Karen Cordero Ensueños Artísticos
Karen Cordero Ensueños Artísticos
Karen Cordero Ensueños Artísticos
Mientras el revisionismo en la historia de la revolucin mexicana, es la norma por lo menos desde los aos
sesenta, son comparativamente pocos los textos de historia del arte que cuestionan la versin oficial respecto a
la plstica de la primera mitad del siglo XX.
Olga Senz. Ocaso de la Escuela Mexicana; las Vanguardias, en Mxico: 75 aos de Revolucin. Vol. IV.
Educacin cultura y comunicacin 1. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1988, pgs. 335-358.
Raymond Williarms. Keywords: A Vocabulary of Culture and Society. 2da.edicin. Londres, Fontana Press,
l983, pg. 208-209.
intermedia (como Italia), y en los que aspiran a la modernidad desde sociedades con un
carcter principalmente rural (como Mxico y Rusia). La relacin entablada por la plstica
mexicana con las vanguardias de cada uno de los pases mencionados reflejar estas
variaciones
de
perspectiva
en
INNOVACIONES
una
escala
global
de
modernidad.
EDUCATIVAS
No se pretende aqu informar sobre la historia de cada una de estas propuestas, sino analizar algunos
aspectos de su contribucin a la conformacin de una vanguardia mexicana, y su postura ante la cuestin de la
modernidad. Para una crnica del desarrollo de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, vase Raquel Tibol.
"Las Escuelas al Aire Libre en el Desarrollo Cultural de Mxico", en el catlogo de la exposicin Homenaje
a! Movimiento de EscueIas de Pintiura al Aire Libre. Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes. Mxico,
INBA-SFP, 1981; Laura Gonzlez Matute. Escuelas de Pintura al Aire Libre y Centros Populares de Pintura.
Mxico, CENIDIAP, INBA. 1987 (Serie Investigacin y Documentacin de las Artes, 2); Fernando Leal,
"Origen y evolucin de las Escuelas de Pintura al Aire Libre en El arte y los monstruos. Mxico, Instituto
Politcnico Nacional, 1990. Para una revisin de la historia del Mtodo Best Maugard, vase Karen Cordero.
"Para devolver su inocencia a la nacin (Origen y desarrollo del Mtodo Best Maugard) en el catlogo de la
exposicin Abraham Angel y su tiempo. Mxico, Museo Biblioteca Pape, 1984.
Para un anlisis ms detallado de esta obra vase el texto de Karen Cordero Reiman al respecto en Piezas
del Mes, Memoria, nm.3, Primavera/Verano 1991 (Museo Nacional de Arte).
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Para una discusin detallada de la formacin acadmica del periodo que antecede inmediatamente a la
primera implantacin de las escuelas, vase Fausto Ramrez. Hacia la gran exposicin del Centenario de
Escuela en esta etapa del rgimen usurpador huertista, refuerza la suposicin de que no
implement un programa radical, ni en lo poltico, ni en lo esttico.
En una segunda etapa, a partir de su reestablecimiento en 1920, las Escuelas al Aire
Libre adquieren una nueva composicin hbrida, que las lleva tal vez sin habrselo
planteado desde su inicio a proponer nuevas categoras estticas como un desafo a las
normas establecidas. El alumnado de las Escuelas incluye tanto alumnos de la revivida
Academia, como nios de las zonas circundantes a sus nuevas localidades (Chimalistac,
Coyoacn, Churubusco, Xochimilco, Tlalpan, Guadalupe Hidalgo). No queda muy claro, en
la literatura relativa, de quin provino la iniciativa de abrir las escuelas al sector popularinfantil, aunque parece probable que recibi impulso del proyecto educativo de
Vasconcelos, primero en la Universidad y luego en la Secretara de Educacin Pblica; bajo
la administracin pragmtica de Puig Casauranc, el Secretario de Educacin callista, se
refuerza el sentido populista e indigenista de las Escuelas.
En todo caso, la obra misma comprueba que fue esta modalidad la que permiti el
desarrollo vanguardista del proyecto educativo. Los trabajos realizados por los estudiantes
de la Academia que participaron en aquella experiencia, demuestran una preocupacin por
retratar la fisonoma y la vida cotidiana del indgena por ejemplo, El indio del sarape
rojo (1921) de Fernando Lealy en algunos casos, como en El ebanista (1925) de Gabriel
Fernndez Ledesma y El trapiche de Fermn Revueltas, se refleja una conciencia, dentro de
lo figurativo, de las innovaciones formales europeas de la dcada anterior (el cubismo, el
constructivismo, etc.).
Sin embargo, es la obra de los nios la que ms sorprende, asombra, desafa las normas
estticas y educativas; as lo destaca la crtica nacional y extranjera del momento, y
nuestros ojos confirman el juicio. En el catlogo de la exposicin que se presenta en el
Palacio de Minera en 1925, el Dr. Atl (quien en 1914, al suceder a Ramos Martnez como
Director de la Academia, haba cerrado la escuela de Santa Anita) proclama:
son las pinturas de los nios que an no han aprendido nada sobre el arte de
pintar, la espontnea manifestacin de su ingenio y vigoroso temperamento... Los
nios de Mxico dibujan y pintan con una grande intuicin del volumen y del color
y sus producciones estn en el plano de las verdaderas obras de arte.9
Dr. Atl. Prlogo al Catlogo de la primera exposicin de las Escuelas de Pintura al Aire Libre. Palacio de
Minera del 22 al 31 de agosto. Mxico, Universidad Nacional de Mxico, 1925, citado en Gonzlez Matute,
pg. 109.
10
Gonzlez Matute, pgs. 115-116. Incluye citas de diversas publicaciones parisinas de la poca.
Monografa de las Escuelas de Pintura al Aire libre. Mxico, Secretaria de Educacin Pblica, 1926.
El racismo implcito en esta apreciacin, es ejemplo de una postura bien intencionada, pero que finalmente
termina subrayando las divisiones raciales en la sociedad mexicana. Para una consideracin brillante y ms
amplia de este problema, vase Marianna Torgovnick, Gone Primitive: Savage Intellects, Modern Lives.
Chicago, University of Chicago Press, 1990.
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orden premoderno y el moderno, pero la mayora no incitan a una lectura crtica sino al
simple reconocimiento de una realidad a travs del arte.
Al nivel de la forma, hay obras que sorprenden por la conceptualizacin abstracta del
espacio y color. No se puede hablar de unidad estilstica en la aportacin de las Escuelas
otra de sus virtudes fue el fomento de la individualidad plstica de cada alumno pero s
es factible destacar la audacia formal de algunas obras, frente al contexto de la plstica
nacional. En un retrato como Dos figuras de Fernando Reyes o en paisajes como Atepozco
de Natal Prez o Las lomas de Augusto Flores se maneja un planismo, un colorido
sinttico, y un dibujo primitivizante comparable con las aportaciones del fauvismo
europeo de principios del siglo. Aunque no es posible argumentar una influencia formal
entre los do movimientos, las semejanzas pueden tener como fundamento una mayor
preocupacin por la expresin que por la representacin, factor resaltado en el testimonio
de Rafael Vera de Crdoba.13
Vale la pena reflexionar sobre el impacto que tuvo en el campo de la plstica mexicana,
la exaltacin nacional e internacional de estas obras infantiles realizadas por las Escuelas de
Pintura al Aire Libre; implica la valoracin de una gran libertad formal, e incluso la
identificacin de sta con la esencia de lo mexicano, un cambio en los cnones de lo
artstico y lo nacional que permitir la conceptualizacin de obras primitivizantes
como Paisaje (1930) de Mara Izquierdo o Desnudo en gris (1931) (pg. 161) de Rufino
Tamayo. Para finales de los treinta, la coincidencia de los valores formales de parte de la
pintura de las Escuelas al Aire Libre con los experimentos de la Escuela de Pars, parecera
prometer una gran apertura en la plstica mexicana.
13
No fue as. Figuras de la talla de Orozco y Siqueiros criticaron con dureza la falta de
oficio promovida por las Escuelas, y la vuelta hacia un arte que resulta fcil de leer, con
una postura poltica marcada, condujo a la decadencia y finalmente al cierre de las Escuelas
en la dcada de los treinta. El nombre de las Escuelas de Pintura al Aire Libre encierra un
concepto didctico muy abierto y flexible, que experiment una transformacin en sus
matices y usos polticos y estticos desde el huertismo, pasando por el nacionalismo
espiritual de Vasconcelos, y el populismo pragmtico de Puig Casauranc y el Maximato.
Para los aos treinta, se haba cumplido su funcin social para el programa gubernamental;
frente a la politizacin programtica y retrica de la cuarta dcada del siglo, las Escuelas
fueron relegadas a una posicin cada vez ms marginal, pese a la novedad y modernidad
de sus aportaciones formales.
EL
MTODO
DE
DIBUJO
BEST
MAUGARD
El mtodo de dibujo Best Maugard se fundamenta en las mismas ideas espontaneistas que
las Escuelas de Pintura al Aire Libre de los veinte, pero su ejercicio se matiza por una
estructura terico-prctica y unos modelos formales mucho ms especficos, que lo
enmarcan en el contexto particular del periodo vasconcelista. Ms que un acercamiento a la
realidad de la vida cotidiana popular, el mtodo, basado en los siete elementos esenciales
del arte prehispnico y popular, promueve la creacin de fantasas decorativas que
pretenden crear un ambiente de armona visual y social a partir de la homogeneizacin de
los criterios estticos de diversos grupos sociales.
El mtodo se gesta durante la dcada anterior a 1920, a raz de la ya mencionada
conciencia de los intelectuales, quienes tomaron en cuenta para la conformacin del estado
posrevolucionario a las clases populares, cuya fuerza se hizo evidente en la lucha armada.
Su propuesta result un ejemplo prctico del planteamiento de Manuel Gamio, amigo
cercano de Best, en Forjando patria: pro-nacionalismo, publicado en 1916; Gamio
propone que el arte nacional debe ser el resultado de la fusin de lo mejor de la esttica de
las clases media y popular, de races ibricas e indgenas, respectivamente, y que deba
promoverse desde la clase media, pues hoy por hoy tiene muchas ms facilidades de
ilustrarse que el indio:
Ya es bastante con la diferencia tnica y econmica que separa a aquellas dos
clases sociales. El transcurso del tiempo y el mejoramiento econmico de la clase
indgena, contribuirn a la fusin tnica de la poblacin, pero tambin coadyuvar
de manera eficaz, para el mismo objeto, la fusin cultural de ambas clases. Es, pues,
indispensable laborar en este sentido. Para ello debe sistematizarse hasta donde
son posibles mtodo y sistema en materia de arte la produccin artstica del indio
y del individuo de la clase media. Hay que acercar el criterio esttico del primero
hacia el arte de aspecto europeo e impulsar al segundo hacia el arte indgena.14
14
Manuel Gamio. Forjando patria: pro-nacionalismo. Mxico, Porra, 1916, pgs. 66-67.
15
Vase Cordero, 1984, pgs. 9 15 para un anlisis ms detallado de las bases filosficas e histricas del
Mtodo.
16
Adolfo Best Maugard. Melado de Dibujo: tradicin, resurgimiento y evolucin del arte mexicano. Mxico,
Secretara de Educacin Pblica, 1923, pg. 14.
17
Renato Poggioli. The Theory of the Avant-garde. Cambridge, The Belknap Press of Harvard University
Press, 1968, pg. 46.
18
Vase Peter Burke. El descubrimiento de la cultura popular en Raphael Samuel, ed. Historia popular y
teora socialista. Barcelona, Editorial Crtica, 1984, pgs. 78-110.
Ramn Favela. Diego Rivera: The Cubist Years. Phoenix, The Phoenix Art Museum, 1984, pg. 37.
Best manifiesta esta similitud en una entrevista de 1925, en El Universal Ilustrado. Otilio Villaseor. Lo
que dice Best Maugard del arte mexicano en Estados Unidos. El Universal Ilustrado. 23 de abril de 1925,
pg. 83.
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Desde luego, tambin hay amplias diferencias, sobre todo en el desarrollo hacia la abstraccin en la Rusia
sovitica.
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donde Best aplica su propio mtodo, alude a esta combinacin, en apariencia contradictoria,
entre modernidad y primitivismo. El espacio comprimido, la estilizacin de los elementos
del paisaje y el colorido recuerdan el diseo de los bales de Olinal del siglo XIX y la
cermica de Tonal, mientras que la integracin armnica de un avin y unas lneas
telefnicas dibujados en el mismo estilo ingenuo, remite a los procesos de modernizacin
en el campo.
Los dibujos de los nios, que tambin evocan simblicamente la presencia popular, se
caracterizan por marcos escenogrficos dibujados, que resaltan la naturaleza conceptual y
no mimtica de las representaciones. Los motivos ilustrados con ms frecuencia incluyen
canastas de flores, fuentes, flora, fauna e imaginera religiosa (Julio Castellanos, Mi
Magresita, 1923), dispuestos todos en una superficie plana, donde la relacin espacial y
proporcional responde primordialmente a consideraciones decorativas e imaginativas, ms
que a propsitos narrativos. En algunos casos se presentan escenas narrativas, pero stas
siempre incluyen elementos formales que las apartan de la realidad cotidiana, imbuyndolas
con un carcter fantstico (Guillermo Toussaint. Escena campirana, ca. 1922, Cat. 104).
captan, con ojos de poeta, el carcter hbrido de la modernidad mexicana, que manifiesta la
frescura de la inspiracin popular, junto con la sofisticacin expresiva del intelectual.
El Mtodo Best Maugard, entonces, plantea una estrategia visual explcita para la
integracin del cambio artstico en los procesos de modernizacin social emprendidos en
los veinte, y a la vez, sienta las bases para un acercamiento formalista y expresionista al
problema de la creacin de un arte mexicanista. Estos fundamentos permitirn el desarrollo
de una corriente ms intimista en el arte posrevolucionario que enlaza una conciencia
formal nacionalista cuyas races se hallan en la plstica popular con una
experimentacin formal y espacial relacionada con las vanguardias europeas. Sus
proponentes Tamayo, Castellanos, Rodrguez Lozano y Lazo, entre otros formarn el
grupo sin grupo que representa la alternativa ms persistente ante la corriente
hegemnica de los aos treinta y cuarenta.
EL
ESTRIDENTISMO
Resulta irnico, dada la orientacin cosmopolita del estridentismo, que sea uno de los
pocos movimientos artsticos de los aos veinte que busca establecerse en el mbito
provinciano: surge en diciembre de 1921 en Mxico; para mayo de 1922 se lanza su
segundo manifiesto en Puebla; en 1925 los integrantes principales del movimiento se
instalan en Jalapa, con el apoyo del gobernador Heriberto Jara; un tercer manifiesto brota
en Zacatecas en julio del mismo ao; y el cuarto manifiesto es emitido en enero de 1926,
durante el III Congreso Nacional Estudiantil en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Esta
recepcin en variados foros, sugiere que las propuestas heterodoxas del grupo responden a
alguna necesidad social o espiritual del momento.
Sus obras literarias y plsticas formalmente innovadoras configuran una utopa
urbana y tecnolgica, influida por la concepcin y lenguaje del futurismo italiano, que
borda sobre los pocos indicios en la urbe mexicana de su integracin en la era de la
mquina. En su produccin visual consistente en gran parte en ilustraciones de revistas y
en los libros de poesa de los protagonistas del movimiento si bien no se advierte un gran
impacto de la preocupacin futurista con la velocidad, se recupera la idealizacin de la
ciudad y la concepcin del dinamismo interno y ambiental, reflejado a travs del vehculo
de la simultaneidad: la evocacin conjunta de diversas experiencias sensoriales y
espaciales. Para este fin, los estridentistas retoman el uso futurista del lenguaje del cubismo
analtico la creacin de una composicin conceptual con fragmentos de mltiples
realidades en una relacin formal potica adaptado a nuevos fines expresivos (vase El
tren en la ciudad (1915) de Gino Severini). La perspectiva simultaneista sobre la realidad,
haba tenido relativamente pocos adeptos en otros crculos mexicanos, ms bien dominados
por el espritu neoclsico, que para 1920 imperaba en las vanguardias parisinas.
Las portadas de las revistas estridentistas y obras como Retrato psicolgico de Manuel
Maples Arce (1921) (Cat. 51) de Jean Charlot, demuestran el uso creativo y agresivo de la
tipografa como elemento formal, retomado del futurismo. La obra grfica remite
constantemente a smbolos de la modernidad: la radio, el andamio, el rascacielos,
indicadores del cambio cultural y material. El Edificio estridentista de Ramn Alva de la
Canal y la portada de Charlot para Urbe: super-poema bolchevique en 5 cantos de Maples
Arce (Cat. 45) se hermanan, a pesar de su mayor simplicidad grfica, con las fantasas
arquitectnicas del futurista Antonio SantElia. El leo El Caf de Nadie (1925) de Alva de
la Canal (Cat. 34) y la portada de Radio de Luis Quintanilla, diseada por Roberto
Montenegro (Cat. 38), reflejan el intento de recrear formalmente la complejidad sensorial
del mbito urbano contemporneo, con su bombardeo de informacin visual y auditiva.
Sin embargo, en las imgenes literarias y visuales del estridentismo mexicano, hay un
primitivismo que otorga al movimiento un sello particular. Las referencias en la poesa a
una veta brbara en la cultura latinoamericana, encuentran su equivalente visual en el uso
extensivo, con una tcnica burda intencionada, del grabado en madera, ausente en el
futurismo europeo; con probabilidad refleja el impacto de los derivados sudamericanos del
futurismo, sobre todo los grabados de la argentina Norah Borges, ligados con el
martinfierrismo argentino. Este cruce del discurso de la modernidad aerodinmica con una
esttica tosca y salvaje, se subraya especialmente en las mscaras escultricas que, de sus
amigos y colegas realizara Germn Cueto (Cats. 9 y 10).
As, frente al denominador comn de solidez y recuperacin conciliadora de tradiciones
en la mayora del arte de la posrevolucin, el estridentismo presenta una estrategia inslita
de desafo al pasado y al presente; su lenguaje visual y verbal evoca una modernidad
incierta donde todo lo slido se desvanece en el aire. Tanto en los elementos que retorna
de la vanguardia europea, como en las modalidades propias que desarrolla, su paradigma es
uno de cuestionamiento, de un mundo en transformacin y en constante autodescubrimiento.
Este espritu rebelde que marca el desarrollo plstico innovador del estridentismo, y
permite el surgimiento de otra ptica sobre la realidad nacional contempornea, empieza a
desmoronarse a partir de 1926, cuando la postura poltica personal del movimiento da paso
a una afiliacin cada vez mayor con la ideologa social gubernamental.25 La militancia
idiosincrsica de los estridentistas, se diluye cada vez ms en la militancia del grupo
hegemnico, y se va perdiendo el carcter multi-perspectivstico y cosmopolita de su
produccin plstica; el componente grfico de la revista Horizonte editado por el grupo en
Jalapa entre 1926 y 1927, refleja la incorporacin de la iconografa rural e histrica
asociada al dogma de la revolucin mexicana. El grabado que muestra unos techos de teja
vistos desde arriba, de Leopoldo Mndez (pg. 148), indica la persistencia, dentro de este
nuevo giro iconogrfico, de un punto de vista diferente, alto, que parece inspirado en el
constructivismo ruso; si bien la variedad de perspectivas estticas presentes en la
publicacin, que abarca hasta Diego Rivera, reflejan la prdida de la coherencia original del
movimiento, que lo lleva a su desintegracin para 1928.
Con la historia de estas tres alternativas plsticas, se deja entrever la manera como la
fuerza del movimiento poltico-esttico que llega a asociarse con la posicin gubernamental
a partir de 1924, logra suprimir la pluralidad de posiciones y estrategias ante la modernidad
evidentes en la plstica de los veinte. La historiografa del arte mexicano, tambin ha
colaborado para imponer y difundir una crnica de la homogeneidad ms que de la
diversidad, en el arte de este siglo. Con este ensayo, se espera haber recobrado algo de la
riqueza presente en la multiplicidad de posturas esttico-polticas, y por lo tanto de la
complejidad y diversidad de Mxico del siglo XX, manifiestas en un panorama plstico que
recupera estas variadas corrientes.