1) Los Reyes Magos escriben una carta a Sara para contarle su secreto de que ellos existen en el corazón de los padres.
2) Explican que le piden a los padres que pongan los regalos en Navidad para celebrar el cumpleaños de Jesús y mantener la ilusión de los niños.
3) Le piden a Sara que guarde el secreto de los Reyes Magos para que sus hermanos pequeños sigan creyendo.
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1) Los Reyes Magos escriben una carta a Sara para contarle su secreto de que ellos existen en el corazón de los padres.
2) Explican que le piden a los padres que pongan los regalos en Navidad para celebrar el cumpleaños de Jesús y mantener la ilusión de los niños.
3) Le piden a Sara que guarde el secreto de los Reyes Magos para que sus hermanos pequeños sigan creyendo.
1) Los Reyes Magos escriben una carta a Sara para contarle su secreto de que ellos existen en el corazón de los padres.
2) Explican que le piden a los padres que pongan los regalos en Navidad para celebrar el cumpleaños de Jesús y mantener la ilusión de los niños.
3) Le piden a Sara que guarde el secreto de los Reyes Magos para que sus hermanos pequeños sigan creyendo.
1) Los Reyes Magos escriben una carta a Sara para contarle su secreto de que ellos existen en el corazón de los padres.
2) Explican que le piden a los padres que pongan los regalos en Navidad para celebrar el cumpleaños de Jesús y mantener la ilusión de los niños.
3) Le piden a Sara que guarde el secreto de los Reyes Magos para que sus hermanos pequeños sigan creyendo.
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Hola Sara:
Somos Melchor Gaspar y Baltasar.
An falta mucho para Navidad y te preguntars por qu
te escribimos esta carta a estas alturas de octubre. Vers, cmo siempre estamos pendientes de ti, sabemos que hasta tus odos han llegado muchos rumores acerca de nuestro gran amigo el Ratoncito Prez y antes de hablarte de l, queremos hablarte de nosotros. Bueno, qu decirte de nosotros, en realidad lo importante no es que seamos Reyes ni Magos, lo realmente importante es que somos personas que te queremos, que sabemos cmo te sientes y cmo es tu corazn. Sabemos tantas cosas de ti como tus padres: que te apasiona pintar, que te gusta madrugar, que te encantan las galletas y la leche con cereales, que escribes historias, que patinas de maravilla, que te gusta Master Chef, que te entusiasma leer y muchas otras cosas. Sabemos que te esfuerzas en hacer bien las cosas, que intentas no pelearte con tus hermanos (aunque a veces, con Andrs, no lo consigas) y que muchas veces ayudas a pap y mam. Y sabemos que ya tienes 9 aos y algunos meses ms. S, ya eres mayor. Y, por eso, ha llegado el momento de compartir contigo nuestro SECRETO. Cuando un nia deja de ser nia y se convierte en mujercita, est preparada para guardar nuestro secreto sin decrselo a sus hermanos menores o a otros nios que no lo saben.
S, pocos saben la GRAN VERDAD y, para conocerla,
hay que ser capaz de guardar el gran MISTERIO DE LOS REYES MAGOS sin decrselo a los dems. Y es el momento de que lo sepas t! Nuestro gran secreto es que nosotros existimos igual que el Ratoncito Prez, pero existimos nicamente en el corazn, en el corazn de todos los paps y mams del mundo. Cuando t naciste les hicimos un encargo a tus paps, les pedimos que nos ayudasen a poner los regalos. A cada padre y madre les pedimos que hagan nuestro trabajo cada Navidad: leer las cartas de sus hijos y as, con la misma ilusin que la nuestra, ponen los regalos como si furamos nosotros, celebrando el cumpleaos del Nio Jess. As todos los nios del mundo tienen sus regalos y nosotros podemos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegra. Los regalos se ponen porque los paps creen en los Reyes Magos y porque creen que durante todo el ao te has portado sper bien, porque creen que eres una buena chica, un buena hija, una buena hermana, una buena nieta, una hermana mayor estupenda, una dibujante maravillosa, una lectora insaciable, una buena estudianteen fin, una nia que se merece que sus paps le demuestren lo orgullosos que estn de ella. Querida Sara, tu pap y tu mam son felices porque t existes, porque t eres su niita y no una nia cualquiera. Tus padres son felices porque disfrutan de ti, de tu inteligencia, de tu cario, de tu manera de sereso se merece una sorpresa tan grande como la de creer en los Reyes Magos y mantener siempre la ilusin en la magia.
Tus hermanos son pequeos y por eso no podemos
hacerles participar de este gran misterio. Hay que guardar el secreto. Es una gran responsabilidad! T, que s lo conoces, debes ayudarnos a mantener en l la ilusin cada ao que pongan sus zapatos bajo el rbol o sus dientes debajo de la almohada. Cuando sean tan mayores como t, los Reyes Magos nos encargaremos de escribirles una carta tambin a ellos. Contamos contigo para que no se lo cuentes. Les dejaremos creer en los Reyes Magos unos aos ms.
Un beso enorme de los Reyes Magos y de pap y
mam.
Y ahora un cuento
Cuando el Nio Jesus naci, tres Reyes que venan de
Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Nio se puso tan contento y pareca tan feliz que el ms anciano de los Reyes, Melchor, dijo: -Es maravilloso ver tan feliz a un nio! Deberamos llevar regalos a todos los nios del mundo y ver lo felices que seran. - Oh, s! -exclam Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difcil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de nios como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compaeros con cara de alegra, coment: - Es verdad que sera fantstico, pero Gaspar tiene razn y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultara muy difcil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los nios. Pero algo as sera tan bonito Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podran realizar su deseo. Y el Nio Jess, que desde su pobre cunita pareca escucharles muy atento, sonri y la voz de Dios se escuch en el Portal: - Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: qu necesitis para poder llevar regalos a todos los nios? - Oh, Seor! -dijeron los tres Reyes postrndose de rodillas. Necesitaramos millones y millones de pajes, casi uno para
cada nio que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa
nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos. - No os preocupis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada nio que hay en el mundo. - Sera fantstico! Pero, cmo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiracin. - Decidme, no es verdad que los pajes que os gustara tener deben querer mucho a los nios?, pregunt Dios. - S, claro, eso es fundamental, asistieron los tres Reyes. - Y, verdad que esos pajes deberan conocer muy bien los deseos de los nios? - S, s. Eso es lo que exigiramos a un paje -respondieron los tres cada vez ms entusiasmados. - Pues decidme, queridos Reyes: hay alguien que quiera ms a los nios y los conozca mejor que sus propios padres? Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvi a or: - Puesto que as lo habis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los nios del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. Tambin ordeno que, mientras los nios sean pequeos, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios
Reyes Magos. Pero cuando los nios sean suficientemente
mayores para entender esto, los padres les contarn esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los nios harn tambin regalos a sus padres en prueba de cario, y, alrededor del Beln, recordarn que gracias a los Tres Reyes Magos todos son ms felices.