Morada Al Sur AURELIO ARTURO PDF
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AL
por
AURELIO ARTURO
SUR
1
En las noches mestizas que suban de la hierba,
jvenes caballos, sombras curvas, brillantes,
estremecan la tierra con Slt casco de bronce.
Negras estrellas sonrean en la sombra su diente de oro.
103-
*
y aqu principia, en este torso de rbol,
en este umbral pulido por tcintos pasos muertos,
la casa grande entre sus frescos ramos.
En sus rincones ngeles de sombra y de secreto.
-
104-
II
Entre aos, entre rboles, circuda
por un vuelo de pjaros, gztirnalda cuidadosa,
casa grande, blancos muros, piedra y ricas maderas,
a la orilla de este verde tumbo, de este oleaje poderoso.
III
En el umbral de roble demoraba,
haca ya mucho tiempo, mucho tiempo marchito,
un viento ya sin fuerzas, un viento remansado,
que repeta una yerba antigua, hasta el cansancio.
-o
106-0
IV
Duerme ahora en la cmara de la lanza rota en las batallas.
Manos de cera v1telan junto a tu frente donde murmuran
las abejas doradas de la fiebre, duerme, duerme.
El ro sttbe por los arbustos, por las lianas, se acerca,
y su voz es tan vasta y su voz es tan llena.
y le dices, le dices: Eres mi padre? Llenas el mundo
de ttt aliento saludable, llenas la atmsfera.
-Yo
soy tan slo el ro de los mantos suntuosos.
*
-
107-
N o eran jardines,
no eran atmsferas
delirantes.
T te
[acuerdas,
de esa tierra protegida por una ala perpetua de palomas.
Tntas, tntas mujeres bellas, fuertes. No. No eran
brisas visibles, no eran aromas palpables, la luz que vena
con tan cambiantes trajes, entre linos, entre rosas ardientes.
Era tu dulce tierra cantando, tu carne milagrosa, tu sangre?
*
Todos los cedros callan, todos los robles callan.
y junto al rbol rojo donde el cielo se posa,
hay un caballo negro con soles en las ancas,
y en cuyo ojo vivo habita una centella.
Hay un caballo, el mo, y oigo una voz que dice:
"Es el potto ms bello en tierras de tu padre".
*
En el umbral gastado persiste un viento fiel,
repitiendo una slaba que brilla por instantes.
Una hoja fina an lleva su delgada frescura
fluctuando, de un extremo a otro extremo del mto.
"Torna, torna a esta tierra donde es dulce la vida".
v
He escrito el viento, un soplo vivo
del viento entre fragancias, entre hierbas
mgicas. He narrado
el viento, un poco de viento.
Noche, noche hasta el fin. Entre las secas
pajas -entre
aosre brillaban las lunas de cscara de huevo.
-
108-