trabajo Crtico, que public,
RESPIRACIN ARTIFICIAL
1980
Ya Nstor Perlongher, en una extraordinaria entrevista que le hizo a Piglia en So Paulo en 1987, justo despus
de su primera estancia en Princeton, entablaba un dilogo sobre otra cuestin clave en esa novela y en los
cursos de Piglia: la relacin entre literatura y poltica. ii
En 1983, con la apertura democrtica, Piglia volvi a dictar cursos en la Argentina: un seminario sobre
Borges en la Universidad Nacional de La Plata. En marzo de 1984 ofreci un seminario sobre Roberto Arlt en la
Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Muy pronto retom tambin su trabajo como
editor. Dirigi la coleccin Los mundos posibles para Folios Ediciones, en las que en 1983 se publicaron Ley
de juego de Miguel Briante, y El entenado de Juan Jos Saer.
ii A literatura crtica de Ricardo Piglia, en Folha de So Paulo, 10 de julio de 1987. Con motivo de la traduccin de Respirao artificial, publicada ese
ao por la editorial Iluminuras.
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a fama ganada por Piglia como novelista y cuentista ha impedido valorar el alcance de su labor docente y
su enorme respeto por la investigacin acadmica innovadora. En Princeton no dio clases de escritura creativa
ni dirigi talleres. Pero estaba permanentemente reflexionando sobre los gneros literarios, los comienzos y los
finales de los textos narrativos, el problema de la verdad en la ficcin o en la crnica, y sobre el nudo que enlaza
lo potico y lo terico. El profesor Piglia estableca una distincin muy clara: no enseaba literatura; enseaba
modos de leer. En esa defensa de la lectura y del poder del lector sobre el texto citaba, por supuesto, a Borges.
Fue igualmente explcito en su inters por analizar la diversidad de poticas populistas y de vanguardia, y la
historia de la lectura. Sus seminarios de posgrado abran nuevos terrenos para futuras investigaciones. Por
otra parte, insista con los estudiantes en la importancia de afirmar los proyectos propios, y hablaba con
frecuencia de la necesidad de cuestionar las exigencias de una profesionalizacin que tiende a imponerles
determinados lenguajes crticos o polticas de investigacin a los jvenes. A menudo le escuchamos reivindicar
con vehemencia la importancia de la identificacin personal.
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Estos classics and commercials para citar el ttulo de un libro de Edmund Wilson, el ilustre crtico formado
en Princeton eran usados como provocaciones para guiar a los alumnos hacia textos que les hablaran de
otra manera, o para describir un camino que permitiera conectarse con otros mundos. En muchos de los
undergraduates, algunos de los cuales slo tenan una vaga idea del Piglia autor de cuentos y novelas, el
profesor Piglia iba a dejar una impresin imborrable.
En 1998, en uno de sus retornos, generosamente acept participar de una conversacin con alumnos
que haban estado leyendo sus textos en un seminario y haban preparado una detallada lista de preguntas
acerca de sus prcticas de lectura, escritura y enseanza. En esa larga Conversacin habl, entre muchas
otras cosas, de su experiencia como militante maosta en los aos sesenta, de la relacin profunda que tiene
la docencia con su propia biografa intelectual, y de la forma en que pensaba su trabajo en las universidades
norteamericanas. iii
iii Ricardo Piglia: conversacin en Princeton, Arcadio Daz Quiones, Paul Firbas, Noel Luna y Jos Antonio Rodrguez Garrido, eds. Princeton, Program
in Latin American Studies, 1998.
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ara Piglia, la enseanza no parece ser un obstculo para la escritura. Se entregaba a su trabajo docente
con gran pasin, lo cual explica el entusiasmo que generaba a su alrededor. Los syllabus de sus cursos que se
conservan en los archivos universitarios constituyen un precioso material de consulta. Impecables, con una
escritura escueta, esos programas nos permiten ver no slo sus contenidos sino tambin su manejo de gneros
sintticos parecidos a veces a la rapidez fulgurante de sus tesis y sus notas en diarios. Pueden leerse,
en efecto, como un diario en el que sus lecturas y las clases se van convirtiendo en el comienzo mismo de su
escritura. La pedagoga es clave en su potica, al igual que ocurre con algunos de los escritores que ms admira.
Piglia tiene una alta opinin de algunos textos didcticos escritos por poetas y novelistas, como El ABC de la
lectura de Ezra Pound, los consejos del Declogo del perfecto cuentista de Quiroga, el ensayo Contra los
poetas de Gombrowicz, los cursos de literatura y las opiniones contundentes de Nabokov, y, siempre, los
textos de Brecht.
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MANUEL PUIG
RODOLFO WALSH
escrito textos de fuerte carcter terico sobre la narrativa o sobre la lectura: los formalistas rusos, Bajtn, Erich
Auerbach, Walter Benjamin, Lukacs, Roger Chartier, o Carlo Ginzburg, han sido referencias continuas en sus
seminarios y en sus propios textos.
Es tentador ver algunos de los ensayos de Piglia como el resultado de la experiencia pedaggica acumulada.
As, por ejemplo, las concisas meditaciones de Piglia sobre el arte de la ficcin en Tesis sobre el cuento,
publicadas originalmente en 1986 y luego las Nuevas tesis sobre el cuento, ambas incluidas en ese pequeo
gran libro, Formas breves (1999). En ese sentido, la serie de provocativos ensayos de su libro La Argentina
en pedazos (1993) es fundamental. Forma una lente indispensable a travs de la cual observar la fracturada
tradicin literaria argentina. Esos ensayos estn llenos de ideas originales y de hiptesis productivas, y han
modelado a menudo los trminos del debate crtico. Es difcil no percibir ecos ms
profundos en el ttulo de ese libro: avanza desde Echeverra y Lugones a los dos linajes de
Borges y a las exploraciones desafiantemente heterodoxas de Arlt sobre el rol del dinero
y sobre el delito. Piglia es citado a menudo en trabajos acadmicos, o aunque no se cite,
se perciben las marcas diseminadas de sus interpretaciones. Muchas de las lecturas
crticas sobre esos autores que circulan hoy estn basadas en las perspectivas que l
plante en esos textos, as como en las entrevistas incluidas en las sucesivas ediciones
de su libro Crtica y ficcin.
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En Princeton, Piglia se dio a conocer rpidamente entre los estudiantes por su aguda sensibilidad para
las condiciones histricas especficas en que las obras literarias se originan y por la forma de desentraar
su universo poltico y cultural. Tomemos como ejemplo otro de sus primeros cursos, en el otoo de 1989: El
peronismo y la cultura argentina. En l propona analizar el peronismo como una clave de la cultura argentina
del siglo XX, desde el ascenso al poder del general Pern en 1945 hasta los conflictos abiertos por la candidatura
presidencial del gobernador Carlos Menem en las elecciones de 1989. Como vemos delinearse en el syllabus,
Piglia propona investigar a fondo una tradicin poltica y a la vez una serie de relaciones tensas entre poltica
y ficcin. Estableci las bases con un amplio espectro de autores y textos, desde Los orgenes del peronismo de
Juan Carlos Portantiero hasta los temas la cultura peronista y Eva Pern y el populismo en la Eva Pern de
Libertad Demitropulos. Se planteaban preguntas cruciales sobre las funciones sociales de la literatura, desde
la resistencia peronista en Operacin masacre de Rodolfo Walsh hasta los textos de Borges, El simulacro y
La fiesta del monstruo, y tambin Sbado de Gloria, de Martnez Estrada. Otra sesin se dedic a El regreso
de Pern y las elecciones de 1973. La violencia poltica, partiendo del texto de Eliseo Vern, Pern o muerte.
Despus se incluan sesiones sobre el peronismo en el tango, el cine y la radio, con tangos de Enrique Santos
Discpolo y de Homero Manzi. En el syllabus se continuaba con las nuevas generaciones de escritores,
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de un amplio espectro de fuentes historiogrficas y testimoniales, cartas y textos poticos. Algunas sesiones
estuvieron dedicadas a los orgenes familiares de Guevara, a su infancia y al viaje por Amrica Latina, as como
los inicios de su vocacin de escritor. Su prctica como mdico y soldado en la guerrilla en Sierra Maestra, y
luego como dirigente de Estado quedaban enmarcados por los debates en la literatura y el cine cubanos con
la novela de Edmundo Desnoes Memorias del subdesarrollo y el film de Toms Gutirrez Alea. Las sesiones
centrales fueron dedicadas a las disputas en el interior del movimiento revolucionario: El pensamiento del
Che Guevara. Intervenciones y polmicas. Tendencias y tensiones en la revolucin cubana, La experiencia del
Che en la guerra del Congo. Finalmente, con el tema Guevara en Bolivia se problematizaban sus actuaciones
polticas hasta que marcha a la guerrilla y a su muerte. Aparte del Diario en Bolivia, se leyeron textos de
Cortzar, Nicols Guilln, Gonzalo Rojas, Eliseo Diego, Cintio Vitier y Juan Gelman, entre otros que ofrecen
interpretaciones poticas, as como las biografas de Jorge Castaeda y Paco Ignacio Taibo; y se incluyeron
documentales como El da que me quieras, de Leandro Katz.
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Ms que un esquema y menos que un ensayo, el syllabus de este curso es una suerte de work-in-progress en
torno al itinerario literario y poltico del personaje histrico. Guevara es tambin clave en su libro El ltimo
lector (2005). Ah se incluye un ensayo deslumbrante basado en una conferencia sobre Guevara que Piglia ley
en el ao 2000 en el Centro de Documentacin e Investigacin de la Cultura de Izquierdas en la Argentina
(CeDINCI). i v En ese texto construy un retrato novedoso: Guevara como el ms elusivo de los sujetos; como
lector y aspirante a escritor, radicalmente transformado por la experiencia cubana; como un actor poltico
cada vez ms aislado; y como un guerrillero con vocacin pedaggica. El retrato nos invita a poner en el centro
a un Guevara absorto en la lectura y la escritura.
iv Se public primero en la revista Polticas de la memoria (verano 2003-2004) con excelentes fotografas del lder
revolucionario.
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que recoge la experiencia, y que titul Usos de la narracin. Quienes intervienen en la discusin de los
cuentos son, en palabras de Piglia, personas ajenas a la literatura, muchas de ellas sin educacin formal
y en condiciones de pobreza y marginalidad. v
No obstante, Piglia es muy consciente de la persistencia de los viejos prejuicios contra los
inmigrantes, sus lenguas y su cultura, y del silencio de muchos ante su criminalizacin. Despus
tanto tiempo en los Estados Unidos, es por cierto crtico de la configuracin social y poltica del
cuerpo nacional y poltico y de sus formas de exclusin. Sus ltimos aos en Princeton fueron,
adems, los de las guerras en Irak y Afganistn, de la legitimacin de la tortura y del espionaje de los
propios ciudadanos estadounidenses. Ello no significa que slo vea racismo e imperialismo en la
vida norteamericana. De hecho, conversar con Piglia acerca de estas cuestiones conduce, gracias a su
ojo irnico y autocrtico, a nuevas discusiones y analogas con las sociedades de Argentina y Amrica
Latina y sus no menos excluyentes y violentas historias. Estas cuestiones forman parte del entramado
de sus ficciones. Y la vida intelectual y la literatura norteamericanas, como a Piglia le gusta recordar,
gozan de una larga tradicin crtica y tienen mucho que decirnos sobre esos conflictos. Durante aos
tuvo en su oficina de East Pyne una fotografa enmarcada de Faulkner, una foto que haba sido tomada
en Nassau Street.
v Sarah Hirschman, Gente y cuentos. A quin pertenece la literatura? Prlogo de Ricardo Piglia. Buenos Aires, Fondo de
Cultura Econmica, 2011.
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Durante su ltimo ao en Princeton, Piglia public en Espaa Blanco nocturno, una nueva
novela sobre la que trabajaba mientras viva en New Jersey. Varios de sus amigos quisimos organizar
una presentacin de su novela en la Universidad. Pero tampoco esa vez logramos convencerlo. En
Princeton, insisti, quera ser el profesor, no el novelista.
noviembre de 2012, Princeton
RICARDO
PIGLIA
LOS AOS DE PRINCETON
ARCADIO DAZ QUIONES