Reglas Guiñote
Reglas Guiñote
Reglas Guiñote
Parejas y mano
a) Para elegir la persona que ha de dar las cartas al iniciar el juego, uno cualquiera de los que
vayan a jugar coge una carta de la baraja -ya colocada en el centro de la mesa con las
cartas tapadas- y por su derecha, sealando cada vez a uno de los jugadores, dice: Oros,
Copas, Espadas y Bastos. Aqul a quien coincida el palo as cantado ser quien las
repartir.
b) Echar a reyes. Este procedimiento, adems de elegir el jugador que haya de darlas, sirve
para aparear a los jugadores, si no estn las parejas ya formadas; y en el caso de que
hubiese ms de cuatro personas que quisieran jugar, a los que les toca. Consiste en repartir
cartas de una en una, hasta que salgan los cuatro reyes, entre los que pretenden jugar colocados alrededor de la mesa- , y aquellos a quienes les haya correspondido un rey
juegan. En el orden que les haya tocado los reyes se formarn las dos parejas: el primero
con el segundo. El tercero con el cuarto. Y el primero al que le haya tocado rey, las dar.
Para las partidas individuales o mano a mano, lo dos jugadores levantan cada uno una carta
cualquiera de la baraja, colocada en el centro de la mesa y antes de verlas dirn: por tantos o
por nmero. El que haya obtenido la carta de mayor puntuacin es el que deber repartirlas.
Una vez entrados en el juego, siempre dar las cartas el jugador que consiga hacer las diez
ltimas.
cultura
pgina
Ontejas
Asociacin Cultural de Fortanete
Si al repartir las cartas se equivoca, volver a darlas de nuevo. Si se equivocase por segunda
vez, perder el derecho a darlas, pasando a hacerlo el jugador contrario que est a su derecha.
El triunfo. En la partida por parejas, la carta que hace el nmero veinticinco, es decir, la
siguiente a la ltima repartida, que se deja vuelta debajo del montn que queda para hacer
robadas, ser la que marque el triunfo. Si la partida es mano a mano, ser la carta nmero
trece la que lo marcar, puesto que en este caso son doce las repartidas.
Cantes.
Se canta con el REY y la SOTA de cualquier palo, hecho que confiere a la pareja que canta
veinte tantos. Es lo que se llama cantar un VEINTE. Para que un jugador pueda cantarlo, tendr
que haber obtenido su pareja la ltima baza.
Deber decir de qu palo se trata y estar obligado a ensearlo si as se lo pide un jugador
contrario. Aunque no es preceptivo, para no olvidarse a la hora de contar los tantos, conviene
marcar los veinte volviendo a la vista la carta blanca del montn de bazas de la pareja que lo
ha conseguido.
Cuando el veinte se canta durante el arrastre, el jugador que lo hace, para evitar que se
conozca las cartas que lleva, no tendr obligacin de decir de qu palo se trata, solamente su
propio compaero podr pedirle que lo diga.
Las CUARENTA se cantan lo mismo, con el REY y la SOTA, pero del palo que es triunfo. Valen,
como su propio nombre indica, por cuarenta tantos, y es el logro ms importante de la partida.
Igual que ocurre con los veintes, quien las tenga solamente las podr cantar cuando su pareja
tenga baza ganada inmediatamente anterior al cante. A diferencia de lo que se hace con los
veintes, las cuarenta no se ensean nunca.
Partidas y cotos.
La partida. Para ganar una partida hay que hacer 101 tantos como mnimo; los cuales se
cuentan por el valor de las cartas que cada pareja haya conseguido en sus bazas, ms los
logrados con los cantes, sean uno o varios veintes, o las cuarenta.
Los Cotos. Coto se llama a la suma de tres partidas ganadas por una pareja, o un jugador si es
mano a mano. Partida es un solo juego: alcanzar los 101 tantos. Aunque si no se consigue en
primeras se tenga que jugar de vueltas.
Se puede jugar a los cotos o partidas que se quiera, siempre que se especifiquen antes de
empezar a jugar. Por costumbre se suele jugar dos cotos de tres partidas. (Aunque hay pueblos
que juegan a cuatro partidas. Depende del tiempo que se quiere estar jugando.
se hacen 30 malas!
cultura
pgina
Ontejas
Asociacin Cultural de Fortanete
vueltas, es habitual esperar al cambio en la ltima robada, para no descubrir el juego; o porque
pueda convenir ms que la carta del corro vaya a parar al compaero. Al compaero no se le
podr dar el siete nunca.
Renuncio.
Se incurre en renuncio y se pierde la partida:
a) Cuando un jugador durante el arrastre, pudiendo hacerlo, no sirve al palo que se ha salido.
b) Cuando el jugador que echa carta inmediatamente despus del contrario, llevando carta
superior a la de ste, echa una inferior.
c) Cuando ya metidos en arrastre, un jugador echa carta antes de llegarle su turno.
Consejos.
Estrategia y azar, caprichosamente combinados. Porque la prctica de este juego ser la mejor
enseanza que el jugador habr de recibir, y tambin porque cada juego se hace en relacin a
las cartas que han salido y lasque estn en la mesa de la baza pendiente de terminar, no es
fcil dar instrucciones en principio y al respecto. Sin embargo, se puede explicar alguna jugada
conveniente:
A un guiote, otro: Cuando el contrario que sale primero sin venir a cuento y en jugada
no de arrastre, echa un guiote, es oportuno seguir con otro, si se tiene, para que el
compaero de ste -que est situado en cuarto lugar- al convenirle matar para hacerse con
los tantos, pueda aprovechar mayor cantidad con un mismo triunfo. Esto no siempre sale
bien, porque si ste no tiene carta que pueda a la que ha salido en primer lugar se malogra
el intento.
Forzar al que canta las cuarenta: Cuando el contrario que est a tu derecha ha cantado
las cuarenta, intentar que juegue alguna de ellas, encimando al contrario o echando un
guiote, con el fin de restarle posibilidades en el arrastre.
Es interesante jugarlo bien, pero en cualquier caso el juego del guiote es una combinacin tan
maestra entre la estrategia -saber jugarlas- y el azar propiamente dicho, que no se puede
prever ni asegurar resultados exclusivamente por saber ms.
A carta tapada no hay jugada mala. Robar buena carta tras jugada mala.
A un guiote, otro. El segundo jugador pone otro guiote. A veces sale, otras no.
El que mata al compaero se queda sin l. Recomendable, pero segn el juego.
Para dar, matar. Cuando se juega mano a mano y no se quieren dar tantos.
Si al guiote has de ganar, en la ltima no has de matar. Tendris otro triunfo.
cultura
pgina